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Jóvenes Talento El Salvador: Semillero de Medallas Olimpicas


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(gorka.garate@mined.gob.sv), (johanna.tejada@mined.gob.sv), (claudia.martinez@mined.gob.sv)

El Proyecto de Jóvenes Talento surge a iniciativa de la Universidad de El Salvador (UES) que lo ha venido ejecutando con fondos del Gobierno de El Salvador (GOES) en el Ramo de Educación. A partir del año 2010 el ViceMinisterio de Ciencia y Tecnología a través de la Gerencia para el Desempeño Sobresaliente (GEDES) asume la responsabilidad de conducir el Proyecto de Academia Sabatina Experimental para Estudiantes con Desempeño Sobresaliente de la Universidad de EL Salvador ASExUES.








El Proyecto de Jóvenes Talento es parte del Programa Atención a Estudiantes con Desempeño Sobresaliente (AEDS), que se propone construir y desplegar, progresivamente, el Sistema Nacional de atención complementaria, especializada y cercana a todos los estudiantes con desempeño sobresaliente en el país, sobre bases sustentables de experimentación, investigación y formación de docentes especializados. En la actualidad funcionan las Academias Sabatinas de la UES con las disciplinas de Matemática, Física, Química y Biología y la Academias de la Universidad Jóse Matías Delgado en Comunicaciones y Gestión Empresarial. El Programa de AEDS se propone como primera acción estratégica la transformación de estas iniciativas en Academias Sabatinas Experimentales (ASEx); esto implica desarrollar y sistematizar para poder validar y replicar su currícula en sentido integral, sus evaluaciones para la selección de estudiantes y sus procedimientos administrativos y financieros.




El Programa promoverá además, en coordinación con la Dirección Nacional de Educación Superior, la implantación por parte de las Instituciones de Educación Superior (IES) de Regímenes Especiales para la atención a estudiantes con desempeño sobresaliente (AEDS) del Nivel Superior, a quienes se apoyará y articulará en sus procesos de formación como investigadores e innovadores científico-tecnológicos.
PLATA Y BRONCE PARA EL SALVADOR EN LA XVII OLIMPIADA CENTROAMERICANA Y EL CARIBE DE MATEMÁTICA 2015
Una medalla de plata y dos de bronce fueron los resultados obtenidos por el equipo olímpico de estudiantes salvadoreños en la pasada XVII Olimpiada Centroamericana y El Caribe de Matemática 2015, realizada en Cuernavaca, Morelos, México, del 21 al 26 de junio del presente año.
En la competencia participaron: Diego Alejandro Flores Menjívar, ganador de PLATA, estudiante de noveno grado del Colegio Lamatepec, en La Libertad; José Manuel Escalante Castro, estudiante de 2° año de bachillerato del Centro Escolar INSA, en Santa Ana y Rodrigo Alfonso Anduray Sanabria, estudiante de 1° año de bachillerato del Colegio Externado de San José, en San Salvador, ambos ganadores de BRONCE.
Para Diego Flores, ganador de plata y quien entró al programa Jóvenes Talento cuando cursaba 8° grado, el participar en las olimpiadas representa una superación personal. “Estuve preparándome un año y cuatro meses para ir a esta olimpiada y si saque un resultado que me satisface, he participado en cuatro olimpiadas”.
“Me siento orgulloso porque es una buena forma de hacer lo que a uno le gusta, por ejemplo hay quienes están en Biología, Física, Química; cada quien tiene algo que aportar a sus ciencias”, agregó Flores.
José Escalante uno de los ganadores de medalla de bronce, pasó por un proceso de preparación que contemplaba asistir a clases de viernes a domingo de 8 a 9 de la mañana. “Venía de Santa Ana a San Salvador a entreno. Me siento muy orgulloso pues es un logro muy importante para mí, tiene su grado de dificultad, pero la preparación que nos han dado fue lo bastante buena para enfrentar la olimpiada”.

Rodrigo Anduray, ganador de bronce, considera que la justa matemática es una gran oportunidad para su desarrollo personal y nacional. “No he tenido muchas dificultades en materias como Ciencias y Matemática (...) probablemente solicite beca que me ayude en mis estudios”. Anduray agregó además que como jóvenes es necesario, “buscar nuevas y mejores oportunidades, querer es poder, hay que esforzarse por lograr lo que se desea”.










OTROS MEDALLISTAS DEL PROGRAMA ACADEMIA SABATINA CONOCIDA COMO “JÓVENES TALENTO



Rodrigo José Mundo Dueñas,
Centro Educativo Católico Madre del Salvador, Santa Ana (ex-alumno). Medalla de BRONCE 46a Olimpiada Internacional de Química 2014, Hanoi, Vietnam. Medalla de ORO XIX Olimpiada Iberoamericana de Química 2014, Uruguay.






Edwin Ariel Figueroa Vásquez,
Instituto Nacional de San Martín (Exalumno). Medalla de BRONCE, 46a Olimpiada Internacional de Química 2014, Hanoi, Vietnam. Medalla de ORO, VII Olimpiada Centroamericana de Química 2013, El Salvador. Lic. en Ciencias Químicas, Universidad de El Salvador (UES), voluntariado en el Laboratorio de Tóxinas Marinas (LABTOX UES).
Miguel Ángel Aguilar Ramos,
Instituto Nacional Doctor Francisco Martínez Suárez, Chalatenango (exalumno). Medalla de BRONCE, 46a Olimpiada Internacional de Química 2014. Hanoi, Vietnam. Medalla de ORO, VII Olimpiada Centroamericana de Química 2013, El Salvador.
Alejandra María Fuentes Núñez,
Colegio Sagrada Familia, San Salvador. Medalla de ORO, II Olimpiada de Física 2012, Guatemala.


Actualmente estudia Lic. En Física, Acadia University, Provincia Nova Scotia, Canadá.
Gerardo Augusto Urbina Sánchez,
Liceo Salvadoreño, San Salvador. Medalla de ORO, XVI Olimpiada de Química 2011, Brasil.
Lucy Elena Bonilla Canales, Instituto Católico de Oriente de San Miguel (9o. Grado). Medalla de PLATA, VIII Olimpiada Centroamericana de Química 2014, Guatemala.

José Manuel Escalante Castro,
Centro Escolar INSA (1er. Año). Medalla de BRONCE, XIX Olimpiada Iberoamericana de Física 2014, Paraguay. Actualmente estudia Lic. en Ciencias Químicas, Universidad de Nagoya, Japón. Nestor Ariel Pérez Chávez, Instituto Nacional José Simeón Cañas, La Paz. Medalla de ORO, V Olimpiada Centroamericana de Química 2011, Costa Rica.



Actualmente estudia Lic. en Ciencias Químicas, Universidad Nacional de la Plata (UNLP), Argentina.






El Ministro de Educación, Carlos Canjura, junto a los Viceministros de Ciencia y Tecnología, y Educación, Erlinda Hándal y Francisco Castaneda, respectivamente, entregaron el Pabellón Nacional a los estudiantes que conforman las delegaciones que representarán a El Salvador en las próximas olimpiadas de Matemática, Química y Física.
PARTICIPACIÓN EN PRÓXIMAS OLIMPIADAS INTERNACIONALES DE MATEMÁTICA, QUÍMICA Y FÍSICA


Para el Ministro Canjura estas participaciones es fruto del “esfuerzo que se hace desde el Programa Jóvenes Talento, es lograr que nuestra niñez y juventud se apropien un poco más de lo que es la ciencia y que logren desarrollar el pensamiento científico (…) estamos ya preparados para participar en las Olimpiadas Iberoamericanas en todas las disciplinas, Biología, Química, Física, Matemática”.



En la 56ª. Olimpiada Internacional de Matemática a celebrarse en Chiang Mai, Tailandia, del 4 al 16 de julio. Los estudiantes que participaran son: Salvador Alonso Figueroa Vásquez, estudiante de 3er. año de bachillerato del I.N. de San Martín; Dennis Joaquín Díaz Díaz, estudiante de 2° año de bachillerato del Colegio Español Padre Arrupe; Rodrigo Alberto Vásquez Posada, estudiante de 3er. año de bachillerato del Instituto Emiliani y Gabriel Emiliano Carranza Menjívar, estudiante de 1° año de bachillerato de la Escuela Alemana.


Como jefe de delegación, irá Ernesto Américo Hidalgo Mejía, Director de la Academia Sabatina Experimental de Atención a Estudiantes con Desempeño Sobresaliente Programa Jóvenes Talento (ASEx-UES), y como tutora Jeanette Alejandra Fernández Rivera.



La 46° Olimpiada Internacional de Física a desarrollarse en Mumbai, India, del 5 al 12 de julio. Participarán los estudiantes: José Manuel Escalante Castro, estudiante de 2° año de bachillerato del Centro Escolar INSA; Alicia Alejandra Cortez Romero, estudiante de 2° año de bachillerato del Instituto Católico de Oriente, y Rodrigo Emilio Pérez Ortiz, estudiante de 2° año de bachillerato del Colegio Español Padre Arrupe.


Este equipo será acompañado por Ignacio Alfonso González Oliva, que realizará las funciones de jefe de delegación y tutor. La 47° Olimpiada Internacional de Química, en Bakú, Azerbaiyán, del 20 al 29 de julio. Los participantes serán: Miguel Ángel Aguilar, Rodrigo Ernesto Robles Burgos y Ting Yi Li (todos bachilleres). Acompañados por el jefe de delegación Jorge Alberto Velásquez Reales.



