Décimo séptimo Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero (17: Medellín: 2021) Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero. Medellín: Biblioteca Pública Piloto, 2021. 112 p.

1.Cuentos infantiles antioqueños. 2. Literatura antioqueña – Colecciones de escritos – 3. Concursos Literarios I. Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero SCDD I C863.08

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Equipo de trabajo Dirección general Shirley Milena Zuluaga Cosme

Ilustración Carolina Salazar Londoño

Subdirección de contenidos y patrimonio Carlos Arturo Montoya Correa

Diseño y diagramación Carolina Salazar Londoño

Experiencias y servicios bibliotecarios Cruz Patricia Díaz Cardona Elizabeth Cristina Matallana Penagos Ana Carolina Montoya Montoya Comunicaciones Paula Andrea Rendón Suárez Juan Pablo Hernández Posada Juan Carlos Sánchez Restrepo Cristian Perea Palacio Emmanuel Torres Aguirre

Impresión Rapicopias Teléfono: (604) 4484710

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L

eer los relatos de las niñas y niños participantes en el Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero significa conectarse con la imaginación, con los sueños y los deseos que cultivan estos pequeños escritores de Medellín y Antioquia.

La imaginación es el ingrediente común en todos los cuentos presentados al concurso: viajes al espacio, inventos asombrosos, fórmulas maravillosas y seres mágicos son algunos de los elementos presentes en los cuentos.

Las niñas y los niños participantes no ahorran energía a la hora de imaginar; con sus propias palabras y toda su fantasía construyen nuevos mundos para el asombro y disfrute de los lectores, sean chicos o grandes.

Pedrito Botero 2021

Cuentos con imaginación, sueños y deseos

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17.° Concurso de cuento infantil

Prólogo

De sueños y deseos están hechos todos los cuentos recibidos. Y decimos todos porque, aunque no aparezcan en esta selección, cada uno de los relatos presentados al concurso deja ver los sueños y deseos de nuestras niñas y niños por superar sus problemas personales, familiares y sociales; por lograr un mundo mejor, lleno de paz y en armonía con la naturaleza. A través de personajes caracterizados que representan el bien y el mal, de acciones decididas y valerosas, de la comedia y la tragedia presente en sus narraciones, las niñas y los niños usan las palabras para imaginar un mundo que alcance la medida de sus sueños y deseos.

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Jurado 17.º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina

Acta de premiación

17.º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero

Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina

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n deliberación realizada el 11 de octubre de 2021, el jurado del 17.º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero, organizado por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, declara: En total se recibieron 856 cuentos correspondientes a las dos categorías que define el concurso. Una vez hecha la revisión de documentos y condiciones formales para participar, el jurado recibe un total de 688 cuentos a evaluar.

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Luego de realizada la lectura y evaluación de los cuentos habilitados para participar, el jurado define como finalistas y ganadores los siguientes cuentos: de humor, terror y ciencia ficción.

Finalistas Categoría 1

3 4 5

6 Santiago Agudelo Cano 7 Sharon Alzate Morales 8 Luciana Gaviria Agudelo 9 Emiliano Jaramillo Ardila

La fe de las palabras El pueblo magicovid El dulce mágico Los veloces Tito, el niño sin amigos El monstruo y Alejandra El ABC El imperio de Aiko Las aventuras de Juan Tercero

Ruby Esmeralda Rodríguez Paseo a la Romera Jaimes Luisa Maria González 11 Cora Velásquez 12 Nicole Correa Urán Sin título

10

Ganador Categoría 1 El cuento ganador responde de manera creativa a una de las preguntas que más se le formulan a los niños: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Mediante una narración llena de aventuras en las que se funden la realidad y la fantasía, la autora nos lleva a viajar a través del tiempo y del espacio en busca de sus sueños. El cuento ganador en la Categoría 1 es “Arquitecta espacial” de Julieta Acevedo Botero.

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Sofía Flórez Galeano Juan Camilo Tibaduiza Echeverri Jesús David Arrieta Mejía Christopher Vélez Álvarez Matías González Moreno

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Finalistas Categoría 2 Salomé Forero Echeverry Dilan Abdyel Murillo 2 Mosquera José Miguel Zuluaga 3 Aristizábal Biviana Andrea Soto 4 Moná 5 Samuel Osorno Henao Alejandro José Sánchez 6 Chirinos Juan Pablo Pareja 7 Saldarriaga 8 Sara García Márquez 9 Felipe González Torres 10 Sara Bueno Hincapié Natasha Manuela 11 Monnier Granda Mariana Monsalve 12 Moreno 1

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El dragón y el topo José y el jarrón La coartada perfecta Un capítulo de mi vida Cuida de mí hoy Mi crecimiento Nuestra aventura por la ciudad Achú no apeto El animal El ogro del bosque Las flores de María Jugando con el sol

Ganador Categoría 2 El cuento ganador en esta categoría presenta una gran riqueza narrativa, colmada de poesía, imágenes y juegos de palabras. Nos lleva a explorar el mundo interior de todo adolescente que desea huir de su hogar, de sí mismo y de la autoridad en busca de aventuras y, por supuesto, del amor. El cuento ganador en la Categoría 2 corresponde al título de “Oh, pobre lluvia sin gracia” presentado por Yannick Rueda Morales.

El jurado felicita a todos los participantes, finalistas y ganadores del 17.º Concurso de Cuento Infantil Pedrito Botero y los anima a seguir leyendo, escribiendo y participando de estas iniciativas literarias.

