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5.5. Diagnóstico y seguimiento durante el embarazo

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Glosario del VIH

Glosario del VIH

En caso de infertilidad o después de la aplicación sin éxito de autoinseminaciones durante aproximadamente 1 año, se orientará la pareja hacia la técnica de reproducción asistida más adecuada. Ambos miembros de la pareja están infectados por el VIH

En general se puede plantear la concepción natural con relaciones desprotegidas. En caso que el curso de la infección o el patrón de resistencias del VIH sean muy distintos entre ellos, podrían plantearse técnicas de lavado seminal o de autoinseminaciones para evitar la superinfección por el VIH del otro miembro de la pareja.

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5.5. Diagnóstico y seguimiento durante el embarazo7

Como parte de la atención prenatal, de forma rutinaria se incluye la realización de la prueba del VIH a todas las mujeres embarazadas (primer y tercer trimestre). La realización de esta prueba ha reducido el número de bebés nacidos con el VIH en España. Diagnosticar el VIH durante el embarazo permite que la madre pueda recibir el tratamiento antirretroviral lo que también protege al bebé. Esto es posible porque cuando la infección está controlada, las tasas de transmisión del VIH al bebé se reducen de forma espectacular (inferior al 1%).

Si se recibe el diagnóstico durante la gestación, se debería recibir también counselling y atención especial. Lo más importante sobre la transmisión vertical del VIH no es cómo sucede, sino cómo se puede prevenir y esto se puede hacer con antirretrovirales. Tanto el embarazo como la atención del VIH requieren que se lleve a cabo un buen seguimiento del estado de salud de la madre. Sin embargo, las mujeres gestantes con el VIH no necesitan recibir ningún seguimiento adicional relacionado con su infección distinto al que tendrían si no estuviesen embarazadas.

Si no se alcanza una carga viral indetectable en la semana 36, algunos médicos pueden recomendar que se haga un CTF (control terapéutico de fármacos). El CTF emplea análisis de sangre para comprobar si tu organismo está absorbiendo la cantidad adecuada de un medicamento. En ocasiones, los niveles de fármaco, sobre todo los inhibidores de la proteasa, pueden variar mucho de una persona a otra y tienden a ser más bajos durante el embarazo. A veces, puede ser necesario ajustar la dosis. El médico también debería hablar contigo acerca de la adherencia al tratamiento.

Además del cuidado del VIH, te harán pruebas para descartar la presencia de hepatitis, sífilis y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), anemia y tuberculosis (TB). Las enfermedades de transmisión sexual y las infecciones vaginales pueden aumentar el riesgo de transmisión del VIH.

7. VIH, embarazo y salud materna. Guía básica para mujeres con el VIH. Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (GtT-VIH).

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