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campañas para prevenir el abuso infantil
Las autoridades deben implementar campañas y talleres de prevención, detección temprana y denuncia del abuso sexual infantil, por ello el diputado del PRI Frausto Zamorano presentó una iniciativa para reformar la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes en la capital del país.
El legislador destacó que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México ocupa el primer lugar del mundo en abuso sexual de niñas, niños y adolescentes.
Abundó que de cada mil abusos son denunciados únicamente 100, de estos casos, solo el 10% se presenta ante un juez y sólo 1% recibe sentencia condenatoria.
Al respecto, mencionó que según datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, en 2021, 23 mil menores de entre 12 y 17 años sufrieron algún tipo de agresión sexual.
Paralelamente, uno de cada cuatro menores de 10 a 17 años afirma estar expuestos a abusos sexuales, de acuerdo con la Consulta Infantil y Juvenil 2021 aplicada por el INE. Resaltó que diversos estudios ase- guran, por otra parte, que en México casi la mitad de los abusos sexuales contra menores de edad son cometidos por un familiar, lo que significa
DATOS que el 74% de los agresores están en el círculo cercano de la víctima, y por eso se les dificulta denunciar.
DUROS. El legislador lamentó que las estadísticas revelen que en el país casi la mitad de los abusos contra menores son cometidos por un familiar.
Zamorano apuntó que el abuso sexual infantil es un problema que afecta a niñas y niños de todo el mundo, pero que desafortunadamente se ha subvalorado y no se le ha dado la importancia necesaria para prevenirlo, detectarlo o denunciarlo.
Además, a las víctimas les deja secuelas como pérdida de control de la vejiga durante la noche, ansiedad y depresión.
Por ello la iniciativa propone asentar en la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que será obligatorio para las autoridades desarrollar campañas de comunicación masiva y talleres dirigidos a los menores, a sus padres o tutores, y sus docentes para prevenir, detectar y denunciar el abuso y garantizar su normal desarrollo psicosexual.
ÁNGELES GUTIÉRREZ CASTRO / TWITTER: @ANGELESGTZ ANGELES.GUTIERREZ@24-HORAS.MX / TEL: 1454 4001 X 127
Deje de tranquilizarnos, doctor Gatell
Jueves De Encierro Julio Pat N
@juliopatan09
Uno tiene ganas de que el doctor Gatell tenga razón, como ahora que dijo que tranquis con el Covid, que no pelemos a la UNAM. En serio. Llevamos años con ganas de que tenga razón, desde que empezó la pandemia. Pero nomás no, porque no puede y tal vez tampoco quiere tenerla, salvo que el Presidente se lo ordene.
Va de nuevo el recuento. Es cierto que primero negó que sirvieran los cubrebocas, luego dijo lo de que sirven para lo que sirven y etcétera, y luego los medio recomendó pero salió a la calle sin uno cuando estaba enfermo. Ahí están los videos.
Es cierto también que trató de convencernos de que no había bronca con el Covid, desde las equivalencias irresponsables con otras enfermedades, hasta lo de que el Presidente no era una fuerza de contagio, sino moral, hasta lo de las 60 mil muertes. También hay videos.
No es cierto, en cambio, que le pasara factura el mismo desconocimiento sobre el Covid que afectó a todo el mundo. Su reluctancia a usar cubrebocas y la frivolidad surrealista del semáforo epidemiológico –“Hoy parece rojón pero está en un amarillo naranjoso, así que compórtense como si estuviera verde”– fue la respuesta bananera de México a un virus que la mayor parte del mundo enfrentaba ya con mascarillas y pruebas masivas, esas en las que el gobierno se negó a gastar. Por supuesto, la vacunación, que dista de ser ejemplar, transcurrió a su pesar, no gracias a él.
En boca suya, la 4T se negó a comprar vacunas de calidad en tiempo como sí lo hicieron otros, gorroneó dosis en plan de hermano pobre y las aplicó sobre criterios a veces ridículos y en general deleznables (esas negativas al personal de hospitales privados y a los niños).
Acabamos usando un tutti-frutti de vacunas, gran parte de las cuales (chinas, rusas) no te permitían pasar las fronteras del occidente rico, antes de llegar a lo de hoy: asegurar que no vamos a hacerle el caldo gordo a las farmacéuticas, ni por tanto a comprar nuevas dosis, y en cambio ofrecer la Abdala, el brebaje cubano, para sí hacerle el caldo gordo a una tiranía.
En el proceso, Gatell mintió. Esos cuadros donde nos aseguraban que ya venían en camino tantas dosis de tantas vacunas distintas, que se aplicarían en tales fechas. ¿Los recuerdan? No había dos iguales. Un cuento.
Así fue que llegamos a los 800 mil muertos. Doctor: sabemos que su superior lo mantendrá en su cargo pase lo que pase, entre ideologización y politiquería. Disfrútelo. Pero al menos háganos un favor: deje de tranquilizarnos. Es escalofriante.