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Entrevista a Maimuna Djaló. SOGUIBA

GUINEA-BISSÁU

ENTREVISTA A MAIMUNA DJALÓ

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Animadora de actividades de empoderamiento de la mujer de SOGUIBA Presidenta de ‘NO DJUNTA CABEÇA’, Asociación local de mujeres comerciantes de Ingoré (Guinea Bissau)

“En Guinea es muy importante apoyar a la mujer, especialmente a la mujer rural”

Fotografías: Pablo Rodríguez de Vega. Lugar: Centro de Soguiba, Ingoré, Guinea Bissau. 3 de agosto de 2020

Me llamo Maimuna Djaló, tengo 56 años y soy animadora de la ONG SOGUIBA en Guinea Bissau. También soy presidenta de la Asociación de Mujeres ‘No djunta cabeça’ de Ingoré, en el Sector de Bigene de la región de Cacheu, donde nos encontramos.

Llevo trabajando con mujeres horticultoras del área rural de Bigene desde 2011 (10 años) a través de los proyectos que SOGUIBA desarrolla en la zona rural del sector de Bigene. Apoyar a una mujer del área rural es apoyar a la Nación. Es apoyar a su sociedad, porque la mujer trabaja para todos aquí en Guinea-Bissau. La mujer es la que carga con toda la responsabilidad del mantenimiento de la familia. Por eso es importante apoyar a la mujer, especialmente a la mujer rural.

¿Qué actividades ha desarrollado SOGUIBA y la Diputación de Cáceres dirigidas a empoderar a las mujeres?

Las actividades desarrolladas este año giran en torno a la segunda fase del proyecto ‘Mujer horticultura, futuro de nuestra huerta’ en la Fase II. El pasado año, durante la Fase I, se enseñó a las mujeres a trabajar y gestionar 38 huertas comunitarias, para su empoderamiento económico y acceso a una alimentación adecuada. Este año (2019), en la segunda fase, el trabajo que yo realizo con SOGUIBA y el equipo técnico se ha dividido en dos partes: La primera es de refuerzo de los conocimientos adquiridos sobre asociacionismo, gestión y horticultura a través de una metodología de campo-escuela durante todo el año, evitando los meses de lluvias (junio, julio y agosto). Seleccionamos a una representación de cada asociación. Participaron de 36 de las 38 asociaciones iniciales en el refuerzo en la formación en la huerta del centro de SOGUIBA impartida por los técnicos hortícolas y los animadores. El total de mujeres participantes en esta segunda fase es de 1.718 horticultoras.

En las sesiones se reforzaron los conocimientos que les enseñamos en el anterior año y se pensó especialmente en una formación sobre transformación del tomate en pulpa y conserva al vacío, que permite a las mujeres la venta del excedente de producto, aumentando sus beneficios. De los cultivos que las mujeres más trabajan, el tomate y la cebolla son los más cultivados con diferencia sobre otros cultivos como el pimiento, la berenjena y otras hortalizas locales. Y otros temas que trabajamos con ellas fueron la creación de compostaje, prevención de plagas y tratamientos orgánicos y se reforzó la importancia de mantener en buen estado el fondo comunitario de gestión.

Estas formaciones son replicadas en las asociaciones para el resto de las mujeres, de tal forma que cada mujer asistente a las sesiones de campo escuela tiene un efecto multiplicador en su asociación. Del total de participantes el 80 % fueron mujeres y el 20% hombres. El total de la producción este año es de 200.649 kg de los cuales 59.391kg se han destinado a su consumo y 143.924 kg a venta, obteniendo unos ingresos por ventas de aproximadamente 57 millones de francos entre las 32 asociaciones de las que se recogieron datos. Si lo comparamos con el año anterior, vemos que las mujeres han cambiado su mentalidad y se van animando a vender más su producción que a su consumo en casa, lo que muestra que las mujeres van ganando poder adquisitivo de un año para otro.

Por otra parte, personalmente he participado en la actividad sobre sensibilización e información en la adquisición de billetes de identidad para la población rural, especialmente para las mujeres que se ha desarrollado este año. Esta actividad se llevó a cabo durante los meses de noviembre a diciembre. Es una actividad muy importante porque las mujeres del área rural no suelen tener identificación. Participaron una media de 25 personas por aldea, en total 946 asistentes de los cuales el 94% eran mujeres y el 6% hombres. Después de la sensibilización y acompañamiento en la obtención del billete de identidad a algunas mujeres de cada aldea, se seleccionaron dos en cada asociación como punto focal, que hubieran obtenido el billete y conocieran el proceso, para que acompañaran a otras personas para beneficiarse igualmente de la obtención del documento.

¿Piensa que estas actividades son suficientes o aún pueden mejorar?