La IX Olimpiada Centroamericana y VII del Caribe de Química, en Panamá, del 26 de julio al 1 de agosto. Participarán: Hugo Alberto Salazar Gómez (bachiller), Joel Antonio Chávez Zamora (bachiller), Luis Fernando Mangandi Henríquez (bachiller) y Lucy Elena Bonilla Canales, estudiante del Instituto Católico de Oriente. Este equipo será acompañado por Jennifer Beatriz Chávez Zamora como jefe de delegación y por la mentora Ingrid María García Joya.
La XX Olimpiada Iberoamericana de Física, se realizará en Cochabamba, Bolivia, del 6 al 13 de septiembre. El equipo está conformado por: René Alejandro Villela Escalante, Guillermo Mauricio Rivera Alfaro, ambos del Colegio Español Padre Arrupe, Adriana Sofía Schulz Rodríguez de la Escuela Alemana y Ronald Oswaldo Bazán Martínez del Colegio Salesiano San José. La delegación será liderada por Bryan Alexander Escalante Castro y Valerie Argentina Domínguez Rivera.
Los participantes son miembros de la Academia Sabatina Experimental de Atención a Estudiantes con Desempeño Sobresaliente Programa Jóvenes Talento (ASEx-UES) que impulsa el Viceministerio de Ciencia y Tecnología del MINED en coordinación con la Universidad de El Salvador.











En la revista Phytotaxa, 213 (3): 263-270, del mes de junio de 2015, se describe Coccoloba floresii (Polygonaceae), como nueva especie de planta identificada y descrita en México. Al comparar los caracteres morfológicos de la hoja, inflorescencia y frutos de C. floresii se encontraron discontinuidades con aquellos de C. barbadensis y C. cozumelensis. Además, C. floresii es exclusiva de los bosques tropicales secos de las provincias fisiográficas Depresión Central y Meseta Central de Chiapas (México) a elevadas altitudes1 .


El nombre de la especie honra al Doctor y maestro José Salvador Flores Guido1 , botánico e investigador salvadoreño, Profesor Emérito que labora en la Universidad Autónoma de Yucatán, México2 .
El Dr. José Salvador Flores Guido, nació en San Juan Talpa, Departamento de La Paz, en la República de El Salvador. En los años 60 fue docente de educación media en el Nuevo Liceo Centroamericano, y subdirector de la Escuela Primaria Urbana Mixta Nueva; en 1965 fue invitado por el Dr. José Rutilio Quezada a formar parte del personal del Departamento de Biología, Facultad de Ciencias y Humanidades, Universidad de El Salvador2 .
Con beca de la Universidad de El Salvador, en la Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo en 1971, el título de Licenciado en Biología con la tesis “Estudio de la vegetación del cerro El Vigía de la estación de Biología Tropical, Los Tuxtla, Veracruz” . Regresó a la Universidad de El Salvador, como Profesor Investigador, en el Departamento de Biología hasta 1980; durante ese período obtuvo los siguientes cargos: miembro del Consejo Superior Universitario, Jefe de la sección de Botánica, Jefe del Herbario del Departamento de Biología, Coordinador, y después Director del Departamento de Biología, miembro propietario del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador y, finalmente, en 1979, fue nombrado Decano de esa Facultad2 .


La investigación que desarrolló en este período estuvo centrada en los problemas ambientales de su país, el impacto negativo de las actividades humanas sobre la vegetación, las problemáticas asociadas a la pérdida y la modificación de la estructura vegetal, el inventario y la caracterización de la flora de la región y los primeros esfuerzos para proponer áreas naturales protegidas para la conservación biótica, trabajos que le valieron para ser nombrado miembro del Comité Nacional de Ecología y para recibir la Medalla de Oro otorgada por el Ministerio de Educación2. Salió de El Salvador por los conflictos internos y comienzos de la guerra civil que duró 12 años.
Regresó a México en 1981, donde le fue otorgada una beca de la Fundación Ford para realizar estudios de Maestría en Ciencias sobre Ecología y Recursos Bióticos, en el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos Asociación Civil (INEREB), Yucatán, integrándose a laborar con dicho Instituto, hasta su desaparición en 1988. Durante ese tiempo fundó el herbario científico de Yucatán y comenzó a trabajar en la organización y la consolidación del Banco de Datos Etnobotánicos de la Península de Yucatán (BADEPY), a partir de proyectos de investigación enfocados a conocer las técnicas para el manejo y el uso de las plantas en las comunidades mayas y, también, con trabajos florísticos como el que culminaría con sus estudios de Maestría “La vegetación insular de la Península de Yucatán” (1983) y el catálogo que publicó con otros colegas del INIREB (y primer fascículo de lo que se convertiría en el programa Etnoflora Yucatanense) con el título “Lista florística y sinonimia maya”, así como diversos artículos en los medios de difusión, como la revista BIÓTICA y los cuadernos de divulgación del INIREB2 .

De 1983 a 1989 laboró paralelamente con el INEREB en la Universidad Autónoma de Yucatán como profesor honorario de Fisiología Vegetal y Botánica, en la Facultad de Química. Hizo docencia, investigación puntual y asesoró trabajos de tesis sobre conocimientos etnobotánicos respecto a las plantas medicinales de la flora de Yucatán y la búsqueda de plantas con potencial farmacológico En 1989, laboró como Profesor Investigador a tiempo completo en la Licenciatura en Biología de la Universidad Autónoma de Yucatán, hasta la actualidad En el transcurso de esos años, desarrolló sus estudios doctorales en la Facultad de Ciencias de la UNAM con la tesis “Etnobotánica de las leguminosas de la Península de Yucatán: uso y manejo entre los mayas”, que concluyó en 19992 .
A partir del año 2000, en su labor docente con alumnos de Licenciatura y Posgrado, asesoró tesis y publicó nuevo conocimiento de proyectos de investigación y vinculación, en temas de impacto ambiental, la restauración y mitigación ecológica, y de etnobotánica publicando cuatro libros, el primero es una de sus más importantes contribuciones al conocimiento etnobotánico y ecológico en la región sobre la familia de plantas Leguminosas en la península; el segundo sobre nomenclatura, forma de vida, uso, manejo y distribución de las especies vegetales de la Península; el tercero sobre los huertos familiares de la península de Yucatán y el cuarto sobre los huertos familiares en Mesoamérica, y contribuciones en la obra que compendió la información actualizada sobre la biodiversidad de Yucatán (“Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yucatán”)2 .
La Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación le dio en el 2008, en el marco del XII Congreso realizado en la República de El Salvador, un reconocimiento por su labor de investigación sobre los recursos naturales en Mesoamérica; ese mismo año, la Universidad de El Salvador le entregó una distinción en reconocimiento a su labor y a su compromiso con la docencia y la investigación2 .

En enero de 2014, la Universidad de Yucatán, le otorgó la máxima distinción en esta institución como Profesor Emérito, por su fructífera labor docente, científica y de gestión universitaria, realizada con dedicación, compromiso y profesionalismo2 .
Nominan nueva especie de planta en Chiapas (México) en honor del investigador salvadoreño José Salvador Flores Guido
El Dr. José Salvador Flores en la recepción de su reconocimiento como Profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Yucatán en compañía del Rector M.Phil. Alfredo Dájer Abimerhi (izquierda) y el director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, M. en C. Marco A. Torres León (derecha)2 .
REFERENCIAS
1. Ortíz-Díaz, J.J., Arnelas, I., Tun, J., Pinzón Esquivel, J.P. 2015. Coccoloba floresii (Polygonaceae), a new especies from Chiapas (México), Phytotaxa 213 (3): 263-270. 2. Reyes Novelo, E., Ruiz-Piña, A.. 2014. Salvador Flores Guido: Profesor Emérito. Rev Biomed 2014; 25:157164. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/revbio/bio-2014/bio143f.pdf



El loroco (Fernaldia pandurata W.): una visión futura sobre un alimento ancestral



BLANCA NURIA CASTANEDA LAZO [bcastan2@illinois.edu] y LUIS ANTONIO MEJIA CANJURA [lamejia@illinois.edu] Departamento de Ciencias de Alimentos y Nutrición Humana, Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, IL, USA.
RESUMEN
El presente artículo es una recopilación de la información científica disponible referente al cultivo del loroco (Fernaldia pandurata W.). Se mencionan brevemente las características del cultivo, así como sus aspectos nutricionales, químicos y tecnologías de conservación e inocuidad. Por su aroma y sabor peculiar, el loroco representa una oportunidad de negocio en mercados internacionales, abriendo paso a las exportaciones hacia Estados Unidos y la Unión Europea. En vista de ello y para lograr obtener un producto diferenciado dentro de la Región Centroamericana, se proponen ciertas áreas de estudio referente a sus compuestos bioactivos y aplicación, toxicidad, desarrollo genético de nuevas variedades, innovación en recetas culinarias y el cumplimiento y desarrollo de normas de calidad para competir en el mercado internacional.
PALABRAS CLAVE: loroco, Fernaldia pandurata, Apocynacea.
INTRODUCCIÓN


En la región Centroamericana podemos encontrar diversas especies vegetales comestibles que han formado parte de nuestra cultura y alimentación desde tiempos precolombinos. Dicha riqueza ancestral, representa un gran potencial de investigación tanto en el área científica, gastronómica, nutricional y económica que puede contribuir, al desarrollo y diferenciación de la región.
La adopción y consumo de ciertas especies vegetales varía según cada país. En El Salvador, por ejemplo, las flores de loroco tienen diversos usos culinarios, en particular, como ingrediente de las típicas pupusas y además como condimento en algunos platillos que han logrado posicionar a este producto como característico de la cocina salvadoreña1 . Aunque se ha estudiado con cierta amplitud los aspectos agronómicos del cultivo, pocos autores han investigado las características tecnológicas, químicas y nutricionales del loroco. El presente artículo propone reunir información científica disponible, relativa a dichas características y con base a ello, sugerir algunas ideas para investigaciones futuras.