Dejan constancia,

Paula Andrea Soto Castrillón Yeimy Maricela Arango Escobar Juan Pablo Hernández Carvajal

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Índice

Categoría 1 Arquitecta espacial

13

La fe de las palabras

17

El pueblo magicovid

26

El dulce mágico

31

Los veloces 34

10

Tito, el niño sin amigos

36

El monstruo y Alejandra

38

El ABC 42 El imperio de Aiko

45

Las aventuras de Juan Tercero 48 Paseo a la Romera

51

Cora 55 Sin título 60

Categoría 2 Oh, pobre lluvia sin gracia José y el jarrón

76

La coartada perfecta

80

Un capítulo de mi vida

85

Cuida de mí hoy

91

Mi crecimiento 94 Nuestra aventura por la ciudad

98

Achú no apeto

102

El animal 105 El ogro del bosque

109

Las flores de María

113

Jugando con el sol

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72

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El dragón y el topo

63

12

1

Categoría

espacial Julieta Acevedo Botero 8 años Colegio Parroquial San Buenaventura Bello, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

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Arquitecta

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Ganador

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sta es la historia de alguien que tuvo un sueño: ser una arquitecta espacial. Suena raro, lo sé. La protagonista soy yo, Julieta, y les contaré todo acerca de mi gran anhelo.

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Primero debemos viajar al pasado. Cuando yo era niña y me preguntaban “¿qué quieres ser cuando grande?” yo les respondía sin dudar: “Arquitecta espacial”. Casi siempre se reían y me decían que debía elegir entre ser arquitecta o astronauta, porque lo que yo quería no existía.

Pero los niños no saben de excusas de adultos, así que empecé a prepararme para lograr mi sueño. Les puse mucho amor a las clases de matemáticas, porque sabía que las iba a necesitar. También me interesé por la ciencia y en una navidad el Niño Dios me trajo un telescopio.

Todas las noches claras miraba las estrellas, y mi mente me llevaba hasta allá. Me vi en mi traje de astronauta, ensamblando aquí y allá para realizar mis grandes obras; podía sentir cómo flotaba, la gravedad cero llegó a mi casa en la tierra y yo era liviana como una pluma.

Mis amigos eran de otros planetas, y no son como todos se los imaginan, verdes y horribles. Eran más hermosos que nosotros los terrícolas y nos hablábamos con la mente y el corazón. A diario los visitaba, o ellos a mí. Los extraterrestres amaban jugar en el mar de acá y yo en el prado de allá, porque hacía cosquillas y olía a confites de fresa.

Mis papás me decían que yo debía pasar más tiempo con humanos, así que invité a Pablo, un vecino, a que viajáramos por el espacio en una noche de luna llena. Él estaba

fascinado, brincó por los cráteres como si fuera un canguro, y hasta habló con mis alienígenas e hicieron una linda amistad.

La situación era que Pablo y yo no teníamos dónde quedarnos en el espacio, y flotábamos sin rumbo fijo, por eso entre los dos construimos una estación viajera, pero no como las de las películas. La nuestra parecía un centro comercial, pero con muchas más cosas, comoomo parques, restaurantes, colegios, habitaciones, y unos robots nos hacían todo lo que necesitábamos. Así pasábamos muchas noches, con la mente fuera de este mundo.

Ambos fuimos creciendo y por cosas de la vida nuestro telescopio cada vez era menos visitado, y cuando lo hacíamos ya hablábamos como grandes, de constelaciones, cometas, agujeros negros y cosas así. Dejamos atrás a los extraterrestres y nuestras grandes aventuras. Al parecer los adultos nos volvemos un poco aburridos.

Yo comencé a estudiar arquitectura, tal como todos lo esperaban, y de Pablo no volví a saber nada, sus padres se mudaron a otro país muy lejos.

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17.° Concurso de cuento infantil

Una vez llegamos a un planeta cuya superficie era gelatinosa en ocasiones y líquida en otras. Pasamos mucho tiempo sobrevolando el lugar. Yo me arriesgué y me sumergí, Pablo se horrorizó al no verme por un buen rato.

Salí empapada de una sustancia amarilla, que por fortuna tenía aroma a caramelo. Pablo decidió lanzarse al ver mi buena suerte, pero para su desgracia, ya la consistencia era líquida, fría y apestosa. ¡Nos reímos por semanas!

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Pablo, además, descubrió nuevos planetas que yo no había visto, aunque en algunos debimos salir corriendo porque no eran amables. En un planeta con forma de rombo, unos seres luminosos escupían flechas cuando sacaban la lengua, por suerte ninguna nos hirió, pero nos enseñó a ser menos confiados.

Luego de graduarme, trabajé en muchos proyectos que me gustaban, pero siempre sentía que hacía falta algo más para sentirme feliz con mi profesión, así que decidí viajar un tiempo por el mundo y conocer hermosos lugares, culturas diferentes y vivir nuevas experiencias.

En uno de mis viajes quise visitar un lugar donde se avistan estrellas, como para recordar mi niñez. Creo que la estrella más maravillosa que vi fue una cara conocida: Pablo estaba ahí, ambos nos dimos un abrazo de oso. Hablamos sin parar, y me contó que él era astronauta, así que estaba cumpliendo sus sueños y me dijo que gracias a mí esa vocación se había despertado.

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Mi amigo y yo nos seguimos viendo, y un día me invitó a su trabajo donde se preparaban para las misiones espaciales. Era fantástico, el lugar más encantador, no quería salir de ahí. Había un grupo de personas haciendo una estación galáctica que pronto partiría a un importante viaje, revisé los planos y en mi mente surgieron mil ideas de cómo mejorarla. Pablo me preguntó: “Julieta, sé lo que estás pensando, qué te parece si nos das tus opiniones”.

