8 minute read

Carta del Párroco

Estimados hermanos cofrades del Santísimo ... Y si, por un día, “ayuno” de información indisCristo de la Buena muerte y María Santísi- criminada a todas horas. ma de la amargura: ... Y si en mi lista de compras de cada día suprimo algo innecesario y eso que me iba a costar lo com-Una Cuaresma golpeada por la Pandemia parto con un pobre. -La ceniza y los golpes de pecho ... Y si abro el ordenador para ver los correos, ma-Vale más una opción por la justicia que cien ca- ñana, y hoy le escribo una carta a mano –de las de miones de ceniza. antes- a esa persona que está necesitando una palabra de consuelo. Este miércoles, 17 de febrero, en plena Pan- ... Y si me siento cinco minutos a no hacer nada. demia, comienza, para quienes amamos la espiri- ... Y si escucho atentamente a mi hijo contándome tualidad cristiana, es decir la austeridad y la espe- lo que le ha pasado en el “cole”, como si no tuviera ranza,eltiempolitúrgicodelaCuaresma.Cuaren- ninguna otra cosa que hacer en el mundo. ta días para renovarnos en nuestro interior, sobre ... Y si dedico otros cinco minutos más a pensar. todo, y también en nuestras actitudes y relaciones. ...Ysinomellevoelcochealtrabajoymellevoun Esuntiempomuyespecialquenoslimpiadetanto libro de formación religiosa al autobús. como nos sobra y nos estorba y hasta nos perjudi- ... Y si “me abstengo” de charlas de café en las que ca. Es un tiempo de gracia, en el sentido de encon- parece vamos arreglar el mundo. trar la presencia vivificante del Dios viviente, el ... Y si me compro un ramo de margaritas amari“Abba” de Jesús de Nazaret. También podemos llas y admiro sin prisa lo bonitas que son. encontrarle como mamá querida o amigo fiel o ... Y si antes de empezar o de acabar el día, dedico compañero inquebrantable de camino o esposo/ un rato a la oración o a la meditación, dando graesposa tierno y cercano, o lo que es lo mismo, cias a Dios porque soy yo y estoy aquí. como Vida nuestra. Alguien que nos cambia la ... Y si, verdaderamente, el ayuno y la abstinencia vida en lo más profundo y nos hace felices como fueran algo más que un par de “piezas arqueológisóloÉlpuedehacerfeliz.Osinvito,pues,aquenos cas” como las que se exponen en los museos, que pongamos en camino hacia la Vida con mayúscu- nos recuerdan valores y formas pasadas. la.Eslomejorquenospuedeocurrirenlaexisten- ...Y si, resulta, que tienen una significación para el cia aquí en este planeta llamado Tierra. mundo de hoy, en el que estamos saciados de todo Un poeta contemporáneo, Miguel Ángel y nos viene bien echar de menos -¿qué... la carne, Mesa, se ha preguntado si el Ayuno y la Abstinen- el pescado, un poco de dieta?-, no, echar de menos cia son piezas arqueológicas. el cariño y el amor que necesitamos todos y no Y él mismo responde así: acabamos de compartirlo. … Y si el ayuno y la abstinencia tuvieran un senti- ... Y si, después de unos días (40 pueden ser, eso do traducido a nuestros días. dura la Cuaresma) de esta nueva forma de “ayuno ... Y si hay algo más que lo que ha quedado de y abstinencia” nos encontramos más ágiles, menos cambio de carne por pescado. estresados, más contentos, además de confiados y ...Y si para notar la falta o echar de menos a al- atentos a nuestro interior y al de los demás... ¿será guien apago el móvil, un buen rato. algo así el inicio de un camino de conversión? Es...Y si cuando llego a casa no conecto inmediata- tamosllamadosaconvertirnosenpersonasfelices, mente la televisión. que es lo que Dios quiere. ¡Ojalá el ayuno y la abs-