Identificación, características de cultivo y usos
El loroco (Fernaldia pandurata W.), originalmente se le conocía como “quilite” que traducido del náhuatl significa “cogollo”, “hierba comestible”2. Su nombre científico es Fernaldia pandurata Woodson, perteneciente a la familia Apocynaceae (cuadro 1), misma que se ha identificado en algunos estados del sur de México (Tamaulipas, desde Guerrero hasta San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca y Yucatán) y países centroamericanos (El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica)3 . Cuadro 1. Clasificación taxonómica del loroco (Fernaldia pandurata W.)
Clasificacion Taxonómica del loroco (Fernaldia pandurata W.)2
Clase Magnoliatae
Subclase Asteridae
Orden Gentianales
Familia Apocynaceae
Tribu
Echitoideae
Género Fernaldia
Especie pandurata

Según registros del CENTA1, 2, en El Salvador, existen de 8 a 10 variedades criollas de loroco, sin embargo, éstas no se encuentran caracterizadas. La planta como tal, es una hierba con crecimiento trepador, posee hojas oblongas, elípticas con bordes externos brevemente ondulados3 de 4 a 13 cm de largo y de 1.5 a 8 cm de ancho4 . La inflorescencia consiste en un racimo de 10 a 32 flores que por lo general son más pequeñas que las hojas2,4. Esta planta florece y da fruto entre los meses de mayo a octubre, y bajo condiciones adecuadas de riego, produce flores durante 10 meses del año a excepción de enero y febrero5. La planta puede ser producida en elevaciones desde 50 hasta 1200 msnm6, no obstante las mayores áreas de cultivo se encuentran entre los 20 a los 800 msnm. Dentro de las zonas de producción se incluyen los departamentos de Ahuachapán (en donde se celebra anualmente el “Festival del loroco”), Santa Ana, Sonsonate, Chalatenango, Cuscatlán, La Libertad, La Paz, San Vicente, Morazán, San Miguel, Usulután y la Unión. La época de mayor producción es durante los meses de agosto a octubre, donde la flor es cosechada manualmente durante las primeras horas de la mañana para evitar su deshidratación4. El ciclo biológico del loroco desde el cultivo de la semilla hasta la producción de la inflorescencia y semillas ha sido ampliamente descrito por J.S. Flores con base en estudios realizados en el Departamento de Biología de la Universidad de El Salvador7. En forma silvestre, esta planta formaba parte del estrato herbáceo de las selvas bajas caducifolias (más del 75% de las especies pierden sus hojas durante una parte del año) y medianas subcaducifolias (50 a 75% de las especies pierden sus hojas) de la costa y del centro del país, especialmente en los bordes de tales selvas, o en las etapas serales (sucesiones para alcanzar el estado de equilibrio) en las que avanzaba la vegetación secundaria derivada de aquéllas8 .

Figura 1. Planta de loroco mostrando su inflorescencia en la manera que crece en la campiña Salvadoreña. Foto cortesía de Roberto Alegría, N-CONACYT.
Figura 2. Flor de loroco lista para cosecharse. Foto cortesía del Dr. Frank Mangan, Universidad de Massachusetts.


Figura 3. Venta de flor de loroco en el mercado. Foto cortesía del Dr. Frank Mangan, Universidad de Massachusetts. Figura 4. Típicas pupusas de arroz con loroco en la periferia de la ciudad de Olocuilta. Foto cortesía de Roberto Alegría, NCONACYT.
La flor (sin abrir) es la parte comestible de la planta, misma que se comercializa fresca en su estado natural, ya que en dicho estado conserva sus características organolépticas3,9. Diversas tecnologías de conservación se han aplicado a manera de preservar la calidad del producto, las más utilizadas han sido refrigeración y congelación5, 9. Otros métodos como enlatado, atmósferas modificadas, deshidratación, conservación en salmuera, criogénesis, y producción de vinagre también han sido estudiados5 . Por sus características, el loroco representa una opción para brindar color, sabor y aroma a los alimentos. La flor, además de ser ingrediente para pupusas, puede ser utilizada como condimento o componente en sopas, caldos, frijoles, arroz, tamales, lasañas, quesos, pizza, salsas, aderezos, “dips”, entre muchos más que puedan favorecer la combinación del peculiar sabor, tanto en platillos tradicionales como gourmet. Su aroma distintivo puede originarse debido a la cantidad de osmóforos que posee la flor en la corola como la hoja, mismas que secretan compuestos volátiles y aceites esenciales7. Sin embargo, no se conocen datos exactos sobre los compuestos químicos específicos o moléculas que imparten sabor y aroma a F. pandurata.
Composición nutricional y química
Algunos autores han estudiado la composición nutricional de las flores de loroco. El Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) y
la Organización Panamericana de la Salud (OPS)10, Morton J et al3. y Cabrera C5. reportaron los siguientes datos correspondientes a 100 gramos de porción comestible:
Composición nutricional del Loroco (Fernaldia pandurata W.) Parámetro INCAP/OPS10 Morton J. et al.3 Cabrera C 5
Humedad (%) 89.20 90.3 89.3 Energía (Kcal) 32 - 32 Proteína (g) 2.60 0.343 (nitrógeno) 2.60 Fibra cruda (g) -

Grasa total (g)
0.20
Carbohidratos (g) 6.80
Calcio (mg)
58
Fósforo (mg)
46
Hierro (mg)
1.10 Carotenos (mg) -
Tiamina (mg)
0.64 Riboflavina (mg) 0.11
Niacina (mg)
2.30
Vitamina C (mg) 12 Vitamina A (UI) 1.3 0.16 (extracto etéreo) -
43.2 41.4 1.02 0.093 0.387 0.102 2.240 10.3 (ácido ascórbico) 1.4
0.20
6.70 58 46 1.10
0.62 0.10 2.34 12 (ácido ascórbico) 60 UI
El loroco, pertenece a la familia Apocynaceae11. Debido a ello se ha inferido, por extrapolación a dicha familia, que su consumo podría ser tóxico13. Esto es porque la familia Apocynaceae, a la que pertenecen plantas ornamentales como la flor de mayo (Plumeria rubra) y la flor de San José (Allamanda catharica)11 , se caracteriza por la presencia, en algunas especies, de glucósidos cardíacos y alcaloides que pudieran ser tóxicos para el ser humano3. A su vez, este tipo de compuestos, como la reserpina, el digitalis, la quinina y la efedrina, son considerados como sustancias terapéuticas que debido a sus capacidades fisiológicas son utilizadas en la medicina12, 13. Es importante mencionar que análisis químicos de flores de loroco fresco y seco realizados en la Universidad de Houston demostraron que los extractos de dichos materiales resultaron negativos para glucósidos cardíacos y alcaloides3 .
Comúnmente se conoce que la raíz del loroco puede ser tóxica si es consumida, además en las creencias tradicionales se dice que puede ser utilizada como agente abortivo13. En este sentido, un estudio realizado en El Salvador por Aguirre España en 1966, encontró en la raíz de loroco dos alcaloides, lorocina y loroquina, que pudieran tener alguna acción fisiológica en la presión arterial (citado por S. Flores, 1978)7. Un estudio farmacológico realizado en Honduras, demostró la toxicidad de algunas plantas medicinales utilizadas comúnmente por sus pobladores, clasificando sus resultados en niveles altos, intermedios y bajos de toxicidad, indicando que F. pandurata se encuentra en “rangos bajos de toxicidad”14. De acuerdo a expertos etnobotánicos, la flor del loroco es considerada no tóxica ya que las sustancias potencialmente nocivas desaparecieron con la domesticación de la planta (J.S. Flores, comunicación personal). En suma, la información toxicológica sobre el loroco es limitada y no permite hacer conclusiones concretas sobre la toxicidad de su consumo, particularmente en relación a la flor. Más estudios se necesitan en esta área. Sin embargo, al hacer un análisis de riesgo considerando el consumo histórico tradicional de la flor del loroco, la aparente ausencia de compuestos potencialmente tóxicos en esta parte de la planta y la ausencia de eventos adversos a la salud, podríamos decir que el riesgo de toxicidad al consumir la flor de loroco debidamente cocinada es sumamente bajo o no existente.

Loroco y su potencial en el mercado internacional


El loroco es considerado un producto nostálgico por los ciudadanos salvadoreños radicados en el exterior, especialmente en Estados Unidos y Europa. A su vez, este producto ha ganado popularidad en el área de restaurantes como condimento en la elaboración de diversos platillos y alimentos gourmet. Por otra parte, el loroco también tiene el potencial de ser comercializado como un condimento étnico en los mercados internacionales. Este rubro representa una oportunidad para el establecimiento de relaciones comerciales con mercados extranjeros donde los precios de compra podrían ser mejor valorados15. Para su exportación, el loroco es considerado como un producto fresco a menos que se comercialice como ingrediente de otro alimento (alimento procesado). Para exportar loroco en su estado fresco, es
necesario que los productores cumplan con los requisitos sanitarios de la región a la cual desean exportar16. Para exportaciones hacia los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) anunció la nueva Ley de Modernización de Inocuidad de los Alimentos (Food Safety Modernization Act - FSMA)17 , la cual tiene por objeto asegurar un ambiente preventivo para la certeza de la inocuidad alimentaria. Dicha ley contiene los requerimientos técnicos para exportar a los Estados Unidos18 , por lo tanto, es necesario que los productores salvadoreños estén al tanto de la regulación a cumplir. Por otra parte, la demanda de loroco también es significativa en la Unión Europea (UE), y para ello la “Ley General de Alimentos” de la UE Reglamento (CE) No. 178/2002 contiene los aspectos de calidad e inocuidad de alimentos para dicha región9. En ambos casos, algunas leyes o reglamentos adicionales pueden ser requeridos en función de las características propias del producto a exportar, tales como especificaciones para productos orgánicos, contaminantes, plaguicidas, entre otros. Con el fin de que el loroco de exportación no pierda sus características organolépticas actualmente se envía congelado, en salmuera o en atmósferas modificadas, por lo que a su vez, es importante cumplir los Figura 5. Árbol de flor de mayo (Plumeria rubra) en floración. Foto cortesía de Roberto Alegría, Nrequerimientos de etiquetado del país importador15, 19 . CONACYT. En El Salvador la producción de loroco ha ido creciendo significativamente a través de la formación de cooperativas y asociaciones de agricultores productores con el apoyo de los Ministerios de Economía y Agricultura, significando una ventaja competitiva para el país. En tal sentido, se requiere de la estandarización de normativas de calidad referentes al loroco, donde se establezcan sus parámetros de calidad e inocuidad, para ser pioneros en la elaboración y exportación de productos diferenciados originarios de El Salvador.

