STARI MOST. Monumento terminal y demolición histórica

IÓN YU C C Ó N R T L S A N A LICI RE MDI E EMO ISTÓRIC A ST ED O I D T R \ N O E H T A M P EN RU OO M

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STARI MOST

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con motivo de in(pr) JosĂŠ MarĂ­a Lapuerta

Bruno Delgado Ramo

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En concreto, cómo, a través de la demolición se pueden trazar lecturas sintomáticas de los tiempos y conflictos.

Aquí se toma como punto de partida el valor que albergan las piezas arquitectónicas de captar el presente —pasado—, el tiempo a fin de cuentas. Cómo leer la historia a través de una arquitectura.

El texto y montaje imaginal que siguen se han realizado con motivo de la sesión en torno a la lectura crítica —biográfica, narrativa, polémica.

To Vienma Odissea Theo Angelopoulos y Tonino Guerra

Transporte de estatuas —vendidas— de Lenin.

Yugoslavia, 1994

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Warren Austin muestra una carabina automática soviética — PPSh-41— en las Naciones Unidas 1948 [HD-SN-99-03037]

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La lectura se enfoca sobre el puente turco de la ciudad bosnia de Mostar. Una pieza de ingeniería musulmana de 1566 erigida durante el reinado del sultán Suleiman.

Construído sobre el abundante río Neretva, constituye un arco de piedra de veintisiete metros de alto.

Entender —diseccionar— la historia a través de un edificio.

El edificio es el McGuffin.

McGuffin sublimado captando paradigma.

(Héctor, Libro de los héroes)

La arquitectura como

‘lugar de los hechos’

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La destrucción abarca un extenso territorio de acciones y de dejaciones, no pocas veces contradictorias, que van desde arrasar una ciudad a desplazar sobre un soporte un instrumento gráfico para que lo manche. Está presente en intervenciones que podríamos llamar positivas, como es obligar a \9/

y acontece en otras que llamaríamos negativas, como es abrir en un muro un orificio para que sirva de puerta. Pero ni su signo ni su repertorio de intereses es siempre claro: no siempre es lo opuesto a la construcción ni siempre está relacionada con la muerte y sus accidentes. A veces no es más que una manifestación de la caducidad o un trasunto del silencio y, como la ciudad india de Fatehpur Sikri (nunca habitada por el rey que la mandó construir) o la tumba de Adolf Loos, como en la cine-

C O M P E T E N C I A S D E L A una Fábrica de Tabacos a acoger la

D E S T R U C C I Ó N sede de una universidad sevillana,

—

matografía de Yasujiro Ozu y en algunas de las composiciones de Arnold Schönberg, la destrucción tiene más que ver con la ausencia que con la matanza y la masacre.

A menudo la destrucción es benéfica, como beneficiosa es la cirugía que quiebra un cráneo para extirpar un tumor. A menudo es inevitable, como es la procesión hacia la ruina de toda la arquitectura, la forzosa restitución al suelo del que proceden de los materiales con los que se levantó el edificio decrépito.

> (José Joaquín Parra Bañón, 2oo9 : 27)

STA R I M O ST : DISRUPTIVA A LA MODERNIDAD

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(Dieter Jähnig, 1975, : 28)

del hombre al mundo.

hallaban más acordes con la referencia

más por la estética, sino porque se

los constructores se hayan interesado

los transeúntes, no es mas bello porque

movimiento del río y soporta y eleva a

las afueras de la ciudad, responde al

Mostar, que enlaza en su rítmica tensión

ningún parangón, el puente turco de

de Augusto. Sin pretender establecer

Gard en Nimes, que data de la época

tica de la physis, como la del Pont du

documentada en una negación matemá-

primera en el imperio romano y está

sobre la tierra, que apareció por vez

la pretensión de dominio del hombre

En el puente de autopista se radicaliza

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El derribo de las torres del World Trade Center y el hundimiento del puente turco Stari Most responden a una misma naturaleza de acontecer histórico, de de-construcción de la realidad. Difieren sin embargo en la metáfora que

Cómo termina por abandonarse a la ruina. Y después torna monumento. Reconstrucción.

Hormigón.

La toma de posición de un edificio en la historia.

La imagen —de su demolición— inscrita en el curso de la historia.

La metáfora a posteriori.

El síntoma de sus imágenes contrastadas.

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Impacto sobre el puente el ocho de noviembre a las cuatro menos ocho.

Imagen de retransmisión televisiva.

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¶»

El caso de Stari Most pone de relieve una alegoría de la muerte por agotamiento. La resistencia epifánica durante siglos y finalmente su deceso televisado.

construye su destrucción. Así, la alegoría que establece la caída de las Torres queda vinculada a la inmediatez de la destrucción y a la susceptibilidad inocente del mundo occidental. También —más profunda, desprejuiciadamente— a una sospecha sobre las imágenes, sobre su poder.

