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“Israel es un Estado joven, con una cultura milenaria y vocación emprendedora”
En el marco del aniversario por los 75 años de la fundación del Estado de Israel, el embajador recibió a DEF para hablar del presente de su país, las relaciones con sus vecinos de Medio Oriente y el vínculo bilateral con la Argentina. La startup nation está en condiciones de compartir con nuestro país su rica experiencia en sectores estratégicos, como la agrotecnología, los recursos hídricos y la ciberseguridad.
Por Mariano Roca Fotos: Fernando Calzada
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El 75.° aniversario de la fundación del Estado de Israel permite hacer un balance del pasado reciente y abordar los desafíos que enfrenta este “país joven, pero con una cultura milenaria”, tal como lo define el embajador Eyal Sela. En diálogo con DEF, el diplomático, que entregó sus cartas credenciales al gobierno argentino en agosto del año pasado, destacó la vocación de paz del pueblo israelí y su impulso emprendedor. Con el 5,6% de su PBI destinado a investigación y desarrollo, es el país que más recursos destina al sector como porcentaje de su gasto público, según datos de la Unesco. Al respecto, el máximo representante israelí en nuestro país afirmó con entusiasmo: “Hoy cada persona lleva consigo tecnología israelí en cada momento: por ejemplo, cuando manda un mensaje por WhatsApp, que se basa en los desarrollos pioneros de la empresa israelí ICQ; o cuando usa el Waze en su auto; o, en el sector de las fintech, donde hay muchos componentes israelíes que garantizan la seguridad de las transacciones y de las compras online a través de Amazon, Alibaba o Mercado Libre”.
En el plano de la política internacional, el embajador Sela se encargó de destacar los pasos que se han dado en Medio Oriente a partir de la firma de los Acuerdos de Abraham entre Israel, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, a los que más tarde se sumaron Marruecos y Sudán. Al mismo tiempo, reconoció su preocupación por la actitud negacionista del régimen islámico iraní y sus aliados, que siguen incitando a la destrucción de Israel y no cejan en su campaña de desestabilización dentro y fuera de sus fronteras. En ese sentido, subrayó el hecho de que nuestro país haya sido el primer Estado de América Latina en declarar a Hezbollah como organización terrorista internacional y en adoptar la definición de “antisemitismo” de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por su sigla en inglés).
MEDio oriEntE, un
� Embajador, en aquel histórico discurso del 14 de mayo de 1948, David Ben Gurión afirmó que nacía un Estado que abría las puertas a todos los judíos del mundo. Hoy, Israel es un país multicultural y multirreligioso, con una democracia sólida y una sociedad civil muy movilizada. ¿Qué representa este aniversario para su nación y para la colectividad judía en general?

� Este aniversario significa mucho para nosotros. Por un lado, se cumplen 75 años desde la declaración de la independencia de un Estado relativamente joven, pero con una cultura milenaria. Son 75 años de aquel 14 de mayo de 1948 cuando Ben Gurión proclamó la independencia. Y, por otro lado, para nuestro pueblo, esta es también la conmemoración de la tercera soberanía judía en esa parte del mundo, donde se encuentra la cuna del judaísmo y de todas las religiones monoteístas. Después de más de 2000 años de diáspora tras ser expulsado de sus tierras, ocupadas por distintas potencias, el pueblo judío –que siempre mantuvo su presencia en la zona– recuperó en 1948 la soberanía sobre el territorio. Fue un sueño cumplido, que permitió hacer realidad la frase con la que termina la lectura del libro sagrado de la Haggadah en la noche de Pésaj (Pascua judía): “El próximo año, en Jerusalén”. Durante miles de años, los judíos leímos esa frase y aún lo seguimos haciendo, porque simboliza todo el proceso que llevó al establecimiento de nuestro Estado. Todavía, enfrentamos muchísimos retos, y hay mucho por hacer, pero si miramos atrás, en estos 75 años, hemos tenido muchos logros.
� En una región conflictiva, los Acuerdos de Abraham representaron un importante paso para la estabilidad de Medio Oriente. ¿Cuál es el balance que hace Israel, y qué retos existen de cara al futuro?
