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Beneficio cardiovascular de los inhibidores

BENEFICIO CARDIOVASCULAR DE LOS INHIBIDORES DEL CO-TRANSPORTADOR DE SODIO Y POTASIO

Nicole Almodóvar García, Pharm.Dc 2022 y Shirin Mesleh Shayeb, Pharm.Dc 2022 Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), Universidad de Puerto Rico

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El fallo cardíaco es una enfermedad crónica cardiovascular que afecta anualmente a aproximadamente 6.5 millones de estadounidenses ≥ 20 años. La Asociación Americana del Corazón proyecta que el número de personas estadounidenses con fallo cardíaco aumentará a una incidencia anual de 8 millones o más para el 2030. Esta condición es la causa principal de hospitalizaciones en personas mayores en los Estados Unidos (EEUU) y se estima que una de cada ocho muertes en este país es debido a fallo cardíaco, el cual equivale a aproximadamente 309,000 de personas. Además de esto, en el 2012 se estimó que dicha condición representó una carga económica de 30.7 billones de dólares en los EE. UU. Entre las complicaciones más comunes del fallo cardíaco se encuentran las arritmias, los ataques cerebrovasculares, el tromboembolismo y la congestión pulmonar. En cuanto al tratamiento, el mismo se basa en estrategias tanto farmacológicas como no farmacológicas, y se puede auscultar la posibilidad de incurrir en procedimientos invasivos. Una de las preocupaciones que surgió con esta condición fue el hecho de que los medicamentos

Tabla 1: Indicaciones y hallazgos basados en evidencia científica

Diabetes Tipo 2 (DM2)

Reducción de hospitalizaciones por Fallo Cardíaco

FARXIGA ® (dapagliflozin)

X

X (Eficacia en HFrEF)

Progresión de Enfermedad Renal Crónica y albuminuria X

Profilaxis eventos cardiovasculares X (Indicación por FDA)

JARDIANCE ® (empagliflozin)

X

X (Eficacia en HFpEF + HFrEF)

Aprobado bajo la designación de Terapia Avanzada

X (Indicación por FDA para HFrEF)

antidiabéticos estaban aumentando los riesgos cardiovasculares, entre los cuales se encontraban las muertes cardiovasculares y hospitalizaciones por fallo cardíaco. Debido a esto, se comenzaron a hacer estudios con estos fármacos antidiabéticos, pero al realizar los estudios clínicos se observó lo contrario con una clase farmacológica en particular, dos fármacos cuyo mecanismo de acción es inhibir el cotransportador de sodio y potasio o SLGT-2 en el riñón. La FDA aprueba medicamentos o nuevas indicaciones pero no podemos implicar que cambien los algoritmos, eso lo hacen las guías. Esto podría cambiar el algoritmo actual para pacientes con fallo cardíaco sistólico o fallo cardíaco con fracción de eyección reducida (HFrEF, por sus siglas en inglés). Estos fármacos han demostrado tener beneficios sumamente significativos en los pacientes que padecen de esta enfermedad cardiovascular y actualmente han sido integrados a la lista de medicamentos que se pueden utilizar para fallo cardíaco independiente de la presencia o ausencia de la condición de diabetes.

Los inhibidores de SGLT-2 fueron inicialmente aprobados para tratar la condición de diabetes mellitus tipo 2 (DM2); disminuyendo los niveles de azúcar al inhibir la proteína SGLT2 en el túbulo proximal del nefrón. Esta proteína es responsable de la reabsorción del 90% de glucosa filtrada. Su inhibición causa glucosuria y natriuresis resultando en una disminución de los niveles plasmáticos de glucosa. Actualmente, existen los siguientes 4 inhibidores de SLGT-2 en forma oral aprobados por la FDA: Invokana®(canagliflozin), Farxiga®(dapagliflozin), Jardiance® (empagliflozin) y Steglatro®(ertuglifozin). De estos, dapagliflozin y empagliflozin demostraron tener beneficio en fallo cardíaco sistólico y esto llevó a la aprobación por la FDA para tratar HFrEF. Farxiga® recibió la aprobación inicialmente en mayo de 2020 y Jardiance®, en agosto de 2021. Además, en septiembre del 2021, luego de la fase III del ensayo clínico EMPEROR-Preserved, la FDA otorgó la designación de Terapia Avanzada para empagliflozin como un tratamiento en investigación para pacientes de fallo cardíaco con fracción de eyección preservada o HFpEF (Tabla 1).