BLANCA NURIA CASTANEDA LAZO y LUIS ANTONIO MEJIA CANJURA
Investigaciones Futuras

Para avanzar en el conocimiento científico sobre el loroco y a fin de estimular la investigación local en universidades y centros de investigación, las siguientes son algunas ideas de proyectos, que por su importancia deberían de contar con apoyo institucional, del gobierno y de los mismos productores:
a) Profundizar en la composición química de los distintos componentes de la planta de loroco e identificar sus compuesto bioactivos. Además, conocer la variabilidad de éstos dependiendo de la estación.
b) Realizar estudios de toxicidad de las distintas partes de la planta durante su desarrollo, producción y comercialización. Así como también el efecto de la cocción de la flor sobre su inocuidad, ya que esta es la forma en que tradicionalmente se consume.
c) Desarrollo genético de nuevas variedades de loroco, por ejemplo resistentes a sequias, plagas o de mayor producción. En este sentido, el trabajo de selección y cultivo in vitro de plantas de loroco resistentes a condiciones adversas que está siendo realizado por el CENTA, es una contribución importante en esta dirección20 .
d) Realizar investigaciones sobre el manejo integrado de plagas que hagan posible un producto sin residuos de pesticidas, o idealmente orgánicos, dada las exigencias regulatorias previamente indicadas y la demanda de productos orgánicos en USA y la UE.
e) Investigar los efectos potencialmente benéficos de los componentes bioactivos del loroco en la prevención y tratamiento de enfermedades.
f) Estudio sobre los compuestos que imparten el sabor y aroma característico del loroco.

g) Desarrollo de nuevas recetas culinarias y productos alimenticios a base de loroco o conteniendo loroco como ingrediente.
h) Estudios sobre el manejo post-cosecha del loroco, particularmente formas de preservación para el almacenamiento y transporte al exterior.
i) Elaboración y/o actualización de normativas o guías técnicas para la comercialización de loroco en el exterior, contemplando las nuevas disposiciones de los países importadores.
El incentivar la investigación científica en esta área, podría brindar un mayor valor agregado al cultivo de loroco, logrando penetrar de manera competitiva en el mercado internacional y redundando en el futuro desarrollo económico del país.
Agradecimientos
Los autores agradecen a los Doctores José Rutilio Quezada y Salvador Flores Guido por la revisión del manuscrito y sus valiosas sugerencias. Igualmente al Dr. Frank Mangan y al M.Sc. Roberto Alegría por proporcionar las fotografías que ilustran esta publicación.
Referencias
1. Alegría B. 2014. Perfil del Cultivo y Negocios del loroco (Fernaldia pandurata). “Plan de Agricultura Familiar y Emprendedurismo Rural para la Seguridad Alimentaria y Nutricional LT02 Encadenamiento Productivo”. Ministerio de Agricultura y Ganadería, Dirección General de Desarrollo Rural, El Salvador. 2. Parada Jaco ME, Sermeño JM, Rivas AW. 2002. El Cultivo de loroco (Fernaldia pandurata) en El Salvador. Manual Técnico, Proyecto Regional de Fortalecimiento de la Vigilancia Fitosanitaria en Cultivos de Exportación no Tradicional. Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)-República de China-OIRSA. 3. Morton JF, Alvarez E, Quiñones C. 1989. Loroco, Fernaldia pandurata (Apocynaceae): A Popular Edible Flower of Central America, Economic Botany 44(3): 301-310.
BLANCA NURIA CASTANEDA LAZO y LUIS ANTONIO MEJIA CANJURA
4. Giron Flores LE. 2005. Sistematización de las experiencias sobre la producción, manejo sanitario y comercialización del Loroco (Fernaldia pandurata woodson) en San José del Golfo, Guatemala, Universidad de San Carlos, Guatemala. 5. Cabera Pinzón CT. 2010. Evaluación del rechazo de flor de loroco (Fernaldia pandurata) deshidratada para elaborar saborizante-espesante en polvo [tesis de grado], Universidad de San Carlos de Guatemala. 6. Chan Vargas G, Lobo Cabezas S, Quesada Hernández A, Cerén López JG, Lara LR, Menjívar Cruz JE, Ruiz
Valladares I, House P, Coronado González I, Chízmar Fernández CV, Correa Arroyo M. 2009. Plantas
Comestibles de Centroamérica 1° ed. Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), Santo Domingo de Heredia,
Costa Rica. 360 p. 7. Flores JS. 1978. Cultivo y algunos datos etnobotanicos del “loroco” Fernaldia pandurata Woodson.
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José Rutilio Quezada [bachi.930@gmail.com]
Consultor, Manejo Integrado de Plagas y Control Biológico, California, USA

RESUMEN
Se presenta una discusión sobre el concepto y alcances del control biológico como una disciplina basada en la ecología, con potencial de usarse en el combate de los mosquitos transmisores del paludismo, el dengue y la fiebre chikungunya en El Salvador, señalándose que existen especies de enemigos naturales de los vectores que, debidamente investigados, podrían ser incluidos entre las medidas de combate ya existentes, dentro de la estrategia del Manejo Integrado de Plagas (MIP). Se hacen recomendaciones específicas de algunos organismos benéficos nativos que merecen ser estudiados y evaluados, enfatizándose también la necesidad de formar los cuadros científicos que necesita el país.
PALABRAS CLAVES: Paludismo, Dengue, Chikingunya, Manejo Integrado de Plagas, Control Biológico, Toxorhynchites.
INTRODUCCIÓN

A lo largo de su historia, El Salvador ha sufrido los embates de diversas enfermedades transmitidas por los mosquitos o "zancudos," siendo notable el paludismo, así como el dengue y, recientemente, la fiebre chikungunya. Ese problema de salud pública ha sido siempre atendido por los sucesivos gobiernos de acuerdo a los recursos técnicos y presupuestarios del momento, dirigidos tanto a los estudios epidemiológicos, el tratamiento de las enfermedades, los programas de vacunación y prevención, las campañas educativas y el combate de las poblaciones de mosquitos mediante diversas tácticas, algunas dirigidas a la eliminación directa de los criaderos, ya sea por medios químicos (fumigaciones, abate) mecánicos (drenaje de aguas estancadas) y otros.
La lucha biológica como parte de esas tácticas no ha recibido hasta la vez la atención necesaria y uno de los propósitos de este artículo es el de despertar el interés, tanto del sector público como de la comunidad científica del país, hacia los conceptos y prácticas del Control Biológico para aprovechar su potencial en el manejo de los vectores de las epidemias arriba mencionadas.
¿Qué es el Control Biológico?
DeBach (1) define al control biológico, en un sentido ecológico, como "la regulación por medio de enemigos naturales de la densidad de población de otro organismo a un promedio menor del que ocurriría en ausencia de esos enemigos." (Traducción adaptada del autor). Lo que significa que en el ambiente natural, todas las especies tienen mecanismos reguladores de sus poblaciones, tanto de tipo físico (factores abióticos) como la temperatura y humedad y de tipo biológico (factores bióticos) como el alimento y los enemigos naturales. Nótese que en esta definición se trata sólo del control biológico natural, en el que no interviene el hombre.
El control biológico aplicado

Cuando se intenta regular las poblaciones de organismos nocivos (plagas, en su concepto general), se entra en el campo del control biológico aplicado, usado históricamente más que todo contra plagas agrícolas y en el que se manipulan poblaciones de depredadores, parasitoides u organismos patógenos para suprimir las poblaciones de plagas a niveles suficientemente bajos como para reducir el daño y aumentar el rendimiento en las cosechas y la ganancia económica.
Las plagas pueden ser endémicas o nativas, que generalmente son más difíciles de controlar por medios biológicos (el picudo del algodonero, Anthonomus grandis Boheman, por ejemplo). Así mismo, hay también plagas exóticas o introducidas, como la broca del fruto del cafeto, Hipothenemus hampei Ferrari. Habiendo dejado sus enemigos naturales en su lugar de origen, las plagas exóticas se establecen sin mayor dificultad en su nuevo hábitat y sus daños pueden volverse considerables. El control biológico de tales plagas se conoce como control biológico clásico y sus resultados pueden ser impresionantes.

