22 minute read

LECCIÓN DOS

Next Article
Bibliografía

Bibliografía

Lo que nosotros estudiamos se ha dado en llamar ‘’sistema de Stanislavski””. Esto es erróneo. Toda la fuerza de este método consiste en que nadie lo ha ideado, nadie lo ha inventado. El sistema pertenece a nuestra propia naturaleza orgánica, tanto a la espiritual como a la material. Las leyes del arte están fundadas en las leyes de la naturaleza.”

Konstantin Serguéievich Stanislavski

Advertisement

80

LECCIÓN DOS

Acción y pensamiento

“Júpiter. Ana Ruth Aragón/Blanca Celis, Fidel Cortéz /Júpiter, CENAR 1991”.

81

¿Es la acción el motor del comportamiento del personaje?

Hemos trabajado y exigido la acción orgánica en cada uno de los ejercicios desarrollados en el primer año. Estudiamos las acciones físicas: en orgánica y escénica, una definición de forma, de aprendizaje. Sabemos que no basta que la acción sea orgánica, es mucho más compleja en la forma y en el estilo, en un resultado escénico.

¿Por qué retomamos este tema de la acción?

Pasaremos a experimentar con fragmentos de textos dramáticos y cómo afrontamos la acción escénica a partir de las premisas del autor, género dramático y época; asumir una estructura diferente de pensar, a través de las palabras del personaje; lo cual es muy diferente a trabajar improvisaciones y que tu propia elaboración textual se convierte en la voz del personaje. Aquí se trata de asumir el texto del autor como propia, es una manera de pensar distinta, aunque existan similitudes entre el personaje y el actor, son incomparables. Texto y personaje son parte de una mirada particular, una manera específica de pensar. Así mismo nuestra mirada esta puesta en los personajes cuando le sucede algo, cuando le pasa algo.

Sin la acción psicofísica tal como la hemos definido y aplicado: como la decisión que esta detrás de las palabras, qué es lo que mueve a las palabras, qué es lo que mueve a los personajes a decir esos textos, como decirlos y que lo lleva hacer las cosas que hace en escena.

Estamos claros, que la acción no nace por ocurrencia o invento fortuito, si no que es activada por algo que sucede, que es externo a nosotros; es decir cuando me sucede algo es que reacciono afectado y es cuando surge el conflicto y la acción se convierte en el motor del comportamiento, potenciada por la voluntad; para muestra un botón, una cosa es cuando recibes la noticia de la muerte de tu padre (afecta tu amor filial, el dolor de la perdida); y otra, es saber durante el funeral, que tu tío asesinó a tu padre y se acuesta con tu madre. Ambos son hechos activos, pero la noticia última provoca una clara alteración profunda y manifiesta de tu aparato psicofísico, donde transpirarán todos tus valores morales y culturales, surgirán pensamientos inconfesables, y de acuerdo a la circunstancias dadas, reaccionarás libertariamente en venganza de tu padre o tendrás que reprimirlo y esperar agazapado el momento de cobrar la afrenta recibida. Esta situación dramática es más antigua que el propio Shakespeare, que la plantea de una manera admirable en Hamlet, o mandar todo al garete o al inconsciente y vivir con ello como en un drama

82

contemporáneo. Como sabemos, la acción es intrínseca al teatro desde su concepción en la aparición de la comedia y tragedia, ya Aristóteles en su poética habla de la acción:

¨Ahora bien, puesto que los hombres representan las acciones, se deduce en primer lugar que el espectáculo (o la aparición de los actores en la escena) debe ser parte del todo¨ ¨...el tema representado también es una acción, y la acción requiere actores, los que deben tener por necesidad sus cualidades distintivas tanto en el carácter como en el pensamiento, puesto que es a partir de estos hechos que les asignamos ciertas cualidades a sus acciones. Por consiguiente, hay en el orden general de las cosas dos causas, el pensamiento y el carácter de sus acciones y por tanto de su éxito o fracaso en sus vidas¨ Poética. Capítulo VI.

