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Inician trabajos de conservación en Ventanillas de Otuzco

De inmediato se pondrán en marcha los trabajos para mitigar los daños en el sitio Ventanillas de Otuzco. Estas acciones están orientadas a que permitan conservar y extender la vida de Ventanillas de Otuzco, dijo Judith Padilla, directora de la dirección desconcentrada de cultura (DDC) de Cajamarca. En días pasados se realizó una visita, para comprobar las condiciones en que se encuentra tal sitio turístico.

Los daños en el lugar, no obedecen a la intervención humana, sino que, según señala la directora, es una piedra que absorbe mucha humedad. “Esto además de la forma en la cual han sido talladas, de manera vertical, conlleva a que esta piedra se vaya fraccionando”, aseguró Padilla. De esta manera desde la dirección desconcentrada se toman en breve medidas a corto, y largo plazo. Este mes se cambiarán los canales de evacuación de agua, la erradicación de vegetación y la instalación de una estación meteorológica. “La afectación al sitio no es de ahora, se ha dado de manera natural desde hace siglos atrás, vamos a encontrar bloques de piedra, que se han separado de la fachada, en hasta cinco o seis metros”, señaló la arquitecta Padilla.

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Si bien es cierto, desde la DDC están buscando estudios previos que expliquen este fenómeno que afecta a Ventanillas, se tiene una hipótesis que señala la separación de la piedra con una periodicidad de 70 a 100 años, cuenta Padilla. “en ese sentido, y con el trabajo inicial puesto en marcha, daremos también paso a los trabajos posteriores a mediano plazo”, finalizó. Cajamarca Noticias

¡Va llegando gente al baile! La monotonía en la que ha permanecido el llamado penal de Barbadillo -desde que en 2007 entrara de inquilino el ex presidente Fujimori- empezó a cambiar tras ingresar, hace poco, el golpista, corrompido Pedro Castillo. Próximamente, sin embargo, la población criminal en esta zona de la capital seguiría incrementándose, con la llegada del cholo sano y sagrado Alejandro Toledo, apenas arribe tras una extensa temporada (casi seis años) viviendo en California, EEUU. Es probable que, más adelante, Ollanta Humala se integre a este selecto grupo de corruptos. Y, muy probablemente, en algún momento también recale Pedro Pablo Kuczynski, quien está intentando viajar a Norteamérica para dejar plantada a la Justicia peruana, impidiéndole recluirle en un penal. ¡Que es donde deben acabar los delincuentes como él! Por último, la Fiscalía estaría avanzando -a paso acelerado- en las carpetas acusatorias contra otra joyita del clan presidencial criminal. ¡Nos referimos al miserable Martín Vizcarra! Con él, finalmente, quedaría conformado aquel sexteto de presidentes delincuentes que vamos a exhibir ante el mundo entero, como un auténtico trofeo de la vergüenza. ¿Cómo así? Incorporando en una “cárcel exclusiva” a esos seis ex mandatarios corrompidos que hemos tenido a lo largo de las últimas dos décadas y media de lacerante latrocinio oficial. ¿Aprenderán la lección los futuros candidatos a la presidencia de la República? ¿O sólo sofisticarán las prácticas de los degenerados ex presidentes que les habían antecedido? ¡La respuesta es esta última! ¡Al paso que vamos, prolongaremos la vigencia de todas las prácticas pervertidas! ¡Porque lo alienta nuestra norma electoral! Asimismo, por aquella infame conducta de la Justicia peruana que, después de casi ocho años, recién se apresta a iniciar un proceso judicial al primero de la lista de seis presidentes patibularios. Nos referimos a Alejandro Toledo Manrique a quien se le imputa haber recibido US$35’000,000 de Odebrecht. Dinero robado al Perú por esta empresa, adicionándole groseros sobrecostos a cada proyecto que ejecutaba. ¡Corruptela alentada nada menos que por cuenta del gobierno que, cada lustro, presidía un nuevo beneficiario de la coima instituida! Lo inconcebible, amable lector, es que durante las campañas electorales que desplegaron cinco de los seis presidentes para llegar a la primera magistratura de la República, aplicaron siempre la misma argucia. Rasgarse las vestiduras acusando de corrupto al envilecido presidente que reemplazarían en el cargo, prometiéndole al elector erradicar semejante práctica criminal. Aunque al final del día harían lo contrario: sofisticar cada cual a su turno el método cleptómano de quien lo precediese en la presidencia. ¡Y, asimismo, duplicar o triplicar el monto robado! En ningún momento, desde comienzos de siglo, los candidatos a la presidencia de la República han querido enmendar seriamente la conducta criminal del homólogo previo. Todo lo contrario. Lo comprueban los resultados. ¡Ya van seis sucesivos presidentes envenenados por una misma ponzoña: la corrupción, sin demostrarle el más mínimo respeto al elector! Cinco de ellos le imploraron su voto, amable lector, prometiendo castigar a su precursor en el cargo, sabiendo que delinquirían tanto o más que él.