TRADICIÓN

Entre niños, mujeres, ancianos y más de 300 personas convierten lo que para muchos es maleza en variados artefactos. Es así, como el chusque, especie de caña, se convierte en la alternativa de trabajo para estos artesanos, aunque la ganancia es poca y el chusque escasea, familias enteras del barrio Jorge Eliecer Gaitán, en el oriente de Apulo, se dedican desde que amanece hasta bien entrada la tarde a esta actividad.

Pese a la dedicación de los Apuleños a la cestería, el negocio no es muy productivo, sin embargo en agosto, a finales de año, es cuando el trabajo se triplica porque hay que tener listos los canastos para las anchetas. Debido al bajo precio que pagan por su trabajo, los cesteros únicamente fabrican canastos.

Cuando el lujoso hotel de los Ferrocarriles Nacionales se incendió en 1950 y los prestantes turistas cachacos no se volvieron a ver, pese a lo anterior, se busca el rescate de esta industria. Para ello, se ofrecen facilidades de hospedaje en los pocos hoteles y en las residencias.