El primer caso de control biológico clásico tuvo lugar en California, en 1869, hace casi ciento cincuenta años. Los inmensos cultivos de cítricos, localizados entonces en el valle de Los Ángeles, habían sido invadidos hacía ya varios años por la escama algodonosa, Icerya purchasi Mask, accidentalmente introducida desde Australia (en donde no era plaga debido a sus controladores biológicos). Además de los cítricos, la escama encontraba refugio y se reproducía en varias especies de plantas ornamentales que le servían como hospederas alternas. Todas las medidas de control disponibles en ese tiempo, incluidas las fumigaciones con cianuro de hidrógeno de árboles bajo carpa, fracasaron y la industria de los cítricos parecía destinada a colapsar.
Fue entonces cuando el entomólogo Albert Koebele, después de difíciles exploraciones en Australia, logró descubrir dos especies de enemigos naturales de la plaga, el escarabajo coccinélido Rodolia cardinalis Mul., (conocido como "vedalia") y una pequeña mosca parasitoide, Cryptochaetum iceryae, Will., los que fueron introducidos a California y liberados en los naranjales, en donde se multiplicaron y controlaron completamente la plaga en un término de seis meses. Ese proyecto pasó por muchas vicisitudes, y hasta por intrigas políticas, que obstaculizaban el viaje de Koebele a Australia, lo que Doutt (2) documentó con amenidad y amplios detalles.
Hasta la vez, tanto la plaga como sus enemigos naturales coexisten en California a niveles de población tan bajos que resultan difíciles de detectar en las huertas de cítricos o en las plantas hospederas ornamentales; o sea, el control biológico completo no erradica las plagas, sino que las reduce a un nivel en que no causan más daño. Los entomólogos que practican el control biológico han tenido que desarrollar técnicas para criar, conservar, aumentar y manipular las poblaciones de enemigos naturales. El control biológico se ha convertido así en una amplia disciplina de ecología aplicada en perenne proceso de avances y desarrollo de nuevas tecnologías y líneas de investigación.
El control biológico clásico, además de resultar barato, llega a ser perpetuo y sus beneficios económicos y ambientales son elevados. Hasta hoy, salvo en ocasiones en que las aplicaciones de pesticidas contra la escama roja de California, Aonidiella aurantii Mask, perturban el equilibrio de las poblaciones, el complejo escama algodonosa/enemigos naturales se mantiene siempre, tanto en las huertas como en las plantas ornamentales.
El control biológico exitoso de la escama algodonosa dio origen a investigaciones tanto básicas como aplicadas en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la Universidad de California y otras universidades, a la vez que se ha expandido a todos los cultivos como una táctica valiosa en los programas de Manejo Integrado de Plagas (MIP), en el que se emplean todas las tácticas posibles en un esquema holístico y con una fuerte base ecológica.
El control biológico en El Salvador
En El Salvador, la existencia de algunos insectos depredadores y parasitoides era ya conocida, aunque no se habían hecho intentos de aprovecharles, con excepción de algunas crías y liberaciones del parasitoide ovífago Trichogramma sp. (3), intentando controlar las plagas de gusanos en el algodón.
El primer caso exitoso de control biológico clásico se dio con la mosca prieta de los cítricos, Aleurocanthus woglumi Ashby, realizado por Quezada et al (4) y presentado internacionalmente por Quezada (5)
La mosca prieta comenzó a invadir los cítricos de El Salvador alrededor de 1965. Originaria del sudeste de Asia, el diminuto insecto chupador se fue dispersando por todo el país, infestando unas 2,500 manzanas (1400 ha., aproximadamente), entre plantaciones extensas, otras de menor tamaño y árboles dispersos.

Las poblaciones llegaron a ser muy densas y los insecticidas usados resultaban inútiles debido a la resistencia desarrollada por la plaga y por su gran capacidad de reproducción. Los árboles se debilitaban por la pérdida de la savia y los frutos y hojas se manchaban de negro al proliferar el hongo de la fumagina en las secreciones azucaradas de la plaga (Fig.1). El trabajo se desarrolló durante tres años (1969-1972) en el Departamento de Biología de la Universidad de El Salvador.
Durante los primeros dieciocho meses se hicieron estudios bioecológicos, en los que se lograron datos sobre el ciclo biológico, estadíos ninfales y factores de mortalidad tanto físicos como biológicos. La temperatura causaba una notable mortalidad de los huevos y las primeras ninfas. Se detectaron depredadores como el coccinélido Delphastus sp. (Coleoptera: Coccinellidae), Chrysopa sp. (Neuroptera: Chrysopidae) y el hongo patógeno Aschersonia aleyrodis Webber. Aun con todos esos factores de mortalidad, la mosca prieta mantenía sus altas poblaciones y causaba los mismos niveles de daño. Entonces, en 1971, se importó desde México la minúscula avispa Encarsia (=Prospaltella) opulenta Silv. (Fig.2) que, en un lapso de menos de seis meses, controló por completo a la plaga, como se demostró en otros dieciocho meses de seguimiento detallado. Tanto la mosca prieta como el parasitoide siguen existiendo en el país a los niveles muy bajos, típicos del control biológico clásico, cuando éste es exitoso (Fig.3).
Otro caso exitoso de control biológico clásico en El Salvador fue el realizado por entomólogos de PROCAFE en el combate de la broca del fruto del cafeto, Hypothenemus hampei Ferr., una plaga originaria de Africa, al igual que lo es el cafeto; los franceses llevaron a cabo investigaciones y exploraciones en ese continente e importaron, entre otras, a la avispita parasitoide Cephalonomia stephanoderis Betrem desde Costa de Marfil. De los laboratorios de cuarentena franceses, el parasitoide se llevó a la zona cafetalera del sur de México y, ante el éxito de su introducción, se logró traer también a El Salvador, en donde se establecieron laboratorios de cría masiva de la especie y se capacitó a técnicos y a muchos productores para el correcto uso y protección de los parasitoides, complementando otras medidas de control que "favorecieran el control biológico natural de otras especies de plagas y la conservación de un ambiente sano y diverso en el parque cafetalero," como lo señala Vega (6).


Fig.1- La mosca prieta de los cítricos, infestación severa, como se presentaba a inicios de 1970. Fig. 2- Adulto de Encarsia opulenta sobre hoja de naranjo. La avispita mide sólo unas 500 micras.
Posibles aplicaciones del control biológico en el combate de los mosquitos vectores
Tanto los adultos de los mosquitos como sus huevos y larvas, tienen enemigos naturales, de los que hay una Fig. 3- Control biológico clásico exi- extensa lista y estudios toso. Tanto la mosca prieta como su parasitoide coexisten, desde 1972 hasta publicados. Floore (7) editó la fecha, a niveles de población muy una amplia recopilación de reducidos. Nótese la avispita entre las estudios sobre una diversa ninfas de la plaga. gama de depredadores, parasitoides y organismos patógenos que atacan a los mosquitos. Entre ellos, se mencionan los siguientes:



Parásitos microsporidios como Ambliospora, Hialinocista y Nosema (señalando que pueden presentar riesgo para los humanos); Parásitos gregarínidos de complejos ciclos en que las larvas y las pupas de los mosquitos son atacados; Baculovirus del grupo de núcleopolihedrosis (NPV), encontrados en larvas de Anopheles, Aedes, Culex y otros; Hongos oomicetos como Lagenidium giganteum, cuyas zoosporas infestan larvas de culícidos como Aedes; Nemátodos mermítidos como Romanomermis culicivorax que atacan a las larvas de Culex, penetrándolas y multiplicándose dentro de ellas; Copépodos ciclopoideos, que tienen gran potencial para el control biológico, ya que matan a los primeros instares de Aedes. En Vietnam se logró el control biológico de A. aegypti y A. albopictus liberando copépodos (Mesocyclops aspericornis) en varios contenedores domésticos, con participación de la población. Según Floore (op.cit), se han usado especies de ése y otros géneros en Honduras y Costa Rica.

