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Exilio
En Extremadura, al comienzo de la guerra, se producen desplazamientos de población hacia zonas aún republicanas. Las tropas sublevadas entran por el sur de la provincia y su rápido avance deja pocas alternativas: o intentar llegar a zona republicana o cruzar la frontera hacia Portugal por el sur, arriesgándose a ser detenidos (porque Salazar apoya a Franco) y devueltos a los soldados franquistas o a grupos paramilitares falangistas. Como excepción está el pueblo portugués de Barrancos donde, gracias al vecindario y al teniente Seixas, 1.500 personas salvan la vida.
Tras el derrumbe de las últimas zonas de resistencia republicana, muchos extremeños y muchas extremeñas, principalmente quienes habían desempeñado cargos políticos, sindicales o militares, van al Levante o a Cataluña con la idea de exiliarse y viajar en barco a otros países, donde algunos alcanzarán renombre por su actividad profesional. El norte de África, Rusia o Europa serán sus destinos. El inicio de la II Guerra Mundial obligará a algunos a emprender un segundo exilio en América (en el cuadro adjunto se aportan algunos datos sobre deportaciones y exiliados extremeños, aunque faltan aún investigaciones que precisen el número de quienes se exiliaron en Europa).
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ALGUNOS DATOS SOBRE EXILIADOS DE EXTREMADURA
En campos de prisioneros de guerra alemanes (stalags) 295
En campos de concentración alemanes 303
En campos de concentración soviéticos 4
Tras la guerra civil, como consecuencia del triunfo de los sublevados, muchos españoles se ven obligados a huir del país por motivos políticos e ideológicos. A principios de febrero de 1939, cerca de medio millón cruzan la frontera con Francia. España pierde a la gran mayoría de sus intelectuales y profesionales. Catedráticos, profesores, investigadores, escritores, artistas… realizarán sus principales creaciones y obras en sus países de acogida, privando a España de su notable aportación.

Escondite topo. Escondite encontrado en Béjar (Salamanca). Con unas medidas de 3 m de ancho por 1,5 m de altura.
Otros huyen al monte para incorporarse a la guerrilla. Hasta finales de los años cuarenta habrá grupos armados realizando escaramuzas en los montes y perseguidos por la Guardia Civil.
Y otros muchos, ante las dificultades y peligros que supone huir y el temor de dejar a sus familias, preferirán esconderse. Son los “topos” que permanecen ocultos en huecos y escondites de sus casas, por miedo a ser fusilados, hasta que van promulgándose indultos parciales.
Fernando Valera Aparicio (Madroñera, 1899-París, 1982)
Uno de los más destacados exiliados extremeños tras la Guerra Civil, y el que alcanzó un mayor rango en el gobierno republicano en el exilio fue el cacereño Fernando Valera Aparicio (Madroñera, 1899-París, 1982), diputado republicano socialista y alto cargo en algunos gobiernos republicanos, fue último presidente del Consejo de Ministros de la República Española en el exilio.
(Cicerón)
Control político
No hay más política que la de Franco ni más partido político que Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Durante la dictadura todas las instituciones franquistas están implicadas en la represión política y social. Las autoridades del régimen dicen ser antipolíticas, desentenderse de la política, pero en realidad someten a la población a un férreo control político.