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VICKY PALMA
VICKY PALMA ES MÁS DE CAMPO QUE DE PLAYA; DE TENIS QUE DE TACONES; DE FRÍO QUE DE CALOR. ES UNO DE LOS ROSTROS MÁS CONOCIDOS DE CANARIAS; SU VOZ ES SINÓNIMO DE CREDIBILIDAD Y TRAS ELLA EXISTEN HORAS DE CONSTANTES FORMACIÓN Y ENTREGA A SU TRABAJO. NO ES DE LAS QUE DESCONECTA Y LO QUE SABE DE LA METEOROLOGÍA LE GUSTA COMPARTIRLO. NO ES DE HORARIOS NI FECHAS EN EL CALENDARIO; ALLÍ DONDE SE LE REQUIERA ESTÁ, POR ESO, QUEREMOS AGRADECERLE QUE TAMBIÉN HAYA QUERIDO COMPARTIR ESTE RATO CON NOSOTROS PARA DESCUBRIR UN POCO MÁS DE LA VICKY QUE SE ESCONDE TRAS LA PANTALLA Y LAS ONDAS DE LA RADIOTELEVISIÓN CANARIA.

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María Doménech Tato Gonçalves


–Vamos con lo inmediato, como meteoróloga, pero también como experta en prevención de riesgos y emergencias, ¿cómo estás viviendo la erupción volcánica de la isla de La Palma y qué implica un fenómeno de estas características? –Se vive desde la distancia con la necesidad quizás de estar en La Palma y echar una mano a los equipos de Protección Civil y gestión de emergencias; es una de las gestiones más complicadas que se han dado en España en los últimos 50 años. Yo diría que la más complicada de todas desde el punto de vista de riesgos naturales: no se puede hacer nada, no puedes evitar sus efectos y lleva una gestión muy complicada.
–¿Y qué que se aprende en meteorología y en materia de riesgos de una emergencia natural de esta envergadura? –En meteorología tienes una base teórica de lo que puede suceder, sobre todo por el tema de las cenizas volcánicas, que es lo más que influye de una erupción volcánica en el aspecto meteorológico. Desde el punto de vista de protección civil, son muchos los campos; tienes que conocer con anterioridad cómo son los volcanes, cuáles son sus riesgos, el tipo de erupciones, etc. En Canarias se han dado históricamente casi de todo tipo de erupciones, aunque las más abundantes suelen ser de un determinado tipo y eso hay que tenerlo en cuenta para contemplar los peligros volcánicos y plasmarlos en el lugar en el que surja el volcán, ya que hay que conocer los servicios esenciales de la zona y el número de viviendas y personas que se pueden ver afectadas. También hay que preparar un sistema de evacuación y al respecto tenemos la experiencia en la isla de El Hierro, aunque allí el volcán salió finalmente en el mar y la situación fue muy distinta a la que se está viviendo en estos días en la La Palma.
–En la actualidad, volviendo un poco a lo cotidiano, eres la responsable de Meteorología de la RadioTelevisión Canaria. ¿Cómo fueron tus inicios? ¿Cuándo llegaste a Televisión Canaria? –Yo llegué a Televisión Canaria en febrero del año 2000. Casi yo diría que no por equivocación, pero sí con mucha suerte. Ya se encontraba Emilia González en el servicio, habíamos coincidido durante la carrera universitaria y se me presentó una opción de poder entrar a echar una mano, principalmente los fines de semana. Empecé haciendo predicciones meteorológicas detrás de cámara que luego presentaban otros compañeros. Hay que recordar que en las televisiones de antes, se recurría a meteorólogos detrás y a caras delante, muchos eran periodistas, grandes periodistas, que se han rodado con la información de El Tiempo para luego ponerse delante


de un informativo. Hay presentadores maravillosos, y canarios, que han sido un referente en nuestro país. Un ejemplo, Paco Montesdeoca.
