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MArio ALberto MejíA Pág
La Quinta Columna
Mario Alberto Mejía
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@quintamam
LOS HIJOS DEL RENCOR VIVO Y LAS ENCUESTAS PATITO
Los organismos de derechos humanos en el mundo viven una auténtica crisis debido a las manipulaciones en las que incurren.
Ejemplos recientes: la Comisión Nacional de Derechos Humanos, presidida por Rosario Ibarra –hermanada con Pedro Páramo por aquello del “rencor vivo”– y Human Rights Watch para América Latina, encabezada por José Miguel Vivanco.
La primera se ha metido en una abierta guerra en contra del gobernador Miguel Barbosa Huerta a propósito de todo.
Una y otra vez le manda recomendaciones sobre temas que es incapaz de hacerle al presidente López Obrador.
Esto último la deja mal parada, una vez que suena interesada.
El segundo ejemplo es igualmente patético:
Vivanco urgió hace unos días al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a “no ignorar la catástrofe de derechos humanos en curso en México”.
A través de Tyler Mattiace, investigador de Human Rights Watch que publicó un artículo en el diario Los Angeles Times, Vivanco asegura que López Obrador “ha atacado la democracia en el país y no ha reducido las cifras de violencia”.
Y dice más:
“López Obrador no sólo ha fracasado en mejorar el desastroso historial de derechos humanos del País, sino que también ha trabajado para deshacer muchos de los logros en transparencia y el estado de derecho que los grupos de derechos humanos y activistas han logrado desde el fin del régimen de partido único en México en 2000”.
Entre otros puntos, critican “su política energética, su eliminación de fondos para proteger a periodistas, la persecución de miembros del sistema judicial y el proyecto de blindar sus obras de infraestructura al declararlas de seguridad nacional”.
Qué interesados y reiterativos se ven ambos organismos. ¡Y qué evidentes, señores! ¡Qué evidentes!
Un Muerto que Sí Hace Ruido. La más reciente encuesta de Reforma sobre los presidenciables hacia 2024 es francamente ridícula.
De la noche a la mañana –sin que apareciera de manera destacada en las anteriores–, el diario del regiomontano Alejandro Junco de la Vega se saca de la manga a Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey e hijo Luis Donaldo Colosio, candidato priísta a la presidencia en 1994, año en que fue asesinado por Mario Aburto en Lomas Taurinas.
En la encuesta publicada el jueves pasado, Reforma pone en un triple empate técnico a Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y ¡Colosio Riojas!
Al primero le da 31 puntos.
A la segunda, verdadera puntera en la contienda, 30.
Y al alcalde de Monterrey, 27.
Lo único creíble es la caída de Ricardo Anaya, con 16 puntos.
Cosa curiosa: Samuel García, gobernador neolonés, aparece con 10 puntos.
Qué flaca es la memoria.
Antes de la contienda regiomontana, Colosio Riojas era prácticamente el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, en tanto que Samuel García pintaba para ir a la alcaldía.
Las encuestas –incluida la de Reforma– mostraron la realidad:
García estaba muy por arriba de Colosio.
Eso obligó –faltaba más– a cambiar las posiciones:
García subió a la candidatura a la gubernatura, mientras Colosio bajó a la de la alcaldía.
Hoy, sin nada relevante que haya hecho este personaje y sin que apareciera en las anteriores encuestas de los presidenciables, Reforma lo pone como puntero junto a Sheinbaum y Ebrard. ¿Cómo llegó a sus hechizos 27 puntos?
Gracias a una estrategia política —todo parece indicarlo— de Junco de la Vega. ¿Qué pretende con eso?
Inflar a un mediocre alcalde bajo el argumento falaz de que lleva el nombre de su padre masacrado.
En otras palabras:
Que es el finado Luis Donaldo Colosio el más reciente fenómeno electoral.
Veintisiete años después de haber sido asesinado, Colosio ha regresado para llevar a su hijo a la antesala de la presidencia de México en 2024.
Como propaganda política no está mal, aunque es risible.
Como encuesta de Reforma, suena a una mentira vil.
Esta vez sí coincido en las descalificaciones que hace el presidente López Obrador del diario de Junco de la Vega:
“Hay intereses inconfesables en ese grupo”.
