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Capítulor 3 : La Globalización de la pobreza desde el método ver, juzgar y actuar

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Referencias

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Contextualización

La metodología del “ver-juzgar-actuar” surge como una experiencia educadora de la Iglesia que busca generar una acción transformadora para los cristianos en sus ambientes y para la superación del divorcio entre la fe y la vida. Esta se dio como iniciativa del Cardenal Cardijn para la Juventud Obrera Católica de Bélgica, en la primera mitad del siglo XX, siendo apoyada por el Papa Juan XXIII en Mater et Magistra (1961) y promulgada por el Papa Pablo VI.

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En sí, este método se compone por 5 partes: ver, juzgar, actuar, celebrar y evaluar. Sin embargo, en este documento buscaremos analizar y las tres primeras hacia la problemática de la globalización de la pobreza; las cuales implican: Ver: Es el momento de toma de conciencia de la realidad y se busca ver las causas o hechos concretos de la vida cotidiana, analizando cómo las diferentes actitudes, modos de pensar, valores y comportamientos pueden generar consecuencias hacia las personas, comunidades y organizaciones sociales. Aquí se busca que los individuos puedan tener una visión más amplia, que permita y motive a revisar sus acciones en el trabajo, la familia y la sociedad. Juzgar: Es el momento central de la revisión de la vida, donde se analiza los hechos de la realidad a la luz de la fe y de la vida, del mensaje de Jesús y de su Iglesia, para descubrir lo que está ayudando o impidiendo a las personas alcanzar su liberación integral, vivir como hermanos y construir una sociedad de acuerdo con el proyecto de Dios. Es decir, se propone tomar posición frente al hecho analizado en “ver”, y tener un discernimiento de este desde el sentido de la fe y la experiencia de Dios. Esta etapa ayuda a tomar conciencia del pecado personal presente en la vida de cada uno y del pecado social presente en las estructuras injustas de la sociedad. Actuar: Es el momento donde se lleva a cabo la acción transformadora, es decir, se determinan aquellas actitudes que las personas deben cambiar en sus vidas basadas en las dos etapas anteriores (acerca de la realidad (ver) y lo que se ha descubierto del plan de Dios sobre ella (juzgar). Esta parte requiere de tiempo y paciencia, ya que las nuevas prácticas se deben aplicar no solo para consigo mismo, sino también para con la sociedad.

Aplicación

Ver

Es importante comprender que la globalización de la pobreza es una creciente problemática que cada vez más toma un mayor auge, principalmente en una época actual en que la sociedad se encuentra, como lo es la pandemia del Covid-19, siendo esto un agravante de la pobreza, pues ha traído consigo una crisis económica en la que la mayoría de las personas que vivían en condiciones de pobreza y pobreza extrema se han visto mayormente afectados, pues su condición de vulnerabilidad ha empeorado. Esto se evidencia en lo afirmado por Dávalos (s.f.) citado por El Colombiano (2021), al plantear que “Los ingresos del 10% de la población más rica de Colombia son 11 veces mayores que los del 10% de los ciudadanos más pobres” (El Colombiano, 2021, párr.3). Igualmente, "El choque de la pandemia exacerbó las desigualdades, es decir, que quienes sufrieron el choque de manera más severa por pérdida de empleo, de ingresos, fueron aquellos que ya eran pobres o aquellos en categoría de vulnerabilidad" (Dávalos, s.f. citado por El Colombiano, 2021, párr.4), por lo cual “El impacto económico de la pandemia ha empujado el coeficiente de Gini hasta 0,54 en 2020 y arrastró a alrededor de 3,6 millones de personas más a la pobreza” (El Colombiano, 2021, párr.5), así como también el Covid-19 provocó que la pobreza extrema aumentara en 5,5 puntos porcentuales, y dejó a 2,8 millones de personas más sin poder cubrir las necesidades alimentarias básicas (El Colombiano, 2021, párr.5).

