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Perfiles: Karla Cedano (primera parte)

Primera Parte

El pasado 9 de octubre, Karla Gabriela Cedano Villavicencio fue nombrada presidenta del XXI Consejo Directivo Nacional de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), convirtiéndose en la tercera mujer en ocupar dicho cargo.

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Es ingeniera en Sistemas Electrónicos; Maestra en Ciencias Computacionales con especialidad en Sistemas Asistidos por Computadora por el Tecnológico de Monterrey.

Realizó estudios de posgrado en Ciencias Computacionales, en el Tecnológico de Monterrey; así como en Medicina Genómica en el Instituto Nacional de Medicina Genómica. Es Doctora en Ingeniería y Ciencias Aplicadas con especialidad en Materiales, por el Centro de Investigación en Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la UAEM.

Con un basto conocimiento en diversas ramas de las ingenierías y ciencias, amplia trayectoria en cargos de alta dirección y una visión feminista, Karla estará al frente de la ANES, por los siguientes dos años.

Cuéntenos un poco sobre su trayectoria académica y profesional...

He descubierto que soy una persona a la que le apasiona el aprender. Actualmente soy una académica multidisciplinaria, líder en los campos de Energía y ciencias sociales, e Innovación y sustentabilidad con perspectiva de género.

Tengo un doctorado en Ingeniería y Ciencias Aplicadas, y debido a esta pasión por aprender, tengo estudios de posgrado en Medicina Genómica y Ciencias Computacionales.

Nací en la ciudad de México el 6 de marzo de 1969 y me convertí en feminista después de experimentar el sexismo y la violencia de género en espacios masculinizados. Ahora, junto con mi trabajo académico soy una activista y promotora de la igualdad de género.

He tenido diversos roles de alta dirección, como Directora General de Desarrollo Científico-Tecnológico del Gobierno del Estado de Morelos (2000-2004); Directora de Proyectos en Corrosión y Protección Ingeniería (2005); Jefa de Difusión y Extensión en UNAM Campus Morelos (2006-2011); y Directora General del Centro Lavín para el Desarrollo de Innovación y Transferencia Tecnológica, primera oficina de transferencia de conocimiento certificada por CONACyT-Economía en Morelos (2011-2016).Y, de 2016 a la fecha, Secretaria de Gestión Tecnológica y Vinculación del Instituto de Energías Renovables de la UNAM.

Actualmente soy una académica multidisciplinaria, líder en los campos de Energía y ciencias sociales, e Innovación y sustentabilidad con perspectiva de género.

¿Cómo surge su interés en la ciencia?

Mi padre tuvo un rol fundamental en esto. Él es un hombre autodidacta, y recuerdo cómo desde muy pequeña, promovía mi curiosidad infantil siempre. A cada ¿Papi, por qué…?, el siempre me respondía con anécdotas fáciles de entender para mí, sobre el porque de las cosas.

Recuerdo especialmente como, en los viajes largos, aprovechaba mis preguntas (o la ausencia de ellas) para contarme sobre Arquímedes, sobre el Sistema Solar, o sobre el árbol de levas. Al mismo mi tiempo, mi mamá siempre me inculcó un alto compromiso por la excelencia, al hacer bien las cosas y encontrar soluciones a retos cotidianos de formas creativas.

De hecho, aprendí a leer y a escribir en casa, bajo el cuidado de mi madre, antes de entrar al Kinder, donde me aburrí y del que ella tuvo la sabiduría de sacarme (contra las críticas de medio mundo) y promoverme a entrar más pequeña a la preprimaria. Así entre los dos, me guiaron hacia el camino del conocimiento y superación personal.

¿En qué momento vuelca su carrera hacia las energías renovables?

En retrospectiva todo empezó un día de diciembre del 2000, cuando el director del entonces Centro de Investigación en Energía (hoy Instituto de Energías Renovables) de la UNAM, para festejar su 15º aniversario, invitó al Gobernador de Morelos a un evento de “puertas abiertas”.

Esos eran mis primeros meses como funcionaria del gobierno estatal, y el Gobernador le pidió a mi jefa que fuera en su representación. Ella tuvo la gentileza de llevarme y tuvimos, ambas, una mañana mágica. Conocimos a una comunidad fantástica, que trabajaba todos los días haciendo investigación básica y aplicada sobre Energía Renovable.

Siempre digo que ese día, me enamoré del tema, y con mi inquietud habitual, empecé a aprender más sobre sustentabilidad, energías renovables y el impacto y papel que tienen en nuestras vidas.