� El establecimiento del Estado de Israel fue rechazado desde el principio por todo el mundo árabe. Ningún país árabe votó en favor de la resolución de Naciones Unidas de 1947, que dio el marco a la creación de nuestro Estado, y tampoco estableció relaciones con Israel inmediatamente después de 1948. Lamentablemente, tuvimos una serie de guerras en los siguientes años, que tenían por objetivo poner fin a la existencia de nuestro Estado. Gracias a Dios, la situación ha cambiado. Se establecieron acuerdos diplomáticos, primero con Egipto en 1977 –Acuerdos de Camp David–, luego con Jordania en 1994, y hubo distintos intentos de acuerdos con nuestros vecinos palestinos. En los últimos años, los Acuerdos de Abraham significaron un cambio en la postura de algunos actores de la región: los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán. Con ellos, hemos podido establecer relaciones y mejorar nuestra seguridad. Estamos consolidando las relaciones con todos los que nos pueden ayudar a mejorar la situación política, económica, educativa y cultural de la mayoría de los países de la zona.
� Un país que todavía no integra los Acuerdos de Abraham es Arabia Saudita. ¿Cómo se encuentran hoy los vínculos de Israel con ese país? ¿Podría en el futuro incorporarse a estos acuerdos?
� Esperamos que todos los países de la región finalmente se integren. Arabia Saudita es, claramente, un país grande, relevante, con una historia y un papel regional muy importante. Puedo mencionar, como hecho muy positivo en nuestras relaciones, que ahora el gobierno saudita otorga el permiso de sobrevolar su territorio –como también lo ha hecho el gobierno de Omán–a los vuelos directos que parten desde Israel hacia el continente asiático, con destino a India, Corea del Sur, Japón y China. Es muy positivo porque hace que esos vuelos sean más cortos y que los pasajeros lleguen más rápido a su destino, y a un precio más económico.
� Mientras tanto, otro vecino de Medio Oriente, el gobierno iraní, continúa desestabilizando la región y convocando a la “destrucción del Estado de Israel”. ¿Cómo enfrenta su país el desafío del régimen de Teherán?
� El extremismo chiita, fomentado por la República Islámica de Irán, llama a “borrar a Israel del mapa”. No hay otra forma de decirlo. Y cuenta con proxies en la región, como el grupo libanés Hezbollah, una organización terrorista que tiene una capacidad militar incluso mayor a la de muchos países del mundo y tiene el control sobre el territorio del Líbano. El organizador es Irán, que sigue siendo el gran problema de la región, porque quiere desestabilizar Medio Oriente y controlar el “arco” que va desde Irán y pasa por Irak, Siria, el Líbano y llega hasta Yemen, donde están apoyando a los rebeldes hutis. También, existe otro extremismo, de raíz sunnita, que incluye al Estado Islámico y a Al-Qaeda, que todavía representa un peligro; y más cerca de nosotros, están grupos, como Hamás y la Yihad Islámica. Si bien son sunitas, cuentan con gran apoyo de Irán, y lo vimos en las reuniones que mantuvieron recientemente en el Líbano representantes chiitas iraníes y líderes de estas dos organizaciones terroristas.
Estado De Israel
Población: 9,6 millones
Fecha de fundación: 14 de mayo de 1948
Capital: Jerusalén
Sistema de gobierno: República parlamentaria presidente:
Isaac Herzog primer ministro: Benjamin Netanyahu
Es el país que más invierte en investigación y desarrollo como porcentaje de su PBI: 5,6% (2021).
