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Anciana 80 años sigue presa y nieta se quedó con su casa

Octogenaria fue acusada de amenazar nieta con un machete el 24 de diciembre y desde entonces está en la cárcel, pero nieta tenía orden de desahucio de la vivienda de la señora, denuncia la Organización Pro-Derechos de Nuestros Ancianos, hay vista

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María Parrilla Álamo, de 80 años, sigue presa en Bayamón.

En Nochebuena encerraron en la Cárcel Regional de Bayamón a María Parrilla Álamo, acusada por amenazar a su nieta con un machete y no poder pagar los $20,000 que le impusieron de fianza. Los hechos habían ocurrido un día antes, el 23 de diciembre. Nueve días han pasado y desde entonces, la octogenaria sigue presa, pero el caso tiene unos ribetes que ponen en tela de juicio el abandono a los envejecientes, la crisis social y la inacción de agencias del gobierno como el Departamento de la Familia.

La nieta, Sol Rivera Álamo, de 35 años y el hijo de ésta de cinco, se quedaron viviendo en la casa de la abuela. Nunca trascendió que contra esa joven pesaba una orden de desahucio emitida por el tribunal desde el 1ro de diciembre, para que ella abandonara la casa de su abuela a donde se había mudado a la fuerza. Al final, en un evento confuso, acusaron a la abuela, llegó la Policía, la metieron presa y la nieta se quedó con su propiedad.

Esto hechos ocurrieron en una residencia rural, de dos pisos, ubicada en el barrio Los Dolores en Río Grande.

“Me preocupa la vida de esta señora. Este caso es una gran injusticia que demuestra el abandono que hay con los viejitos de este país”, dijo Noemí Rodríguez quien lleva días buscando cómo ayudar a la octogenaria. Rodríguez dirige la Organización Pro-Derechos de Nuestros Ancianos (OPA) y ha estado intentado ayudar. “Me preocupa que la víctima aquí realmente es la abuela, esa señora de 80 años”.

Es probable que mañana 4 de enero haya una vista en el tribunal de Fajardo para determinar si Parrilla Álamo sale de la cárcel hacia un hogar en lo que la nieta consigue una vivienda y en lo que se ve la vista formal por su caso, agregó. Esa otra audiencia está pautada para el nueve de enero ante el juez Orlando Puldón, explicó Rodríguez, quien dijo que obtuvo esa información del personal de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL) que representa a la octogenaria e investigaba sobre su estado de salud. El caso fue referido al Lic. Francisco J. Esquilín (RUA 22767) de la SAL, agregó la activista de la OPA.

“Yo estuve hoy en la Sociedad para la Asistencia Legal porque he seguido investigando y pude entrevistar a la nieta. La información que ella me dijo es bien conflictiva y demuestra que aquí están pasando unas irregularidades con esa señora de 80 años”, dijo Rodríguez. “Es injusto que se trate de esa forma a una persona de tan avanzada edad cuando hay otros elementos pasando”.

Entre las cosas que Rodríguez corroboró está el hecho de que funcionarios del Departamento de la Familia visitaron el hogar de la envejeciente en el verano, tras una pesquisa que había iniciado con una querella en la Policía Municipal de Río Grande. No encontraron nada.

“Eso fue porque unos policías municipales encontraron a la señora llorando. Cuando le preguntan, ella dice que la nieta no se quería ir de su casa y que ella le tenía miedo a la nieta”, dijo Rodríguez.

Parrilla Álamo manejaba su carro y con los policías llegaron hasta la casa, pero en aquel momento la nieta no llegó.

Posteriormente la nieta llega y la dijo que no sabía nada y que su abuela tenía problemas de salud mental. La Policía refirió a Familia, pero los funcionarios de esa agencia no encontraron nada y cerraron el caso.

Otro elemento en el drama familiar es que Rodríguez encontró que Parrilla Álamo tiene una hija que está presa por haber intentado quemar vivo a un vecino. Esa hija es la madre de Rivera Álamo, quien permanecía en la casa de la abuela.

“Yo le pregunté a la nieta si la señora tiene más familiares por qué nadie sale, ella me dijo que es porque quizás todos quieren quedarse con su casa”, dijo Rodríguez.

“Esta señora vive en un campo, en una zona rural, donde es normal que tengan machetes para atender sus plantas. Hay qué ver qué pasó en esos hechosy si está presa injustamente por un abuso. Por eso vamos a seguir empujando para que se acabe esta indiferencia con los viejitos”, agregó Rodríguez.

Pospone para febrero caso contra anciana de 80 años

La vista judicial se pospuso para el 2 de febrero por falta de detalles sobre el caso de abuela acusada de intentar agredir con machete a nieta; Departamento de la Familia no estuvo allí, abuela permanecerá en hogar no en la cárcel

La acusada María Parrilla Álamo y Noemí Rodríguez, portavoz de la OPA

(NOTA: Esta noticia fue publicada en Substack - https://sandrarodriguezcotto.substack.com/ p/pospone-caso-contra-anciana-de80?sd=pf)

El juez Orlando Puldón del Tribunal de Fajardo pospuso para el próximo dos de febrero la vista para determinar si hay causa para juicio contra la octogenaria María Parrilla Álamo, acusada de amenazar de muerte a su nieta con un machete. En el interín, la nieta, Sol Rivera Álamo, de 35 años, sigue viviendo en la casa de su abuela, a pesar de que existe una orden de desahucio en su contra desde el primero de diciembre de 2022.