El Bacilus thuringiensis, serovariedad israelensis, así como el B. sphaericus, se están usando contra especies de Culex y Anopheles. Existen muchas formulaciones en gránulos, polvos mojables, suspensiones acuosas y tabletas. A la vez, se están aplicando técnicas de ingeniería genética para mejorar la efectividad de cepas de ambas bacterias.
En 2008, en El Salvador, Quezada (8) detectó e identificó a nivel de género, el mosquito depredador Toxorhynchites sp., que ha sido objeto de un estudio bioecológico por López et al (9), el que se intenta avanzar buscando desarrollar un método de cría masiva para su uso contra las larvas de los mosquitos vectores del paludismo, el dengue y la fiebre chikungunya (Fig.4). Por más de cien años, en diversos países, se han estado usando los peces larvívoros Gambusia afinis, G. holbrooki y otros (Floore, op. cit), peces que en nuestro país son llamados comúnmente "chimbolos," que siguen siendo uno de los medios más efectivos para combatir los mosquitos.
Fig 4 – Adulto del Toxorhynchites sp. Nótese la proboscis (aparato bucal) de forma curva, típica de este mosquito. Foto de Eduardo Vallecillos.
Manejo integrado de plagas (MIP) y
control biológico.
Ante el problema de los organismos vectores de enfermedades, los esfuerzos en su combate buscan su erradicación, lo cual raramente se logra, en ocasiones en que la plaga se detecta cuando recién ha llegado a un país. La realidad nos indica que cuando las plagas son nativas esa erradicación es imposible, como es el caso de los mosquitos vectores del paludismo, el dengue y otras enfermedades. Es por eso que las entidades de salud pública echan mano a diversos procedimientos de control, como se ha indicado antes, agregando otras tecnologías que van descubriéndose en los países más avanzados.
Históricamente, en el combate de los mosquitos ha predominado el uso de los insecticidas, desde las antiguas aplicaciones de DDT hasta las fumigaciones a base de malatión y los insecticidas botánicos. El desarrollo de la resistencia a esos tóxicos en los mosquitos pronto obliga a aplicaciones más concentradas y frecuentes, lo que tiene un impacto negativo entre la población y el medio ambiente. Eso ha hecho necesario el uso de alternativas "amistosas al ambiente" y así se ha introducido el uso del Bt (Bacilus thuringiensis), una bacteria cuyas toxinas eliminan a las larvas. A todo esto se agregan medidas mecánicas como el drenaje de aguas estancadas, el tratamiento de recipientes abandonados con agua, el uso de mosquiteros y las campañas educativas. Existen también trampas con atrayentes como las de CO2, así como repelentes como el DEET.
Es conveniente incorporar el componente biológico a esos procedimientos de control para aproximarnos a implementar el Manejo Integrado de Plagas (MIP). Pero debemos enfatizar el hecho de que el control biológico por sí solo no es una panacea, aunque en ciertas circunstancias sus resultados sean muy impresionantes. En un problema tan complejo como el de los mosquitos vectores, el control biológico bien implementado puede contribuir con un sustancial porcentaje de mortalidad de los mosquitos que, sumado al que produzcan las demás medidas de control, puede llegar a reducir las infecciones a un nivel bastante bajo.
El Manejo Integrado de Plagas es una estrategia en la que se echa mano a toda una gama de tácticas para combatir las poblaciones de una plaga a niveles suficientemente bajos para que se reduzcan al mínimo sus daños. Aunque esta filosofía se desarrolló por los fracasos a los que llevó el uso unilateral de los insecticidas en el cultivo del algodón, se ha incorporado y adaptado a otros cultivos en diversos países, a la vez que se ha adoptado para el combate de los vectores de enfermedades.
La práctica del MIP se basa en estudios detallados de la biología y ecología de la especie o especies problemáticas, así como un conocimiento amplio del ecosistema, de las interacciones de las especies con los factores abióticos y bióticos que favorecen o desfavorecen su reproducción. En la táctica del control biológico cobran mucha importancia los enemigos naturales de las plagas (depredadores, parasitoides y organismos patógenos) y su conservación, aumento y manipulación para incrementar su acción reguladora de las poblaciones de organismos nocivos. Algunas tácticas pueden ser antagónicas con otras, siendo el caso más típico la incompatibilidad de los pesticidas con el uso de los enemigos naturales. El uso de pesticidas selectivos, como algunos de origen vegetal, o de corto efecto residual, junto a liberaciones de enemigos naturales bien programadas, hacen posible armonizar esas dos tácticas.
En el MIP se trabaja con la naturaleza y no contra ella; los problemas se enfrentan con un enfoque holístico, incorporándose también los aspectos socioeconómicos y culturales en la estrategia total. Los principios, fundamentos, tácticas y estudios de casos MIP en Centro América fueron recopilados en un amplio texto editado por Andrews y Quezada (12.)
Conclusiones y recomendaciones
A las diferentes tácticas empleadas por el
Ministerio de Salud para el combate de las poblaciones de mosquitos vectores del dengue, el paludismo y la chikingunya, es necesario agregar el uso de los enemigos naturales de los mosquitos culícidos. Esto requiere el apoyo oficial y el establecimiento de alianzas con instituciones en que se realicen investigaciones científicas, tal como la Universidad de El
Salvador y otras universidades.
Al presente existen ya estudios en progreso sobre el mosquito Toxorhynchitis sp., una especie de culícido no hematófago cuyas larvas devoran a las de los mosquitos vectores (López et al.- op.cit). Con la información ya acumulada por esos investigadores, la siguiente etapa será la de la producción masiva del depredador para su liberación en los sitios de cría de los vectores, lo cual es un desafío que requiere más recursos, tanto económicos como humanos. Proyectos como éste deben recibir todo el apoyo posible, ya que contribuyen al desarrollo científico en el país y estimulan la apertura de otras líneas de investigación en las ciencias de la salud.
Se recomienda comenzar estudios sobre el uso adecuado de los peces larvívoros (Gambusia), o "chimbolos", para el combate de los mosquitos en las aguas estancadas o las que están en recipientes domésticos o en basureros. La crianza de los peces en estanques similares a los que se usan en la cría de las tilapias no debería ser difícil para los biólogos. Lo que puede presentar problemas sería la aceptación y cooperación de las personas en el cuido y buen uso de los peces, por lo que el proyecto debe ser interdisciplinario, en el que los biólogos se encuentren con los sociólogos, y los educadores.

Conclusiones y recomendaciones
Los mosquiteros tienen un gran valor para la protección de los pobladores, pero necesitan ser evaluados en su correcto uso y mantenimiento de parte de los habitantes beneficiados, siendo eso también parte de las campañas de educación.

Hay que estimular algunas investigaciones básicas como la detección, cría y estudios bioecológicos de los copépodos ciclopoideos arriba mencionados, que depredan a las larvas de los mosquitos, estudios que pueden conducir a su uso en el combate de los vectores. Las bases de datos que el Ministerio del Medio
Ambiente y Recursos Naturales debe de tener sobre la biodiversidad nacional podrían ser oportunas para la localización de los especímenes, que permita emprender los estudios sugeridos. Se necesita ampliar la visión de los problemas relacionados a la salud, en el contexto del medio ambiente nacional y los factores socioeconómicos y culturales que los condicionan.
Sólo a manera de ejemplo, las represas, lagos, lagunas y otros cuerpos de agua están invadidos por plantas acuáticas, en donde proliferan organismos potencial o actualmente nocivos para los pobladores de las comunidades ribereñas, como son los mosquitos, tábanos y "jejenes" (Diptera: Simuliidae). También pueden existir huéspedes intermediarios de parásitos intestinales o sanguíneos como ciertos caracoles. Por la complejidad de esos problemas, se harán necesarias las investigaciones interdisciplinarias en las que participen las universidades con las entidades gubernamentales pertinentes. El Salvador necesita contar con buenos equipos de investigadores en las ciencias de la salud, desarrollar programas de capacitación, aprovechando bien la asistencia técnica de países amigos, estableciendo la adjudicación de becas al exterior a las personas de mayores méritos y así ir formando, a corto y mediano plazo, los científicos que está necesitando con urgencia nuestro país.
Agradecimiento. El autor desea agradecer al Dr. Luis Mejía Canjura, Profesor Adjunto, Departamento de Ciencias de Alimentos y Nutrición Humana, Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, IL, USA, por la revisión crítica del manuscrito y sus valiosas sugerencias para mejorar su contenido. -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
REFERENCIAS
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Melvin Iván López Méndez [melvinivanlopez@gmail.com] Universidad Evangélica de El Salvador



RESUMEN
Se reporta la detección en El Salvador, del mosquito Toxorhynchites sp., de la familia Culicidae. Se enfatiza en la naturaleza depredadora del Toxorhynchites y las características morfológicas superficiales de los adultos de ambos sexos, para su fácil reconocimiento en el campo. El ensayo está basado en el estudio realizado, por el mismo autor, en la Universidad Evangélica de El Salvador en conjunto con dos profesionales de la medicina.
PALABRAS CLAVE: Aedes, Dengue, Culicidae, Chikungunya, El Salvador, Toxorhynchites.


INTRODUCCIÓN
El conocimiento de la flora y de la fauna del país es de una necesidad imprescindible para la conservación y el buen uso de esos recursos naturales para un desarrollo integral del país. En lo relativo al control de poblaciones de insectos considerados plagas, el estudio debe ser lo más amplio posible, abarcando no sólo el combate químico, sino también otras tácticas, entre ellas el control biológico. Como es sabido, ningún ser está aislado en la naturaleza, sino que hay un ambiente físico y biológico que ejerce influencia constante sobre las poblaciones (1).

Las enfermedades producidas por el virus Dengue y la Chikungunya, tienen una gran importancia en El Salvador y ambas son transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. Cada año las autoridades encargadas de las instituciones que velan por la salud de la población salvadoreña, se ven en la necesidad de decretar distintos tipos de alerta en varios municipios del país a causa de estas enfermedades. Los programas habituales para contrarrestar al vector, por parte del Ministerio de Salud (MINSAL) son principalmente químicos. Sin embargo, estas tácticas de combate y prevención no siempre reducen de forma efectiva la propagación del vector; aunado a ello los costos económicos que genera el uso de piretroides, además de la contaminación en el entorno y en algunos casos agravamiento de casos de enfermedad en personas asmáticas o con problemas respiratorios (2). Es recomendable entonces que se consideren otras tácticas dentro del concepto del manejo integrado de plagas, entre las que el control biológico puede tener una importancia crucial. Este proyecto se origina a partir de la observación del entomólogo José Rutilio Quezada, quien detectó al Toxorhynchites sp. en El Salvador en el 2008. Considerando la constante preocupación por buscar soluciones científicas a los problemas del país, la Universidad Evangélica comenzó una investigación del insecto a través de algunos de sus docentes e investigadores. El objetivo principal de la pesquisa consistió en evidenciar la presencia de Toxorhynchites sp. en El Salvador y realizar ensayos preliminares que pusieran en evidencia el potencial depredador de las larvas de Toxorhynchites sobre las larvas de Aedes aegypti. Basado en lo anterior, evaluar el uso potencial de la larva de Toxorhynchites para el control biológico del mosquito vector.
Desarrollo del proyecto

