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1. Presentación Tío Alberto y Alcaldesa
Las calles de la CEMU notaron la ausencia de los escolares externos
PRESENTACIÓN Apart but together.1
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Encaramos el año 2020 con entusiasmo, animados de solemnidad, dispuestos a preparar y engalanar la CEMU para celebrar nuestros cincuenta años de vida.
En uno de los vídeos de promoción expresé ese sentimiento que tenía mucho de sobrevivencia tras la dura travesía, salvando obstáculos que solo nuestra fe nos hacía ver superables.
Nuestro cielo parecía, de nuevo, despejado. Pero a los dos meses del inicio del año, oscuros nubarrones mediáticos comenzaron a presagiar que algo grave iba a trastocar esa celebración, por lo contrario: incertidumbre y duelo.
Las noticias hablaban de un virus letal prófugo de unos laboratorios farmacéuticos de Wuhan, ciudad china de estridente y alienante diseño urbanístico -todo un hito de ostentación hortera, paradoja metáfora comunista del capitalismo insostenible- y se expandía imparable por la aldea global. ¿Había sido un accidente, o estaba marcando China las pautas de un nuevo orden mundial implacable y selectivo? Aceptemos por sosiego la hipótesis menos inquietante de la negligencia; de cualquier manera, también un aviso al navegador...
Asimismo, puede resultar intrigante y sorprendente, la anécdota de que hace una década levanté en la CEMU, un hito escultórico que llamé Elogio al Planeta Azul, cuyo elemento principal del conjunto, es exactamente una representación del voraz “bicho”, coronando el báculo central, del que emana el agua de aportación al estanque circular de la base. Cuando me preguntan el “por qué” de esa ocurrencia premonitora, digo, con sorna, que quise hacerle ese homenaje por lo respetuoso que iba a ser con nuestro futuro: los niños y la tierra… ¡La cruda realidad es que está siendo muy alto el tributo para que la tierra respire y la gente se quiera!
También es inquietante el hecho de que, exceptuando a los mandarines de la nación China, tan negligentes como e cientes en dar la respuesta adecuada a la amenaza, el resto de los mandatarios de la tierra no han estado a la altura de las circunstancias.
Y desasistidos de infraestructura médica y sin capacidad de reacción, todos, salvo excepciones, lo han hecho tarde y mal, causando millones de muertes evitables. Afortunadamente, muchas de sus instituciones no gubernamentales, grandes empresas e iniciativas colectivas, también supieron hacer lo correcto y aliviaron así la carga a los estados desbordados, evitando un daño aún mayor.
La CEMU ha sido una de esas excepciones. Porque, debido a los parámetros que me condicionaron a diseñarla en los años setenta, la vida de los ciudadanos cemuneros, cuidados y cuidadores, no se vio muy afectada por la pandemia ni el estado de alarma, que transformó cada hogar en una prisión necesaria.
El parámetro principal fue mi convicción, dada la deriva insostenible

La Escultura-Fuente: Elogio al Planeta Azul fue diseñada y erigida en 1990 Una ciudadana haciendo deporte “con nada” en la CEMU
Los niños, niñas y adolescentes de la CiudadEscuela “asistían” cada día al cole, desde sus residencias
CEMU 2020