Fue así como empecé a trabajar en el lugar de mis sueños, me permitieron diseñar no una, sino muchas obras en el espacio, algunas para turistas, otras para el desarrollo de experimentos, y otras para explorar el universo. Yo misma me hice llamar la “arquitecta del espacio” y en varias universidades del mundo crearon esa carrera para que miles de personas, que tenían la misma meta que yo, lo pudieran hacer realidad.

Ahora Pablo y yo estamos conquistando el universo, a la espera de que la realidad supere la fantasía que de niños teníamos.

palabras Sofía Flórez Galeano 9 años

Colegio La Presentación La Estrella, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

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La fe de las

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 1

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n un día de otoño, como muchos otros, se encontraba Hana lista para irse al colegio. Empacó muchos libros como de costumbre, entre ellos un diccionario viejo, inteligente, reservado y un poquito arrugado llamado Diccionicio, el cual amaba con todo su corazón.

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Hana estaba regresando del colegio cuando se encontró con un gatito gris y blanco, así que soltó su maleta y se fue tras él. Diccionicio empezó a sentir truenos y de un momento a otro empezó a caer lluvia muy extraña, de color morado. Diccionicio estaba asustadísimo, pero en medio de su temor cayó en cuenta de que ¡se estaba quedando sin palabras!, pues cada gota de lluvia le iba quitando sus letras. El mayor temor de él era que Hana lo botase cuando lo viera en blanco. Cuando paró de llover, Diccionicio se quebró en llanto, pero se tuvo que tranquilizar cuando Hana lo recogió. Al llegar a casa, Hana observó lo que le había pasado a su amigo y lo abrazó. Al instante dijo: “No seas tontito, Diccionicio, ni creas que te botaré, eres lo que más aprecio en mi vida, además, ¿te acuerdas de nuestra frase? ¡Siempre juntos! Te quiero, Diccionicio, buenas noches”.

Al día siguiente muy en la mañana, al despertarse la madre de Hana, observó a Diccionicio y al verlo en blanco decidió botarlo. Diccionicio estaba muy asustado.

Más tarde Hana notó que Diccionicio no estaba y le preguntó a su mamá dónde lo había puesto y ella le contó lo sucedido. Hana, impactada por la noticia, salió corriendo a la ducha en donde se tranquilizó en el agua. Hana estaba furiosa con su mamá, pero decidió perdonarla, porque a veces ella también cometía esos pequeños errores.

Estando Diccionicio en la basura, vio acercarse a un vagabundo, pero lo que no se imaginó es que él lo cogería. A Diccionicio casi le da un paro cardiaco cuando el mendigo lo bajó a una cloaca. Diccionicio notó que el mendigo se

Diccionicio estaba muerto de miedo y desesperación por no poder defenderse, pero en ese momento llegó un libro muy peculiar con un atuendo raro y un corazón especial, diciendo las siguientes palabras: “El libro, soplo divino para solaz del humano, lleva al lector de la mano”. Con ese conjuro liberó a Diccionicio y espantó a la sombra.

Diccionicio casi abraza al libro, al cual le preguntó su nombre con un poquito de miedo y algo de pena, pero aquel libro se rio y dijo que no se preocupara; acto seguido se presentó con el siguiente poema: “Yo soy Trágala, Trágala de Pánfila, traigo retahílas y enseñanzas para tu día, y no os preocupéis pues un poco loco yo a veces actuaré”. Diccionicio quedó asombrado, pues nunca había visto un libro tan poderoso y con un nombre tan peculiar.

Diccionicio estaba intentando hacer un nuevo amigo y bueno, también así le preguntaba a Trágala de Pánfila ¿qué había sido esa sombra negra?, ¿por qué dañaba los

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Diccionicio siguió caminando, cuando se encontró con una sombra. Se acercó a ella y vio que los árboles de la zona tenían telarañas y estaban marchitos. Se acercó un poquito más a la sombra, pero antes de que diera un parpadeo la sombra lo envolvió, como a los árboles.

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17.° Concurso de cuento infantil

adentró en la cloaca y de un momento a otro paró, lo abrió y le escribió una frase en la primera hoja. Después de este acto lo echó a nadar en el agua. Diccionicio tenía todo el asco que pudiese sentir, pero aun así se dio cuenta de que el agua pasaba de ser café a cristalina y luego empezó a ponerse azul brillante, ¡como en los cuentos de hadas! Diccionicio vio un portal con hojas y con adornos de todos los colores: eran brillantes e iluminaban todo. ¡Puf! Diccionicio sintió un estruendo y después una música relajante con un brillo cegador. Cuando pudo abrir los ojos vio algo nunca visto: el piso era multicolor y de papel, pero lo que más le sorprendió fue que ¡de las flores salían vocales y de los árboles consonantes!

árboles de esa manera?, así que se lanzó y le preguntó con un poco de curiosidad y tristeza en el tono de su voz.

La respuesta de Trágala ante la pregunta de su amigo fue esta: “Es un aliado de las malas palabras, las cuales quieren que nosotros, los libros, desaparezcamos de este mundo para que ellos puedan tener un territorio mucho mejor en los pensamientos y palabras. Ese sería el fin de los libros”. Diccionicio quedó impactado por la noticia y quería saber más, pero como veía a su amigo de afán, preguntó hacia dónde iba, él le respondió que para donde un gran sabio y viejo amigo.

Diccionicio preguntó si podía ir con él; Trágala respondió que nada lo haría más feliz que eso.