–Y en tú caso, ¿en qué momento diste el salto de ponerte delante de la cámara? –Pues con un temporal. Las cosas, tú sabes, nunca pasan cuando uno quiere y además entras acción cuando menos te lo esperas. Fue en noviembre del 2001, con unas lluvias torrenciales muy importantes en la isla de La Palma que también afectaron al sur de Tenerife y de Gran Canaria. Yo lo recuerdo porque desgraciadamente hubo víctimas mortales en la isla de La Palma y, dada la envergadura de los hechos, me dijeron que tenía que ponerme delante de la cámara ya que consideraron que era la persona idónea para contar y explicar qué estaba pasando desde el punto de vista meteorológico.
–Imaginamos además que tu jornada laboral empieza muy temprano. ¿Cómo elaboras a diario toda esa información que luego muestras y comentas en la tele y en la radio? –Bueno, RadioTelevisión Canaria desde los inicios apostó por hacer una predicción meteorológica propia. Nuestra información no está avalada por la Agencia Estatal de Meteorología e intentamos hacer una predicción más local. Al final, eso supone revisar distintos modelos de predicción numérica, hacer determinados cálculos y eso es, quizás, lo que más tiempo lleva a lo largo de la mañana. Con toda esa información te haces un contexto de todo lo que tienes y de cómo esos modelos funcionan en el Archipiélago, y a partir de ahí haces una previsión. Después, lo más sencillo es poner los símbolos en los gráficos y hacer un pequeño texto para cada una de las islas, que es lo que después vas a explicar. Cuando hay elementos meteorológicos adversos se complica un poco porque estás pendiente de lo que está pasando en el momento y de lo que puede pasar para al día siguiente. El objetivo es ajustar si tu predicción es correcta y tomar datos de todas las estaciones meteorológicas que hay en el Archipiélago. En definitiva, es un trabajo bastante entretenido que te lleva bastante tiempo. Por eso, me gusta empezar por la mañana y hacerlo temprano porque me gusta personalmente una salida determinada de los modelos meteorológicos que es con la que suelo trabajar habitualmente. Incluso los fines de semana, cuando no trabajo, hago seguimiento de los modelos para no perder el hilo.
–Más allá de lo anecdótico, ¿por qué es importante la información meteorológica? ¿Cuántas cosas se planifican en torno a una información meteorológica? –Pues prácticamente todo, te diría
yo. La miras si quieres ir a disfrutar de un día de asueto en el campo o en la playa; la necesitan los parques eólicos para determinar cuánta energía eólica pueden suministrar a la red; la miran nuestros agricultores que también miran al cielo para saber si va a llover o no, y así un largo etc. Hay un montón de utilidades de la información meteorológica. Es verdad que, por ejemplo, en televisión hay una franja concreta de edad que es la que más la suele ver, pero en términos generales es una información básica y de servicio público.
–¿Y cómo es un día en tu vida cuando estamos ante un temporal meteorológico? –Al principio yo creo que cuando empecé en la tele lo vivía más entre la parte profesional y aficionada, más enfocada a saber si tu predicción era la acertada. En el año 2006 tuve la oportunidad de colaborar con seguridad y emergencias, con el CECOES 112, para unos cursos de formación de personal, ya que observaron que el mayor número de incidencias no rutinarias que tenían que atender estaban relacionadas con meteorología adversa y la formación que tenían al respecto era muy pequeñita. Desde ese momento ya vi la meteorología desde otro punto de vista, ya no disfrutas tanto cuando hay un temporal porque
sabes cuáles son las consecuencias que puede tener para la población, para determinadas zonas, en determinadas islas que pueden sufrir inundaciones, desprendimientos y que ha costado la vida a medio centenar de personas, al menos en los 20 años que yo llevo en televisión.
–¿Cómo han evolucionado los espacios del tiempo desde que empezaste a trabajar en la cadena hasta la actualidad? –Ha evolucionado muchísimo la imagen de satélite y los grafismos meteorológicos. Ahora mismo está muy de moda la realidad aumentada; te permite meterte dentro del fenómeno para explicar sus efectos y consecuencias y todo ello generado a través del ordenador. Lo importante es buscar el equilibrio para que la imagen no se coma la importancia de la información que aportas.