Es decir que en el teatro clásico ya se hablaba de la acción, pero era evidenciado desde el principio de la obra por lo que dice el texto, por ejemplo en el coro del teatro griego, unas de sus funciones solía ser el comentario o la reflexión de la acciones del protagonista y antagonista, generalmente la reflexión era la voz del dramaturgo. Luego aparecieron los apartes, el soliloquio y el monólogo.

En la medida en que la retórica dominaba el lenguaje del autor, como la manera de expresión de los personajes, la acción y el pensamiento existían en la misma sintonía o la acción era manifiesta desde el comienzo de la obra por los apartes y los soliloquios.

Ejemplo de ello lo podemos encontrar en Shakespeare.

RICARDO III.

Acto primero, escena primera

GLOUCESTER: Ya el invierno de nuestra desventura se ha transformado en un glorioso estío por este sol de York, y todas las nubes que pesaban sobre nuestra casa yacen sepultas en las hondas entrañas del Océano. Ahora están ceñidas nuestras frentes con las guirnaldas de la victoria; nuestras abolladas armas penden de los monumentos; nuestros rudos alertas se han trocado en alegres reuniones; nuestras temibles marchas en regocijados bailes. El duro rostro del guerrero lleva pulidas las arrugas de su frente; y ahora, en vez de montar los caparazonados corceles, para espantar el ánimo de los feroces enemigos, hace ágiles cabriolas en las habitaciones de las damas entregándose al deleite de un lascivo laúd. Pero yo, que no he sido formado

83

para estos traviesos deportes ni para cortejar a un amoroso espejo…; yo, groseramente construido y sin la majestuosa gentileza para pavonearme ante una ninfa de libertina desenvoltura; yo, privado de esta bella proporción, desprovisto de todo encanto por la pérfida Naturaleza; deforme, sin acabar, enviado antes de tiempo a este latente mundo; terminado a medias, y eso tan imperfectamente y fuera de la moda, que los perros me ladran cuando ante ellos me paro… ¡Porque, yo, en estos tiempos afeminados débiles de paz, no hallo delicia en que pasar el tiempo, a no ser espiar mi sombra al sol, y hago glosas sobre mi propia deformidad! Y así ya que no pueda mostrarme como un amante, para entretener estos bellos días de galantería, he determinado portarme como un villano y odiar los frívolos placeres de estos tiempos. He urdido complots, inducciones peligrosas, válido de absurdas profecías, libelos y sueños, para crear un odio mortal entre mi hermano Clarence y el Rey. Y si el rey Eduardo es tan leal y justo como yo sutil, falso y traicionero, Clarence deberá ser hoy estrechamente aprisionado, a causa de una profecía que dice que G será el asesino de los hijos de Eduardo. ¡Descended, pensamientos, al fondo de mi alma!

El subrayado es nuestro. Este texto es como una tarjeta de presentación del personaje, por su propia voz sabemos cómo es, a qué esta predestinado, qué va hacer y por qué lo va hacer, sus acciones son claras e inequívocas. Continuemos para que quede claro nuestro planteamiento.

Primer acto, escena tercera.

GLOUCESTER: ¡Hago daño y grito el primero! ¡Las mala acciones que urdo secretamente las coloco sobre la gravosa carga de los demás! Clarence a quien en verdad arrojé a la sombra, es llorado por mí ante estos infelices crédulos de Stanley, Hastings y Buckingham, digo que es la reina y sus allegados quienes incitan al rey contra el duque, mi hermano. ¡Y al punto lo creen! ¡Y, sin más, me incitan a vengarme de Rivers de Vaughan y de Grey ¡Pero suspiro entonces, y citándoles un texto de las escrituras, les digo que Dios nos manda devolver bien por mal. Y así cubro las desnudeces de mi villanía con algunos trozos viejos cogidos de los libros sagrados, y les parezco un santo, mientras represento el papel de demonio.