Luis Donaldo Colosio Riojas. Productos de higiene personal y de aseo del hogar van a la alza, a pesar de ser parte de la canasta básica.

El aumento al salario en 22%, ¿suficiente para una familia?
[ Jesús Peña ]
Luego de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó aumentar para 2022 el salario mínimo de 141.70 a 172.87 pesos diarios, 31.17 pesos más (22%), ¿para qué alcanza con los precios de hoy?
Este incremento significa que la percepción mensual promedio (resultado de multiplicar el mínimo diario por los 365 días del año y dividirlo entre 12 meses) pasa de 4 mil 310 a 5 mil 258 pesos, es decir, 948 pesos más.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque presumió el aumento, reconoció que esto apenas significa que un trabajador pasará de poder comprar siete kilos de tortilla a 8.5 kilos, siendo lo más básico en la comida de las familias.
ALIMENTACIÓN
Conforme a la más reciente lista del Índice de Precios al Consumidor del Inegi, en Puebla el kilo de pollo entero está en 65 pesos, eso quiere decir que el trabajador con salario mínimo pasará de comprar 2 kilos 180 gramos a 2 kilos 660 gramos, es decir, 480 gramos más.
La pulpa de cerdo en promedio cuesta 100 pesos el kilo, por lo que se pasará de un kilo 417 gramos a un kilo 728 gramos, una ganancia de 311 gramos.
En cambio, el bistec de res está cotizado en 160 pesos, por lo que hoy se pueden adquirir sólo 885 gramos, mientras que para el próximo año será un kilo con 80 gramos, apenas 195 gramos más.
El huevo, un producto que también es básico en la dieta del mexicano, está cotizado en 36 pesos el kilogramo, por lo que hoy se pueden adquirir 3 kilos 936 gramos, pero el próximo año podrían ser 4 kilos 800 gramos, una diferencia de 866 gramos, tal vez la más significativa.
Otros básicos son el arroz, 28 pesos; frijol, 36; papa, 20; jitomate, 32; cebolla, 25; y chile serrano, 40 pesos. La suma de un kilo de cada uno es de 181 pesos, eso quiere decir que faltarían 8.13 pesos al salario mínimo para completar el pago. Puebla de un cilindro de 20 kilos fue tasado en 425.20 pesos, del 5 al 11 de diciembre, una disminución de 13 pesos respecto a la semana previa, cuando costó 438.20 pesos.
Eso quiere decir que con el salario actual un trabajador debe destinar el sueldo de tres días completos para pagarlo, mientras que el próximo año destinaría 2.5 días de su salario.
Para todo padre de familia con bebés, dos productos que no pueden faltar son la leche y los pañales. Los precios del lácteo fluctúan entre 14 y 25 pesos por litro.
Si el trabajador compra para su hijo una “leche” de buena calidad, hoy le alcanza para cinco litros con 668 mililitros, con el aumento salarial llegaría a seis litros con 914 mililitros, prácticamente un litro y cuarto más.
En tanto, los pañales para niños de 40 piezas económicos están en 125 pesos y unos resistentes en 260 pesos, con este último precio un trabajador destina hoy 1.8 días de salario mínimo, mientras que en 2022 serán 1.5 días.
Hay que tomar en cuenta que un bebé consume en promedio cinco biberones de 125 mililitros, es decir 625 mililitros al día (4.4 litros en siete días) y la bolsa de pañales le dura una semana, un gasto entre los dos productos de 370 pesos.
A CONSIDERAR
Para quienes tienen auto, el precio de la gasolina regular está en 20.38 pesos el litro, lo que quiere decir que hoy con el salario mínimo se le puede poner al carro casi siete litros y en 2022 alcanzaría para casi 8.5, es decir 1.5 litros más.
En cuanto a otros rubros, también hay gastos en el papel para baño, productos de limpieza para el hogar y el aseo personal (jabón, pasta de dientes, desodorante, entre otros), para pagar el transporte público, vivienda, educación, ropa, calzado y medicinas.
Pero, sobre todo, sin perder de vista que la inflación acumulada este año es de 7% y que el próximo 2022 iniciará –como cada año– con la famosa cuesta de enero.
Así, el aumento salarial de 22% no se ve tan prometedor como se quisiera.