Diferencias entre Toxorhynchites sp y Aedes aegypti

Toxorhynchites al igual que Aedes aegypti pertenecen al Phylum Arthropoda, Clase Insecta, del orden de los Dípteros, y de la Familia Culicidae (3), es decir que, se diferencian taxonómicamente, a nivel de género y especie. Otra de las diferencias importantes pero a nivel morfológico es la probóscide (aparato bucal): la de Toxorhynchites sp, es curvada ventralmente, perfectamente adaptada para recolectar néctares de las flores, mientras que la de Aedes aegypti es curvada ligeramente en forma dorsal adaptada para succionar sangre de mamíferos; dicha característica, determina un rol muy importante para Toxorhynchites sp. que no es hematófago y no representa ninguna amenaza para el ser humano, contrario a Aedes aegypti, cuya importancia primaria radica en que es el transmisor de los virus como el Dengue y Chikungunya. Otra diferencia entre ellos es que Toxorhynchites sp, en su proceso holometábolo de metamorfosis cuando está a nivel de estadio larval, muestra una conducta agresiva contra las otras larvas encontradas en su entorno. Tanto así, que devora larvas, incluyendo, las de su misma especie (canibalismo) (4).
La búsqueda y colecta de Toxorhynchites sp
En esta fase I del trabajo se contó con la participación del personal del MINSAL entre ellos, la Jefatura de la Unidad de Promoción de la Salud, los promotores de salud del Sistema Básico de Salud Integral (SIBASI) de los municipios de: Lourdes Colón, Nejapa y San Salvador (4). Los sitios específicos donde se encontraron y colectaron las larvas fueron depósitos de agua como: llantas en desuso, barriles, estopas de coco y agujeros en los árboles, (Fig. 1). Estos depósitos se ubican en los patios de las casas o áreas abiertas observadas durante los recorridos en los municipios. Los diferentes estadios colectados, se llevaron al laboratorio de Biología de la UEES, Facultad de Medicina (FACMED), en donde se colocaron en Beakers de 200 ml con 50 ml de agua de la misma de donde se colectaron; las pupas se ubicaron dentro de una jaula entomológica, para que al emerger el adulto no se escapara y permitiera su observación.

Fig.1: Promotores de salud colectando Toxorhynchites sp. (Foto: M.V., 2014). Las larvas fueron medidas diariamente (largo x ancho), anotándose los cambios morfológicos superficiales de las mismas como coloración y grosor. Debido a su naturaleza depredadora, la alimentación que se les proporcionó consistió principalmente en larvas de Aedes sp, en una proporción de 20 larvas durante 24 horas. Cuando las larvas de Aedes sp. escaseaban, se les proporcionó también harina de pescado. Los adultos, por su parte, se alimentaron con miel comercial de abeja, (Fig. 2). En los especímenes adultos, se observaron comportamientos de vuelo, alimentación y apareamiento.
Los especímenes que iban muriendo en el transcurso de los días, se codificaron y montaron para su observación al estéreomicroscopio y su preservación en la colección entomológica. Para la descripción morfológica superficial y correspondiente clasificación taxonómica a nivel de género se contó con la colaboración del entomólogo Ing. Leopoldo Serrano de la Universidad de El Salvador, usándose las claves ilustradas de Chaverri (5).
Fig. 2: Adulto de Toxorhynchites sp. succionando miel comercial (Foto: F.F., 2014).

Resultados
Se confirma la presencia del insecto en el país, encontrándose en los municipios de Nejapa, Lourdes Colón, y San Salvador. Dichas zonas fueron las sugeridas por los promotores de Salud del MINSAL, debido a su conocimiento en estas áreas y a su experiencia de trabajo acumulada a lo largo de los años. Es importante también señalar que, Toxorhynchites sp. se encontró tanto en zonas urbanas como rurales. En cuanto a características físicas de las larvas, se observó que la longitud del tercer estadío larval (L3) alcanza desde los 13 mm hasta los 15 mm (17 observaciones), mientras que la L4, mide desde 14 mm a 17 mm (18 observaciones). Tanto larvas y pupas presentan una coloración café, que se vuelve más oscuro conforme van desarrollando (Fig. 3). Es importante mencionar que no se observaron huevos en el campo ni en el laboratorio (4).
a) b) c)

Fig. 3: Tres fases de la metamorfosis del Toxorhynchites sp. a) Larva, b) Pupa, c) Adulto, (Fotos: M.V., 2014)
Para la determinación de género se observaron al estereoscopio y describieron las características morfológicas superficiales de las tres regiones que distinguen a clase insecta en el estadio adulto: cabeza, tórax y abdomen. Las características más sobresalientes se describen a continuación:
CABEZA: El macho, 12 segmentos antenales; la hembra, 13. En ambos sexos se observa un antenómero muy largo. En el macho, la apariencia
general de la antena es ovoide y plumosa mientras que en la hem-
bra presenta pelos pequeños. El macho tiene los palpos con cuatros segmentos; la hembra, tres. En ambos sexos, la apariencia de sus palpos son escamosos y con una posición divergente y hacia arriba. El contacto entre los ojos, unidos dorsalmente (monópticos) en macho y hembra, (Fig. 4).
TORAX, en ambos sexos: el perfil dorsal abultado, con escamas pequeñas y de apariencia dorada, la base de las alas con tégulas. Ambos con esculetum café oscuro y la coloración de las bandas del torax azul y dorado. El dorso del tórax (notum) con apariencia lisa, brillante y azul en el macho; siendo café en la hembra. En ambos, las alas con borde banal con fleco. Los colores de los alteres, blanco en la base y negro en la punta en machos y hembras.
ABDOMEN: con 9 segmentos visibles dorsalmente en el macho y 8 en la hembra. Machos y hembras con dorso coloración azul dorado; presencia de setas y muy notorias en los machos, siendo muy pequeñas en las hembras. La forma del último segmento abultado y ensanchado para ambos sexos.

Fig. 4: Toxorhynchites sp. Cabeza y tórax. Probóscide curvada ventralmente. Vista al estereoscopio (Foto: L.S., 2014).
En cuanto a los ensayos preliminares a nivel de depredación, L3 devoró 11 larvas en 24 horas; (7 repeticiones) mientras que L4, devoró 13 larvas en el mismo periodo de tiempo (4 repeticiones). Ambas larvas no mostraron preferencia o discriminación por la depredación de la presa.


Fig. 5: Larva estadio 4 de Tx. sp, depredando a larva vector. (Foto: M.V., 2014).
Conclusiones
Toxorhynchites sp. es un mosquito perteneciente a la familia Culicidae, a la cual también pertenece
Aedes aegypti, y está presente en El Salvador. A nivel morfológico superficial, el adulto presenta características muy particulares para su fácil identificación a nivel de campo, como sus largas antenas plumosas y su coloración brillante llamativa, así como su gran tamaño comparado con las otras especies de la familia Culicidae.
Es relevante señalar que los especímenes fueron observados y colectados tanto en zonas rurales como urbanas. Los bioensayos preliminares demostraron el potencial depredador del
Toxorhynchites sp. Sobre las larvas de otras especies de zancudos, mostrando incluso canibalismo al atacar a larvas de su misma especie. De ahí la importancia de su estudio para ser utilizado como depredador y posible regulador de las poblaciones de los vectores.
Las observaciones y experimentaciones reportadas en el estudio tienen el carácter de preliminares y pueden conducir a estudios más detallados sobre la biología y ecología de Toxorhynchites sp. Así también, a evaluar su importancia como agente regulador de las poblaciones de Aedes sp. y aprovecharlo como una alternativa más para el combate de las poblaciones de Aedes aegypti, vector de los virus del Dengue y la Chikungunya.
Es recomendable dar continuidad a este tipo estudios sobre el comportamiento de vuelo, hábitos alimenticios, para a futuro, obtener un método de cría efectiva. Es importante también la determinación de su especie, para tener la certeza de cuáles de las más de 80, hasta ahora reportadas para el género Toxorhynchites sp., están presentes en El Salvador.
El control biológico se dificulta en la presencia de residuos químicos. De ahí que se necesita establecer un sistema de manejo integrado de plagas en las actividades de combate de los vectores, basado en el monitoreo constante de las poblaciones de los mosquitos vectores, estableciéndose un sistema en el que las distintas tácticas de combate (químico, mecánico, etc.) se armonicen con las liberaciones oportunas de los agentes biológicos, de manera tal que éstos no sean afectados por los residuos. Esto también implica un componente educativo para asegurar la cooperación de la comunidad, en el que cada persona sea un sujeto informado, consciente y participativo.
Agradecimientos
El autor agradece a las Autoridades de la Universidad Evangélica de El Salvador, al mentor Dr. José Rutilio Quezada, al Dr. Luis Mejía Canjura, de la Universidad de Illinois; al Ing. Leopoldo Serrano de la Universidad de El Salvador, al Lic. Oscar Sánchez, del MINSAL; y al personal, Promotores de Salud y entomólogos que han participado en la colecta y acompañamiento al campo. Así mismo hace extensivo sus agradecimientos a aquellas personas que de una u otra forma colaboraron para la revisión e ilustraciones del presente ensayo.
Bibliografía
1. Quezada, J. 1972. Algunas especies de artrópodos y sus enemigos naturales en El Salvador. Comunicaciones, Época II (Vol. 1): pp. 19-28. Depto. de Biología. Universidad de El Salvador. Vol. I, 10 p. 2. Ministerio de Salud. MINSAL. Año 2012. Boletín de prensa N°18. (Periodo: 29 de Abril al 5 de Mayo de 2012). 3. Montenegro C, 2008, Control Biológico de larvas de Aedes aegypti vector del dengue, con larvas depredadoras de Toxorhynchites sp. (Diptera: culicidae), en los cementerios municipales de Villa Nueva y Amatitlán, Guatemala. [Tesis de grado]. Universidad de San Carlos. 4. López M, Castro C, Almendárez R, 2013. Conducta depredadora de larvas de Toxorhynchites sp, (Diptera: Culicidae) sobre larvas de Aedes aegypti, (Culicidae), vector del virus del Dengue. [Informe Técnico de Investigación] Universidad Evangélica de El Salvador. 5. Chaverri LG, Clave fotográfica para hembras de zancudos (Diptera: Culicidae) presentes en Centroamérica y Panamá. [Citado Diciembre 2013], Disponible en: http://www.inbio.ac.cr/papers/culicidae_hembra/Clave.pdf





