1 minute read

Llegó nuestro gran día

Desde aquel 4 de Noviembre que comenzamos los ensayos, quien nos iba a decir que no saldríamos a procesionar y, esta vez, no iba a ser por la lluvia sinoporestamalditapandemia.Nomeescuchareis a las 2 de la tarde deciros unas palabras, mejor o peor dichas, porque son cosas del directo, pero os las digo. Que sepáis que las digo desde el fondo de mi corazón, porque así lo siento y así os lo transmito, aunque hoy, las vais a tener que leer con unas lágrimas entre los ojos, como yo lo estoy haciendo mientras estoy escribiendo.

Hoy no habrá Túnicas Blancas que nos acompañen, ni el olor a incienso, ni velas ni faroles que iluminen nuestro camino. Tampoco nos escucharán nuestros Hermanos cómo nos acercamos poco a poco a la Iglesia, con ese redoble de tambor a paso ligero que casi no se escucha, acompañando a nuestros Hermanos Mayores con sus Estandartes, y que anuncia que ya es nuestra “Hora” para reunirnos todos en la Lonja y hacer nuestra Estación de Penitencia. No veremos salir radiantes a nuestros Titulares al son de sus himnos, tampoco podremos deleitar a nuestro pueblo con nuestros SONES, viendo a nuestros Titulares caminar despacio marcando el paso a su son.

Advertisement

Hoy tampoco habrá besos y abrazosdesatisfacciónyemocióncomocadaaño hacemos al terminar nuestra Estación de Penitencia,nisiquieraunconsuelodenopoder estar a vuestro lado en momentos tan duros.

Para terminar, le pido a nuestros Titulares que nos protejan y nos den salud para que esta pandemia que estamos viviendo acabe pronto y podamos acompañarlos el próximo año más reforzados y con más ganas si cabe.

¡¡¡VIVA EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE Y LA VIRGEN DE LA AMARGURA!!!