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editorial opinión La atención en el Hospital HV
El Hospital Regional Hermilio Valdizán, el cual es referencial en toda la región, ha sido objeto de múltiples quejas en cuanto a la atención que brinda a sus pacientes. En gran medida, estas quejas parecen tener razón, ya que el hospital no cuenta con suficientes médicos.
De hecho, según lo indicado por el director del hospital, Pavel Quiñones, se ha perdido credibilidad, no solo fuera de la institución si no también dentro.
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Esto debido a que el año pasado no se logró pagar a varios médicos y enfermeras, y el dinero que se les debía se revirtió al tesoro. Como consecuencia, muchos médicos no quieren volver a trabajar en el nosocomio. Esto ha provocado que áreas como la de materno-infantil y otras especialidades se brinde atención en horarios establecidos, o sea solo dos o tres veces por semana y no todos los días.
No obstante, el director Quiñones ha informado que ha recibido la ayuda del gobierno regional, el cual le ha proporcionado cerca de 300 computadoras para atender a los cientos de pacientes que llegan a diario al hospital. Además, ha contratado nuevos médicos para atender y reflotar el hospital.
Por otro lado, también ha logrado obtener 40 camas de la fundación Dyer para mejorar la atención y, por si fuera poco, está haciendo gestiones para que el centro oncológico del hospital de contingencias pueda entrar en funcionamiento.
Cabe resaltar que el hospital de contingencias, en el cual se encuentra depositada la “millonaria planta de oxígeno” adquirida por el prófugo Juan Alvarado, nunca entró en funcionamiento y fue una total y completa vergüenza.
De muy buena fuente se conoció que el prófugo Alvarado rechazó una propuesta de compra de una planta de oxígeno de la Fundación Dyer, a un cuarto del costo que gastó el Gorehco, y con cuatro veces la capacidad de producción, sin embargo, simplemente desistieron de la oferta, y Alvarado y compañía prefirieron comprar chatarra por 2 millones de soles, y dejar que miles de familias vean morir a sus familiares.
Es cierto que la atención en el hospital ha sido lenta y que muchos enfermos han tenido que ser derivados a otros lugares como Huariaca o Huancayo, debido a la falta de médicos. Sin embargo, se está trabajando para mejorar la situación.
No va a ser nada fácil resolver los problemas de muchos años en solo semanas, definitivamente imposible, pero sí existe la voluntad y la capacidad para realizar los cambios necesarios. Es un primer gran acierto.
Esperemos que los mismos trabajadores apoyen los cambios y busque el bienestar general de la institución, que al final del día les ofrece un trabajo y hay que estar agradecidos por ello.