Conforme pasó el tiempo, tuve la fortuna de seguir colaborando con esa comunidad académica: Julia Tagüeña fue gran guía desde 2001 para lograr las bases de lo que hoy es el Museo de Ciencias de Morelos, así como de la revista de divulgación Hypatia, proyectos que me tocó co-fundar junto con el equipo del Gobierno Estatal; Manuel Martínez, el director que invitó al Gobernador, fue con quien logramos echar a andar el Centro Morelense de Innovación y Transferencia Tecnológica, proyecto que vi nacer y que años más tarde incubó mi primera empresa.

De hecho, a Antonio del Río, el actual director del Instituto y a Manuel Martínez les deberé siempre el haber terminado exitosamente el doctorado, sus enseñanzas y mentoría fueron fundamentales. Así fue como la familia Renovable me adoptó, me abrió espacios de colaboración y fue generosa y fascinante.

¿Cómo se inicia dentro de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES)?

Justo, en esa colaboración académica que aún continua con Antonio y Manuel, en 2010 enviamos un trabajo sobre el análisis de las publicaciones científicas sobre Energía Solar en México a la SNES.

Ese año se llevó a cabo en Cuernavaca, donde he vivido los últimos 45 años. Y disfruté muchísimo la experiencia. Me estrenaba como Doctora y a partir de entonces, seguí lo que hacía la asociación.

En 2011 regresé al sector privado, salir a congresos no era fácil, pero desde mi actividad en vinculación y transferencia tecnológica seguí colaborando activamente con la comunidad de Energías Renovables.

¿Qué implica para usted llegar a la presidencia de ANES y qué planes tiene?

Gran pregunta. Presidir ANES es un privilegio que me ha transformado la vida. ANES es una asociación que ha perdurado por más de 40 años, un espacio fundado por un grupo joven de personas en la Academia visionarias, comprometidas que sumaron sus visiones y pusieron las bases que han formado al sector renovable en México.

José Luis Fernández Zayas, Manuel Martínez, Isaac Pilatowsky, Hernando Guerrero, Roberto Best, Rubén Dorantes, Eduardo Rincón, Ernestina Torres, Vicente Estrada, Álvaro Lentz, Álberto Valdés… tengo el privilegio de conocerles, de haber aprendido de sus aportaciones, de hacer equipo y generar conocimiento y experiencias en su compañía y bajo su tutela de una u otra manera.

Esas son las personalidades que han volcado su energía en la construcción de nuestro país, desde la trinchera renovable. Estilos distintos, experiencias diversas, con este gran grupo me toca caminar y estar a la altura del reto y el legado.

¿Qué significa para mí presidir ANES? Una gratísima responsabilidad, un motivo más para seguir llena de entusiasmo y motivar a las personas que integran ANES, a las que integran otras asociaciones, y muy especialmente a las que no integran la Asociación, pero quieren un México más sustentable, más justo, más diverso. Un México, como dice mi hija, en el que quepan todos los Méxicos.

Y en este sentido el plan de trabajo que propuse tiene tres ejes sustantivos:

1. Incentivar la vinculación inter sectorial.

Nada podemos hacer en aislamiento, requerimos enlazarnos con más entidades, abrir espacios de colaboración con sectores industriales, gubernamentales, académicos, nacionales y extranjeros para realmente aprovechar y hacer buen uso de todo el recurso que tenemos en México.

2. Promover la inclusión e igualdad de género en el Sector.

El Sector Energético es un sector altamente masculinizado, y es un sector que requiere que más mujeres ingresen a él en condiciones de igualdad. Necesitamos más ingenieras, más financieras, más instaladoras, más directoras, más verificadoras, más instructoras; y aún más importante, necesitamos escuchar mejor a más usuarias. ¿Qué necesitamos las mujeres en México, en materia de Energía? Y la inclusión no para ahí, ¿que necesita nuestra niñez?, ¿cómo proveemos de energía de mejor calidad a las personas mayores de 60 años? ¿Qué puede hacer el sector para beneficiar real y profundamente a las comunidades vulneradas de nuestro país? Hay tantas que nombrar solo a unas sería injusto. Generar conciencia de la importancia que la Energía asequible, limpia y de calidad tiene para el bienestar de todas las personas y sus comunidades es otro de los hitos de nuestro equipo.

3. La innovación en el sector.

Y en este sentido, nos referimos a impulsar la digitalización del sector energético, que es fundamental para cuidar nuestra Red Eléctrica y mantener y mejorar sus niveles de confiabilidad; nos referimos a colaborar activamente con los grupos que trabajan en almacenamiento y en otras energías renovables para promover una matriz energética variada, donde se complementen de manera local las bondades que cada potencial energético aporta en cada región. Y finalmente, trabajar en los usos sustentables de la energía, desde la eficiencia energética hasta movilidad, ciudades comunidades sustentables. Si logramos enlazar a las diferentes comunidades que trabajamos en toda la cadena de valor con perspectiva de género e inclusión estaremos dando pasos agigantados en la dirección correcta, en la dirección que México requiere urgentemente.

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