1 Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador LABTOX-UES. Facultad de Ciencias Naturales y Matemática.
Final 25 Av. Norte, Ciudad Universitaria. San Salvador. 2 Centro de Desarrollo Pesquero y Acuícola. Ministerio de Agricultura y Ganadería, República de El Salvador, C. A. Final 1a.
Avenida Norte, 13 Calle Oriente y Av. Manuel Gallardo. Santa Tecla, La Libertad. 3 Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Académica Mazatlán, Calz. J. Montes Camarena s/n, Col. Playa Sur, 82040 Mazatlán, Sinaloa, México. 4 Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Académica Procesos
Oceánicos y Costeros, Circuito Exterior s/n, Ciudad Universitaria, 04510 México DF.
RESUMEN
Se presenta una reseña de los datos obtenidos de la investigación realizada en la Reserva de la Biósfera Bahía de Jiquilisco, El Salvador, para conocer datos fiables sobre el cambio del nivel del mar debido a la expansión térmica de los océanos y el deshielo a nivel mundial. La metodología utilizada en este estudio fue a través del fechado, con 210Pb y el estudio geoquímico de núcleos sedimentarios mediante fluorescencia de rayos-X (FRX) obtenidos en la Bahía de Jiquilisco, El Salvador. Las marismas estudiadas con 13 kilómetros de separación entre ellas presentan características sedimentarias diferentes. Los núcleos sedimentarios ELSI y ELSII contienen un registro sedimentario de los últimos 100 años. ELSII podría ser un registro de la tasa de elevación del mar en Jiquilisco. PALABRAS CLAVES: marismas, 210Pb, sedimentos marinos, cambio de nivel del mar, Complejo Bahía de Jiquilisco.

INTRODUCCIÓN
Se reportan datos obtenidos de la investigación realizada en el sitio RAMSAR (2005) y reserva de la biosfera (2007) “Complejo Bahía de Jiquilisco” , El Salvador, (fig. 1), seleccionado por su importancia medioambiental y jugar un papel crítico como zona de cría, alimentación, refugio y producción pesquera. Tiene una longitud de costa de 55 km. Incluye una población de 147,549 habitantes, distribuida en 6 municipios [1]. El manglar de la bahía cumple una importante función en la prevención de catástrofes naturales y el control de la erosión y fijación del suelo. Constituye la mayor extensión de agua salobre y bosque salado de El Salvador, este ecosistema es sensible al Cambio Global y en particular, al Cambio del Nivel del Mar.

El nivel del mar ha aumentado desde 1961 a una velocidad de 1.8 mm/año, y desde 1993 a 3.1 mm/año, debido a la expansión térmica de los océanos y el deshielo de glaciares, hielos polares y continentales, lo cual implicaría un hundimiento de la línea de costa de unos 31 cm durante el siglo XXI (IPCC, 2007). Sin embargo, el aumento no es homogéneo alrededor del mundo y además, los estudios recientes, tienden a indicar una aceleración del proceso a partir de finales del siglo pasado. Es importante disponer de información fiable sobre el Cambio del Nivel del Mar para corroborar los resultados de las proyecciones climáticas y planificar estrategias de adaptación basadas en información científica contrastada.
Oscar Amaya, Yaneth Alvarado, Jaime Espinoza, Carolina Ruiz, Joan Albert Sánchez Registros ambientales del cambio global a partir del estudio de sedimentos costeros de la Bahía de Jiquilisco. El Salvador

Debido a la escasez, o incluso ausencia, de datos instrumentales, para estimar las tendencias del Cambio Global y Cambio del Nivel del Mar es necesario el uso de registros ambientales, tales como los núcleos sedimentarios de sistemas costeros.
Materiales y Métodos
La metodología utilizada en este estudio fue a través del fechado, con 210Pb y el estudio geoquímico de núcleos sedimentarios mediante fluorescencia de rayos-X (FRX) obtenidos en la Bahía de Jiquilisco,
El Salvador. En la investigación participaron científicos de El Salvador y México, con el objetivo contribuir a la conservación del medio ambiente en la zona costera de El Salvador. Una publicación más extensa se encuentra en: http:// cienciasmarinas.com.mx/ index.php/cmarinas/ article/view/2475 Los criterios de selección del área para extracción de núcleos sedimentarios utilizados fueron: i) encontrarse en marismas bien definidas, ii) alejados de intervenciones humanas, iii) peFig. 1 Complejo Bahía de Jiquilisco, El Salvador. Se indican los lugares de muestreo en las marismas queña cubierta de de El Gimidor (ELS I) y Cedrones (ELS II). Agosto de 2012. agua, iv) sin desniveles abruptos altos en franja de manglar, v) vestigios de manglar muerto, y vi) preferiblemente lodoso. Los núcleos fueron cortados en secciones de 1 cm de espesor, secados en estufa a temperatura controlada (<60 °C) en el LABTOXUES. Fig. 2.



Figura 2. (a) Marisma El Gimidor 13°12.133' N, 88°23.233'W; (b) recolección de muestras superficiales; (c) recolección de núcleos sedimentarios; (d) corte de núcleo sedimentario en secciones de 1 cm de espesor. La campaña de muestreo se efectúo el 15 y 16 de agosto de 2012.
Oscar Amaya, Yaneth Alvarado, Jaime Espinoza, Carolina Ruiz, Joan Albert Sánchez Registros ambientales del cambio global a partir del estudio de sedimentos costeros de la Bahía de Jiquilisco. El Salvador
Resultados
Núcleo ELS I) 0-8 cm se observó material color café homogéneo (Fig. 3 segmento A izq.), de 8-32 cm sedimento arenoso color café con manchas rojizas y poca laminación (Fig. 3, segmento B izq.), y de 32- 44 cm se observó material blanco, blando y esponjoso mezclado con sedimentos de color café, rojizo y blanco (Fig. 3, segmento C izq.), Núcleo ELS II presentó una superficie negra en el primer cm (Fig. 3, segmento A) con presencia de materia orgánica, seguida de bandas claras y oscuras hasta los 40 cm (Fig. 3, segmento B). Entre 40-50 cm se observó sedimento café oscuro homogéneo (Fig. 3, segmento C).

Figura 3. Características estratigráficas de los núcleos ELS I El Gimidor (izquierda) y ELS II Los Cedrones (derecha), Complejo Bahía de Jiquilisco. El Salvador.
Los perfiles de diversos parámetros estratigráficos, texturales y geoquímicos, respecto a la profundidad, se muestran para los núcleos sedimentarios ELSI y ELSII [2]. Fig.4.

Figura 4. Perfiles de composición elemental respecto a la profundidad para núcleos ELSI (Gimidor) y ELSII (Cedrones). Si, K, Al y Ti son usados como indicadores de terrígenos, Br y Cl como indicadores de contribución marina.

Registros ambientales del cambio global a partir del estudio de sedimentos costeros de la Bahía de Jiquilisco. El Salvador
Actividades de 210Pb con relación a la profundidad muestran una tendencia decreciente desde la superficie hacia el fondo. El fechado se calculó utilizando el modelo CFCS. [3] Fig. 5.


Figura 5. Fechado y perfiles de 210Pb para los núcleos ELS I y ELSII.
Conclusiones
Los núcleos sedimentarios ELSI y ELSII contienen un registro sedimentario de los últimos 100 años. Las tasas de acumulación sedimentaria (TAS) medias fueron de 2.6 ± 0.8 (ELSI) y 2.4 ± 0.2 (ELSII) mm año-1, comparables a las tasas promedio de elevación del nivel del mar globales durante el último siglo (de 1 a 3 mm año-1). En el núcleo ELSII se observa una disminución de las concentraciones de
Si, K, Al y Ti y un aumento de las concentraciones de Cl y Br, lo que indica una transición hacia un ambiente cada vez más marino durante los últimos 100 años. Por lo tanto, ELSII podría ser un registro de la tasa de elevación del nivel del mar en Jiquilisco. Este estudio es pionero sobre la evaluación retrospectiva de los cambios en el nivel del mar en
El Salvador
Agradecimientos
Al Instituto de Ciencias del Mar y Limnología ICMyL-UNAM, unidad académica Mazatlán por su cooperación para la ejecución del proyecto CONACYT CB-2010-01/153492 ejecutado por académicos de El Salvador y México. Al OIEA por su respaldo al programa de Monitoreo del Ambiente Marino en El Salvador.
Referencias
1 Jiménez, I. y L. Sánchez-Mármol. 2004. Complejo Bahía de Jiquilisco. Propuesta de Sitio Ramsar. MARN/
AECI. San Salvador. El Salvador C.A. 56p. 2 Ruiz-Fernández, A.C., Páez-Osuna F., Machain-Castillo M.L., Arellano-Torres E. 2004. 210Pb geochronology and trace metal fluxes (Cd, Cu and Pb) in the Gulf of Tehuantepec, South Pacific of Mexico. Journal of
Environmental radioactivity 76:161-175. 3 Appleby P.G, Oldfield F. 1978. The calculation of lead-210 dates assuming a constant rate of supply of unsupported 210Pb to the sediment. Catena 5 Department of Geography, University of Liverpool UK Catena (Impact
Factor: 2.48). 04/1978; 5(1):1-8.