El personaje se define a sí mismo, imagen de santo y accionar de demonio. Un corrupto y vil asesino que acepta ser como es por ambición de poder, como una compensación a sí mismo y en venganza contra la pérfida naturaleza se convierte en un instrumento del mal. Sus acciones están claras, sus adversarios bien definidos. No estoy plateando que si la acción está manifiesta en la palabra del personaje

84

sea fácil para el actor, sino que de alguna manera es una gran ayuda, tal es el caso de que en un elenco amateur con una lectura comprensiva, y sin mayores análisis, monta la obra y el público comprenderá todo lo que pasa y sucede en la obra. De Igual forma para elencos, que manejando las herramientas contemporáneas del trabajo del actor, a las grandilocuencia de las acciones planteadas por la retórica, le impriman a un Ricardo III, profundidad

85

humana. Ahora bien, pasemos a ver como en nuestra dramaturgia nacional podamos encontrar ejemplos similares. Se me viene a la mente la obra de Francisco Gavidia ¨JÚPITER¨ Trabajamos esta obra en 1991 con maestro y alumnos del Bachillerato en Artes. Recuerdo trabajar los apartes de los personajes como el monólogo interno del personaje, pero que lo hacía manifiesto para el público, el uso del monologo interno ayudaba al actor a transitar con mayor organicidad la retórica del texto, debido a que en los apartes, la acción del personaje aparece manifiesta.

¿Qué es un aparte?

Es una advertencia o explicación sobre la acción. Generalmente está dirigida al público, el personaje le explica al espectador, una idea o acción a ejecutar relacionado con la escena que está viviendo. No hay que confundir el aparte con la acotación del autor, por ello subrayare en negrita los apartes.

Resumen de Júpiter: Ambientada en la época en que se gestó el Grito de Independencia de 1811. En esta historia intervienen el Dr. José Matías Delgado, el Dr. Santiago Celis y otros próceres que fueron parte de la lucha por la Independencia de El Salvador. Aquí Celis es el artífice de la rebelión independentista, tiene una hija, Blanca que no le pone mucha atención, sin embargo la petición de mano de Blanca que le hace una familia aristocrática de Guatemala, los Beltranena, le crea conflicto, ya que está en contra de esta aristocracia, pero que está íntimamente ligada a su familia. Por otro lado Júpiter ha estado enamorado de Blanca en secreto. Júpiter es un esclavo del Padre Delgado, quien le ha enseñado a leer, a escribir y le da un trato digno y amable que los ha convertido en su secretario. Celis le pide a Delgado que le venda a su esclavo.

El esclavo colabora con el Dr. Celis en la búsqueda de adeptos a la causa independentista. Celis cree que han convencido a Júpiter a su causa, sin embargo, para Júpiter su causa es Blanca, estas dos corrientes chocaran en

86

el transcurso de la obra, llegando a un final trágico. “Júpiter. Ana Ruth Aragón/Blanca Celis, Fidel Cortéz/Júpiter, CENAR 1991”

ACTO I

ESCENA VII

Blanca, Júpiter

JÚPITER -¿Qué es lo que pasa por mí?.. Juro a Dios que antes quisiera que se abriese a mis pies el suelo, que estar en presencia de esta blanca y divina mujer.

BLANCA -Entra, esclavo. (Él obedece). Toma y lee esta carta. (Ella se sienta y espera con atención; él recorre el papel con la vista, silencioso y suspenso). Estoy impaciente. ¿Cómo será una carta en que la piden a una por esposa? Es un noble señor, dijo mi padre, ¿Cómo se llamará? ¿Será joven? Debe ser hermoso…

JÚPITER -(Aparte. Con estupor). Esto es para mí incomprensible y es además horrible… ¿Esta niña habrá penetrado hasta el fondo de mi alma y quiere burlarse de mi humillación dándome a leer esta carta del hombre a quien va a pertenecer? (Ve a Blanca, que le ve con extrañeza). ¡Cómo me mira!... ¿Es ésta el alma de

87

esa niña? ¿Puede haber tanta perversidad en un ángel, que haga llamar al pobre esclavo que la adora en silencio solamente para torturarlo y burlarlo en el momento en que va a ser dichosa?.. ¿Cómo ha penetrado en mi secreto? ¿Habrá sido inútil mi doloroso disimulo?... Y ella… ¿Pero por qué me hace ver esta carta? ¿Por qué?... ¡Ah! ¡esto me va a causar la muerte!... Fermín de Beltranena… Un noble señor, algo que está allá arriba y que va a ser dueño de Blanca. ¡Miserable de mí! ¿Está ese hombre tan alto que sólo puedo alcanzarlo con un puñal?....