Esta situación se agrava más si se considera que los gobernantes no demuestra una especial preocupación por combatir el fenómeno de la pobreza, que tanto ha afectado a la población mundial y lo cual evidencia además la ausencia de la aplicación de la Ética Social, puesto que esta posibilita lograr sociedades más justas y equitativas con igualdad de oportunidades y una calidad de vida digna, principalmente mediante la práctica cotidiana de la empatía y el compromiso firme de cada individuo para contribuir positivamente a la sociedad, teniendo en cuenta que el fenómeno de la pobreza es multidimensional y por ende no se puede resolver con políticas delimitadas a una área específica sino que requiere acciones en diversos ámbitos, pues “Está en juego nada menos que nuestro sistema de valores, nuestro concepto de democracia y, por último, también nuestra economía” (DW Documental, 2018).

“Los niños pobres son los que más sufren la contradicción entre una cultura que manda a consumir y una realidad que lo prohíbe” Eduardo Galeano

Juzgar

Cabe resaltar que, las altas desigualdades son la razón central de la extendida pobreza latinoamericana y mundial, gran parte de ello se da a causa del capitalismo salvaje mundial, siendo nefasto para la economía y la sociedad. Entre otras comprobaciones, han encontrado que generan “trampas de pobreza”, reducen los mercados internos, bajan la capacidad de ahorro nacional, llevan a muchos estudiantes a desertar de la escuela y a que reciban educación de poca calidad, crean inequidades múltiples en salud, degradan la cohesión social, provocan fuertes grados de conflictividad, promueven la criminalidad, y estimulan y facilitan la corrupción, además de que los beneficios del crecimiento económico automáticamente repercuten sobre los más desfavorecidos” (Kliksberg, s.f.). Lo anterior, teniendo en cuenta que la alta concentración del ingreso genera incentivos para usar la riqueza acumulada para incidir sobre el sistema político, tratando de obstruir cualquier intento de que sea más compartida o que ponga límites a su acrecentamiento. América latina es experta en golpes militares orientados a frenar el avance de procesos reformadores y que llevaban al poder directo a los amos del poder económico. Cuanto más poder económico esté concentrado, más incidencia sobre el poder político, más aumento de la desigualdad y de la pobreza, dado que quienes ganan son generalmente los que tienen más bienes, mejor información y más agilidad financiera, y por supuesto aquellos con influencia (Kliksberg, s.f.), pero aquellos que se encuentran en situación de pobreza son excluidos totalmente de la sociedad y sus derechos son vulnerados.

En América Latina las cifras de desigualdad siguen estando entre las más elevadas del mundo, pues allí la pobreza tiene alta presencia y los beneficios del crecimiento llegan muy limitadamente a los sectores populares, porque las propias dinámicas de la desigualdad y el peso político de los gobernantes hacen que se queden en los estratos más ricos. Particularmente, Colombia cuenta con la segunda desigualdad más alta en el continente latinoamericano, lo que se traduce en una tasa muy alta de pobreza, teniendo en cuenta que la pobreza ocurre porque hay desigualdad, siendo esta un gran freno para el desarrollo con considerables porcentajes de pobreza, que la agravan cada vez más (Kliksberg, s.f.).

“La pobre za no viene por la disminución de las rique zas, sino por la multiplicación de los deseos. Platón

