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Resiliencia educativa y objetivos profesionales: emblema de estudiantes de primer semestre

RESILIENCIA EDUCATIVA Y OBJETIVOS PROFESIONALES:

emblema de estudiantes de primer semestre

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Por: Diana Rojas Docente del programa

EN LA ACADEMIA

Emprender el camino académico para muchos jóvenes en la pandemia ha sido un proceso difícil, pues de cierta manera influyen situaciones laborales, económicas y sociales que afectan la toma de decisiones de numerosos hogares colombianos y futuros estudiantes para comenzar su carrera profesional.

Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, sobre el Covid-19 y la educación superior, “el impacto más inmediato ha sido, obviamente, que el cese temporal de las actividades presenciales de las Instituciones de Educación Superior – IES - ha dejado a los estudiantes, particularmente a los de pregrado y a los que están por finalizar la secundaria superior y aspiran a ingresar a la educación superior, en una situación totalmente nueva y sin una idea clara de cuánto tiempo vaya a durar con impactos inmediatos sobre su vida cotidiana, los costes soportados y sus cargas financieras y, por supuesto, la continuidad de sus aprendizajes y la movilidad internacional”. En el programa de Comunicación Social de la Universidad de Pamplona ingresaron 39 estudiantes a cursar su primer semestre, esto indica que a pesar de la emergencia sanitaria algunos jóvenes aún siguen comenzando sus estudios universitarios, decisiones que en muchos sentidos fueron enfocadas por la motivación de cumplir el sueño de ser profesionales, Enrique Sánchez, quien ingreso a la universidad en el presente semestre académico, explica que a pesar de las circunstancias es fundamental entender que los conocimientos son vitales para que una persona se desarrolle y llegue a su “punto cumbre”; no solo es la riqueza monetaria, sino también, lo que el profesional tiene para ofrecer a la sociedad.

A esta motivación, se suma la dinámica de las clases mediadas por herramientas digitales, y la forma en que los docentes han manejado las diversas asignaturas, pues sigue siendo un factor esencial para disminuir la deserción estudiantil, por

lo que de acuerdo con la docente Johana Rozo para motivar a los jóvenes en la clase se realizan lecturas, mucho videos, pero también se hacen debates y conversatorios para llegar a conocerlos, así mismo, se han realizado encuentros virtuales con escritores para que conozcan la vida del periodismo cultural. La resiliencia educativa de los jóvenes que están ingresando a las universidades a pesar de la contingencia, se evidencia en los procesos de aprendizaje que realizan diariamente, pues se han adaptado y aún en situaciones de pandemia siguen a la expectativa por cumplir con sus responsabilidades académicas. “El proceso de la virtualidad ha sido un poco difícil, por el tema de las redes y la señal, por el fallo de la electricidad, etc. El acompañamiento de los docentes y su comprensión han hecho el proceso de adaptación un poco más ameno”, así lo explica la estudiante Valeria Bravo. Teniendo en cuenta lo anterior, el alumno Héctor Moreno expresa: “siento que la virtualidad es un golpe bajo al sistema educativo pero aun así me siento cómodo y trato de dar lo mejor de mí; a pesar de no contar con un contacto físico con mis compañeros tratamos de entablar una buena amistad para fortalecer lo que para mí es mi nueva familia”. Así se puede evidenciar que el espacio educativo no solo se basa en un contacto directo, sino que también influyen dinámicas pedagógicas flexibles, ambientes virtuales de dialogo y actividades que en gran medida generan en los educandos contacto con los demás compañeros, haciendo de la tecnología una herramienta de aprendizaje en situaciones de crisis.

Ahora bien, los comunicadores sociales en formación tienen múltiples intereses al regresar a la presencialidad, ya que, algunos de ellos aún no conocen la ciudad y el campus universitario de la institución, así lo menciona Héctor Moreno: “Espero una excelente acogida de parte de la ciudad aunque estoy seguro que gozan de gente amable y dispuesta a brindar una sana y cómoda hospitalidad, me veo proyectado en establecer mis siguientes cuatro años en Pamplona, es por eso que mi deseo es emprender y sembrar semillitas que a largo plazo me brinden una excelente cosecha de éxito, por otro lado espero disfrutar y sacar provecho de las instalaciones de la institución, tengo mucha expectativa y espero dar todo de mi para cuidarla y poco a poco hacerla crecer más”.

Lo anterior lo complementa Valeria Bravo, expresando que espera encontrarse con una ciudad íntegra, a la cual pueda adaptarse con facilidad, una universidad que la siga ‘conquistando’ con cada parte y persona que la conforma.