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Cristiano dos Santos: El corazón de la “Panadería Rosita” de Caracas

Aleixo Vieira Sergio Ferreira

Cristiano dos Santos, nacido en la localidad de Montouro, distrito de Coímbra, llegó a Venezuela a bordo del barco Andrea Gritti. Atrás dejaba un país con enormes dificultades, que se acentuaban en el interior del país ibérico.

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Desde pequeño, este ciudadano estuvo empapado en el arte de amasar el pan, dado que su madre se dedicaba a dicho oficio. “Mi madre era conocida como ‘Maria Padeira’, ya que hacía pan en casa. Era frecuente encontrar personas frente a mi casa esperando las horneadas de pan, que muchas veces era yo quien ayudaba a amasar, con tan sólo siete años” recuerda.

El coimbrense recuerda que el barco hizo una parada en las Islas Canarias, donde comió bananas por primera vez. Una vez en Venezuela, donde lo esperaba su hermano más viejo, comenzó a trabajar como repartidor de pan en Caracas.

“Para el momento se construía la urbanización Colinas de Bello Monte. También repartí pan en La Castellana, Altamira y el Country Club. Recuerdo que guardaba todo lo que ganaba diariamente y lo escondía en la casa adentro de ladrillos. Después fui al banco a abrir una cuenta, pero no me aceptaron el dinero porque olía mal y estaba lleno de moho. Perdí todo y estuve unos días muy triste, pero pronto me animé para comen- zar desde cero” cuenta dos Santos.

“Con nuestros ahorros, mi hermano y yo abrimos la Panadería ‘Los Nietos’ en Altamira, en 1959. Después, por mi cuenta, fundé la Panadería ‘Nueva Chacao’, en 1962. Posteriormente compré la panadería más antigua de Venezuela, llamada ‘La Francesa” y ubicada en la Calle Bolívar de La Guaira. Para ese momento tenía 114 años de existencia. Eran tiempos de pan de puya, de locha, de medio e de real” recuerda el empresario.

En 1966, Cristiano regresó a Portugal para casarse con la hija de su vecina, quién ha sido su compañera inseparable de vida y de trabajo hasta los tiempos actuales. De la relación nacieron dos hijos, quienes también lo acompañan en sus tareas del día a día.

De nuevo en Venezuela, inicia otro emprendimiento en pleno corazón de Sabana Grande: la Panadería Rosita, ubicada en el Edificio Urimare, en la avenida Santos Ermini con segunda Transversal de la Plaza las Delicias (entre la avenida Libertador y la avenida Solano López, a la altura de PDVSA y los restaurantes Urrutia y La Huerta). Un espacio que poco a poco se convirtió en toda una referencia al hablar de productos de origen europeo en la ciudad capital.

Con más de 56 años en el mercado, este lugar de excelencia es visitado diariamente por centenas de ciudadanos, principalmente por ciudadanos españo- les, italianos y portugueses, así como también de otras nacionalidades europeas y venezolanos, dada la calidad de sus productos, con destaque para el tradicional pan.

En el 2023, Cristiano dos Santos decide apostar nuevamente en este lugar de excelencia, con una reformulación del establecimiento comercial, ofreciendo un ambiente más moderno y con muchas características de la típica panadería europea. Algunos profesionales de la panadería y pastelería contratados en Portugal están trabajando junto a los tradicionales panaderos venezolanos en la elaboración de nuevos productos que marcarán una nueva época en la historia de esta emblemática panadería caraqueña. Buen pan portugués, “Pasteis de nata” y “Chabatas”, entre otros, marcarán la diferencia de la panadería más portuguesa de todas las panaderías de Venezuela.

La Panadería Rosita abre todos los días: de lunes a sábado, entre las 07:00am y 07:00pm, y los domingos entre las 07:00am y 02:00pm. Cristiano dos Santos, hombre generoso y trabajador, sigue allí todos los días en permanente diálogo con los clientes. “Todos son mis amigos”, concluyó.