PRIMER PREMIO
Luces Me acerco lenta y alegremente al gentío que se reunía a lo largo de la Calle Mayor. Un fuerte y estruendoso bullicio resonaba en mi cabeza como un lejano eco. Escucho a lo lejos de fondo cómo varias personas gritan mi nombre, alegres, intentando llamar mi atención. Sin embargo, son incapaces de hacerme intuir las innumerables luces que aún permanecen apagadas. Por mi mente no dejan de aparecer millones de diferentes combinaciones de colores, intentando adivinar cuál de todas ellas sería la correcta. De un momento a otro, un rotundo silencio inundó el lugar. La muchedumbre comenzó una cuenta atrás. Cerré mis ojos y, en el último momento, en el último número, en el último suspiro los abrí deleitándome con un gran conjunto de luces y colores que hubiese sido incapaz de imaginar. Una música navideña comenzó a sonar acompañando el mágico momento. Sentí cómo unos brazos me envolvían en un acogedor abrazo; sentí el calor de mi gente, de mis amigos, los de toda la vida y los nuevos. Sentí el calor de la felicidad. Sentí el calor de la Navidad.
MARÍA RODRIGUEZ – 4º ESO- C