BLANCA -(levantándose espantada al ver la agitación del esclavo). ¿Qué tiene ese hombre?... Me da miedo… (le habla retirándose). ¿No lees?... ¿No sabes leer?...

JÚPITER -¡Ah! (vuelve en sí). Ella me habla, y estoy aturdido como en un sueño.

BLANCA -¿Qué será? Lee esclavo.

JÚPITER -Esta carta…. (distraído). Es de don Javier de Beltranena. Pide la mano de la señorita Blanca para su hijo, el coronel don Fermín. (Blanca se sienta de nuevo).

BLANCA -(Aparte). No me gusta el nombre: Fermín… (alto). Lee la carta… (Aparte). ¿Qué le pasa a este esclavo?...

JÚPITER -(Aparte). Si, no lo dudo… Han sorprendido el secreto de mi corazón infeliz… quizás su padre, antes de ponerme a la picota, me entrega al candor de su hija para que con él me esté despedazando y gozar en mi horrible oprobio… ¿Por qué razón me humillan y me matan? .. ¿Y cómo has llegado a sorprender mi secreto?.. ¡Oh! Siento hervir en mi corazón un furor que va a ahogarme… ¿Qué hacer?... Quisiera huir y no puedo… Su presencia paraliza mis pies.

BLANCA -(levantándose y como atemorizada dice en voz alta y hablado consigo). Está ebrio. (lo que ve con miedo y burla). Está ebrio…. Parece que está ebrio.

88

JÚPITER -(aparte y por lo que dice Blanca). ¡Oh infiernos! ¡Se está burlando de mí, desgraciado!... (A Blanca, con una desesperación muda, y temblando) oíd, señorita Blanca…

BLANCA -(Retrocede asustada). ¡Ah!... Está loco… (Queda a la puerta). Aquí viene mi padre.

JÚPITER -(Aparte). ¿Qué hacer?.... ¿Qué hacer?.... Va a mandarme azotar…

ESCENA VIII Dichos; Celis.

BLANCA -Padre, no puede leer el esclavo. (Celis vuelve preocupado y no para mientes en lo que pasa).

CELIS -¿Está allí, Júpiter?

JÚPITER -(Aparte). ¿Qué es lo que va a pasar?...

CELIS -(Aparte). Ese testamento asegura el porvenir de Blanca cualquiera que sea la resolución y cualquiera que sea la suerte que yo corra dentro de poco. –Blanca, está allí tu primo Rogerio. Déjanos.

BLANCA -¡Primo Rogerio! (Aparte). ¡Ah! Él va a leerme esta carta… ¿Cómo será ese hombre Fermín?.. Mi padre calla. (Va y lo abraza). –Señor doctor, no te aflijas. Siempre haré lo que tú mandes… ( vase corriendo) Blanca y Júpiter están en el mismo espacio, sin embargo, existe la convención que el otro personaje no escucha el aparte de su partner. Pero continuemos para ampliar como la acción esta manifestada en el texto y como el autor se auxilia de los apartes y crea situaciones humorísticas que estimulan al espectador.

89

ESCENA IX

CELIS, JÚPITER

(Celis se pasea pensativo: Júpiter aguarda)

JÚPITER -Medita mi castigo. Yo confiaba en que el silencio y la oscuridad de mi alma podían levantar mis deseos hasta un sueño imposible y amar y sufrir libremente…. Me va a hacer dar azotes… yo he visto cómo lo hacen con mis iguales… ¡Oh! Antes de la muerte… si mi culpa es grande, sea la muerte el castigo de mi audacia.

CELIS -Esclavo, desde hoy cambias de dueño. (Celis queda de nuevo pensativo).

