3 minute read

VUELO AVANZADO

VUELO AVANZADO

BRUCE GOLDSMITH

CON LOS OJOS CERRADOS

Algunos pilotos pasan tiempo mirando hacia arriba viendo el parapente y sienten que necesitan verlo para controlarlo apropiadamente. Siempre se ha considerado un mal hábito porque de debe mirar a nuestro alrededor cuando volamos y no el ala.

Ver el horizonte también ayuda a orientarse y da una referencia clara. Y desde luego, si no miras alrededor y no vigilas constantemente cuando hay muchos pilotos volando, el riesgo de colisión puede aumentar considerablemente.

MEDITANDO Cerrar los ojos mientras giras en térmica puede enseñarte a confiar más en tu parapente y ayudarte a volar por sensación. Pero te lo ruego, no lo hagas cerca del relieve o de otros pilotos - hazlo alto y muy lejos de los demás

MEDITANDO Cerrar los ojos mientras giras en térmica puede enseñarte a confiar más en tu parapente y ayudarte a volar por sensación. Pero te lo ruego, no lo hagas cerca del relieve o de otros pilotos - hazlo alto y muy lejos de los demás

Foto: Bruce Goldsmith

Otra de las razones por las que los pilotos generalmente miran el ala es por nervios. Les preocupa lo que hace o va a hacer. Para ayudar a enseñarle a esos pilotos que pueden controlar el ala perfectamente bien sin mirarla, hay un truco muy interesante: volar con los ojos cerrados.

No lo hagas…

Por supuesto, no quiero decir que cierres los ojos apenas despegues. Es algo para lo que debes estar preparado y estar en el lugar adecuado para hacerlo con seguridad.

No tiene sentido volar con los ojos cerrados cuando estás volando en la ladera. Tener el terreno cerca es un peligro obvio y hace falta tener ciertas habilidades. Y obviamente es peligroso intentarlo con otros pilotos cerca - no lo hagas.

De lo que hablo es girar térmicas con los ojos cerrados. Girar térmicas requiere hacer correcciones constantes y controlar el ala, incluyendo hacer giros y controlar el cabeceo y guiñada. Es más difícil que volar en ladera.

Intentémoslo

Cuando oí por primera vez eso de girar térmicas con los ojos cerrados me pareció una idea bastante loca. Fue el piloto de pruebas e instructor, Manu Bonte, que me dijo que usaba esa técnica para ayudar a sus pilotos en sus cursos de distancia y me contó que tenía buenos resultados.

Cuando Manu usa esta técnica durante su instrucción, está en contacto con el piloto por radio. De esa forma puede asegurar la seguridad del piloto supervisándolo externamente. Lo usa para dos fines. El primero, para desconectar al piloto de su visión - quizás contradictoriamente “después de un poco de trabajo y práctica, el piloto sea mejor observador mientras gire en térmica”, dice.

Y el segundo, para curar “problemas de miedo irracional”. Explica que es una buena herramienta que todo piloto debe tener para ayudarle a reducir la tensión - pero solo si se ha practicado previamente. Obviamente, cerrar los ojos en una situación tensa no te ayudará en nada.

Tuve que probar la técnica de los ojos cerrados de Manu. Sorprendentemente, me pareció muy divertida y no tan difícil. Nuevamente, recuerdo que hace falta tomar las precauciones adecuadas para hacerlo con seguridad. Para ello, se debe girar la térmica muy lejos del relieve o de otros pilotos. También debes estar lo suficientemente alto y dentro de una térmica razonablemente bien formada que no sea demasiado turbulenta. Una vez que tengas todo lo anterior, intenta hacerlo.

La técnica

Primero, simplemente cierra los ojos cinco segundos. Verás que no es nada del otro mundo, pero es un buen inicio. Después, intenta mantenerlos cerrados diez segundos. Después, inténtalo durante 20 segundos y 30 hasta que llegues poco a poco hasta un minuto volando con los ojos completamente cerrados.

Es sorprendentemente fácil y bastante reconfortante, algo así como meditar en el aire. Me parece que también ayuda en otras cosas: es muy relajante y te da confianza en tu propio pilotaje del ala y a que no te sientas tenso acerca de volar.

Mientras más seguido lo practiques, más cómodo te sentirás. Una vez que lo hayas intentado varias veces y estés más relajado en el aire, te darás cuenta que en realidad no hace falta ver todo el tiempo lo que hace el parapente.

El resultado

La confianza que adquieres al aprender a confiar en tu ala te ayudará a liberar tu atención y permitir concentrarte en otras cosas más importantes. Siempre digo que la observación es la habilidad más importante del vuelo de distancia y este truco de volar con los ojos cerrados es otro paso para ayudarte a construir esas habilidades.

Bruce Goldsmith vuela desde la década de 1980. Ha sido campeón británico de ala delta en dos ocasiones, campeón británico de parapente tres veces y campeón mundial en 2007. Diseña parapentes desde 1989