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Volver a Jesús Pbro. Juan Carlos Hurtado 16

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Carta Editorial

Carta Editorial

LA VOZ DEL PAPA

Sem. Emmanuel A. Martínez O. I de Teología

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¡Hola querida familia de la Obra de las Vocaciones! Es un gusto poder saludarte y espero de corazón que Cristo sea luz y paz, sobre todo, en este santo tiempo de la Pascua. En esta ocasión quisiera compartir la intención del mes del Papa Francisco y también invitarnos a reflexionar sobre esta cuestión dentro de nuestra misma comunidad.

“Para defender los derechos humanos fundamentales hace falta coraje y determinación”, comenta el Papa Francisco en el video del mes. Primero que nada, es una invitación clara a mirar con detalle nuestra misma realidad, ver con valentía la problemática difícil que nos rodea y apreciar así que valores hemos dejado a un lado como sociedad. Particularmente problemas como la desigualdad, la pobreza, la falta de empleo, de tierra, vivienda, derechos sociales y laborales. Situaciones que tristemente hemos sido afectados directa o indirectamente en nuestro contexto social.

Ante tanta problemática el Santo Padre afirma con insistencia que los derechos deben ser iguales para todos. Derechos que motiven a un desarrollo integral en cualquier circunstancia, derechos que por el simple hecho de ser personas tenemos al momento de nuestra existencia, derechos que tenemos independientemente de nuestro país, religión, idioma, sexo o cualquier otra condición.

Intención de Abril: Derechos Universales

“Recemos por aquellos que arriesgan su vida luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis.”

La Iglesia tiene el papel de enseñar por medio de la pastoral profética, celebrar el misterio de Cristo en la Liturgia y acompañar y motivar a nuestros hermanos por medio del aspecto social. Nuestra tarea dentro de la actividad social de la Iglesia es mirar por el bien de quienes nos rodean, a los enfermos, a los más necesitados, pero también a todo a quien se le agreda estos derechos fundamentales.

A ejemplo de Cristo tenemos el claro ideal de ayuda y promoción de la persona, de tener bien en cuenta sus derechos y no darnos el papel de jueces dedicados a encasillar o disponer de los demás, sino acercarnos con un corazón misericordioso a quien lo necesita. Pidamos siempre al Señor la gracia de sabernos primeramente llamados a vivir esta misericordia en primera persona y también la gracia de mantener vivos los derechos de toda persona, teniendo en cuenta siempre a nuestros gobernantes que sepan guiar al pueblo con la sabiduría necesaria para llevar hacia el bien común. ¡Que Cristo Resucitado sea la luz y paz en nuestros pasos! Bendiciones.

Recemos por aquellos que arriesgan su vida luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis.”

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO

Sem. Fernando Burrola Sanchez I de Teología

Este mes de abril la liturgia de la palabra dominical por medio de los evangelistas Juan y Lucas, nos muestran desde el sepulcro vacío, prueba de que Jesús ha resucitado; la presencia de Jesús en medio de sus discípulos y la incredulidad de Tomás; el Señor Jesús se deja tocar por los suyos y come con ellos, hasta que Jesús se muestra como el buen pastor que dio la vida por sus ovejas. Te invito a que descubras lo que Dios te quiere regalar como fruto en esta meditación.

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor San Juan 20, 1-9 “Jesús debía resucitar de entre los muertos”

El hablar de sepulcro vacío, puede tener varias interpretaciones; es decir, lo podemos ver como mera garantía de que Jesús sí resucitó, pero también, en nuestro interior…sí…mira bien si tu sepulcro se encuentra vacío, atrévete a ver dentro de ti y pregúntate: ¿qué me falta para que mi sepulcro esté vacío y Jesús pueda resucitar en él? Ahora bien, una vez que nuestro sepulcro se encuentre vacío, no debemos preocuparnos ya que Jesús ha resucitado y creer eso, nos ayuda a vivir una amistad que nunca termina con él, vivir con amor para dar, con esperanza que tanto nos falta en tiempos de pandemia. Permitamos que Jesús resucite en nosotros y guíe nuestra vida hacia Dios.

Domingo 2º de Pascua San Juan 20, 19-31 “Le mostró las manos y el costado”

Primero identifiquemos muy bien las actitudes de los discípulos (estaban cuando Jesús llegó) y la de Tomás (no se encontraba presente). Pocas veces son las que de verdad estamos atentos a la presencia de Jesús en gran mayoría y otras tantas 22

cuando por andar ocupados en nuestras ocupaciones se nos olvida que Jesús está presente. En nosotros una vez habiendo experimentado la presencia de Jesús en nuestra vida, se debe notar (con alegría, gozo, amor hacia los demás), en cambio, andando ocupados llega a nosotros una necesidad de ver a Jesús (debido a nuestras propias preocupaciones), pero casi siempre reaccionamos incrédulamente. Es bueno dudar, pero siempre y cuando una vez encontrada la verdad, que es Jesús, nuestra fe se vea movida más allá de un creo. ¿qué actitud tomó yo?

Domingo 3º de Pascua San Lucas 24,35-48 “La Paz esté con ustedes”

Indiscutiblemente, Jesús quiere estar entre nosotros, está entre nosotros. ¿Porque nos da cierto miedo aceptar que camina, come y se deja tocar con y por nosotros? Tal vez necesitemos una fuerte sacudida y dejar que el polvo se caiga al suelo y poder brillar de nuevo. Brillo que con el paso del tiempo se va apagando y dejo de ser ese testigo de Jesús resucitado; si no entendemos bien el sentido de la muerte y resurrección de Jesús, vamos dirigiéndonos hacia el pecado. Un testigo después de creer en la resurrección de Jesús, contagia y comparte la alegría de esa buena nueva. ¿soy un buen testigo de Jesús? ¿qué necesito para ser un verdadero testigo?

Domingo 4º de Pascua San Juan 10,11-18 “El buen Pastor da la vida por sus ovejas”

Precisamente como dice la frase anterior, “El buen Pastor da la vida por sus ovejas”; es decir, ese guía de nuestra vida, que nos cuida, alimenta, se preocupa por su rebaño e incluso del que aún no es suyo, el que dedica su tiempo a estar conmigo. ¿estoy consciente de que Jesús dio la vida por mí? ¿sé que Él es el camino el cual mi vida debe seguir? Todo esto lo podremos responder si buscamos con todas nuestras fuerzas a Dios y dejando que actúe en mí. Dios ya vive en mí, pero Jesús nos ayuda a no desviarnos del rebaño, nos invita a seguirlo, porque sólo Él nos llevará de regreso a nuestro Padre Dios. ¿qué estoy dando para corresponder a Jesús el haber dado su vida por mí?

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