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Carta a los Seis. José Schulman

CARTA A LOS SEIS

Buenos Aires, diciembre de 2013

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José Schulman

Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH)

A los compañeros campesinos presos de la causa Cecilia Queridos Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Basiliano Cardozo, Gustavo Lezcano, Arístides Vera y Simeón Bordón.

Había pensado en escribirles desde que volví de Asunción, no sé si les llegó una nota que publiqué en la Argentina sobre la visita a la Cárcel de Tacumbú; por las dudas se las adjunto.

Quería contarles que en el día de ayer, mantuve una muy poco diplomática entrevista con el director de derechos humanos de la Cancillería argentina con motivo de hacerle entrega del informe de la Misión Internacional de Observación de los derechos humanos en el Paraguay, realizada recientemente.

Relatar la conversación sería muy largo. Digamos, en síntesis, que el Ministro Federico Villegas Beltrán reconocía el conjunto de las violaciones de ddhh que se producen en Paraguay, pero alegaba que su ámbito de acción es más que reducido y que la “diplomacia” imponía los ritmos del “acompañamiento” argentino a Cartes y su banda de forajidos. Puso como ejemplo la recepción de Cristina a Cartes, mientras supuestamente él y su equipo receptaban denuncias sobre los hechos tan conocidos por nosotros.

Quería decirles que yo le panteé, con cierta dureza, que no esperaba de ellos una mirada humanista y democrática, pero que aún desde la mirada más egoísta y nacionalista debían comprender que la recomposición de la dictadura en Paraguay, por otras vías más claras que la anterior de Stroessner, atentaba contra los procesos de integración latinoamericana y que debían reconocer su error garrafal en la extradición de los Seis Campesinos, que marcó un punto de viraje en el sistema de control en Paraguay; y que ahora, de nuevo, miraban pero no comprendían lo que está ocurriendo.

Puntualmente, le reclamé por el abandono de la tradición liberal del instituto del asilo político y que el Gobierno argentino debía pedirles perdón y agotar todas las posibilidades para lograr vuestra libertad como parte del

compromiso declamado con la vigencia de los derechos humanos y que no quería que el Estado argentino esperara ciento cuarenta años para pedir perdón por sus errores, como ocurrió con la Guerra de la Triple Alianza.

Puntualmente, el funcionario explicó que la Cancillería paraguaya había nombrado una funcionaria en el mismo cargo que el suyo, y prometió que la próxima vez que ella llegue a la Argentina, armaría un espacio de encuentro para que nosotros le planteemos los reclamos de la Misión Internacional de Observación.

Bueno, como imaginarán, la reunión fue larga y dio muchas vueltas; solo quería contarles que intentamos ser coherentes y decir en todos lados lo mismo que dijimos en ese sótano de Tacumbú.

Con el afecto y el compromiso de todos los compañeros de la Liga, con especiales saludos de Graciela y todos los que compartieron con ustedes algún tiempo en Marcos Paz, los abrazo fraternalmente.