–¿Qué papel juega la afición a la meteorología en Canarias? ¿Te nutres de lo que ellos y ellas te aportan? –Sí hay mucha afición y, además, los aficionados suelen tener estaciones meteorológicas de cierta calidad que además están conectadas a la red y aportan datos de forma continua. Esto nos permite tener una amplitud de datos meteorológicos reales que son especialmente útiles en momentos de meteorología adversa. Por ejemplo, que en un barrio llueva más que otro; eso ocurre y este tipo de datos te ayudan a demostrarlo. –¿Y las redes sociales? ¿Te sirven para estar más conectada con la realidad meteorológica de Canarias y el resto del mundo? ¿Cómo discriminar entre tanta información? –Yo redes sociales sólo utilizo Twitter; Instagram lo tengo pero lo uso poquito. En Twitter me envían muchas fotos, me hacen preguntas y trato de seguir un tipo de perfiles específicos que me son muy útiles. Reconozco que, especialmente, en días de meteorología adversa me llega mucha información.
–Canarias tiene entre sus potenciales turísticos nuestro buen clima. Pero, ¿qué entendemos por buen clima? ¿Cuáles son nuestras singularidades climatológicas? –Tenemos unas temperaturas medias muy agradables a lo largo de todo el año, temperaturas que no se dan en otros puntos de Europa. Hay que pensar que aquí la temperatura media en invierno es de 20-21 grados y, si pensamos en quienes nos visitan, su temperatura media en invierno es bastante más baja. Aquí además llueve poco; aunque nos pueda parecer que en el norte llueve muchos días, la realidad es que llueve pocos días al año y, para nuestra desgracia, a veces la lluvia se concentra en poco tiempo y eso más que beneficios genera daños. Nos encontramos distintos tipos de tiempo en una misma isla en un corto espacio de kilómetros. Tenemos una amplia variedad de condiciones meteorológicas en un territorio reducido, dando lugar a eso que llamamos microclimas. Además, estamos en una zona del Atlántico en la que la influencia del alisio es fundamental. –¿Qué supuso en lo personal y en lo profesional recibir la Medalla de Oro de Canarias en el año 2014? –Para mí fue una absoluta sorpresa. No podía imaginar que algo así se planteara, pero sí que creo que viene a reconocer el trabajo que tanto la tele como la radio autonómica venimos


desarrollando en las Islas cada vez que se produce un evento importante de tipo natural. Siempre nos hemos volcado ante este tipo de adversidades: lluvias, vientos, incendios.. y el ejemplo más cercano lo tenemos en la actualidad en la isla de La palma.
–Siempre estás en constante proceso de aprendizaje, también te has formado en prevención de riesgos y emergencias. ¿Por qué? ¿Hace falta una mayor interconexión entre la meteorología y los riesgos que provoca? –Sí, yo creo que esa visión hay que tenerla. Tener solo la visión teórica y profesional de la meteorología y saber aplicarla a la realidad, por ejemplo en Protección Civil, es fundamental. Es necesario saber qué necesitan ellos y saber qué podemos aportar nosotros e intentar ayudarlos en la medida de lo posible. Una previsión meteorológica normal para incendios forestales no sirve. Hacer una buena previsión para un incendio implica formarte en incendios forestales, saber cómo actúa el fuego; cómo interfiere la topografía; la combustión de lugar; cómo puede evolucionar el incendio en función de la zona y adaptar la previsión a esos conocimientos. Tengo que reconocer que la gestión de emergencias me parece apasionante. He tenido la suerte de hacer varios cursos y quizás para mí el más importante es el que hice recientemente por invitación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Madrid para la gestión de catástrofes.
–Y una mujer del tiempo…¿cómo desconecta de su trabajo para cargar pilas? ¿Allá donde vas observas la meteorología aunque estés de vacaciones? –Siempre se observa. Siempre miras qué puedes encontrarte, si te interesa que llueva o no para saber qué planes organizar en función de la meteorología.
–¿Y tú eres más de frío o de calor? –Yo el calor no lo llevo muy bien, el frío a veces tampoco por el alto componente de humedad que tiene nuestro frío pero el calor extremo tampoco. Yo soy de la eterna primavera canaria.
