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DELEGADO A LA CAMARA

JUAN EB. HUYKE

O viene á la cámara á buscar prestigio, porque lo tiene desobra, ni á acomodarse á las exigencias de los domina dores por impedirselo su independencia de carácter.

No hemos cambiado impresiones com él antes de escribir estas lineas y podemos, sia embargo, asegurar que viene á deferder, antes que los intereses de su partido, los altos intereses de su país. .

No es de ahora que conocemos á Juan B. Huyke, uno de los jovenes más ilusirados de la actual generación y de quien la patria puede esperar los más geñerosos esfuerzos en bien del progreso y de la liberdad, ae pespués de los periodistas y de los policías insulares, yo creo sinceraménte, que es de los maestros de quienes más se abusa bajo la bandera de las franjas y las es trellas.

No importa que traiga á la cámara la representación del partido unionista, para que le -hagamos desde estas columnas toda la justicia que merece. ".

Hay una clase en Puerto Rico que se llama el magisterio insular, de la que abusao, desde el Comisionado de Educación hasta el conserjede la escuela.

Presente el delegado por Mumacao un proyecto de ley, que permita á los maestro puert0¡¡:iqn¡_eños vivir como ciudadanos libres.

- 4ESCR|T0RA5 PUERTORRI UENAS AUSENTES a -

Carmela Eu'ate Sanjurjo.

IN TRE las hijas de este pais que han logrado ilustrar su nombre en los grandes . centros intelectuales de Europa figura Carmela Eulate. hija del héroe ilustre del l zzcaya. en la tragedia marítima de Santiago de Cuba.

, Nació en esta ciudad de San Juan, donde recibió la instrucción primaria. Después fué destinado su padre al apostadero de la Habana. y allí estudió Carmela historia, literatura, idiomas, música, dibujo y pintura. 'Cuando volvió á Puerto Rico se %allaba ya en los graciosos linderos de la adolercencia y la juventud, triunfaba ya en el dibujo y en el color. dominaba con hastante facilidad el piaro, traducía con gran acierto á varios poetas inglesesy franceses, L descubría con exactitud y gracia tipos y costumbres saiales. y escribíi ca-ntos cortos lleros de interés, y originalidac.

Más tarde las exigencias de la marina militar llevaron á su padre con un alto destino á lapenínsula española, é ingresando allí Carmela en el gran mundo, amplió considerablemente sus conocimientos, estudió la socie dad esp:fola en las cendicione: n ás 1i vc12b'es que pedíen .ofrecerse á su espíritu observador, y producto de estos estudios embellecides por su imagina- Í ción Creadora son sus novelas tituladas: u ;

La Mujñeca, La familia de Roóledo, Desilusión, Marqués y Marquesa, Conflicto de almas. etc. justamente celebradas ror la crítico de España y An érica. e

Joven de educación exquisita y de gran pureza de costumbres, Carmela no busca el éxito de sus obras describiendo aventuras desordenadrs ni episodics sargrienies. La acción de sus o'trisse desirrolla con naturalidad,admirable, los caracteres : ctuzn Jógiczme rte, sulengnaje es fluido y elegante sin afectación, y domina en todas sus obras un»amable savoír farse y un tan delicado gusto estético que constituyen su principal encanto.

Estos méritos de Carmelá Eulate en pleno fcrecimierto de su vida literaria, seguramente la coáducirán á nuevos y más importantes triurfos.

M. F: JUNCOS S

Nuestra Seccion Cientifica

Al frente de esta nueva sección de muestra revista. tan interesante como amena, está, desde hoy, el ilustrado puertorriqueño, Dire-tor del Laboratorio Químico, Rafael del Valle Sárraga, con cuya colaboración literaria se han honrado ya las páginas de ViD: ALEGRE.

Desde el momento que vieneá compartir con nosotros las tq_ruas del periodismo, ya lo consideramos como de la casa, y3áa circunstancia nos impide hacerle la justicia que merece, .que no envano dice el refrán, que para ser de la Casa. vale más ser del infierno.

Diremos sinembargo, qué procede Valle Sárraga, de la famosa univercidad: de Michigan una de las más acredit:.das de los Estados Unidosy sin disputa la que tiene en Puerto Rico más prestigiosa representación.

EVARISTO IZCOA DIAZ.

MI, que fuí fervoroso adepto de la Liga de Pztriotas Puertorriqueños y que soy uno de los ardientes enam rados del ideal de independercia para Puerto Ricv, me ha confiado el director de VipDA ALEGRE la honrosísima tarea de llenar una página de su Revista consagrada á los defensores del ideal. En estos momentos. en que se constituye. solemne mente la. Asociación Cívica Puertofriqueña , como un podero<o y eficacísimo auxiliar del Partido de Independencia, justo es. considerar á la naciente Asociación como legítima heredera de la Liga fundada por el patriota don Eugenio Maria de Hostos y rendir justiciero tributo á la memoria de los abnegados defensores del ideal saLto y bendito.

De los que tremolaron la hermosa y querida bandera de nmuestros sueños, surge, de entre las brrmas a del pasado, nimbada de brillante aureola, la varonil figura de Evaristo lzcoa Diaz.

El buen puertorriqueño, que, por amor á su patria, sufrió tan doloroso viacrucis, en pasados días de infausta dominación, fué víctima también de la injusticia y crueldades de los nuevos dominadores, que iniciaron su _conquista Con la sañuda persecución al i gran patriota.

En estos dias de renovación social, en estas horas del sublime despertar de muestro pueblo, no podemos levantar en alto la bandera del ideal ni podemos dar lecciones de civismo, cin recordar á los que fueron, antes que nosotros, defersores de la independencia de Puerto Ric;). y presentarlos, como modelos, á las presentes y á las futuras generaciones.

Y ninguno más digno del cariño, del recuerdo y de la veneración de sus cumpatriotas que el prisionero de Valladolid, por sus gritos de rebeldía contra el tirano, durante la dominación española; el valiente y patriota director de Z7 Combate y abnegado defensor de la dignidad puertorriqucña, en los primeros días de la presente dominación; el que, de su lecho de enfermo, ya casi moribundo, se levantó para enarbolar la bardera de Puerto Rico, como una protesta contra la nefanda usurpación de muestro derecho á la vida de pueblo libre.

No tanto, G2>bemadór

Ó Dice Mr. Colton hablande de las obras del riego, sin duda porque se lo han dicho.

Gran número de las pets¿uas empleadas en el Servicio de Riego, tanto .puertorrique. ñas como americanus, se han visto obligadas á vivir dentro de las mayores incomodidades: pero se han entregado á la labor por comple to, venciendo sinnúmero de obstáculos.

Que los puertorriqueños se hayan visto obligados á vivir dentro de las mayores incomodidades, nadie lo dudará; pero los americanos, mi querido Gobernador, saben nadar y guardar la ropa. Generalmente son mas fuertes al descanso que al trabajo.

Quizás, pues á mí no me gusta calumniar á nadie, sean lús del riego una excepción de la regla.

La canción del pálido

Publicamos en sitio preferente la bellísima composición de nuestro querido amigo Virgilio Dávila, premiada en el certamen del Casino de Mavagiiez y acerca de la cual emitió el jurado esta opinión.

<La canción del pálido,» en sonoros dodecasílabos, es una poesía encantadora, de altura de montaña, con alas y trinos de pájaro. Una verdadera canción, que parece venir perfumada y melancólica de un bosque, al. ritmo de una guitarra, pero que en la última estrofa ascierde al canto agudo y penetrante de un clarín>

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