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Soledad no deseada
VARIABLES
SOCIODEMOGRÁFICAS
Mujer
Mayor edad
Bajo nivel de estudios y estatus socioeconómico
Sin pareja: soltera, separada/divorciada y viuda
Vivir sola o en hogares instittucionalizados
Entorno rural/ urbano
Fuente: Elaboración propia
FACT. PSICOLÓGICOS Y CARACTERÍSTICAS DE PERSONALIDAD
Pobre salud mental
Baja autoestima y autoeficacia
Atribución a causas internas y no modificables
Depresión y Ansiedad
Baja satisfacción vital
Estrés psicológico
Experiencias vitales tempranas negativas
FACT. DE SALUD Y AUTONOMÍA
Peor salud autopercibida
Mayor comorbilidad
Declive funcional y pérdida de autonomía personal
Dificultades de movilidad
Deterioro de las capacidades sensoriales
Deterioro cognitivo
FACT. SOCIALES, DE INTERACCIÓN Y PARTICIPACIÓN SOCIAL
Tamaño de la red social pequeño
Percepción de apoyo de baja calidad
Disminución de nivel de participación social
Presencia de obstáculos/barreras
Situación y orientaciones para el diseño de estrategias de acción en la Comunidad de Madrid
Se presentan también de manera gráfica las variables protectoras que han sido destacadas como las más relevantes por las y los profesionales de los municipios de la
Comunidad de Madrid que han participado en el cuestionario. El entorno positivo, las relaciones satisfactorias y la capacidad autónoma, son elementos que favorecen la protección.
Entorno saludable, de cuidado y protección
Actividades interesantes y motivadoras
Acompañamiento
Relaciones familiares y sociales positivas
Fortalecimiento de la capacidad autonóma
Servicios domiciliarios y recursos de proximidad
Fuente: Elaboración propia, Cuestionario dirigido a profesionales de municipios de la Comunidad de Madrid
2.2.1. Factores de protección y riesgo
A. Factores Sociodemográficos
Las principales variables sociodemográficas que contribuyen a identificar a las personas potencialmente más vulnerables al sentimiento de soledad no deseada (Pinazo y Bellagarde, 2018) son: género, edad, estatus socioeconómico y educativo, vivir solo/a o en hogares institucionalizados, no tener pareja (especialmente ser viuda) y el ámbito territorial de residencia. Así, se puede hablar de una mayor vulnerabilidad según las siguientes características:
Ser Mujer
Aunque los estudios concluyen que existen diferencias en soledad en función del sexo, los resultados son contradictorios. La mayoría apuntan a una mayor incidencia de soledad en las mujeres, como la investigación realizada en la ciudad de Madrid en 2017 (Hernán y Rodríguez), que muestra índices de soledad más elevados en mujeres mayores (11,52%) que en hombres mayores (6,2%).
Esta mayor vulnerabilidad en mujeres mayores puede asociarse al proceso de socialización diferenciada, que asigna un reparto de tareas desigual, mayores dificultades de acceso a la educación y trabajos peor remunerados en las mujeres (Beal, 2006).
Otras investigaciones, sin embargo, señalan una mayor fragilidad en los hombres mayores, asociada a la necesidad de un mayor apoyo instrumental, a una mayor dificultad para amoldarse al vacío del hogar cuando se produce la pérdida de su cónyuge o al hecho de contar con una red de apoyo social más reducida y de menor calidad que las mujeres (soledad social según el estudio de Yanguas, 2018). Actualmente se están realizando investigaciones (entre otras la de la Universidad de Granada, dirigida por López Doblas) que analizan las diferencias entre mujeres y hombres ante la soledad no deseada.
El análisis cualitativo de las respuestas de los/as profesionales que han participado en el Estudio, muestra que ser mujer se considera un factor de gran vulnerabilidad para experimentar soledad no deseada, asociado a tener una mayor esperanza de vida, mayor porcentaje de fallecimientos del cónyuge varón y mayor probabilidad de ejercer como cuidadoras de larga duración. Además, se incluye como factor de riesgo añadido ser víctimas de violencia machista o sufrir otros tipos de violencia, que afecta de forma diferencial a las mujeres.