Las actividades que SOGUIBA realizó motivaron a las mujeres para organizarse. La base de la organización de la mujer está hecha, pero ahora necesita avanzar más para llegar a la próxima etapa a la que queremos llegar. Es necesario que SOGUIBA y otras organizaciones sigan apoyando a las mujeres. Porque ahora estamos creciendo, pero aún no hemos llegado donde queremos llegar, aún necesitamos refuerzo, porque no todas las mujeres de la zona rural han recibido esto. Hay aldeas donde puede haber 200 mujeres, y SOGUIBA no puede incluir a todas en una sola huerta comunitaria, pero puede incluirlas y organizarlas para otras actividades que las mujeres pueden hacer. En 2020 seguimos apoyando a las asociaciones de cara a que alcancen un estado maduro y sean capaces de organizarse y gestionarse solas con las herramientas que han aprendido. Así podremos extendernos a otros grupos nuevos y continuar multiplicando el beneficio.

¿Cómo imagina el futuro de la mujer rural?

Si continuamos con proyectos, si tenemos apoyo para dar a las mujeres formación y hacerles conocer sus derechos y deberes, pienso que pueden mejorar mucho en un futuro. Las mujeres que están ahora en las huertas, se están formando en el dominio de los negocios con esa producción. Sin la ayuda de las ONGs no avanzarían mucho. Pero con este conocimiento, las mujeres mismas son multiplicadoras de este conocimiento.

Especialmente en términos de derechos. Porque cuando una mujer no tiene, por ejemplo, derecho a tener su propio dinero, no puede acceder por sí misma a la salud, a la escuela…; una mujer rural que no sabe leer, no tiene capacidad de conquistar sus derechos. Si trabajamos con ellas saben de qué derechos se tienen que beneficiar. La falta de recursos económicos tiene también una consecuencia negativa para una mujer, que es caer en la delincuencia o ser víctima de ella, permite el abuso de una mujer económicamente, físicamente, mentalmente y sexualmente también… Empoderar a la mujer, apoyarla económicamente añadido a un cambio de mentalidad, ayuda a la mujer y facilita el cambio.

La Diputación de Cáceres colabora en un total de 36 huertas, lo que supone apoyar a 1.700 mujeres

¿Qué dificultades atraviesa hoy Guinea Bissau y de esas dificultades, cuáles afectan más a las mujeres rurales?

Si pienso en la situación de mi país actualmente, el COVID 19 nos ha traído un descenso económico y un aumento de la violencia, porque todo el mundo se queda en casa. Cuando un hombre o una mujer se queda en casa, sin poder salir a hacer sus negocios o ejercer su trabajo, con la falta de ingresos económicos que eso supone, si se da una situación de estrés en la familia por esta causa, se da lugar a una situación de violencia. Esto también es un problema económico mundial, lo sé.

Aquí en nuestra Guinea, una mujer campesina, si no fuera por este problema del COVID 19, tendrían dinero ahora mismo…porque acaba de finalizar ahora la cosecha de castaña de anacardo, que es la fuente de riqueza de Guinea Bissau. Pero este año, con la baja de la producción y el virus, no se pudo ir a realizar los trabajos de cosecha de anacardo, se prohibió los traslados para evitar expandir la enfermedad. Entonces el país, en consecuencia, entró en una grave crisis. Y esta sobrecarga de problemas cae toda en las mujeres. Una mujer con 4 hijos está sola, la participación del padre en el mantenimiento de la familia es muy escasa aquí en Guinea. Es muy preocupante. Cuando hablamos de una mujer durante la pandemia de COVID -19 es una pena lo que está pasando.

¿Cómo ha mejorado la realidad de las mujeres rurales en estos años?

En resumen, solo puedo agradecer al Gobierno de España y a la Diputación de Cáceres que ahora, comparado con como vivíamos hace unos años, y después del trabajo que llevó a cabo SOGUIBA con las mujeres, nuestra realidad cambió mucho. Tenemos más conocimiento de cuáles son nuestros deberes reales y nuestros derechos. Si no hubiera COVID -19, las mujeres hubieran sido capaces de grandes cosas este año, pagando de su bolsillo el transporte para hacer encuentros con otras asociaciones del país y aprender unas de las otras. Pero tenemos la esperanza de que esto va a pasar, y retomaremos nuestras actividades en la zona.

En verdad cambiamos mucho, mucho. Deberíamos seguir con este trabajo de sensibilización continuo para que la comunidad cambie de mentalidad. Si tenemos proyectos que apoyan en este sentido, podemos continuar con este trabajo. En total, sólo la Diputación de Cáceres apoya a 36 huertas, que son 1.700 mujeres, y si esas mujeres cambian de mentalidad y cambian las de sus hijos, el sector de Bigene estaría de enhorabuena. Muchas gracias por todo.

SOGUIBA

En 2019 la Diputación de Cáceres concedió una ayuda de 27.000 euros a SOGUIBA para realizar en Guinea Bissau el proyecto ‘Mujer horticultora, futuro de nuestra huerta. Fase II. Refuerzo de las capacidades organizacionales y productivas de las mujeres horticultoras del Sector de Bigena’

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