Intercambio comercial con Argentina (2022)
Exportaciones desde la Argentina hacia Israel: US$ 401,5 M
Importaciones desde Israel hacia la Argentina: US$ 193,9 M
Saldo comercial: US$ 207,6 M una agEnDa coMpartiDa con la argEntina
� En 1949, Argentina estableció relaciones diplomáticas con Israel, y ambos países mantuvieron desde entonces vínculos muy sólidos y fructíferos. ¿Qué puede decirnos de este vínculo bilateral? � El vínculo siempre ha sido muy bueno y lo seguirá siendo en el futuro. La Argentina es un país grande, en el que conviven comunidades de todo el mundo, lo que convierte a su sociedad en una realidad única. Parte de esta riqueza es la comunidad judía que, desde sus primeros pobladores, ha sido muy bien recibida en este país, y hoy es una colectividad fuerte y sólida. De nuestra parte, debo señalar que cerca del 1% de la población israelí está formada por argentinos que han llegado al país, seguidos de sus hijos y nietos. Son un puente entre nuestros dos países. Nuestros vínculos bilaterales son excelentes, con un gran abanico de temas. En el plano político, podemos mencionar las visitas de alto nivel a Israel del presidente Alberto Fernández en 2020, el viaje del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, junto a una delegación de ministros y gobernadores en 2020, y también, el año pasado, recibimos al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

� En 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina declaró al Hezbollah como “organización terrorista
> ISRAEL Y EL GRUPO BID agronEgocios Y caMbio cliMático
A través de BID Invest y de su laboratorio de innovación BID Lab, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está trabajando con el Estado de Israel en el apuntalamiento de proyectos vinculados con los agronegocios climáticamente inteligentes. El año pasado, a través de sus Ministerios de Agricultura y de Finanzas, el país contribuyó con una donación de 3 millones de dólares para crear esta línea de ayudas destinada a mejoras tecnológicas que permitan desarrollar producciones ambientalmente sostenibles y resistentes a los efectos del cambio climático.
internacional”; y en 2020, en ocasión del viaje del presidente Fernández a Israel, nuestro país adhirió a la definición de “antisemitismo” de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). ¿Qué representan para su país estos dos actos de nuestro gobierno?
� La Argentina sufrió en 1992 y 1994 dos atentados del terrorismo internacional en su territorio. Fueron los actos más graves del fundamentalismo yihadista antes del 11 de septiembre de 2001. Por eso, se tomaron las medidas para que esto no volviera a ocurrir nunca más. Todavía, están abiertas las investigaciones judiciales por los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. Lo importante es que Argentina ha sido el primer país de América Latina que declara a Hezbollah como organización terrorista internacional, y también, es admirable que haya sido el primero que ha adoptado la definición del IHRA sobre antisemitismo. Creemos que otros países de la región van a seguir este ejemplo.
la tEcnología israElí Y sus aplicacionEs localEs
� Volviendo a las visitas de funcionarios argentinos que usted mencionó, ¿en qué ámbitos cree que pueden cooperar o ya lo están haciendo nuestros dos países?
� La tecnología israelí ya está ayudando a potenciar, a hacer un uso más eficiente de los recursos en la Argentina y a aumentar su productividad. Por ejemplo, la tecnología de riego israelí se utiliza en agricultura, principalmente en épocas de sequía, para regar mejor los cultivos. También, hemos desarrollado variedades de vegetales y frutas, como el tomate cherry o ciertas variedades de palta y de bananas. A partir de la visita del ministro De Pedro y de los gobernadores a Israel, hoy existen convenios de asesoría de Mekorot (la empresa de agua israelí) con algunas de las provincias. También, vamos a seguir colaborando en materia de ciberseguridad y de seguridad interior (homeland security) en aeropuertos, puertos y ciudades. En el área científica y académica, tenemos distintos programas de apoyo y proyectos conjuntos de ambos gobiernos. Puedo mencionar también los Israel Innovation Awards –instrumentados junto con el Ministerio de Ciencia argentino y la Cámara de Comercio Argentino Israelí (CCAI)–, que tienen ya muchos años, y es un excelente ejemplo de lo que pueden aprender los innovadores argentinos del ecosistema emprendedor israelí.
� Una ventaja para las exportaciones agrícolas argentinas, que usted marcaba en una reciente entrevista, es la “contraestación”. Por otro lado, ¿Israel también está en condiciones de brindar su experiencia en esta materia?