⊇ \13/

(New York Times, Nov 10 1993)

place in time.”

a loss like this people, people lose their

have now lost a part of their being. With

live without that bridge,” he said. “They

“I ask myself how the people of Mostar will

of elan.”

like a heavenly arch. It had nobility, a kind

himself at times like this,” he said. “It was

“A person simply loses the sense of

cultures and peoples.”

of metaphysical architecture that linked

who fought Hitler. “The bridge was a piece

in Mostar to the World War II partisans

de architect who designed a monument

died,” said Bogdan Bogdanovic, a Belgra-

“It is as if one of my closest relatives has

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nešto poslije 10h, kraj.>

a eso de las 10, finalmente.)

(El otro día,

HRT—ODF2

< Tek drugog dana,

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Lo que sucede por accidente reviste un sentido y una intensidad que ya no concedemos a los acontecimientos razonados. En un mundo demasiado ordenado, demasiado determinado, el azar es creador de efectos especiales, también él es un efecto especial, reviste para lo imaginario la perfección

[...]

si las cosas tienen una progresiva tendencia a desaparecer y a desmoronarse, es posible que la principal fuente de energía futura sea el accidente y la catástrofe.

[...]

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Que la destrucción de Stari Most solo pueda ser un accidente, es una declaración que da a la historia del mundo —del arte— una oportunidad más.

(Jean Baudrillard, Las estrategias fatales :1983)

[…]

del accidente (como en una serie de objetos, sólo el fallido adquiere un valor extraordinario)

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(El otro día, a eso de las 10, finalmente.)

HRT—ODF2

< Tek drugog dana,

nešto poslije 10h, kraj.>

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(Jean Baudrillard, 2003, :34)

La violencia de lo mundial pasa también por la arquitectura, por el horror de vivir y de trabajar en esos sarcófagos de cristal [las Torres Gemelas], de acero y de hormigón. El horror de morir en ellos es inseparable del horror de vivir en ellos. Por eso es por lo que el cuestionamiento de esta violencia pasa también por la destrucción de esta arquitectura.

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Hay un cuadro de Klee que se llama Ángelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas.

Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar

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(Walter Benjamin, Tesis de filosofía de la historia :1973, p183)

a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irremediablemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

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Rodaje de la película To Vienma Odissea de Theo Angelopoulos y Tonino Guerra en 1994.

Mostar como localización alternativa de Sarajevo —aún asediada.

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Sería bien distinto estudiar cómo se ha hecho historia a través de la arquitectura. Esto es, cómo se ha ejercido el poder desde las realizaciones arquitectónicas — Auschwitz.

Cómo la aquitectura —su destrucción, su construcción: da igual— toma parte. No se trata de dejar de anatematizar la catástrofe. No se trata de construir metáfora desde la ruina. Consiste en buscar a través de la alegoría inherente a la destrucción un entendimiento histórico.

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La labor de montaje incorporando estas imágenes, la construcción de una meta-imagen interpretativa de la realidad, del transcurso.

No es importante el último impacto. Tanto bosniocroatas como serbios, tanto musulmanes como cristianos, impactaron el puente.

Aquí es la fuerza hermenéutica que tienen sus realizaciones y la formalización del suceso de su destrucción en un paradigma.

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[ ] Esto no son las Torres Gemelas.

Es el acicate vรกlido para USA.

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[ ] Esto no es un puente.

Esto no es Stari Most.

Es la inaudita nulidad de la ONU.

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NUEVAS PRÁCTICAS EN YUGOSLAVIA

Se adjunta una lámina de imágenes — ­ siguiendo la tradición historiográfica de Warburg— interpretando alegóricamente la demolición de Stari Most, Nastagio degli Onesti de Botticelli, y la inoperatividad de la ONU en el conflicto de los Balcanes.

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Los fantasmas de la ONU La caída del muro ‘que separaba’ es la disolución del imperio soviético y es en los balcanes la pérdida de los fundamentos de la unicación neoimperial iniciada por Tito. Es de nuevo el aoramiento de los resentimientos ancestrales, exhibición exaltada de los monstra (monstruos). De nuevo pretensiones de la Gran Serbia.

Analogía, sucesión y repetición en la conictividad perenne y arraigada en territorio balcánico.

Tragedias en bucle.

De ahí acercar la Venus rajada de \35/

Botticelli al puente sobre el Neretva. En el Nastagio degli Onesti, una joven es perseguida por un caballero. Este la alcanza una y otra vez. La asesina por amor no correspondido. La tragedia se repite cual mecanismo fantasmal.

Un joven enamorado, también no correspondido, presencia la escena con horror. Después se ayuda de la tragedia para convencer a su amada. La cuarta pieza de la serie es el banquete de bodas de Nastagio: formalismo triunfal, falso, que busca recticar la historia.

Los fantasmas de la ONU son las trágicas fantasmatas de todas —

y cada una de las paces convocadas por Occidente. Es el formalismo triunfal erróneo que viene surgiendo desde el Tratado de Versalles tras la Primera Guerra Mundial. Errático por cuanto se incorpora como engranaje de la tragedia en bucle que es la historia (el Tratado de Versalles ya es germen del aoramiento nacionalsocialista).

Reconocer una mirada arqueológica, la que marca nuestro tiempo: una arqueología casi simultánea a la destrucción. Una mirada sobre tragedias de la humanidad (Srebrenica, Ahmici).

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D E W A R B U R G

UN PANEL MÁS PARA

E L B I L D E R AT L A S 1

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