del sistema, de que el colapso que hemos sufrido se produciría tarde o temprano, aunque pensé que su causante sería la fatiga energética, como expresé en la Memoria Explicativa del proyecto, d iseñado como una CPFMU (Ciudad Protección Focalizada Muchachos), del que hablé extensamente en la memoria del año 2019. Ninguna circunstancia ajena a la CEMU, pues, urdida más allá de sus aduanas, podrá jamás afectar demasiado a sus habitantes, negarles a seguir viviendo y jugando al sol o a la sombra de los árboles, a voluntad… Yo fui uno de esos ciudadanos bene ciados. Durante el estado de alarma, seguí oyendo desde mi ventana el trinar de los pájaros, y las voces de los pavos reales y los niños -aunque menos- jugando; y, más que nunca, el rumor de los árboles y el trasiego de los trabajadores de retén, y sus vehículos y herramientas, especialmente el cortacésped de Óscar que me regala muchas mañanas el aroma de la hierba cortada... Aunque sí añoraba algunas señales de vida, como el sonido dulce y el de la auta del a lador-paragüero, cada mañana recorriendo Doctor Fleming y el más cercano y melódico de la megafonía compartida del Concepción Arenal con la voz de Louis Armstrong cantando “What a Wonderful World”…
Gracias también al aislamiento obligado, he conseguido terminar mucho trabajo acumulado. El Yin y el Yan: En la oscuridad también hay puntos de luz. Solo en el horizonte, el skyline del Severo Ochoa y el continuo lamento de las ambulancias me estremecían, me recordaban el in erno que el hombre se empeñaba en construir ahí fuera...
Aun así, favorecidos por este ambiente físico protector, los adultos en activo de la CiudadEscuela, sobre todo los de vanguardia, equipo de educadores a la cabeza, debieron trabajar duro, exponer sus vidas, para evitar el contagio del enemigo exterior. Aunque la mayoría de los educadores soportaron la carga con valentía y dignidad -como los médicos, los sanitarios, las policías, los trabajadores esenciales- y no quisieron dejar desasistidos a “sus niños”...
Los primeros momentos fueron especialmente difíciles. Con el colapso de los centros médicos, el sentimiento de indefensión era desesperanzador. El Hospital Severo Ochoa y nuestro Centro de Salud, con los que hasta entones habíamos tenido una relación continuada y e caz, dejaron de estar disponibles. Y, cuando algunos niños daban los síntomas alarmantes e intentabas pedir ayuda por teléfono, pasaban días sin que nadie contestara a nuestras llamadas. Y cuando lo hacían, tras oírnos sucintamente, nos aconsejaban que siguiéramos guardando el protocolo casero. Ya solo dependíamos de nuestros recursos para defendernos de la amenaza viral.
Entre ellos la propia praxis educativa; los hábitos internalizados de higiene y las medidas sanitarias preventivas que, desde hace años, los niños cemuneros ya las tienen como “Norma” en su Constitución, las recuerdan en sus asambleas y las practican. Solo debieron hacerlo más escrupulosamente que nunca y hacerlas seguir a los más pequeños… Naturalmente hubo que complementarlas con otras más incomodas de seguir, como reducir a lo imprescindible los contactos físicos, los afectuosos en especial -tan necesarios para el alma y la mente-, e imponerse el uso de la mascarilla. Y todo fue más fácil cuando los gobiernos, central y autonómicos, comenzaron a controlar la situación caótica inicial y empezamos a contar con mucha ayuda exterior: de los sanitarios y de la policía, a nuestra disposición, en segundos, cuando la requerimos por algún problema con los niños rebeldes. Excepciones, porque desde el comienzo de la pandemia, la mayoría de los ciudadan@smuchach@s han tenido un comportamiento ejemplar y han entendido su deber (por el bien de todos y solidaridad con los que arriesgan su


Los residentes se libraron de sus deberes caseros
vida por ellos) de cumplir con las normas que las autoridades sanitarias establecieron. E importante empezó a ser la ayuda de los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, que nos recogían accidentalmente en centros especiales a los niños y niñas que iban dando positivo. Porque, aunque con el aislamiento obligado nos habíamos librado del contagio exterior, al terminar, a través del “caballo de Troya” de los familiares, comenzó el virus a entrar en la CEMU.
En el área del colegio, el equipo de maestros, coordinados con el resto -educadores y servicios- se encargó del protocolo de los alumnos, en las áreas comunes de recreo y en las aulas, en las entradas y salidas