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Cuando llegaron, Diccionicio vio una casa de madera, con un caballito muy flaco afuera de ella. Trágala invitó a su amigo a abrir la puerta y al entrar Diccionicio vio a un viejo libro, el cual se presentó con un vocabulario algo extraño: “Yo lucho contra gigantes, la injusticia, el miedo y la ignorancia… Yo soy Don Quijote (de La Mancha)”. ¡Guau! qué presentación, dijo Diccionicio acercándose a don Quijote, el cual al verlo minuciosamente quedó boquiabierto: ¡¿Él era el elegido?! Don Quijote sabía muy bien qué significaba un diccionario sin palabras en la mitad de la guerra, con un amor alejado, por nada era el libro más sabio de toda la comarca; además, la frase que llevaba escrita en la primera hoja decía: “Diccionicio, eres el libro que liberará el mundo de las malas palabras, pero tendrás que pasar por muchas cosas, cuídate y siempre ten fe. Del elfo Hans”.

Así que Don Quijote preparó su espada y dijo: “Diccionicio, tú que has sido escogido por el destino y por el elfo Hans (el elfo más poderoso de la comarca), ¿salvarás al mundo de las malas palabras?”. Diccionicio no sabía qué

Trágala y Quijote decidieron darle algunas palabras a Diccionicio, entonces Trágala le dio truquillos y cancioncillas para atacar, y Quijote las palabras armadura y escudo para defenderse.

Quijote los invitó a quedarse a dormir, así que hizo tinta muy sabrosa, sirvió hojas recién horneadas y así fue su rica comida, la cual Diccionicio agradeció muchísimo, pues tenía mucha curiosidad de saber qué sabía. Al acostarse Diccionicio sintió algo extraño, pues era la primera noche que pasaba sin Hana, algo que por casualidad también le estaba pasando a ella en ese instante, pero el sueño lo venció.

Muy en la madrugada, Trágala y Diccionicio sintieron un estruendo, el cual sin duda era Quijote al cual la vejez se le mostraba en esas pequeñas cosas. Ellos, un poco adormilados y molestos, se levantaron y fueron al patio en donde pudieron observar a Quijote intentando montar al caballo, pero el caballito era muy delgado y Quijote se caía.

Unas horas después salieron a la aventura de su vida: iban a salvar al mundo, Quijote con su mapa, Trágala con sus poemas y Diccionicio con su sombrero, ese era “El club de los tres libros”.

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17.° Concurso de cuento infantil

Fue un poco extraño para Diccionicio saber que era el elegido, pero aun así quiso seguir adelante. Trágala no aguantó y aplaudió asustando a Diccionicio y alegrando a Quijote por su gran logro.

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decir, pero lo que sí sabía era que quería volver a ver a Hana y eso lo impulsó a seguir, así que, con miedo, pero con muchas ganas de ver a quien más amaba, aclaró la voz y dijo con un tono fuerte pero alegre: “Sí, señor”. Así que Don Quijote dijo: “Entonces tú, elegido, serás el libro destinado a vencer las malas palabras; no siendo más te declaro ‘el que vino a salvarnos’”.

En el camino los libros pudieron observar que unas hojas negras estaban cubriendo los árboles de aquella zona, así que se acercaron, entonces Quijote y Trágala gritaron en coro: “¡Es Miedo!”.

Diccionicio no lo podía creer, pues Miedo había sido un gran amigo suyo hacía unos ochenta años, así que le era difícil creer que su gran amigo se había vuelto una mala palabra. Quijote y Trágala iban a atacarlo, a lo que después se les unió Diccionicio, pero con una estaca en el corazón. Cuando se estaban acercando, Miedo se volteó con su capa y los envolvió con ella. Los tres libros estaban muy asustados y desesperados, pero en todo eso Diccionicio se acordó de cómo todos eran tan valientes y curiosos y usó una de las cancioncillas de Trágala, el cual ya se estaba desmayando. Así que Diccionicio tomó aire y gritó la siguiente retahíla: “¡Que el poder de las canciones venga a mí… Ataque del poeta!”.

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En ese momento quedaron fuera de Miedo, y con él debilitado, al igual que Diccionicio, pero los que sí estaban muy bien eran Quijote y Trágala, los cuales unieron fuerzas, haciendo un ataque que volvió a Miedo gris. Cuando este recuperó la memoria del gran ataque, pidió unírseles, cosa que a todos se les hizo difícil de creer, pero se dieron cuenta por sus ojos que no mentía, así que se miraron los tres y decidieron admitirlo en el club, además conocía más sobre las malas palabras que cualquiera de ellos.

Ya eran cuatro, todos muy decididos. Cuando llegaron al palacio de las malas palabras pudieron observar que era grandioso, pero que no había entrada. Fue en ese momento que entró miedo y abrió un pasadizo secreto en medio de las frías tinieblas. Cuando entraron se dieron cuenta de que todo estaba bastante oscuro y más frío que afuera, cada vez era más helado y parecía sin fin, hasta que pudieron observar una puerta en la cual estaba tallada la palabra “laberinto”. Trágala y Diccionicio abrieron

la puerta de golpe, Miedo estaba un poco temeroso y Quijote ya estaba en la aventura, así que decidieron entrar, pero cuando lo hicieron quedaron ¡dispersos en todo el laberinto!

Ya no daba más, pero la intención de ver a Hana era tan fuerte que seguía peleando, así que hizo lo que nunca había hecho. Después de un rato, los dos estaban exhaustos, pero Diccionicio con sus pocas fuerzas dijo el siguiente poema en francés, el idioma del amor: “Déchaîner... Attaque d’amour” (desata… ataque del amor).

Con ese gran ataque derrotó a la sombra, a la cual le dijo las siguientes palabras salidas de su corazón: “Sombra: eres como un ciego que no sabe a dónde va, esto es para que aprendas a amar”. Con estas palabras Diccionicio limpió a Sombra, que ahora era azul celeste, después salió del laberinto.