Actuar

Respecto a una problemática de tal magnitud como lo es la pobreza global, es preciso proponer posibles alternativas de solución. En primer lugar, es pertinente llevar a cabo un diálogo global con los gobernantes de cada país, políticos, personas de la sociedad civil, profesionales en economía y de las Ciencias Sociales, y líderes mundiales, de tal manera que se realicen encuentros frecuentes para conversar en torno a la pobreza, dar puntos de vista sobre esta, soluciones y oportunidades con el fin de aunar esfuerzos para combatirla, partiendo desde el contexto de cada país, pues cada uno cuenta con dinámicas sociales diferentes, así como también con unas características particulares, por lo cual las estrategias a aplicar podrían tener variaciones en cada nación. También, se propone invertir en gran medida en educación, salud, en infraestructura decente y en general en los servicios básicos para vivir dignamente, creando a su vez un futuro sostenible, ya que generalmente se invierte más en centros comerciales que en hospitales, escuelas o viviendas (DW Documental, 2018), lo cual reafirma que combatir la pobreza no es una prioridad en la agenda mundial. Un claro ejemplo es Estados Unidos, el país más rico del mundo y una de las naciones industrializadas más desiguales, los ricos cada vez tienen más y los pobres tienen cada vez menos, allí viven 600.000 millonarios y aproximadamente 4 millones de pobres (DW Documental, 2018). Sin embargo, en las comunidades pobres ahí un poder transformador, por lo cual una posible alternativa de solución sería potenciar las capacidades y competencias de estas personas, mediante el empoderamiento de estas, satisfaciendo sus necesidades pero sin generar dependencias, pues esto les permitirá tener bienestar, tomando el control de sus propias vidas desde su autonomía y sus potencialidades. Por su parte, teniendo en cuenta que gracias a sus comodidades a los ricos les es indiferente los pobres, y en la sociedad existe una percepción de que las brechas sociales no existen a causa precisamente del individualismo egoísta que nos gobierna a nivel global, encontrándonos en sociedades líquidas como lo afirma Bautman, se evidencia en la realidad que los ricos cada vez quieren más dinero y lujos, logrando con esto comprar más poder social, mientras los pobres se sumergen en sus profundos sufrimientos; por lo tanto, se requiere la unión de la clase media y pobre, llevando acciones de cooperación y considerando que en los barrios pobres hay mucho talento, pero debido a la carencia de oportunidades educativas y laborales, este talento no puede ser aprovechado; no obstante, se hace necesario brindar empleos a través de una herramienta como lo es el arte. Un claro ejemplo de ello es el Graffitour de la comuna 13 de la ciudad de Medellín, un lugar permeado por la violencia y la pobreza que a través del arte ha tenido una transformación cultural, trayendo consigo mucha generación de empleo y por consiguiente contribuyendo a la mitigación de a pobreza.

“Pobres no son los que tienen poco. Pobres son los que quieren más y más, infinitamente más, y nunca les alcanza” José Mujica

De igual manera, es menester la formulación, ejecución y evaluación y monitoreo del cumplimiento de políticas focalizadas en los sectores vulnerables y que se alineen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente con el ODS 1-Fin de la pobreza y con el ODS 10-Reducción de las desigualdades; políticas activas de expansión productiva que potencien la capacidad de producción nacional y reduzcan el desempleo e incrementen considerablemente el salario mínimo, vital y móvil; expandir el sistema de protección social, haciendo ingresar en el mismo a amplios sectores necesitados para la mejora significativa de los ingresos percibidos por jubilaciones y pensiones; ampliación de los servicios sociales mencionados anteriormente, públicos gratuitos y de alta calidad, tales como educación, salud y atención de las familias.

Otra posible alternativa de solución o mitigación para la pobreza es la cooperación internacional, siendo este un mecanismo muy útil para gestionar recursos en pro de la protección de los derechos humanos de aquellos que se encuentran y se han encontrado en graves condiciones de vulnerabilidad, estando afectado negativamente su bienestar y su calidad de vida, tanto para ellos como para sus familias. Lo anterior, considerando que al generar alianzas con actores clave en otras naciones, por ejemplo que los países industrializados apoyen financiera y educativamente a los subdesarrollados, donde la riqueza de los países ricos se ponga al servicio de las naciones pobres, se pueden lograr mayores y profundos impactos sociales, que además sean sostenibles en el tiempo, lo que posibilitará mayores oportunidades de reducir las brechas de desigualdad y a su vez la pobreza, pues así como lo afirma Cortina (2015) citado por Medina (2013), la cooperación se destaca como uno de los principios básicos de funcionamiento de la vida social.

“La pobreza no es un accidente. Como la esclavitud y el apar theid, es una creación del hombre y puede eliminarse con las acciones de los seres humanos. Nelson Mandela “

Por otra parte, desde profesiones de las Ciencias Sociales como el Trabajo Social que promueven el cambio social se pueden desplegar una serie de actividades pedagógicas, ya sea a nivel local, regional o nacional mediante las cuales se sensibilice a la sociedad acerca de la importancia de la práctica diaria de la ética, pues a partir de esta de acuerdo con Cortina (2015) citado por Medina (2013), se forja un buen carácter como uno de los fines mismos de la vida, cultivando hábitos positivos porque la ética nos transforma internamente mediante el obrar bien, lo cual implica que como ciudadanos tomemos un rol activo en la sociedad para estar al servicio de esta, principalmente actuando para contribuir a mitigar problemáticas como la pobreza, desde un liderazgo compartido, donde se generen redes comunitarias o interinstitucionales a partir del desarrollo de la empatía, la cual es tan necesaria para poder comprender el sufrimiento de los demás y para sentirnos obligados moralmente a remediarlo y actuar frente a él, pues desarrollando este tipo de sentimientos y promoviéndolos en nuestro entorno, demostramos nuestra humanidad, no mostrándonos impasibles ante las injusticias, de tal forma que los pobres no sean invisibilizados en la sociedad.

Por último, desde la Responsabilidad Social de las empresas, ya sean públicas y/o privadas se puede lograr una realidad económica sostenible y equitativa, donde exista un equilibrio entre el desarrollo económico y el desarrollo social, en el que se involucre también el mundo empresarial y este a su vez produzca cohesión e igualdad social, a través de valores como el espíritu de servicio y la generosidad, puesto que cuando las empresas y las economías de mercado funcionan correctamente y se centran en servir al bien común bajo las virtudes y los principios ético-sociales, incluyendo principalmente el respeto a la dignidad humana, el destino universal de los bienes y la visión de la empresa como una comunidad de personas, de acuerdo con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (2018), realizan una gran contribución al desarrollo material e incluso al bienestar espiritual de la sociedad, respondiendo a los desafíos del mundo como este tipo tipo de problemáticas y actuando como servidores de Dios con la práctica de la fe, la esperanza y el amor.

También, la Ética Social en pro de impactar positivamente la realidad económica y social de la población para mitigar el fenómeno de la pobreza, se puede materializar en la existencia de oportunidades a las pymes, en la inversión de indicadores de crecimiento económico y a su vez progreso social; en la formulación, ejecución y evaluación de políticas que produzcan igualdad, políticas de austeridad y políticas que estimulen la Responsabilidad Social Empresarial; en la construcción de modelos inteligentes de gerencia social con articulación de actores y su correspondiente monitoreo; en emprendedurismo social; en la inversión masiva en educación, creación de oportunidades para todos desde preescolar hasta la educación superior como los posgrados. Finalmente, otras posibles soluciones a dicha problemática es la existencia de la ética como base de la economía mundial, la cual posibilite que la biotecnología, la ciencia de los materiales, la robótica, la microelectrónica como parte de la revolución tecnológica y los avances científicos, sean conocimientos que permitan darle una vida digna a todo el género humano, aprovechando las posibilidades de un mundo que tecnológicamente tiene las condiciones para beneficiar a la sociedad en términos también de igualdad; todo ello bajo los principios éticos de buenos bienes, buen trabajo y buena riqueza, de tal forma que se pueda romper con el individualismo organizacional y crear bases sinérgicas para la construcción de un desarrollo sostenible y un mundo equitativo.

“La pobre za no la crea la gente pobre. Ésta es producto del sistema que hemos creado, por ende, hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad” Muhammad Yunus

– Conclusiones –

1. La pobreza es una problemática que le concierne no sólo a los políticos, sino también a toda la sociedad y a todas las instituciones, ya sean públicas o privadas, debido a que es un fenómeno que nos afecta a todos a nivel mundial, limita el desarrollo y el progreso de las naciones y es un desencadenante de otras situaciones sociales como la violencia, el desempleo, la falta de acceso a la educación, la desnutrición, siendo algunas de sus causas el predominio de los intereses privados, la ausencia y eficacia de los programas educativos, la inadecuada distribución de bienes y servicios públicos y su poca cobertura. Por lo tanto, es fundamental optar por un desarrollo sostenible (económico, social y ambiental), el cual posibilite la erradicación progresiva o la mitigación de la pobreza, teniendo en cuenta que esta se debe abordar desde su multidimensionalidad y teniendo como base la Ética Social.

No solo ha y desigualdad en la “ distribución de la rique za, sino en la sa tisfacción de las necesidades básicas.

José Samarango ”

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