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Éxito empresarial rompiendo paradigmas imperantes

Yuly Gambini Suárez: éxito empresarial rompiendo paradigmas imperantes

• Gerente general de Compañía Magra SAC, ha convertido a su empresa en una de las más importantes del Perú, en el sector construcción, en solo ocho años de operación. • “Somos un equipo de trabajo con una sinergia muy robusta y todos estamos plenamente comprometidos con los fines y objetivos de la empresa”. • Magra cuenta con tres líneas de negocio: la bloquetera, que fabrica adoquines y ladrillos de concreto; la fabricación de postes de fibra de vidrio; y la producción nueva para redes de telefonía.

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Señora Gambini, ¿cuántos años está Compañía Magra SAC en el mercado de la construcción? - Magra tiene ocho años en el mercado, pero la que habla tiene más de 20 años de experiencia en el sector. Nacimos con la finalidad de satisfacer las necesidades de nuestros clientes, en el rubro de la implementación de fábricas de postes de concreto, suministros de materiales de construcción para obras civiles y fabricación de postes de Concreto Armado Centrifugado y accesorios para alumbrado público en red subterránea, líneas aéreas de baja, media y alta tensión, redes de telefonía en zonas urbanas, rurales y obras electromecánicas y civiles.

La gente pregunta, qué hace una mujer frente a una industria pesada como Magra. La respuesta es sencilla: no hay actividades exclusivas para los varones ni actividades vedadas para las mujeres. Hombres y mujeres podemos desempeñarnos con éxito en cualquier actividad, poniendo inteligencia, creatividad y disfrutar de lo que hacemos. Yo estoy en este rubro porque me gusta, tengo más de 20 años en el sector. Gozo con lo que hago cada día.

¿Qué nos dice del capital humano de la empresa?

- Magra es una empresa con una sólida y arraigada estructura organizativa y visión definida para el futuro que es flexible y no dogmática. Somos un equipo de trabajo con una sinergia muy robusta y todos nuestros colaboradores están plenamente comprometidos con los fines y objetivos de la empresa. Tenemos una característica que nos distingue: la mayoría de nuestros

Yuly Gambini.

ingenieros y personal administrativo son damas.

Nosotros queremos que nuestros ingenieros, técnicos y operarios trabajen con alegría, no solo porque recibirán una remuneración, sino porque disfrutan de su actividad cotidiana, gozan con lo que hacen. Una persona que no se comprometa con esta filosofía no puede formar parte de la familia Magra.

Contamos con un Departamento de Recursos Humanos que realiza capacitación constante, encuestas para conocer el sentir de los trabajadores, sus inquietudes y demandas, cumpliendo la tarea de estar en contacto con todos para recoger posibles quejas o inquietudes. Estamos construyendo un excelente clima organizacional que nos permitirá concretar nuestras expectativas de crecimiento y hacer grandes cambios en el mercado peruano.

Nuestro propósito principal es generar puestos de trabajo, ya hemos concretado 500 plazas y nos aprestamos a crear otras 250. Ya contamos con profesionales y técnicos capacitados y con experiencia, que son la principal fortaleza que nos permitirá concretar sueños y esperanzas. Pero no solo nos interesa crear puestos de trabajo, sino generar bienestar para nuestro entorno, más allá del aspecto económico y de crecimiento.

¿Cuántas líneas de producción tiene la empresa?

- Tenemos tres líneas de producción: una es la bloquetera, con una planta en implementación, que se retrasó por la pandemia, porque los especialistas chinos no pudieron llegar, pero felizmente pudimos superar el impase a través de la tecnología, recibiendo el asesoramiento on line.

En la bloquetera fabricamos adoquines y ladrillos de concreto para zonas salitrosas. En esto aplicamos una economía circular, es decir, cuando fabricamos postes de concreto se generan materiales sobrantes

o mermas que reutilizamos para la fabricación de los bloques especiales, con lo que reducimos al mínimo la contaminación porque no botamos nada. Además, económicamente, es rentable, pues un material que generalmente se deshecha, lo volvemos a utilizar dándole un valor.

Se trata de romper el paradigma de la economía lineal de comprar, usar y tirar, para cambiarlo por el de la economía circular: reducir, reutilizar y reciclar.

La otra línea de producción es la fabricación de postes de fibra de vidrio, cuya planta también ya está en los finales de su implementación y su producción está orientada a zonas salitrosas y de difícil acceso. La tercera línea es la producción nueva para redes de telefonía. En el Perú hay muchas cosas que están por hacerse, es necesario trabajar más y dejar de quejarse.

¿Qué significa para la empresa haber logrado la certificación internacional ISO?

- La certificación es un paso muy importante que hemos dado en la empresa porque esta nos ayuda a aumentar el grado de satisfacción de los clientes, estableciendo nuestros objetivos tomando en cuenta las necesidades y expectativas del mercado. Nos proponemos satisfacer los requerimientos y solicitudes del cliente, del presente y del futuro. La certificación genera confianza y es el signo distintivo de nuestra marca, asegura la preferencia de los clientes garantizando nuestra permanencia en el mercado a largo plazo.

