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Breve historia e importancia Puertorriqueños que han trabajado ilustraciones botánicas para
Breve historia e importancia
Ahora, hablemos de los orígenes del arte botánico. Desde el comienzo de la agricultura, fue necesario aprender a identificar las plantas que servían de alimento, de medicina o que representaban peligro. En la época minoica (3000-1500 AdC) las plantas se podían encontrar de forma decorativa en jarras y murales. Pero la primera documentación de plantas para uso medicinal se encuentra en piedras talladas en el templo de Tutmosis III en Egipto (siglo XV AdC). Siglos más tarde, en el año 50 d.C aparece un libro de Dioscórides llamado De Materia Médica, donde se encuentran lo que se consideran los ejemplos más antiguos del uso de la ilustración botánica. En él, las plantas se clasifican según su uso: medicina, veneno o alimento. Esta forma de usar la ilustración botánica fue la que dominó hasta la llegada del Renacimiento en el siglo XV. En el Renacimiento los artistas como Leonerdo Da Vinci se dieron cuenta del potencial estético de la naturaleza y comenzaron a incluir plantas en sus pinturas religiosas.
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Cuando los imperios europeos empezaron a crecer, las plantas y las flores se convirtieron en símbolos de poder y prestigio al nivel del oro y las joyas. La primera antología del mundo de ilustraciones florales ornamentales que se conserva es un libro realizado por el alemán Basilius Besler (1561–1629) que documenta la colección de plantas exóticas del príncipe obispo Johann Konrad, del palacio Willibald Burg en Alemania. Por primera vez en la historia, las plantas se pintaban simplemente por su belleza. En el siglo XVII, en Francia, los reyes exigieron a los mejores artistas del país que pintaran la naturaleza. Durante dos siglos, se pintaron casi 7000 vitelas que capturaban la variedad de flores que se valoraban en la época.
La época dorada de la ilustración botánica, surgió gracias a Georg Dionysius Ehret, artista, botánico y entomólogo alemán. Aprendió de los maestros franceses a plasmar las plantas con sus pinceles, y tal fue su contribución a la botánica que un género de plantas fue bautizado Ehretia en su honor. Fue el botánico, zoólogo, taxónomo y médico sueco, Carl Linnaeus, quien le enseñó a Ehret exactamente qué pintar en sus composiciones. Linnaeus ideó el sistema en el que los detalles científicos importantes de una planta se pintaban junto a las ilustraciones principales.
El ilustrador botánico puertorriqueño de mayor importancia en la historia de nuestro país ha sido el Dr. Augustín Stahl (1842-1917). Nacido en Aguadilla, se considera el primer científico de renombre en Puerto Rico. Los estudios de Stahl representan el primer intento de documentar la flora puertorriqueña. Sus Estudios Sobre la Flora de Puerto Rico, publicados en seis folletos (1883 a 1888), constituyen la primera flora para la isla. La flora nunca se terminó y los cientos de ilustraciones y acuarelas preparadas para acompañar su texto nunca se publicaron. Se conoce de la existencia de 750 acuarelas creadas por el doctor. Como dato curioso, el Dr. Stahl fue el primero en traer la tradición del árbol de navidad a Puerto Rico. Para el año 2013, el artista puertorriqueño Rafael Trelles le hace un homenaje al Dr. Stahl, creando la serie Flora: Un encuentro con las acuarelas de Agustín Stahl. La serie consta de 20 dibujos de retratos contemporáneos a lápiz que acompañan las acuarelas de Stahl.
Hoy en día la ilustración botánica no tiene la misma importancia para la comunidad científica que tenía antes debido al uso de la fotografía para documentar plantas de una manera muy detallada. Sin embargo, las plantas siguen siendo una gran fuente de inspiración en muchos
campos del arte y del diseño: Rey Xavier Pérez, Rosaura Rodríguez, Stephanie Cavina, Giovanna A. Rodríguez, Karla Claudio Betancourt, Cristina Muñoz Laboy, Vero Rivera, María del Mar Lugo, entre muchos otros son ilustradores contemporáneos puertorriqueños y puertorriqueñas que trabajan la flora y la fauna local.