Varios de los estudios clínicos que han dado paso a esta nueva aprobación de los inhibidores de SGLT2 demuestran que esta clase tiene Los inhibidores de SGLT-2 fueron inicialmente aprobados para tratar la condición de diabetes mellitus tipo 2 (DM2); disminuyendo los niveles de azúcar al inhibir la proteína SGLT2 en el túbulo proximal del nefrón.

Varios de los estudios clínicos que han dado paso a esta nueva aprobación de los inhibidores de SGLT2 demuestran que esta clase tiene varios beneficios significativos a nivel cardiovascular.

varios beneficios significativos a nivel cardiovascular. Los SGLT-2 mostraron una reducción en todas las causas de muerte, en mortalidad cardiovascular, hospitalizaciones por fallo cardíaco en pacientes con la condición y disminución en la función renal. El mecanismo exacto a través del cual estos medicamentos ejercen estos efectos no se conoce claramente, pero se ha propuesto que esos beneficios pudiesen ser multifactoriales: (1) efecto diurético y antihipertensivo, (2) reducción de peso y mejor control glicémico y (3) aumento en la producción de hematocrito.

Las teorías más recientes que están siendo estudiadas sugieren que los SGLT2 le confieren efectos cardioprotectores directos a esta población de pacientes. Esos beneficios cardioprotectores se deben a que los SGLT2: (1) mejoran el sistema energético del corazón, (2) mejoran la homeostasis iónica del miocardio, (3) promueven la autofagia y, (4) promueven la regulación de los niveles alterados de leptina y adiponectina.

Estos mecanismos podrían explicar por qué se ha observado que los inhibidores de SGLT2 reducen la cantidad de hospitalizaciones en pacientes con o sin fallo cardíaco con una fracción de ejecución reducida independientemente si padecen la condición de DM2. Entre los estudios clínicos de mayor relevancia que reflejan el impacto clínico de esta clase farmacológica se encuentran DAPAHF, EMPA-REG y EMPEROR-Reduced. El primero de estos analizó el efecto de dapagliflozin (10 mg una vez al día) en pacientes con fallo cardíaco con y sin diabetes tipo 2. Dicho estudio constaba de 2,373 pacientes en el grupo experimental y 2,371 en el placebo, y una muestra con una edad media de 67 años y un 77% de hombres. El ensayo clínico DAPA-HF demostró que dapagliflozin redujo el riesgo de muerte y el empeoramiento de fallo cardíaco en un 26% en comparación con placebo, en tanto pacientes con y sin diabetes tipo 2. En cuanto al estudio EMPA-REG, en el mismo se analizó el beneficio cardiovascular de empagliflozin (10 o 25 mg una vez al día) en más de 7,000 pacientes. Dicha investigación demostró que hubo una disminución en la muerte cardiovascular, hospitalizaciones por fallo cardíaco y muerte por cualquier causa en los pacientes que tomaban este medicamento en comparación con placebo. En el estudio clínico EMPEROR- Reduced, que se publicó en el 2020, hubo una disminución en los mismos indicadores realizados en el ensayo clínico anterior (muerte cardiovascular y hospitalizaciones por fallo cardíaco) en un 25% en pacientes tomando empagliflozin independientemente de la condición de diabetes.

El fallo cardíaco es una condición debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo y alrededor de 6.5 millones en los Estados Unidos. Los inhibidores de SGLT2 han surgido como una posible opción de tratamiento para esta condición. Los estudios más recientes sugieren que estos fármacos pueden inducir efectos beneficiosos directos en condiciones cardíacas y renales, convirtiéndolos en una excelente opción para la condición de HFrEF y HFpEF, independientemente si los pacientes tienen o no el diagnóstico de diabetes. Los hallazgos de estos estudios y esta nueva aprobación de la FDA son de suma importancia ya que no se había aprobado un medicamento para fallo cardíaco sistólico desde el 2015; dando como resultado el que los SGLT2 sean recomendados para manejar esta condición y los riesgos asociados a la misma, en adición a su uso en pacientes con DM2.

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