Cuando pasó la puerta principal encontró algo que no esperaba; vio a sus amigos amarrados por Burla y Humillación. Diccionicio en ese momento quedó pasmado, pues el agua que tenía Humillación fue el agua con color morado intenso que llovió sobre él para borrarle las letras. En ese mismo instante cayó en cuenta de que las malas palabras siempre habían estado detrás de todo y que todo empezó por ellas.

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17.° Concurso de cuento infantil

Él se dio la vuelta y utilizó la palabra “escudo” para protegerse mientras utilizaba los truquillos de Trágala, pero aquella sombra no se quedó con eso, sino que mandó de sus brazos un agua color azul oscuro como ella, la cual dejó a Diccionicio en el suelo y bastante débil.

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Cuando Diccionicio se vio solo le dieron ganas de llorar, pues ya se había apegado a los otros libros, pero aun así siguió su camino. Cuando ya estaba bastante cerca a la salida notó que algo extraño lo seguía: ¡era una sombra de las malas palabras!

Mientras que Diccionicio pensaba en esto, se le acercó Insulto, el cual traía agua, pero en vez de ser morada era negra como tinta. Quijote, Trágala y Miedo lo vieron acercarse, pero no podían hablar, así que no les era posible ayudarlo.

Cuando él mismo lo vio era demasiado tarde, pues Insulto ya lo había cogido. Acto seguido le echó el agua encima y esta empezó a darle un dolor a Diccionicio en todo su cuerpo, y cuando menos pensó, ¡le estaban pintando sus páginas de negro, lo cual era gravísimo porque sin espacio en dónde escribir, moriría!

Los demás libros lo estaban presenciando con toda la tristeza posible, pero lo más extraño es que muy lejos de allí Hana también sentía en ese momento un dolor en

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su pecho. Cuando a Diccionicio le faltaba una gota de tinta para morir, se acordó de las palabras del elfo Hans: “la Fe”, pero no le dio tiempo de ponerla en práctica con sus amigos, pues en ese mismo instante murió.

Sin embargo, Hana no paraba de creer en Diccionicio y los otros libros igual, así que toda esa fe empezó a brillar en él. Sus hojas lentamente se renovaban y después notó que su portada brillaba más que nunca. Sintió una luz y un calor en su corazón y, en un parpadeo, ¡se vio con todas sus palabras perdidas, ahora de vuelta!

Todavía en el suelo, pero emocionado por su regreso a aquel mundo, agradeció a todos los que le ayudaron a volver a la vida. Luego tomó fuerzas, se paró y recitó la siguiente poesía, dejando a Burla e Insulto tirados en el piso: “Poder de la Fe, junta estas dos palabras contigo y deja que aprendan de ti”.

Ya en mejores condiciones de mandar el ataque más poderoso que haría en toda su vida, lo manifestó con las siguientes palabras: “¡Ataque Esperanza!”. El paisaje se

transformó, los árboles volvieron a tener letras y todo era de colores, era como antes.

Diccionicio recorrió el viaje de regreso, lleno de nostalgia. Cuando llevaba ya un rato en las aguas nauseabundas pudo observar al elfo Hans el cual lucía diferente a como lo había conocido, pues tenía corbatín, olía bien, estaba peinado y con un libro en la mano. Recibió a Diccionicio limpiándolo; al instante lo abrazó y le dijo al oído: “Lo lograste, felicitaciones, salvaste al mundo”. Terminando estas palabras lo metió en una caja rosa con moño azul.

Hana sintió el timbre, bajó las escaleras, abrió la puerta y ahí estaba una caja rosa con moño azul, la abrió emocionada y vio un libro familiar, el cual era viejo, inteligente, amigable y un poquito arrugado, era ese al cual amaba con todo su corazón. …Y como dice Colorín, hermano de Joaquín, este cuento llegó a su fin.

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17.° Concurso de cuento infantil

Cuando llegó la hora de despedirse de Diccionicio, los miembros del “Club de los tres libros”, que ahora eran cuatro, se pusieron a llorar, pero Miedo les recordó que no era para siempre, además le dejaron una dedicatoria en su última hoja, con todos sus nombres y aventuras.

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Quijote y Trágala pusieron en marcha la operación que habían planeado, adaptándola a los cambios. Tomaron los sacos donde estaban metidos y envolvieron en ellos a Burla e Insulto. Después los llevaron a una celda en donde los dejaron el resto de su vida, pagando lo que habían hecho con las palabras y los libros.

Finalista 2

El Pueblo

Magicovid Juan Camilo Tibaduiza Echeverri 7 años

Institución Educativa Miraflores Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Al anochecer la malvada bruja al ver que el pueblo ya no brillaba se fue en busca de otro pueblo para hacer otra pócima.

Pasaron muchos años desde este lamentable encantamiento, hasta que en una tarde la cabra mayor reunió a toda su población y le dijo:

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Una mañana la malvada bruja hizo un encantamiento; metió en su grande olla uñas de gatos, un poco de tristeza, un poco de angustia, una pizca de lágrimas de rana y un poquito de soledad, y dijo fuertemente para que todo el pueblo de Magicovid escuchará: “Ada cadabra patas de rana, que el pueblo de magicovid se convierta en cabras”. De repente repente comenzó a ponerse el cielo gris, las flores se volvieron opacas, a las aves se les cayeron las plumas y todas las personas del pueblo se convirtieron en animales; se escuchaban relinchar los caballos, maullar los gatos, ladrar los perros, realmente parecía un zoológico este lugar. La bruja aún no muy contenta de su hechizo quiso cambiar la fórmula pero no fue posible dejarlos a todos como cabras.

