Realidad aumentada: el futuro del retail El fin de los probadores está más cerca de lo que crees...gracias a la realidad aumentada Que estamos en pleno verano es evidente, y pruebas de ello no faltan. El calor es insoportable, las playas están llenas de bañistas y encontrar mesa en una terraza es casi misión imposible. Pero por encima de todo, hay un cartel que inunda todos los escaparates a la vista. Rebajas, rebajas y más rebajas. Y en consecuencia, colas interminables, tiendas abarrotadas y horas en el probador para decidir con qué bañador causaremos sensación el próximo domingo en la playa. Hasta ahora, la realidad aumentada no nos puede ayudar a encontrar sitio para la toalla o a no derretirnos bajo el implacable sol estival. No obstante, sí que nos sacará de más de un apuro cuando queramos renovar nuestro armario, redecorar nuestra casa o saber qué maquillaje va mejor con nuestro tono de piel. Y es que el desarrollo de la realidad aumentada está revolucionando el sector del retail. Gracias a la realidad aumentada podremos movernos a través de los comercios de siempre como nunca antes lo habíamos hecho. En las tiendas de moda, por ejemplo, podremos interactuar con grandes pantallas para ver de antemano cómo nos quedaría esa chaqueta que tanto nos gusta. Timberland ya ha probado esta iniciativa, basada en la tecnología de Kinect, mediante la cual podemos interactuar con una pantalla a través de gestos para navegar entre las distintas prendas disponibles, y así ver cuál nos queda mejor. Otras grandes marcas ya han ofrecido experiencias similares, como Topshop o Lacoste. Esta última lanzó la app LCST, que permite a los potenciales consumidores ver, a través de su smartphone, cómo les quedaba el calzado de la marca sin necesidad de ponérselo. Con esta tecnología, la marca del cocodrilo pretendía cambiar su target tradicional para intentar conectar con un público más joven. Y los resultados saltaron a la vista. Más de 30.000 usuarios emplearon esta aplicación para probar productos en 3D.
La realidad aumentada convierte las tiendas de juguetes en lugares aún más mágicos