Este complicado caso de familia refleja la crisis que enfrentan los envejecientes. La abuela, de 80 años de edad, permanecerá en un hogar al que fue removida en la tarde del viernes tras insistencia de miembros de la Organización ProDerechos de Nuestros Ancianos (OPA), quienes acogieron el caso tras conocer que la señora llevaba encerrada en la cárcel regional de Bayamón desde Nochebuena.

La Sociedad para la Asistencia Legal se hizo cargo de la representación de Parrilla Álamo, pero no se obtuvo reacción por parte de los abogados.

A la vista de esta mañana no compareció personal del Departamento de la Familia, a pesar de que es un caso con diferentes vertientes de supuesto maltrato. La nieta Rivera Álamo tampoco estuvo presente.

Rodríguez, por su parte, criticó la falta de solidaridad con los envejecientes. Además de que no había nadie de Familia, tampoco hubo personal de la Procuraduría de Personas de Edad Avanzada. La activista explicó que esa Procuraduría no asume responsabilidad ni asiste en casos en los que los viejos sean acusados a nivel criminal.

Agregó que en su experiencia siempre asistía personal de Familia en estos casos, y en este debería haber mayor interés dado el hecho de que esa agencia ya había investigado previamente. “Ellos tienen poco personal, pero antes siempre iban a estos casos”, dijo.

En el verano, personal del Departamento de la Familia acudió a la residencia de Parrilla Álamo en el barrio Los Dolores en Río Grande. Es una casa de dos pisos, grande y hecha en cemento, con un amplio patio en una zona rural.

Entre las cosas que Rodríguez corroboró está el hecho de que funcionarios del Departamento de la Familia visitaron el hogar de la envejeciente en el verano, tras una pesquisa que había iniciado con una querella en la Policía Municipal de Río Grande. No encontraron nada.

“Eso fue porque unos policías municipales encontraron a la señora llorando. Cuando le preguntan, ella dice que la nieta no se quería ir de su casa y que ella le tenía miedo a la nieta”, dijo Rodríguez.

Parrilla Álamo con 80 años, manejaba su carro, y escoltada por los policías, llegaron hasta su casa, pero en aquel momento la nieta no llegó. Posteriormente la nieta llega y le dijo que no sabía nada y que su abuela tenía problemas de salud mental. La Policía refirió el caso a Familia, pero los funcionarios de esa agencia no encontraron nada y cerraron el caso.

“El Departamento de la Familia no dicho nada al respecto. No se han expresado y ni siquiera vimos allí personal del Departamento de la Familia ni de ninguna otra agencia u organización porque hasta el momento no habido nadie apoyando a esta señora. La única que ha estado haya sido la OPA”, dijo su portavoz Noemí Rodríguez.

“La señora se encuentra en buen estado de salud. Su mente está clara. Ella tiene una conversación coherente, ubicada en tiempo, espacio y persona. Sabe quién es, dónde está, y realmente lo que está pasando. Ella está sumamente tranquila, está alerta, hasta alegre y contenta poque fue muy bueno haberla sacado de la cárcel para un hogar”, agregó.

Manifestó además que los miembros de la OPA están tranquilos de que la señora no está en la cárcel. “Puedo tener paz y tranquilidad, en lo que la vista se ve. Lo ideal es que ella pudiese haber regresado a su hogar, pero tenemos el agravante de que está la nieta, que no se ha ido”, agregó.

Rodríguez había entrevistado a la Rivera Álamo contra quien se le expidió una orden de desahucio del hogar de su abuela el 1ro de diciembre, y la misma dura tres meses. Días más tarde de que se le expidiera dicha orden de desahucio, Rivera Álamo alegó que su abuela la amenazó con un chuchillo. Parrilla Álamo entonces fue arrestada e ingresada en prisión al no poder prestar la fianza de $20,000 que le fue impuesta.

Otro elemento en el drama familiares que Parrilla Álamo tiene una hija que está presa por haber intentado quemar vivo a un vecino. Esa hija es la madre de Rivera Álamo, quien permanecía en la casa de la abuela. “Yo le pregunté a la nieta si la señora tiene más familiares por qué nadie sale, ella me dijo que es porque quizás todos quieren quedarse con su casa”, dijo Rodríguez.

Tras pasar toda la temporada navideñas encerrada y aislada en la cárcel en Bayamón, en la tarde del Día de Reyes, finalmente, Parrilla Álamo fue trasladada a un hogar de envejecientes. Esto surgió como consecuencia del activismo de grupos comunitarios que denunciaron el caso. Mientras todo eso pasaba, la nieta se quedó disfrutando de la casa de su abuela, a pesar de que tiene una orden de desahucio desde el 1ro de diciembre.