JÚPITER -Vendido… (Aparte). ¡El padre Delgado me ha vendido! Y este hombre me ha comprado para mejor vengarse… Todo me abandona, pues… Yo preví que después de tantos años de vivir ajeno a los ultrajes de mi vil condición, un día de este amor fatal hundiría de nuevo en la infamia… He allí por qué guardo un puñal siempre en mi seno. Antes que la picota, la muerte. Es preciso concluir. (Alto). -¿Y por qué me habéis comprado? (Celis se vuelve).

CELIS -Creo que alzas la voz, Júpiter. ¡Magnífico!... Vas a oírme. Siéntate… (Se sienta).

JÚPITER -¿Yo? ¿Os burláis, señor? (Permanece de pie).

CELIS -Yo soy el amo y mando que te sientes delante de mí…. Así.

JÚPITER -(Aparte). Esto me desconcierta. (Se sienta).

CELIS -Mando que te sientes delante de mí porque eres hombre como yo y porque somos iguales. Sin embargo, por un puñado de dinero cualquiera puede adquirirte, alquilarte, azotarte. No eres nadie: te llaman Júpiter, es decir, llevas un nombre de perro, a menos que sea el de un dios… y para ser un dios

90

es preciso poseer en absoluto la libertad… Todo en ti, pues, viene a ser irrisión y miseria. (Júpiter se levanta).

JÚPITER -Señor, si estáis ofendido, decid cuál es vuestro designio, y yo evitaré mi infamia y os satisfaré con mi muerte, antes que me dirijáis vuestras burlas sangrientas…

CELIS -¿Yo burlarme de ti? ¿Con qué derecho? ¡No, por Cristo vivo! Por lo contrario, ¿qué harías si yo te pidiese que vayas a hablar con los esclavos, artesanos y jornaleros de San Salvador del modo con que yo te hablo ahora? ¿Qué le infundieses, como yo a ti, vergüenza de su esclavitud; que les dieses armas para acabar con el gobierno de la Colonia y para ser todos iguales y libres?... ¿Por qué guardas silencio?

JÚPITER -(Aparte). Todo es mi confusión en mí, más advierto que se me habla de rebelión contra el Rey… ¿Cabrán en este hombre extraño tan infames propósitos?

CELIS -Es preciso que sepas que Guatemala para tiranizarnos se vale de Monseñor Casaus; pues bien, a un tiempo Centro-América se libertaría del más miserable de los reyes, de Fernando, que El Salvador cortaría la influencia diabólica del arzobispo. Eres libre: trabaja, pues, por la nueva patria… que será tuya…

JÚPITER -(Aparte). ¡Oh! Es un impío: mi deber es denunciarle… pero esto es imposible; ¿si habré oído mal?

CELIS -Responde, Júpiter.

JÚPITER -Señor, he creído no entenderos: ¿se trata de combatir contra el Rey y el arzobispo?

CELIS -Sí. Todos seremos libres. Ni tú estarás bajo mis pies, ni yo tendré a nadie sobre mi cabeza, ¿oyes? ¡Piénsalo!

91

JÚPITER -(Aparte). Creo que ha hablado bastante claro: voy de aquí al Intendente a denunciarle… ¿Por qué intenta corromperme y condenarme? Sin duda es cruel y malvado. (Blanca se detiene en la puerta). Ella… ¡oh ángel! Siento por ella compasión y me viene el firme propósito de libertarla de ese monstruo… Nos damos cuenta que Júpiter es de ideología monárquica y que sus acciones están motivadas por el amor hacia Blanca, pero que siendo esclavo, ve como imposible la realización de tal amor. Sin embargo ante la declaración de rebelión antimonárquica de Celis es capaz de denunciarlo. Así mismo vemos en Celis, el por que ha comprado a Júpiter y cuales son sus deseos mas profundo y sus aspiraciones con respecto a la liberación de su patria del yugo español.

ESCENA X

Dichos; Blanca.

