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Teteles de Ávila Castillo, y su pasado totonaca
LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE TETELICTIC, AÚN SIN SER DESVELADA, UBICA ESTE
MUNICIPIO DE LA SIERRA NORESTE COMO UN BASTIÓN DE ESA CULTURA PREHISPÁNICA
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Mario Galeana
La restauración de la Iglesia de la Virgen del Rosario, un austero inmueble construido en el siglo XVIII que no había recibido mantenimiento desde esa época, ha desvelado un conjunto de asentamientos totonacas en el municipio de Teteles de Ávila Castillo que datan del siglo XVI, previo a la Conquista española.
Según el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla, Manuel Villarroel Vázquez, en el subsuelo del atrio de la iglesia se localizaron construcciones con adobe y enseres, como una vasija elaborada hace mil 200 años de antigüedad, durante el periodo Clásico.

“Esto corrobora lo que se ha venido trabajando: evidentemente este sitio fue un bastión de la república tutunakú, que fungió como encuentro con los grupos mexicas y, posteriormente, fue un grupo resistente a la llegada después de los españoles”, dijo durante el evento que dio fin a los trabajos de restauración de la iglesia de Teteles.
Los trabajos de investigación sobre el sitio arqueológico de Teteles de Ávila Castillo son recientes. Sólo a 300 metros del jardín central de este municipio de la Sierra Norte, se encuentra esta zona de nombre Tetelictic, que está compuesto por 25 construcciones que van desde 1 metro y hasta 15 metros de altura.

Su registro como sitio arqueológico ocurrió en el año 2000 ante el INAH y la primera excavación se realizó en 2015, a pesar de que desde el 2003 el Congreso local exhortó al ayuntamiento de Peubla a adquirir los terrenos para preservar el patrimonio arqueológico.

Un artículo publicado en 2017 por el arqueólogo Alberto Diez Barroso Repizo señala que en el lugar se localizaron seis plazas, un patio hundido y un “probable” juego de pelota.
Sitios De Devoci N
Debajo del atrio del templo construido en el siglo XVIII fueron hallados restos de construcciones antiguas de adobe y enseres domésticos
CRONOLOGÍA
Grupos de origen totonaca se asientan en Tetelictic, como se conocía a Teteles de Ávila Castillo, durante el periodo Preclásico (2500 a.C.-200 d.C)
Entre 1486 y 1469, son sometidos por las fuerzas de la Alianza MéxicoTexcoco-Tacuba y se suman al Señorío de Tlatlauquitepec
En 1520 llega el príncipe Hueltoc, enviado por el emperador Cuauhtémoc para organizar un ejército que ayudara a enfrentar a los españoles, pero la ciudad cae de cualquier modo
En 1599 se asientan varias familias procedentes de Sevilla y Castilla y nombran a la población CastilBlanc, en honor a una comunidad portugesa La fundación de la ciudad comienza formalmente con la construcción de la Iglesia de la Virgen del Rosario, en 1736
Asentamiento Rodeado
Las huellas de vida y un observatorio de la cultura totonaca están rodeadas de zonas arqueológicas mexicas: Yohualichan, Xiutetelco y Cantona
En 1861 se le otorga la categoría de ciudad En 1943 se le concede escudo de armas y es nombrada Teteles de Ávila Castillo en homenaje al padre de los Ávila Camacho
“Por la orientación astronómica del plano urbano en su conjunto, y por la orientación del mismo, es evidente que varias estructuras tenían –entre otras– la función de ser observatorios astronómicos para eventos específicos, pues todo el conjunto urbano se encuentra alineado con las serranías que conforman el paisaje aledaño”, señala Barroso Repizo.
También se localizó “una cantidad considerable” de navajillas, puntas de proyectil, lascas y preformas de obsidiana, que hacen suponer a los investigadores que Teteles de Ávila Castillo “ejerció un importante control en el acopio de este tipo de material –sobre todo fabricando armamento–, ya que tenía acceso a los principales yacimientos cercanos al sitio.
Sin embargo, la zona permanece cerrada y, a la fecha, una exploración superficial del lugar da la impresión de que se trata sólo de lomeríos naturales.
Por esa misma razón, el presidente municipal de Teteles de Ávila Castillo, Mario Alberto Castro Jiménez, pidió al actual gobernador Sergio Salomón Cés- pedes Peregrina que se contemple un paquete de obras que incluya el descubrimiento de la primera zona arqueológica de Tetelictic.
“Es un sitio que bien vale su rescate y su proceso de restauración”, agregó Villarroel Vázquez.
“Hoy en día el INAH y el ayuntamiento están trabajando en este espacio, pero ojalá el gobierno del estado también pueda aportar su granito de arena”.
En tanto, para la rehabilitación de la Iglesia de la Virgen del Rosario, un inmueble edificado en el año 1736, se invirtieron 7.2 millones de pesos en las áreas del recinto, del atrio y la casa parroquial, y se mantuvieron los colores similares a la época virreinal.
Los trabajos de restauración comenzaron a mediados del año pasado y dieron por concluidos este jueves 12 de enero.

Durante el año pasado, en todo el estado se realizaron 17 intervenciones a inmuebles históricos, como la reconstrucción de cuatro lienzos del siglo XVIII pertenecientes al templo de San Francisco Acatepec, en San Andrés Cholula.
Trabajo Terminado En El Templo
Investigadores, expertos en construcciones y ornamentos novohispanos y vecinos organizados hicieron posible la restauración

Un Asentamiento De Muchos Nombres
En su origen más antiguo, el nombre de Teteles remite a su geografía: su nombre primigenio fue Tetelictic, cuya etimología es “cerritos dentro”. Invariablemente su nombre hacía alusión a la veintena de construcciones arqueológicas que hoy son sólo montículos cubiertos por la tierra. Su raíz náhuatl es la palabra tetelti, que significa “montón de piedras”, con el que hace alusión al sepulcro de los monarcas.
Con la Conquista y la llegada de los primeros encomenderos españoles, la geografía también rebautizó el lugar. Las lomas, el clima, toda la ciudad les recordó a una ciudad portuguesa que conocía bien, Castelo Blanc, y por eso decidieron renombrar a la ciudad de los cerritos como Castil-Blanc.
Muchos años después, sería la fuerza –y no la geografía– lo que devolvería su nombre a la ciudad. En 1943, la ciudad recibió su escudo de armas y con eso su último nombre: Teteles –por el origen– de Ávila Castillo, por el padre de quienes entonces eran dos de los hombres más poderosos en el país, los Ávila Camacho.