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Cronología

Por último resta por mencionarse que uno de los personajes efigiados, concretamente San Julián aparece identificado por un rótulo que recoger interiormente su nimbo: “• S IVL[...]M”.

Tan importante como esta, si no más, es la leyenda que recorre las pinturas de Vivinera. Una inscripción de notable tamaño, trazada en grandes letras góticas de cinta, en la que se ponen de relieve otros detalles de dicho encargo, en este caso vinculados a las posesiones de la nobleza, es decir a una cuestión señorial: “Esta ∫ oura ∫ ma[n]daro[n] ∫ facer ∫ los ∫ / ∫ [...]s ∫ honrados ∫ deste ∫ lugar ∫ por ∫ su // honra ∫ de ∫ señor ∫ santo ∫ domi[n]go ∫ patron ∫ y guardador ∫ deste ∫ lugar ∫ seiendo ∫ señor ∫ el ∫ señor ∫ do[n] fran[cis]co”.

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Detalle de las inscripciones de los murales de Vivinera

Queda claro, pues, la devoción al patrono parroquial — Santo Domingo—, pero también, gracias a que en ella aparece el nombre de don Francisco [Enríquez de Almansa], señor de estas tierras y primer marqués de Alcañices, es posible saber que las pinturas se ejecutarían 1533 y 1541.

La siempre compleja cuestión cronológica resulta aquí un tanto atípica para lo que estamos acostumbrados en estos trabajos dedicados a las pinturas murales de distintos ámbitos geográficos de Zamora y Salamanca, fundamentalmente, como se ha venido diciendo, por la disparidad y dispersión de los conjuntos y, evidentemente, por no deberse a una misma mano o taller.

A lo largo de estas páginas abordaremos obras que comprenden desde el primer tercio del siglo XVI, como Muga de Alba, o las décadas de 1530-1540, caso de Vivinera, hasta las que se trazaron ya a comienzos de la centuria siguiente, perpetuando un tipo de creación verdaderamente característica, tal y como sucede en Malillos o incluso en Tamame.

Cabe recordar que, hoy por hoy ninguno de los conjuntos analizados se encuentra fechado o firmado, y si alguno contó con una data en sus muros hoy se ha perdido. Tampoco los libros parroquiales solventan nada en los conjuntos más antiguos y sí en los más tardíos. Desde luego, el análisis estilístico y comparativo es el que contribuye a afinar estas cronologías, pues a continuación se irá viendo cómo algunos de los conjuntos (Muga, Monumenta, Vivinera, etc.) deben situarse en el arco temporal del resto de pinturas conocidas en Sayago, noroeste salmantino y Portugal. Las relaciones son evidentes en todos los sentidos.