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17.° Concurso de cuento infantil

E

n el lejano Oriente existía un pueblo muy hermoso que tenía mucha magia, llamado Magicovid, tenía magia porque sus flores tenían los colores más hermosos que ningún otro pueblo tenía, sus aves eran tan hermosas que no se podía descubrir qué tipo de ave era, hasta que un día llegó una bruja que era muy envidiosa con la gente de este pueblo; ya que eran muy felices.

—Querido pueblo, llegó la hora de unirnos para encontrar a esta malvada bruja y romper el hechizo.

Después de esto, gritó el caballo de patas blancas con voz temblorosa: —Mmmm... Querida cabra, ¿cómo lograremos encontrarla después de tantos años? lograremos encontrarla después de tantos años?

La cabra respondió: —Sencillo, querido patas blancas, entre todos bailaremos, comeremos y pintaremos flores de nuevo, y al ver que nuestro pueblo vuelve a ser feliz, ella nos buscará para saber qué fue lo que pasó. ¿Quiénes me van a ayudar?

Los animales armaron un escándalo apoyando a la gran cabra.

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Al día siguiente todos los animales se levantaron muy temprano para comenzar a pintar las paredes, las flores, pusieron música, bailaron e hicieron un gran festín. Cuando comenzó a anochecer dijo patas blancas: —Silencio, silencio, silencio... Siento una energía de maldad y rabia que se aproxima, pronto escóndanse.

Todos comenzaron a correr en busca de sus casas, todos cerraron sus puertas con mucha seguridad, no querían que la bruja les hiciera otro hechizo.

De repente, salió la bruja entre risas y dijo: —¿Quién se atrevió a desafiarme? Que salga para convertirlo en una enorme foca.

Luego se escuchó una gran explosión y salió volando del cielo la gran cabra y con una gran sonrisa dijo: —Hola, brujita bonita, ¿cómo estás hoy?

La bruja se puso morada de la rabia al ver que la cabra la trató con amor y cordialidad, y le dijo: —¿Tú, cabra de mala leche, fea y flaca te atreves a desafiarme?

La cabra le respondió:

—Jajajajaja... ¿Para mí? Nadie me da la bienvenida porque soy la temerosa bruja de todo oOriente, pero aceptaré tu ofrenda.

Cuando la bruja se tomó la leche especial de la cabra, dijo: —¡Oh, qué delicia! ¡Es la mejor leche que he tomado! A partir de este momento la echaré en mis pócimas de maldad.

Cuando de repente la gran bruja comenzó a sentirse mal, le dolía la cabeza, se sintió muy caliente, le dolían los huesos, y empezó a toser y gritó: —¿Qué me has hecho, cabra? ¡Me las pagarás! Me las pagaras.

Y como por arte de magia se convirtió en una diminuta bacteria redonda con ojos grandes y le salían tentáculos de su cuerpo.

Todo el pueblo comenzó a gritar de la felicidad, al ver que la gran cabra había convertido a la temible bruja en una bacteria; de repente llegó Patas Blancas con una gran jeringa y metió a la bruja y le dijo: —Aquí estarás mejor, aquí encerrada jamás volverás a hacerle daño a nadie, te llamaremos la bruja covid.

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17.° Concurso de cuento infantil

La bruja respondió:

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—No, querida bruja bonita, solo quiero darte la bienvenida, y quiero recibirte con esta lechecita que hice especialmente para ti.

La bruja lloraba y suplicaba que la dejaran salir, y cada vez que lloraba, de cada lágrima salía una manzana. El pueblo se llenó de manzanas y la bruja covid no paraba de llorar día y noche. La gran cabra se vio tentada a comérsela y dijo: —¡Oooh! Qué manzana tan jugosa y dulce.

Luego mordió la manzana y fue tomando de nuevo forma de ser humano, ya no tenía patas. El pueblo, al ver este gran acontecimiento, comenzó a comerse todas las lágrimas de la bruja, es decir, las manzanas.

El cielo se abrió de nuevo, el sol era muy radiante, las flores comenzaron a brillar, a las aves les salieron plumas más largas y coloridas, el pueblo comenzó a festejar, y desde ese momento el pueblo fue de nuevo el más feliz.

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mágico Jesús David Arrieta Mejía 10 años

Institución Educativa Maestro Pedro Nel Gómez Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

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El dulce

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 3

H

abía un lugar llamado la punta del lapicero, donde vivía un niño llamado Lucas. Él era muy alegre, amistoso, muy inteligente y le gustaban las cosas nuevas.

La punta del lapicero era un lugar muy triste, gris y silencioso y no había diversión y dulces. Por esta razón todos los niños eran infelices. Pero Lucas era diferente, en él había alegría y muchos sueños, también, la esperanza de que los demás fueran felices como él.

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Una mañana Lucas despertó pensando en cómo podía cambiar las cosas, sabía que a lo lejos había un lugar llamado “Happy World” y en este lugar reinaba la felicidad.

Allí las personas eran alegres, los niños se divertían, todo era perfecto. Lucas emprendió su viaje a este lugar; caminó y caminó hasta que llegó, cuando llegó pudo ver la felicidad que había allí: los niños jugaban, los adultos reían, las aves cantaban, el viento soplaba y las flores florecían, en ese lugar era todo diferente. Lucas quería estar ahí, pero se entristeció porque quería que sus amigos fueran felices también.

Allí conoció a un niño llamado Carlos, de su misma edad, este era juguetón, carismático y muy feliz. Cierto día, le preguntó cómo podía llevar esa felicidad a “la punta del lapicero” y el niño le respondió que la felicidad está en el corazón de cada persona, sólo había que dejarla salir; además le dijo que para que un niño fuera más feliz con una gota de dulzura se le podía ayudar.

