2 minute read

El egoísmo positivo

El egoísmo positivo POR BELÉN PEZZI

Seguro que estás pensando que el egoísmo no tiene nada de positivo, es así porque normalmente lo definimos como la atención y el interés centrado en la propia persona y tenemos la creencia social de que el egoísmo es una práctica negativa, propia de quienes no están interesados en los demás e incluso se asocia al narcisismo o a la falta de empatía. Definitivamente no nos gusta que nos tachen de egoístas.

Advertisement

Y si te digo, que estas creencias no son del todo ciertas y que sí existe un egoísmo positivo…

El egoísmo tiene una perspectiva positiva que se pone de manifiesto cuando nos damos permiso para –con libertad– redefinirnos buscando la felicidad y reescribiendo el guión de nuestras vidas.

Lo que ocurre algunas veces es que cuando uno mismo se define y establece su posición respecto a los demás, inevitablemente se provocan cambios. ¿Por qué? Pues imagínate un péndulo, si yo me muevo provoco que los demás tengan que moverse también para compensar y mantener el equilibrio en la relación. Es decir, si yo cambio hago que los demás también cambien, esto significa que en ocasiones el entorno habitual no reacciona de forma favorable a los cambios, no apoya, no entiende y creen que te has vuelto loco o loca. Dependiendo del entorno en general y de las personas en particular (sobre todo de si las personas en cuestión son un poquito tóxicas) la reacción a nuestros cambios opondrá más o menos resistencia.

Por ejemplo, si decido cuidarme y cumplir de manera estricta con mis horarios de gimnasio en vez de atender todos los favores que me pides… pues ¡ya no te viene bien mi egoísmo sano!!! Cuando las personas «yo soy así» se dan cuenta de que tus cambios afectan a sus creencias se provoca una fuerte reacción y por lo tanto es fundamental que reforcemos nuestra postura y nos elijamos a nosotros mismos cuidándonos, queriéndonos, y practicando un sano egoísmo que nos permitirá no ceder ante las cuestiones ¿Les gustará mi nuevo yo? ¿Aprobarán mis decisiones? ¿Aceptarán mis cambios?

Estos tres consejos prácticos nos ayudan a buscar nuestra versión más positivamente egoísta: – Vamos a pedir opinión solo cuando la necesitemos, y vamos a seguir nuestro propio criterio y nuestra intuición antes de cambiar cualquier decisión personal. – Vamos a cambiar el ¿por qué? por el ¿cómo? Esto significa que ante las dificultades en vez de preguntarnos por qué ha ocurrido vamos a preguntarnos cómo evito que vuelva a ocurrir, de esta manera saldremos de los hábitos culpables y seremos más resolutivos. – Vamos a reconciliarnos con nuestro cuerpo, aceptándonos, pero buscando siempre nuestra mejor versión con ejercicio, sueño reparador y hábitos alimenticios sanos para estar más activos y alegres.

Es el momento de pararnos un momento y reflexionar acerca de nuestra vida, ¿es como yo he elegido? ¿mis decisiones son mías o están condicionadas por un modelo familiar o de pareja? y sobre todo vamos a preguntarnos ¿soy feliz o quiero cambiar algo?

Si te ha gustado el tema te recomiendo dos libros: “La brújula interior” de Alex Rovira Celma y “Efecto Tarta” de Marisa Navarro.

Es el momento de pararnos un momento y reflexionar, ¿soy feliz o quiero cambiar algo?

This article is from: