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DEFENSA MARCIAL SBN Javier Acosta
DEFENSA MARCIAL
Agresión o Seguridad... SBN Javier Acosta
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Defensa marcial, agresión o seguridad…
—¡Mamá un niño me lastimó!
Posibles respuestas de los padres: 1.- ¡Regrésale la ofensa, con mayor crueldad! 2.- ¡Hablaré con sus padres! 3.- ¡Deja que te ofenda al fin no eres eso! 4.- ¡Espera, le voy a preguntar a tu abuela, tus tías y a mis amigas! 5.- ¡Ese niño está mal, si no te agrede físicamente no te preocupes! 6.- ¡Ya verá este chamaco, le voy a dar una! 7.- ¡Pon la otra mejilla!
De entrada, las cinco primeras pueden servir, dependerá de en qué entorno vive el supuesto agresor y el supuesto agredido, así también dependerá de factores como miedos, inseguridades en el núcleo familiar, alcoholismo, adicciones, traumas no resueltos en los padres, violencia familiar, física o verbal, y la capacidad mental de cada uno de los implicados.
La respuesta número seis es común, cada vez se ven más adultos discutiendo con menores, a su vez, menores que los hacen sentirse adultos, en mis tiempos sí había, pero eran vistos como fieras iracundas, ahora no los ven así, ahora los ven más como padres de la patria, héroes de banqueta, pero eso tú lo deberás analizar, la última es la que por años nos quisieron enseñar con fallido final, la que solo un inmóvil enfermo de sus facultades usaría o alguna persona que no tenga sensación de dolor, o no sé quién más, yo no, por más que el Maestro se empeñó en dejar esa enseñanza, no la veo saludable, no hoy en día, “la violencia no se combate con violencia”, lo dice alguien que del tema entendió, analizó y trabaja día a día, a la violencia se le combate con paz, pero poner la otra mejilla sería repetir la violencia.
“Me violentaste una vez, dale otra”.
¿Cómo? Pero la frase deja mucho que analizar, ¿Diría en verdad eso? O solo quiso interpretar que no dijo nada y se alejó de la violencia, tú tienes la última palabra.
¿Cuál usarías? ¿Cuál es tu entorno? ¿Cuál es el entorno del otro? continúo la tradición, eso de investigar ajenos no es lo mío, poner la otra mejilla menos, y andar divulgando mis asuntos, ni pensarlo, bastará con hacerte el sordo, si la agresión es física entonces:
Denuncia ante las autoridades escolares, o policiacas, dependiendo de la gravedad del asunto, así creas un precedente, de no obtener ayuda o respuesta rápida ante esto y si se vuelve una constante, puedes exigir la intervención de la dirección del plantel en la suspensión de ese niño, directamente, o exponiendo el hecho al resto de la sociedad escolar sin pedir otra cosa que la buena socialización y en forma siempre respetuosa; si se va a lo físico, inicia clases de defensa personal y resuelve el lío de tajo con responsabilidad y medida, verás que no vuelve a suceder (solo aplica en niños seguros o con meses de entrenamiento). No olvides primero denunciar, no te saltes ese paso. Es cuanto.
Extracto del Efímero Observador todos los derechos reservados del autor: Francisco Javier Acosta Serrano