Después de esto, Lucas preguntó:

Lucas regresó a la punta del lapicero y una vez allí dio a probar el sabroso dulce y comenzó a jugar y hacer que los demás niños se divirtieran; siendo así todo comenzó a cambiar, ya los niños se divertían y ya la ciudad no era más gris y todos eran muy felices.

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17.° Concurso de cuento infantil

Carlos llevaba consigo un dulce, una pequeña muestra de felicidad, y se lo dio a probar a Lucas, quienal probar se fascinó de su sabor y de inmediato sonrió, nunca había probado algo tan sabroso. Así que le preguntó si podía darle más para llevarles a sus amigos, él le dio algunos y le dijo que la verdadera felicidad salía del corazón.

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—¿Cómo podrías hacer eso, Carlos?

Finalista 4

Los veloces

Christopher Vélez Álvarez 7 años

Colegio Cooperativo San Antonio de Prado Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Cuando hubo competencia y llovió, una fuerte ola le pegó al hermano Azul-morado y se quedó atrapado dentro de una concha, todos los carros lo buscaron, pero ninguno lo encontraba. Verde-plateado se puso a llorar y Risitas, la piraña, le dijo: “Recuerda que ya sabes nadar y como dice mi profe clase nunca digas que no puedes, confía en ti y ve a buscarlo”.

Verde-plateado muy veloz sacó la fuerza de su corazón para ir hasta lo más hondo y rescatar a su hermano, que se sorprendió de verlo nadando tan profundo.

Desde ese día los tres veloces no sienten temor de que llueva en el desierto y se convierta en mar.

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Un día Verde-plateado se hundió y se atoró en las rocas, se lastimó y una piraña lo ayudó a salir a la superficie para salvarlo y se volvieron amigos. Desde ahí, la piraña Risitas le enseñó a nadar, para que cuando compitiera con sus hermanos veloces, no se dieran cuenta.

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17.° Concurso de cuento infantil

V

erde-plateado tenía dos hermanos súper veloces y los tres hacían carreras en el desierto, pero se les dificultaba porque cada vez que llovía la arena se convertía en mar y Verde-plateado no sabía nadar. Él se sentía muy triste y Verde-morado y Azul-morado no lo sabían.

Finalista 5

Tito, el niño

sin amigos Matías González Moreno 7 años

Institución Educativa Miraflores Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Una vecina que vio lo sucedido, después de varias horas salió en busca del niño; al verlo desprotegido decidió sacarlo del campo y llevarlo a la ciudad, donde unos familiares que tenía para darle un mejor futuro.

En la ciudad lo ingresaron a un colegio, donde debido al recuerdo de sus padres y hermanos, Tito estaba distraído, despistado y poco sociable. La maestra que tenía se dio por enterada del pasado traumático de Tito y realizó varias actividades con los niños para que Tito fuera soltándose y expresándose mejor. Al poco tiempo Tito ya contaba con varios amigos, se volvió más sociable y amistoso, y sacó a la luz su inteligencia y bondad.

Ahora Tito, gracias al apoyo de la familia de la vecina y su maestra es el niño más sobresaliente de todo el colegio.

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17.° Concurso de cuento infantil

E

n un pueblo llamado Arboletes vivía un niño junto a toda su familia. Era una familia de escasos recursos que vivía de las cosechas del campo. Un día soleado, Tito, el niño menor de la familia, vio cómo un grupo de hombres entraba por la parte de atrás de su casa. En medio del temor que tenía salió corriendo hacia una especie de guarida que tenía donde siempre estaba, ya que era muy tímido y de muy pocos amigos. Los hombres tomaron presa a toda su familia y se la llevaron a las montañas.

Finalista 6

El monstruo

y Alejandra Santiago Agudelo Cano 10 años

Institución Educativa Maestro Pedro Nel Gómez Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Nadie, ni de día ni de noche, osaba acercarse a muchos metros de ese lugar. Alejandra, en cambio, valiente y curiosa por naturaleza, estaba deseando conocer el aspecto de ese monstruo que tanto miedo le daba a la gente.

Un año llegó el invierno y con él tantas lluvias que toda la región se inundó. Muchos hogares se vinieron abajo y los cultivos fueron devorados por las aguas. La joven Alejandra pensó que quizá el monstruo tenía la solución a tanta desgracia y pidió permiso a sus padres para ir a hablar con él. Aterrorizados, no solo se negaron, sino que le prohibieron ir al lago.

Pero no hubo manera; Alejandra era terca y decidida, así que reunió a todas las chicas del territorio en busca del monstruo; pasados varios días, llegaron al lago.

Pedrito Botero 2021 39

17.° Concurso de cuento infantil

É

rase una vez una preciosa muchacha llamada Alejandra, hija de un hacendado colombiano. A unos kilómetros de su hermosa finca había un lago muy conocido en todo el territorio porque en él se escondía un terrible y feo monstruo que, según se contaba, devoraba a todo aquel que pasaba por allí.

En apariencia todo estaba muy tranquilo y el lugar le parecía encantador, se respiraba aire puro y el agua transparente dejaba ver el fondo de piedras. La caminata había sido dura y el calor intenso; apetecía un buen chapuzón.

Entre risas se quitaron la ropa, las sandalias y las joyas, nadaron, bucearon y jugaron durante un buen tiempo sin darse cuenta de que el monstruo, sigilosamente, se había acercado y les había robado todas sus pertenencias.