BLANCA -(Antes de avanzar, pensativa e irrsoluta). ¿Habré tomado una resolución que le complazca? (Llega Celis). –Padre, he oído leer esa carta. Contesta al señor de Beltranena que cuando llegue su hijo y le conozca voy a dar mi respuesta… ¿He dicho bien? (Da unos pasos y se vuelve). Pero que yo espero a su hijo agradecida, porque él desde allá ha pensado en mí… y que no sé cómo es Guatemala, y si voy allá con su hijo, siempre me volveré a vivir a tu lado… (Da unos pasos y se detiene).

JÚPITER -(Aparte). ¡ah!

CELIS -(Aparte). Va a abandonarme… Va a abandonarme…

BLANCA -(Volviendo). Y que yo… ¿Cómo decir?... que tengo mi corazón libre, ¿queda bien? Tú lo escribirás mejor para que ellos no se desagraden… pero que hasta que conozca al coronel no me resolveré…

CELIS -(pensativo). Todo se hará…

BLANCA -(Aparte). Mi padre sigue pensativo. ¿Le habré disgustado?

92

JÚPITER -(Aparte). ¿Qué palabra murmura la esperanza en mi corazón?.. ¿Qué hacer para que ella no le conozca jamás?.. ¿Qué hacer?

CELIS -Esa carta dice que Beltranena iba a llegar el último de agosto… hoy estamos a último. Vas, pues, a conocerle.

JÚPITER -(Aparte). Yo lo olvidaba. ¡Oh amor insensato!

CELIS -Déjanos, Blanca.

BLANCA -(Aparte). Voy a conocerle. ( Vase pensativa). ¿Qué piensa mi padre?

ESCENA XI Celis; Júpiter.

CELIS -¿Lo ves?... En esta sociedad, o más bien en esta cárcel que ha construido el despotismo, todos llevamos un eslabón de la cadena: mi hija va a casarse sin amar a ese hombre… y tú lo habrás visto en esa carta, él viene a ponerme grillos…. La vanidad es el fango en que crece un pueblo como sembrado de parásitas: la vanidad une dos seres eternamente y la vanidad pone a un hombre bajo los pies de todos: ese eres tú. (Va a la ventana). Ven, mira quién es el más desgraciado. Ese pueblo que vuelve de sus fatigas es aún más esclavo: no lo advierte, pero vive para dar presidiarios a las cárceles y mujeres públicas a las calles. ¡Los nobles!... Ellos tienen la peor parte, ¿sabes? Tú sientes, te retuerces de dolor bajo el látigo, se te compadece: ellos viven de su opresión y están orgullosos de ser infames…. Tienen sobre sí muchos amos, y esas cadenas horribles, su vileza y adulación, suenan en las tinieblas de un inmenso presidio. El carcelero de medio mundo es un hombre despreciable, traidor a su patria, el Rey Fernando… Esclavo, ¿has visto esa blanca niña? Es mi hija: un lacayo del tirano la arranca de mis brazos: ella sigue la corriente fatal e irá contenta a manos de quienes yo desprecio. ¡Y tú, vil esclavo, escoria, nada!; ¿Tú no ardes en cólera como yo?, ¿no te ahogas de indignación? ¡No gritas libertad! ¡¡Tú!!... ¿Oye? Santiago Celis tiene su libertad en su pensamiento. Llegará hasta ella rompiendo por la muerte, si la encuentra a su paso… Puedo matar a mi hija antes que ella fructifique en el pantano como flor aciaga… tú, si amases a una mujer que el destino ha puesto

93

en la cúspide de la babel espantosa, si sólo llegases a pensarlo, serías colgado en la picota y muerto al furor vil de un látigo…

JÚPITER -¡Oh! ¿Qué es preciso hacer? Puesto que esas palabras todo lo derrumban y todo lo nivelan, ¿Qué es preciso hacer?; puesto que lo sabéis y me entregáis a leer esa carta. ¿Qué es preciso hacer para llenar el abismo, ganar altura y lograr lo imposible? ¿Qué he de hacer? ¡No más palabras!... ¡Libertad! ¡Rebelión! ¡Abajo el Rey! ¡Muera el arzobispo! Decidme que lo maldiga todo: maldito sea todo… ¡Tomad a ese precio la salvación de mi alma!... ¡Ah!... ¿qué he dicho?... Si me habéis hecho hablar demás, blanco: si habéis querido burlarme y vengaros llevándome a la inquisición y al tormento… ¡Blanco! El esclavo lleva un puñal: ¡juro a Dios que vais a enmudecer para siempre!

