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Portugal

Terremoto en Lisboa, maremoto en Cádiz

Las dos capitales, y buena parte de la provincia están unidas históricamente por esta tragedia. El día de Todos los Santos de 1755 tembló la corteza terrestre a unos 300 kilómetros de Lisboa. El posterior maremoto, sólo 40 minutos después, causó la mayor destrucción, con casi 90.000 muertos en la capital de Portugal. El tsunami alcanzó también las costas gaditanas, así como buena parte de la andaluza. Resultaron numerosos destrozos y víctimas en varias poblaciones de la Bahía, pero también alcanzaron a otras como Chipiona, y Conil. Cádiz capital, gracias a sus murallas, se salvó de la furia de las olas de 20 metros de altura, y el número de víctimas fue mínimo, la mayoría cuando huían, desoyendo los llamamientos, por el istmo que la une a San Fernando.

portugueses de Coimbra y el sombrero español de ala ancha. Hay también algunas notables diferencias, puesto que Oporto sólo elabora vinos tintos siempre dulces, pero el sistema de envejecimiento en botas del Oporto tipo Tawny es similar. En general, los oportos se asemejan a la forma de producir el moscatel en que se detiene la fermentación con alcohol.

Las relaciones entre almadrabas de Cádiz y del Algarve Siguen funcionando dos almadrabas en esta región portuguesa, con sedes en Olhao y Vila Real, pero el lazo que las une con las de Conil, Tarifa o Barbate en nuestra provincia, además de la similitud del método de pesca es que su gestión corre a cargo de una empresa gaditana, la barbateña Petaca Chico.

Los vinos de Jerez y Oporto

Existen numerosas similitudes del negocio del vino entre Jerez y Oporto. Ambas deben mucho a los ingleses. Sandeman, Croft, Harveys… están en las dos ciudades desde hace siglos. El famoso logotipo de Sandeman, obra del pintor escocés George Massiot Brown, representa una unión entre las bodegas de Oporto y de Jerez, ya que une en una sola figura la capa de los estudiantes

La Pepa y la Constitución de Portugal

En Gran Bretaña, Francia y Alemania, la Constitución gaditana fue objeto de mero análisis crítico. Sin embargo, en Portugal e Italia tuvo un decisivo papel práctico. La influencia en Portugal del texto doceañista se desplegó en un doble frente: tuvo una vigencia provisional tal cual en territorio luso tras la revolución liberal de 1820 y, además, sirvió de patrón para la primera Constitución portuguesa, la de 1822. El fácil encaje que tuvo la Constitución gaditana en territorio portugués se explica en gran parte debido a la proximidad histórica de los dos países y a la formación muy similar de los constituyentes.

La Constitución portuguesa de 1822, elaborada por las Cortes Generales Extraordinarias y Constituyentes entre enero de 1821 y septiembre de 1822, supuso una síntesis de tres elementos: el modelo gaditano, el francés de 1791 y las doctrinas de Jeremy Bentham. Sin embargo, la mayor influencia corresponde, sin duda, al primer elemento. Los liberales tomaron como modelo el texto gaditano no sólo por las similitudes de Portugal con España, sino también por el indudable valor simbólico que tenía la Constitución de 1812. Por supuesto, ello no significa que fuese una mera transcripción del articulado gaditano; antes bien, el texto portugués posee notas originales de importancia. (Biblioteca Virtual Cervantes)

La Escola Portuguesa da Arte Equestre, más que hermana

Cuando Álvaro Domecq emprende en 1970 por su propia iniciativa privada la creación de un grupo de Arte Ecuestre, germen de la posterior Real Escuela Andaluza, llama para su dirección al portugués Guilherme Borba, reconocido criador y maestro de doma. Su colaboración fue fundamental para la puesta en marcha del proyecto. Esto se rebeló como un impulso de ida y vuelta, puesto que nueve años más tarde, el propio Borba, junto con otros tres maestros portugueses pusieron en marcha la Escola Portuguesa da Arte Equestre (EPAE), la más joven de las cuatro europeas. Los caballos de esta institución son todos de raza Alter Real, procedentes de cincuenta yeguas andaluzas que estaban a punto de perderse y se salvaron en 1748. Esto no impidió siglos más tarde su casi extinción, hasta que en 1942 fueron rescatados unos pocos ejemplares.

Además del origen de los caballos, la EPAE comparte con Jerez y Viena el hecho de que eligen a los jinetes de entre sus alumnos; el método de enseñanza, lo que se conoce como ‘transmisión filial’ directa de profesor a alumno, y algunos pasos de los caballos como la ‘levade’.

Desde aquel intercambio de conocimientos y relaciones que se produjo en el nacimiento de ambas escuelas, la colaboración es continua.