Después de años, una golondrina volvió a anidar en la CEMU Las aulas vuelven a llenarse de alumnos internos y externos

de los alumnos, en los comedores improvisados, cuya comida era transportada desde las cocinas...
El tiempo y el sentido común irán poniendo las cosas en su sitio. Aprenderemos a “convivir” con el “okupa 19” … Y a sufrir un mundo con niños sin cara, distanciados entre sí, alejados de nosotros, familiares y educadores, de nuestro cariño de ida y vuelta, de las despedidas afectuosas de cada día ...
Y nosotros, por lo pronto, reconfortémonos con las “señales” esperanzadoras que nos llegan. Un día de septiembre, a través de la ventana, empecé a escuchar de nuevo, por primera vez desde el origen de la pandemia, la dulce y lejana melodía de la auta del a lador. Y a Louis Armstrong, recordándonos de nuevo que el mundo seguía siendo wonderful. Los sonidos de la mañana comenzaban a completarse. Y otro buen augurio: después de años sin que las golondrinas volvieran en primavera a anidar en nuestros atrios, vimos que al menos una comenzaba a construir su nido. La sensación de alivio que sentí debió ser similar a aquella que confortó a los marineros del Arca de Noé al ver volar sobre el cielo ya despejado la paloma de la paz... Anuncios de vuelta a la normalidad.
Y una re exión necesaria. Para recordar a nuestros líderes políticos que el “Virus del Hambre y de las Muertes Curables” ha sido y sigue siendo la gran pandemia infantil: 30 niñ@s por minuto son sus víctimas... ¿Hasta cuándo, sólo el hecho de no sentirnos -nosotr@s y nuestr@s niñ@s- amenazados por él, nos impedirá movilizar las mismas conciencias y parecidos recursos capaces de borrarlo también de la tierra?

CEMU 2020
Presentación de la Alcaldesa de los Muchachos
Hola a todos y todas. Me llamo Elisabeth y soy Alcaldesa de la CiudadEscuela en estos momentos difíciles de pandemia. Mi función consiste en presidir las Asambleas semanales y extraordinarias, ayudar a todos los ciudadanos en los problemas que puedan tener, prestar mi apoyo a todos los educadores e intentar desarrollar nuevas ideas que puedan hacer de esta ciudad un lugar mejor. A causa del COVID-19, hemos tenido que renunciar a hacer las Asambleas todos y todas juntas. También nos hemos conformado con hacer las reuniones por residencias y de forma individual. Ha sido difícil sobrellevar esta Corporación Municipal de la CEMU situación porque he tenido que prescindir de parte de mi Corporación para poder cumplir con las medidas de seguridad.
Comencé con un equipo de grandes compañeros, de los que me siento muy orgullosa por el compromiso que demostraron, desarrollando nuevas ideas y con un alto grado de implicación en los problemas del día a día. Trabajando para que en la CiudadEscuela reinara un buen ambiente y convivencia positiva. En un primer momento, mi Corporación Municipal la componían:
Vicealcalde: Nilson, ciudadano de la Residencia Padre Silva que se encargaba de comunicar todo lo que hablábamos en las reuniones de la Corporación Municipal. También de apoyarme en mis responsabilidades y cumplir el papel de Alcalde en los momentos en los que yo no pudiera hacerme cargo de mis responsabilidades. Este cargo se quedó vacío cuando Nilson cumplió su mayoría de edad.
Concejala de Ciudadanía: Melissa, ciudadana de la Residencia Andrés García-Quijada, que suele felicitar los cumpleaños, y da la bienvenida a los niños y educadores que llegan nuevos a la Asamblea Semanal. También se encarga de leer los artículos de La Constitución del Niño escrita, diseñada y dibujada por nuestro entrañable Tío Alberto.
Concejala de Hacienda: Lucía, ciudadana de la Residencia Andrés García-Quijada. Ella recogía las grati caciones semanales de los muchachos y las repartía a cada residencia como recompensa por el esfuerzo que los muchachos habían puesto para realizar sus responsabilidades del día a día. También se encargaba de comunicar en las Asambleas los gastos semanales como: grati caciones, gastos en compras, excursiones, etc. Y los descuentos que han tenido que realizarse por el incumplimiento de normas. Lucía cumplió la mayoría de edad y esta función hemos tenido que hacerla entre la secretaria y yo como Alcaldesa.
Promotor de Orden: Gustavo, ciudadano de la Residencia Padre Silva, que se encarga de velar por el orden y la convivencia entre todos, interviniendo cuando surge algún con icto, ejerciendo una postura mediadora y paci cadora. Propone soluciones, intenta aconsejar, siempre contando con el apoyo y la orientación de los educadores.
Concejal de Barrios: Sergio, ciudadano de la Residencia Padre Silva, suele dar la palabra a los delegados de residencia y entrega la lista de desperfectos a los responsables del equipo de mantenimiento.
Secretaria de Audiencia: Nerea, ciudadana de la Residencia Andrés García-Quijada, recoge todos los temas que se hablan en la Asamblea y los redacta en el Acta para poder leerlos en la siguiente Asamblea.
Con esta corporación comencé mi legislatura, pero hace un año, llegó la pandemia mundial que nos obligó a hacer reajustes para adaptarnos a esta nueva situación. Unos nos dejaron por mayoría de edad y otros por no poder juntarnos en las reuniones. Hemos tenido que llevar la responsabilidad entre Nerea, la secretaria, y yo como Alcaldesa.
El ser Alcaldesa de esta ciudad me da la oportunidad de agradecer todo lo que me ha proporcionado la CEMU. Me está ayudando mucho a mejorar como persona, ser más responsable, ganar con anza en mí misma, madurar y luchar por lo que quiero.
Gracias a todos por hacer que la CEMU sea un sitio lleno de ALEGRÍA, AMOR, PAZ, JUSTICIA, FE y LIBERTAD.