tinencia nos ayuden a descubrir quiénes somos y creer en el milagro de que podemos ser felices si nos lo proponemos! No puedo estar más de acuerdo con Miguel Ángel Mesa, y creo que me voy a tomar en serio sus consejos en esta Cuaresma. Donde él habla de “hijo” yo voy a poner Comunidad, y listo. Otra vez, un año más, la Cuaresma nos sale al encuentroynosinvitaacomenzaruncaminonuevo. ¿Un camino nuevo o el mismo del pasado año? Si no dejamos que la Cuaresma, cada año, nos cambie la vida, somos como el árbol del caminoquenadiepoda,cadadíamásviejo,hastaqueel rigor del invierno le deje sin hojas para siempre. Necesitamos la poda de Dios cada año que haga surgir en nosotros la savia nueva de la vida, de la fe, de la esperanza. Es tiempo de poda. Estamos aquí como pobre ceniza para ser de nuevo encendidos por las ascuas del Espíritu. Cuaresma ha de ser cambio en nuestra vida o no es nada, simple ceniza que se lleva el viento. Desde la Palabra de Diosnosgritanapasionadoslosprofetas;desdelos acontecimientos de la vida oímos el grito incesante que nos invita a no cruzarnos de brazos; desde el fondo del corazón oímos la denuncia siempre hiriente que nos invita a vencer la monotonía y a declararlelaguerraalavulgaridad,alvacío,alhastío... Este año caerá, una vez más, el polvo sobre nuestras cabeza, ojalá logremos que sea “polvo enamorado”. Pero un año y otro, nos hacemos sordos a tantos gritos y decimos como el poeta Lope de Vega: “Mañana le abriremos, para lo mismo responder mañana”. ¿No es verdad que hay síntomas que nos recuerdan que el camino por donde vamos no es siempre el camino de Dios? En realidad parece que Dios no nos hace demasiada falta; los problemas de cada día se solucionan más bien con salud, dineroytrabajo.YaDioslotenemosencerradoen alguna que otra oración, en alguna misa de vez en cuando, y en la iglesia que para eso está. Y lo sentimos cada vez más lejano, cada día más extraño, hasta acostumbrarnos a vivir sin Él. Como tantos hijos hacen con sus padres en la ancianidad. Tal vez Dios es ya un anciano achacoso y por eso lo hemos metido en el asilo del olvido. Eso sí, lo visitamos de vez en cuando para que luego no digan... Pero Él, una y otra vez, nos convoca y nos llama, desde el fondo del propio corazón. Porque cuanto más cosas tenemos, más grande se hace la distancia que nos aleja del verdadero sentido de la vida. ¿Somos hombres y mujeres para tener o más bien para ser? La felicidad no está enlatada en los supermercados; más bien es una tarea, una conquista del alma, que hemos de emprender cada día. Y Dios tiene mucho que ver con la felicidad. Nos ha entregado a su Hijo para que veamos claro el camino, para que descubramos la verdad y saboreemos la vida. Este es el reto que tenemos delante en esta cuaresma de Pandemia. Vivir para ser, creer para avanzar, amar para descubrir a Dios en los quehaceres de nuestra propia existencia, cuidarnos para cuidar a los otros. Está muy bien rociarnos de ceniza como símbolo de pequeñez y humildad; pero vale más un gesto de perdón a quien me ha ofendido que diez camiones de ceniza. Está muy bien una limosna en tiempo de cuaresma como signo de caridad y de conversión, perovalemásuncompromisodelucharporlajusticia,unaactituddesprendidayenluchaconstante contra el consumismo inútil, que mil limosnas de lo que nos sobra. Está bien ayunar de vez en cuando, como manda la iglesia, para sentirnos solidarios con los pobres y descubrir el sacrificio de los que ayunan todos los días por obligación, pero vale más ayunar de egoísmos, de odios, de avaricias, de mentiras, de zancadillas y de indiferencia que dejar de comer cuatro filetes de carne los viernes cuaresmales. Está bien encender una vela como signo de oración al Dios que es luz de los hombres, pero vale más encender una sonrisa, una palabra de ánimo, una mano tendida a un enfermo, un saludo cariñosoalvecinoalquenotragamos,quemilvelones ante el sagrario. Porque el sagrario más hermoso de Dios son sus hijos, los hombres. La limosna más generosa, elamorqueponemosenloquehacemos.Elayuno más austero, la lucha contra el pecado y la oración

Advertisement

más auténtica la celebración gozosa de la Eucaristía, cada domingo, donde Dios se reparte y se comparte para todo el que quiera sentir su presenciaysuternura.Enlaiglesia,contodosloscreyentes, en familia; Dios, el padrazo, disfruta contemplando a todos sus hijos reunidos y en fiesta. Nos vamos sintiendo redimidos a medida que amamos. He aquí la cuaresma que empezamos. No es tiempo para darnos golpes de pecho, sino golpes de ánimo. No es tiempo para andar cabizbajos sino más bien para calentar motores y ponernos encamino.Noestiempoparalatristeza,quesabemos muy bien que Dios anda entre nosotros, que nosharegaladoasuhijo,yestohayquecelebrarlo. Estábamos perdidos y Dios nos ha encontrado a través de su hijo querido. Góngora nos lo dice hermosamente:

Oveja perdida, ven Sobre mis hombros, que hoy No sólo tu pastor soy, Sino tu pasto también.

Por descubrirte mejor Cuando balabas perdida, Dejé en un árbol la vida, Donde me subió el amor;

Si prenda quieres mayor Mis obras hoy te la den.

Oveja perdida, ven Sobre mis hombros, que hoy No sólo tu pastor soy, Sino tu pasto también.

Pasto al fin hoy tuyo hecho, ¿cuál dará mayor asombro, o el traerte yo en el hombro, o el traerme tú en el pecho?

Prendas son de amor estrecho Que aún los más ciegos las ven. Oveja perdida, ven Sobre mis hombros, que hoy No sólo tu pastor soy, Sino tu pasto también.

Finalmente os diría con menos saber que Góngora: La muerte no puede ocultar tanto amor como la vida nos ha dado, no se puede olvidar, que somos muy amados más allá de los sueños olvidados.

La muerte es peregrina con las manos en nieve transformadas, a nosotros se arrima, después de la jornada y nos lleva a otra casa más amada.

Nunca jamás podrá acabar con los sueños y esperanzas, como viene se va, cargada de añoranzas y no puede destruir la confianza

Es Dios quien nos creó y a su casa nos invita al fin del día, Él fue quien nos llamó y a su casa nos guía donde tendremos eterna compañía.

Que se alce nuestra Fe cuando todo parece que se acaba, dispuestos a creer en esa otra morada que a sus hijos nos tiene reservada.

La muerte se acabó porque Dios la ha vencido con su cruz, la vida se nos dio como hijos de la luz para vivir en la eterna juventud.

¡FELIZ PASCUA DE JESUCRISTO, EL VIVIENTE!

JUAN ENRIqUE LUCAS BUENDÍA

Párroco de Rus.