El comercio de Bilbao tiene nombre de mujer

trabajar y gestionar. Ha compaginado responsabilidad y familia, y ahora, su hija Cristina, sigue sus pasos.

Marta

Dietética Ponín – Otxarkoaga

Hace 14 años Marta decidió seguir los pasos de su ama y abrir su propia tienda de dietética. No se arrepiente, pero reconoce que lo pasó mal cuando fue madre, que sintió mucha frustración por “no poder con todo”. “Cuando eres autónoma tienes que llegar a todo”, resume.

Elena

Ferretería Rekalde –Rekalde

Elena es la tercera generación y primera mujer al frente desu negocio, muy masculinizado. «Cuando hay algún empleado todavía hay clientes que se dirigen más a él que a mí», reconoce.Eso no ha sido impedimento para hacerse un hueco en el sector y coordinar todos los gremios.

Susana y Montse

Decorazone- Santutxu ra profesional de 48 años que empezó con 14 en Casbi, enla Ribera. Pocos años después nació Lavin, donde ha compaginado trabajo y familia gracias a la implicación de su marido.

Montse

Mobiliario de oficina Neraiker – Deusto

Sus hijas dicen con orgullo que es el ejemplo de mujer empoderada. Y así es. Abrió su negocio hace 22 años junto a su socio y, en momentos complicados, no ha dudado en compaginar con otros trabajos para salir adelante. “A las mujeres no se nos pone nada por delante”, asegura.

Charo

Moda y lencería Charo Ortiz– Distrito 2

Charo es de esas personas que ven una oportunidad y se tiran a por ella. Valiente, abrió su propio negocio hace un año y aprendiendo todo desde cero. ‘Mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo, pero feliz de aportar al barrio’.

Mari Carmen

Electricidad Larrako – HiruAuzo

En sus inicios, peleó en un mercado laboral que no era igualitario.“Trabajé en un negocio durante años donde los hombres cotizaban y las mujeres no”. Luego, llevó adelante nada menos que dos negocios propios. El último, Electricidad Larrako, desde hace 26 años.

Merche y Cristina

Mercado de la Ribera

Merche tomó las riendas del puesto familiar al poco de ser madre. Conocía bien el negocio, es verdad, pero una cosa es trabajar y otra,

Susana tuvo el valor de emprender en plena crisis de 2008, y acertó. Ahora cuenta con un negocio consolidado junto a su hermana Montse. Ambas compaginan su vida laboral con el cuidado de su ama dependiente, con el esfuerzo y trabajo que eso supone.

Silvia

Frutería La Huerta - Txurdinaga

“Aprendes de los clientes”. Es el consejo que, después de diez años, Silvia daría a cualquier emprendedor con dudas. Hoy sabe que aún tiene mucho que aprender, pero ya conoce dónde tiene a los mejores maestros.

Diana y Yolanda

Peluquería Dianyol – Zorroza

“¿Si soy capaz de trabajar para otros porque no para mí?”. Es la pregunta que se hicieron Diana y Yolanda con 18 y 22 años. Hoy, 32 años después, no se pueden mostrar más satisfechas de aquella decisión ni más agradecidas a su clientela por haber confiado en ellas. ●

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