La CiudadEscuela cumple 50 años de historia
Érase una vez un hombre y su sueño…
Un hombre espigado y fuerte, tan alto como los robles de su tierra natal, cuyos lentes simulaban dos bolas de cristal donde uno puede vislumbrar su futuro, y cuyo rostro siempre se adornaba de un bigote que como dos brazos amigos custodiaban sus labios…
Y sucedió que, durante uno de esos muchos paseos estivales en compañía de su hermano menor por los alrededores de León, se encontró con una troupe circense de trapecistas, malabaristas, funambulistas… Muchachos que con sus jóvenes y atléticos cuerpos le dibujaron su sueño en el cielo.
Y así comenzó todo hace 50 años. Ese hombre decidió compartir su sueño. Tomó una hoja en blanco y dibujó con trazos limpios y libres su sueño, para que otros le ayudaran a construirlo…
Esta es la historia de la CiudadEscuela Muchachos.
La CiudadEscuela Muchachos (CEMU) nació en Leganés el año 1970. Alberto Muñiz Sánchez (Tío Alberto), su fundador, había sido durante 15 años arquitecto y director técnico y artístico de Benposta y de su espectáculo-mensaje itinerante «Los Muchachos».
La CEMU acoge, protege y educa a niños, niñas y adolescentes con di cultades sociales adaptativas en camino a su integración, así como a estudiantes externos. En el centro escolar y los talleres formativos de la CEMU es donde se realiza esta integración social, que es una de las razones por la que nuestra metodología se ha demostrado efectiva a lo largo de tantos años. Cada nuevo curso y a diario, unos 400 chicos y chicas viven aquí o acuden a la CiudadEscuela a estudiar, a formarse o a divertirse. De esta manera, todos crecen juntos y comparten su tiempo, estudios, juegos y anhelos.
La CiudadEscuela está diseñada para facilitar el desarrollo de los ambientes magistrales de los que se sirven los educadores para formar a niños y niñas. Por eso, se ha construido un Ambiente Físico de ciudad que facilita la emergencia del Ambiente Psíquico-emocional. Su combinación es imprescindible para conseguir la educación integral de los muchachos.