� Un ejemplo son los arándanos: cuando aquí es la época de la cosecha, en Israel ya estamos en invierno. Nosotros también podemos ayudar a aumentar la producción de distintos cultivos y a cooperar, por ejemplo, con la biotecnología de las semillas. Son conceptos que fueron desarrollados en la agricultura israelí y permiten crecer “hacia arriba”. Eso nos ha permitido aumentar la producción de tomates o de sandías sin necesidad de tener más tierra, más riego, más fertilizantes ni más mano de obra. La CCAI está haciendo un excelente trabajo en fortalecer esta clase de colaboración
EXPORTACIONES A ISRAEL carnE vacuna argEntina, sinóniMo DE “caliDaD”
Un producto símbolo de nuestro país es sin duda su carne vacuna. En los últimos años, Israel se ha convertido en un gran consumidor de cortes procedentes de la Argentina y faenados bajo el rito kosher. “Mi antecesora, la embajadora Galit Ronen, firmó un acuerdo con las autoridades argentinas para garantizar un determinado volumen de exportación, pero incluso estamos en condiciones de comprarles más”, se entusiasmó el embajador Sela. Aclaró: “Los cortes que consumen los israelíes son un poco diferentes a los acostumbrados aquí” y subrayó: “La carne que llega desde la Argentina se asocia con calidad”.
EYal sEla
> Realizó estudios de grado y de posgrado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en las Universidades Hebrea de Jerusalén y de Haifa.
> Ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en 1990 y cumplió funciones en los Departamentos de Cooperación Internacional y de Diplomacia Pública. Se desempeñó también como director del curso de capacitación para diplomáticos y prestó servicios en el Departamento para América del Norte de la Cancillería israelí.

> También, cursó estudios en el Instituto de Defensa Nacional de Israel (INDC) y fue consejero diplomático de alto rango para la Dirección de Planificación de las Fuerzas de Defensa de su país.
> Como parte del cuerpo diplomático israelí, prestó distintos servicios en las Embajadas en Guatemala, Washington, Madrid y El Cairo. Fue embajador en Ecuador y, antes de llegar a la Argentina, estuvo al frente de la Embajada de Israel para Malta y Eslovenia.
> Tiene 58 años, está casado y tiene tres hijas.
y en estrechar este tipo de relaciones en distintos ámbitos.
� Israel también tiene una larga experiencia en el manejo del agua en zonas desérticas, a partir de las investigaciones de la Universidad Ben Gurión del Néguev. ¿Cómo podría transmitirse ese conocimiento localmente?
� No hay más remedio. Al tener la necesidad, eso nos obligó a buscar soluciones innovadoras. Nosotros solo tenemos un lago, el mar de Galilea, y muy pocas fuentes de agua. Por lo tanto, estuvimos obligados a desarrollar la tecnología del riego por goteo y la desalinización del mar Mediterráneo, así como la reutilización del agua domiciliaria e industrial a partir de su reciclaje. Otro ejemplo que puedo mencionar es el caso de las vacas, que producen en el desierto israelí hasta 60 litros de leche por día. Nosotros hemos aprendido a optimizar los pocos recursos que tenemos.
� Usted mencionaba también la ciberseguridad, y sabemos que Israel cuenta con un gran polo de innovación en este sector en la ciudad de Beersheva.
� Beersheva es la cuarta ciudad israelí, ubicada en el desierto, y es hoy un polo de desarrollo de la ciberseguridad. Allí, está ubicado nuestro CERT (sigla en inglés del Equipo de Respuesta a Emergencias Informáticas), y colaboramos con diversos países brindándoles nuestra experiencia.
� ¿Se puede profundizar la cooperación entre nuestros países en sectores vinculados con la defensa y la seguridad interior?
� En el nivel de Estado a Estado, hay algunos temas que son de interés mutuo. Estamos contentos de que en la Argentina, y en América Latina en general, no existen conflictos de magnitud que requieren el uso de tecnología israelí en ese aspecto, como por ejemplo, el Iron Dome (“Cúpula de Hierro”). Sin embargo, podemos brindar tecnología para cualquier otra necesidad, ya sea de protección de las fronteras o de protección de la soberanía frente a actividades de pesca ilegal, por ejemplo. Hay muchas tecnologías israelíes basadas en drones y satélites que pueden ser útiles en muchos países, incluso en la Argentina.