2 minute read

Carta de los Seis. Asunción, 03 de mayo de 2016

CARTA DE LOS SEIS

Asunción, 3 de mayo de 2016

Advertisement

Nosotros los discriminados, los perseguidos, los olvidados, queremos hacer escuchar nuestra voz. Somos los seis luchadores campesinos presos políticos, desde la cárcel de Tacumbú, a diez años de nuestra prisión.

En primer lugar reclamamos la plena vigencia del Estado de Derecho que el Estado paraguayo garantizó al Estado argentino al solicitar nuestra extradición. Segundo, nuestro caso es un tabú para muchos, para otros un cuco, desde este rincón les decimos que nosotros representamos la expresión de la discriminación hacia los pobres de la justicia paraguaya clasista oligárquica.

La prisión que sufrimos desnuda claramente el carácter de los Estados capitalistas a quienes no les importa en nada violentar las leyes ni los tratados internacionales, para seguir sosteniendo la miseria, la explotación y el sometimiento. Sostenemos que no hemos sido derrotados por esta casta de la oligarquía paraguaya. Esta prisión arbitraria e ilegal nos fortalece en nuestra posición de que existe otro tipo de sociedad, distinta al capitalismo salvaje que explota, hambrea, empobrece y reprime.

Desde este rincón seguimos alentando a todas y todos los trabajadores del mundo y a nuestros compatriotas a continuar luchando con dignidad por una nueva sociedad.

Estos diez años de ilegítima, arbitraria prisión nos han llevado a superar el anonimato en que la oligarquía acostumbra mantener a los pobres y principalmente a los campesinos. Esto sostenemos por la cantidad de organizaciones políticas, gremios y organismos de derechos humanos de todas partes del mundo que están al tanto de nuestra situación y nos han visitado en distintos momentos durante estos años de prisión.

A través de este comunicado hacemos un llamado a la comunidad internacional a reclamar al Estado paraguayo poner fin a los graves e irreparables daños por la cruel conducta contra nosotros, en la monstruosa acumulación de años sin resolución judicial.

Nos despedimos dejándoles nuestro abrazo, nuestro cariño, esperando una buena recepción de nuestra voz.

Atentamente

Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Basiliano Cardozo, Gustavo Lezcano, Simeón Bordón y Arístides Vera.

Madre, no te apenes si no vuelvo me encontrarás en cada muchacha de pueblo de este pueblo, de aquel, de aquel otro del más acá, del más allá talvez cruce los mares, las sierras las cárceles, los cielos pero, Madre, yo te aseguro, que sí me encontrarás! en la mirada de un niño feliz de un joven que estudia del campesino en su tierra del obrero en su fábrica del traidor en la horca del guerrillero en su puesto siempre, siempre me encontrarás! Mamá, no te pongas triste, Tu hija te quiere.

Soledad Barrett