Ayuntamiento de la CiudadEscuela. Dibujo de Tío Alberto
Una ciudad soñada hecha realidad de la que surge y a partir de la que se desarrolla la teoría educativa democrática de la CEMU: el Juego Ciudadano y sus reglas, que permiten el autogobierno y fomentan la autorresponsabilidad de los propios muchachos. Todos los CEMUneros –muchachos y adultos– eligen a los representantes municipales, aunque sólo los menores de 18 años pueden optar a cargos en la Corporación Municipal y dirigir las Asambleas y los Barrios. “Yo mismo” obra de Tío Alberto
En la CiudadEscuela, el niño crece como en los pueblos, donde todavía vive y aprende en armonía con su entorno ciudadano, con sus vecinos, sobre su historia y su paisaje.
A principios de año, teníamos una amplia agenda de actos para conmemorar el 50 Aniversario de la CiudadEscuela, pero el coronavirus llegó a Europa en marzo y se tuvieron que dejar atrás las celebraciones del medio siglo, en espera de mejores momentos para festejarlos.
Queremos agradecer a todos los profesionales (educadores, profesores, personal de administración, aduana, mantenimiento y limpieza, etc) que han formado parte de estos 50 años de historia gracias a su trabajo, su esfuerzo y su contribución personal para que después de tanto tiempo sigamos en pie. Por supuesto, no nos olvidamos de las instituciones públicas y privadas que nos apoyan económicamente, así como de los colaboradores y voluntarios porque sin su desinteresada contribución este sueño no hubiera sido posible.
Han pasado 50 años desde que los primeros cemuneros celebraron elecciones por primera vez para elegir a su Alcalde en la primera CEMU, localizada en la Plaza Fuente Honda de Leganés. Más de 30 son los chicos y chicas que han realizado con orgullo su labor de primer edil de la CiudadEscuela Muchachos.
La CEMU lleva 50 años formando en valores, educando en democracia, educando en igualdad; en suma, 50 años de compromiso con niños, niñas y adolescentes. Decidimos crear unas pancartas e instalar en los principales edi cios de la CiudadEscuela (Ayuntamiento, Aduana, Colegio CEMU y Albergue) para así compartir con todos los ciudadanos este 50 cumpleaños.


Los niños y niñas en el Ayuntamiento de la CiudadEscuela con la pancarta “50 Años Educando en Democracia”
CEMU 2020
Exposición fotográ ca 1970 – 2020 en el museo de la CEMU
A nales de año de 2020, con todas las medidas de precaución, inauguramos la Exposición Fotográ ca como homenaje a nuestro 50 Aniversario. El único entorno físico que nos ha permitido organizar la situación sanitaria estará abierto permanentemente para que se pueda visitar en grupos reducidos.
Unos meses antes de 1970, se había elegido la primera Corporación Municipal de la CiudadEscuela Muchachos. Desde hacía un tiempo y hasta ese momento, chicos y chicas de Leganés se reunían en el estudio de arquitectura de Tío Alberto. Algunos de ellos estudiaban becados por él. Allí, estos adolescentes realizaban sus asambleas, debatían sus problemas y compartían sus anhelos…Gracias a la comprensión de su compañero y socio Andrés García-Quijada, Tío Alberto compaginaba la gestión de su empresa con la dirección técnica y artística del Circo de los Muchachos, el más conocido de los proyectos de Benposta, Nación de Muchachos, obra social fundada en Orense por el Padre Silva.

Elecciones municipales. Año 1974
1970 – 1979

Boda Tío Alberto y Maía en La Catedral del Niño

Colegio. Bosque de puntules
1980 – 1989
El sueño de una ciudad física construida a tamaño de niños, niñas y adolescentes comienza a tomar forma desde la colocación de la primera piedra. Una ciudad enseñante situada en los aledaños del pueblo de Leganés, levantada con la colaboración de los mismos muchachos, donde podrían vivir y educarse en libertad.





1990 – 1999
En los primeros años de esta década, el proyecto se pone a prueba, pero sale airoso gracias a la e caz labor de los jueces y al amplio apoyo social con el que cuenta. En 1990, Pepe R. Pasamar es elegido nuevo secretario general. Un año más tarde, un extraordinario elenco de artistas se suma al sueño de Tío Alberto y ofrecen un concierto a bene cio de la CEMU: Miguel Bosé, los Hombres G, Toreros Muertos, Ketama y Coque Maya…
2000 – 2009
En 2006, se constituye la Fundación CiudadEscuela Muchachos (CEMU) con la incorporación de nuevos amigos comprometidos, lo que debe dar estabilidad al proyecto a largo plazo.

Rodaje “Volando Voy”
2010 – 2020
Esta década estuvo marcada, como la historia de España, por la ascensión de S.M. el Rey Felipe VI al trono en el año 2014. Precisamente, Tío Alberto, acompañado de Maía Ordóñez, asistió como invitado a la recepción ofrecida a las organizaciones del Tercer Sector en el Palacio Real del Pardo con motivo de la coronación.