Hemos apostado por el Sistema Integrado de Gestión, una herramienta que guía todas nuestras actividades cotidianas en el proceso productivo. Trabajamos bajo estándares internacionales de calidad (ISO 9001), Seguridad y Salud en el trabajo (ISO 45001) y estamos en proceso para alcanzar la certificación en Medio Ambiente (ISO 14001), la trinorma inicial que debe aspirar toda empresa que hace las cosas bien.

Por la coyuntura imperante, las empresas están apostando por la transformación digital, ¿cómo está Magra en este tema?

- En Magra hemos apostado por la transformación digital desde que iniciamos nuestras operaciones, contamos con un ERP de suministros, un sistema que ayuda a automatizar y administrar los procesos empresariales de distintas áreas. Personalmente, estudié Sistemas cuando era muy joven y eso me ha servido mucho.

Yo viajo a cualquier parte del mundo, solo llevo mi Laptop pequeña y me conecto, a través de la nube a mi sistema, tengo en la empresa cámaras conectadas con voz y video; en consecuencia, veo todo como si estuviera en la empresa, porque tengo acceso a toda la información que el personal hace, porque esta se transmite en línea.

Con la pandemia lo único que hemos hecho es mejorar algunas cosas, porque la tecnología no es estática, sino muy dinámica. Por ejemplo, estamos mejorando la base de datos, levantando a un sistema más digitalizado, por lo tanto, puedo entrar al sistema no solo a través de una laptop, sino de un Smartphone o un Iphone, lo mismo mi equipo de trabajo que conoce la clave.

El proceso del ISO tampoco será con papelería, sino con sistemas digitales que estamos colocando en las plantas y podemos acceder a través de código de barra. Es necesario aplicar la tecnología a cualquier necesidad, pero es indispensable que el equipo de trabajo conozca esa tecnología y la sepa aplicar y si no la sabe, hay que capacitarlo.

¿Cómo enfrentó Magra la pandemia de COVID-19?

- La pandemia nos golpeó a todos, Magra no fue la excepción. Sin embargo, he aprendido a convertir las dificultades en oportunidades, no solo en este caso, sino en muchos otros. Siempre habrá momentos coyunturales negativos, pero si uno lo ve como un reto y no se derrumba, surgirá la creatividad, la imaginación y nuevos caminos para salir adelante. Yo tengo un lema: “Sueña y lo tendrás, pídele a Dios con fe y recibirás ayuda”.

Esta no es una teoría que leí en algún libro, es mi experiencia personal y puedo afirmar sin ninguna duda, que da resultados. Aplicando estos principios hemos convertido a Magra en una de las empresas más importantes del rubro en el Perú en solo ocho años de operación.

La oportunidad para nosotros fue el uso de internet por todos y para todo, ampliación de redes dorsales de telecomunicaciones pues nosotros fabricamos postes telefónicos para las cuatro principales líneas; incluso el uso de mayor energía nos benefició.

No hemos parado, salvo en la cuarentena sorpresiva y demasiada estricta, redujimos nuestra producción a alrededor del 10%. Después de cuatro meses el gobierno permitió el reinicio de operaciones en algunos sectores, entre ellos en energía, y nosotros presentamos todos los protocolos establecidos por el Produce y el Minsa, fuimos aprobados y en el mes de junio empezamos a trabajar incrementando nuestra producción en forma progresiva.

Actualmente, estamos en el 90% de nuestras operaciones, en el próximo año estaremos operando a un 100% y ampliando nuestras nuevas líneas de producción proyectadas.

¿Cuál es su mensaje a los jóvenes peruanos, a partir de su experiencia personal, Sra. Gambini?

- El mensaje central a los jóvenes es que asuman su responsabilidad, porque todo lo que les sucede es su responsabilidad. Si en el camino de la vida uno tropieza con una piedra y cae, ¿quién es el responsable? ¿La piedra? ¡De ninguna manera! Ella estuvo siempre allí, es el caminante el que debe tener cuidado por dónde camina para no tropezar.

Además, los jóvenes deben proyectarse, no solo vivir el presente, sino avizorar cómo quisiera que fuese su vida en un horizonte de 5 y 10 años, tanto en el aspecto material como en el espiritual. Pero eso implica educarse, formarse en el campo intelectual, dedicar un tiempo del día a la meditación y también al ejercicio físico. Es indispensable programar un tiempo para uno mismo, para fortalecerse de manera integral como persona porque somos una unidad de cuerpo y alma.

El joven puede equivocarse en una decisión o al elegir un camino, pero debe asumir esa responsabilidad, no echarle la culpa a los padres, a sus compañeros o al Estado. Si no reconoce su error nunca lo podrá superar. El ayer ya fue, el mañana es incierto, lo que importa es el presente. El mañana dependerá de lo que hagas hoy. Hay que vivir cada día como si fuera el último.

¿Y cómo quisiera ver usted al Perú a raíz del Bicentenario?

- Sueño con un Perú diferente, un Perú educado, un país con bienestar general, sin tantas desigualdades; un Perú donde los niños crezcan sanos y fuertes física, psicológica y espiritualmente; un Perú con familias integradas, donde los padres eduquen a los hijos, no con imposiciones, sino con el buen ejemplo. En fin, sueño con un Perú, sin odios ni rencores, donde reinen la paz y la armonía entre todos los peruanos.