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ESTUDIANTES G'22


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Isidora Arias Julio
Vicente Arias Rojas
Micaela Díaz Muñoz
Benjamín Espinoza Díaz
Agustín Guinossi Díaz
Rafaela Morales Julio
Isadora Navarro Plaza

Simonne Rigoletti Pérez
Adara Saud Gajardo
Javiera Tapia Zapata
Fernanda Valdivia Hernández
Personalmente creo que Chile tiene muchas cosas buenas, pero sin duda lo mejor siempre será la comida, los diferentes sabores, olores, texturas, típico de cada lugar, cada región o sector.
Cuando comemos algo que nos gusta o visitamos a nuestras familias, aplicamos inconscientemente una palabra que utilizamos a menudo, pero que pocos saben su significado u origen tan filosófico. La palabra “Recordar” viene del latin “recordari”, formado del re (de nuevo) y del cordis (corazón).
Preparar un plato no solo es entrar a la cocina, si no que, es el hecho de ponerle cariño y amor a cada uno de los ingredientes ya que si, la cocina es una manera de amar, poder demostrar ese cariño, mediante este tipo de arte que a veces es tan poco apreciado
Creo que nuestras comidas típicas no solo son eso, son el tiempo, el cariño, las tradiciones, la dedicación la cual nuestros ancestros utilizaron para poder dejarnos algo a nosotros, para siempre recordarlos de una manera “bonita” o simplemente ser considerado.
La herencia cultural chilena se traspasa, no sólo por medios comunes como el apellido, sino también por elementos culturales o tradicionales como lo es la comida. En ella, encontramos sentimientos, recuerdos y memoria.

Todos tenemos en la cabeza a alguien cuando recordamos la pregunta ¿de qué está hecho?, y pensamos en la frase “tiene un ingrediente secreto” pero ahora cuando han pasado años piensas ¿cuál era el ingrediente secreto?, en realidad, el material que cuando pequeños tanto buscábamos solo era el amor, la entrega por lo que estaban haciendo.

Personalmente pienso que se debe reconsiderar el momento de seguir adoptando otras costumbres, ya que la cocina no solo es satisfacer la necesidad de alimentarnos, sino que, es el hecho de pasar tiempo en familia, tomando té con las tostadas calentitas, intentando recrear aquella cocina en la cual fuimos felices.

La comida no es sólo jactanciosa, no es sólo sacarle una foto y subirla a las redes sociales, sino que es un ejercicio complejo y que independientemente del lugar o de las personas, evocará siempre sentimientos complejos que nos llevará de vuelta a aquellos lugares o personas con las cuales fuimos verdaderamente felices.