AGUA DULCE

by Capitán Tony Tojdowski

Abril toma su nombre de la palabra latina “aperine”, que signi ca “abrir”, igual que hacen en esta época del año las ores del mango y las bocas de los peces hambrientos. Los romanos bautizaron abril en honor a la diosa Afrodita, que nació de la espuma del mar. Si los romanos vivieran en el sur de Florida hoy en día, habrían llamado a este mes “piscari hic”, que en latín signi ca algo como “pescado aquí”. A menudo considerado como el mejor momento para pescar grandes pavones y otras especies exóticas de agua dulce, viajeros de todo Estados Unidos acuden al sur de Florida para escapar del frío del norte y tratar de conseguir su mejor pavón.

Todavía se pueden encontrar grandes pavones desovando cerca de la orilla, así que busque rocas de color más claro, pues los peces limpian estas rocas de cualquier alga o musgo que crece en ellos, en preparación para poner sus huevos. Una vez que la hembra ha esparcido los huevos uniformemente por la super cie de la roca, el sol los calienta suavemente hasta que están listos para eclosionar. Este ciclo dura entre dos y tres semanas. Hasta que los huevos eclosionan, el macho y la hembra los custodian como gladiadores romanos, atacando a cualquier pez que se acerque.

Mi señuelo favorito para lanzarles es una cabeza de jig con punta de pluma de colores brillantes. Intento capturar al mayor de los dos padres, asegurándome de dejar a uno de ellos custodiando los huevos. Si ambos padres son sacados de la guardería, los resultados pueden ser catastró cos para los huevos no desarrollados. A menudo, un rey midas (midas cichlid) estará observando y esperando cerca la oportunidad de comer algunos huevos frescos libres de jaula.

Usualmente pesco con clientes que dicen, después de un día de captura de múltiples peces de más de 20 pulgadas, lo especial que es la pesca aquí en el sur de Florida. Un típico charter de cuatro horas resultará en más de 30 peces, con 2 a 3 de ellos en la categoría de “montar de pared”. Abril es de hecho una época especial del año aquí en Miami y ningún pescador debe perdérsela, especialmente si nunca ha atrapado un pavón.