CELIS -¡Ah! Eres incoherente e insensato: la libertad da fiebre. Espera. (Va a la mesa y saca una llave).

JÚPITER -(Aparte). ¿Qué he dicho? Ese hombre satánico me arrastra. ¿Qué importa?... Sólo sé que Blanca está allí: que se me ha dicho que puede ser mía… ¡Fue eso lo que se me dijo?... ¿Me han engañado los oídos? ¡Cómo! ¡Si hoy he visto y he oído todo lo increíble? La esperanza se ha apoderado de mí: no tengo fuerzas para rechazarla.

CELIS -Calma; de hoy más, calma: Toma esta llave que es la de mi caja: hay allí la parte de mi caudal que le toca a la patria. Haz que toda la gente te siga esté bien armada. ¡Es preciso triunfar!

JÚPITER -Será como lo deseáis o yo habré muerto.

CELIS -Bien, amigo mío; de hoy más te quedas en mi casa. Vuelvo para que formemos nuestro plan, pues tengo en mi escritorio ciertos papeles. Espera. (Vase).

Celis cree haber encendido la hoguera de la libertad en Júpiter, pero júpiter sobre entiende de las palabras de Celis que Blanca puede ser de el, si conquista la libertad, toma literalmente las palabras de Celis, a tal punto de violentar sus propios principios monárquicos, y cambia de acción, ahora ya no ira a denunciar a Celis, si no que será parte de la rebelión planeada por este. Los

94

motivos son claros, es capaz de ser instrumento del mal por alcanzar el amor de Blanca.

Gracias a los apartes y los soliloquios, es que tenemos una orientación y dirección clarísima de lo sienten y vive Júpiter. La supertarea de Júpiter es la conquista de Blanca y la acción transversal, acumular el máximo grado de poder en la nueva nación, para negociar con Celis la mano de Blanca.

Aunque para Delgado, ser esclavo es un destino, no marcado por Dios, si no por los hombres, y lo coloca en una dimensión teológica, y le marca el destino fatalista, júpiter seguirá siendo esclavo dispuesto a matar a su amo. Gavidia maneja libremente los diferentes genero del Teatro, diferentes recursos dramáticos sin restarle importancia, usa tanto el recurso de la tragedia, como la comedia para su propósito creativo, sin importarle los cánones literario del momento. Aquí llegamos con este fragmentos de Júpiter, esta obra de corte romántico publicada en 1895 que además nos sirve de ejemplo de como el texto evidencia la acción, por la palabras misma del personaje, por sus aparte, los soliloquio o monólogos.

¿Qué es un soliloquio?

Es un Alegato que mantiene un personaje consigo mismo en voz alta y que se aísla de los demás, a partir del soliloquio el público conoce los pensamientos más escondidos de un personaje y sus acciones, como lo vimos en Ricardo III y en Júpiter.

Es importante acotar el significado de esta convención, y es que cada vez que el personaje tiene un soliloquio o monologo y está solo con el público o se dirige en un aparte, está diciendo la verdad, mientras en los diálogos con otros personajes esconde sus intenciones.

Los personajes del teatro clásico se salían de la obra, le hablaban al público entre acciones o situaciones siempre, y lo mantenían al tanto de lo que iban hacer, era una convención, tan bien aceptada por los actores como por el espectador, tanto el aparte, el soliloquio así como el monólogo son recursos dramatúrgicos, que son utilizados con libertad y a conveniencia y necesidad de una determinada poética, inclusive en la actualidad. Huelga decir que el monólogo aunque se use de manera recurrente dentro de la estructura de una obra, es un género dramático propio. Se popularizo desde sus inicios en el siglo XV inicialmente vinculado a los comediantes, para mostrar sus habilidades.

95

This article is from: