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El testamento , Lucia
from ACOSO ESCOLAR
EL "TESTAMENTO" DE LUCÍA, LA NIÑA QUE SE SUICIDÓ POR BULLYING
"Mi vida es una montaña rusa. " afirmaba la niña que sufría acoso escolar en Murcia. "Quiero que algo cambie. Ella se suicidó por culpa de otros" , asegura la madre.
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Empecé a odiarme a mí misma” Esto es lo que dice aquella carta: "Apenas quedan dos días para que acabe el 2016. Mi vida es como una montaña rusa. Nunca sé cómo va a ir. Este año empezó mal. En mi antiguo instituto empecé a darme cuenta de que no era tan bonito como imaginaba. Vinieron muchos problemas. En el instituto Ingeniero de la Cierva no tenía a nadie. Sólo me hablaban para insultarme. Empecé a odiarme a mí misma. Luego pude olvidar a gente que nunca debió estar en mi vida. Llegué a mi nuevo instituto y dos chicas maravillosas me acogieron. Yessi y Thais, os quiero. Pero llegó agosto. 29 de agosto, y todo fue oscuro. Y no quiero acabar sin mencionar a mi familia, los cuales me apoyan y me aguantan día tras día. Os quiero. Gracias a todos" El martes 10 de enero Lucía, una murciana de 13 años, se quitó la vida en la habitación de su propia casa mientras su madre dormía la siesta. Se suicidó como consecuencia del acoso escolar provocado por varios excompañeros de su anterior instituto.
Su testamento lo dejó hecho dos días antes de que terminara el año. En aquella carta, escrita durante las vacaciones de Navidad, relató sus penas con crudeza.
Al día siguiente de su muerte, sus familiares la velaron. La incineraron una jornada más tarde. Sus padres recogieron sus cenizas la mañana del viernes de la semana pasada. Sólo un par de horas después de aquello, atendieron a los periodistas por primera vez.
Dentro de la casa, la habitación de Lucía ha cambiado con respecto a hace una semana. Aunque sus libros de Harry Potter y sus discos de rock siguen apilados en una estantería, su madre se ha deshecho de la litera en la que dormía y ha regalado su ropa a varias de sus primas.
“No podía ver su cama. Era inaguantable” , dice María Peligros, que al instante calla y se queda ensimismada con la mirada perdida. No hace falta preguntar la razón: la niña se ahorcó con una correa atada a la litera.
La madre de Lucía encontró el escrito de su hija el viernes 13 de enero. Fue a mitad de mañana. Ella y su esposo habían regresado del cementerio de enterrar las cenizas de su hija.
María Peligros, deseosa de encontrar algo que le consolara y le aportara alguna explicación al suicidio de la niña, comenzó a rebuscar entre sus cosas. Encontró la misiva de despedida en las últimas hojas de su libreta de la asignatura de Inglés. Tenía fecha de 29 de diciembre de 2016. En ella Lucía hacía balance del último año, en el que conoció el infierno y también rozó la salvación.
Pocos días antes -el 21 de diciembre- una limpiadora del Instituto Cascales, donde estudiaba ahora, encontró tirada en el suelo otra carta de Lucía. No se sabe cuándo la escribió. Decía así: "Me siento sola (…) No quiero hacer sufrir a nadie de mi familia (…) Si queréis verme, tendréis que visitar mi tumba" .