Cuando la primera muchacha salió del agua para vestirse, no encontró su ropa y les dijo a las demás chicas.

Asustadísimas comenzaron a gritar. ¡No podían volver desnudas al pueblo!

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Comenzaron todas a llamar al monstruo, y entre llantos le rogaron que les devolviera las cosas. Todas, menos Alejandra, que, como hija de un hacendado, se negaba a humillarse. El monstruo se enfadó, y en un arrebato de ira, salió del lago y de un bocado se la tragó.

Todas las jovencitas volvieron a chillar; presas del pánico, corrieron a contar lo sucedido. El hacendado destrozado de la pena decidió actuar: reclutó un ejército y lo envió al lago para acabar con el horrible ser que se había comido a su niña.

Cuando los soldados llegaron armados hasta los dientes enfureció y los atrapó sin darles tiempo de huir. Un soldado corrió y corrió hasta llegar al pueblo. El monstruo de tanto comer se había transformado en una bola descomunal.

El hacendado, hábil en el manejo de armas, sospechó que su hija y los soldados podrían estar vivos dentro de la enorme barriga, y sin dudarlo un segundo disparó flechas

a su ombligo. Le hizo tantos agujeros que parecía un colador. Uno a uno fueron saliendo todos los hombres. La última en aparecer ante sus ojos, sana y salva, fue su preciosa hija.

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El malvado monstruo dejó de respirar y todos agradecieron a Alejandra su valentía. Gracias a su orgullo y tozudez, habían conseguido acabar con el monstruo para siempre.

17.° Concurso de cuento infantil

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Finalista 7

El ABC

Sharon Alzate Morales 10 años

Institución Educativa Santa Juana de Lestonnac Bello, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Pedrito Botero 2021

Y empezó: A amor, B bondad, C confianza, D disciplina, E empatía, F felicidad, G gratitud, H humildad y así, una por una. Cuando terminó de impartir su orden se retiró.

Al cabo de unos minutos el espacio se tornó en absoluto silencio. Así que la letra S no aguantó más y estalló con soberbia.

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—Entonces, ¿quién será la primera?

Algunas empezaron a exclamar al unísono: “¡Seré yo!, ¡seré yo!”, excepto la humildad.

Desatándose así una fuerte discusión. De repente, llegó el abecedario muy enojado y dijo: —¿Qué está pasando aquí? —al escuchar su voz se voltearon de inmediato a verlo. Este enseguida respiró profundo y con una voz suave dijo: —Les daré a cada una la opor-

17.° Concurso de cuento infantil

U

n día el abecedario decidió por fin darle orden a su familia. Así que llamó a sus hijas las letras. Cuandoando estas llegaron al salón las hizo pasar y les dijo: “Antes de establecer el orden, les daré un poder a cada una, recuerden todas son muy importantes, pero entre todas solo habrá una que ocupará el primer lugar”.

tunidad de expresar sus razones de quién es la que debe ocupar el primer lugar y por qué.

En ese preciso momento no se hizo esperar la letra C, la cual alzó la voz para decir —Soy compasión.

—Pero también eres cometencia —exclamó una, a lo que siguió la letra D. —Soy disciplina.

—Sí, pero también eres deshonestidad —replicó otra, continuó la letra E. —Soy empatía sí, pero también soy envidia —reflexionó.

Y así, una tras otra se fue quedando sin argumentos; muy pensativas e inquietas estaban, el único remedio era esperar la determinación de su padre.

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Cuando por fin se pronunció, sacó una carta y leyó: “Mis queridas hijas, he tomado la decisión de quién ocupará el primer lugar, es su hermana la letra A, porque con A se escribe arrogancia, bien ustedes lo saben, pero también se escribe amor, y el amor es un sentimiento tan fuerte y poderoso que vence a la arrogancia, y a muchos más, sin esperar nada a cambio; el amor todo lo transforma y es uno de los sentimientos más valiosos que puede vivir y experimentar el ser humano”.

Cuando terminó de leer, la cara de las letras había cambiado por completo expresando alegría y júbilo. Desde entonces, el abecedario se inicia con la letra A y se termina con la letra Z, cada letra ocupando su lugar, como hoy en día lo conocemos.

de Aiko

Luciana Gaviria Agudelo 10 años

Colegio Jesús María Medellín, Antioquia

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El imperio

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 8

H

abía una vez, en Hiroshima, uno de los grandes imperios cortesanos de Japón, una brillante niña de diez años llamada Aiko quien se hizo reina luego de perder a sus padres en la gran batalla de samuráis.

Aiko se sentía muy sola e incapaz de liderar a su pueblo, y una noche mientras meditaba empezó a escuchar unas voces que se le hacían muy familiares: “Aiko, Aiko”, queque poco a poco se desvanecían junto a unos destellos de luz.

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Pasaron los días y durante cada meditación se repetían las señales de aquella noche y cada vez el eco de su nombre era más fuerte y los destellos de luz parecían códigos; Aiko no lograba descifrar las señales; mientras tanto al otro lado de su imperio los grandes samuráis de todos los pueblos vecinos se unieron para emprender una gran guerra en contra de la nueva reina Aiko, porque no aceptaban ser liderados por una niña.

Fue así como al pasar los días, los grandes samuráis se preparaban con meditación y técnicas de combate para dar inicio a la batalla de rebelión en contra de la nueva reina Aiko; y sin dar tregua se pusieron sus armaduras, invocaron a los dioses de sus antepasados y lanzaron sus gritos de guerra que hicieron eco en lo más profundo del mar y en el castillo de la reina Aiko, quien sabía que esto pasaría pero no quiso preparar su ejército con ninguna técnica de combate para defenderse ni proteger su imperio.

Mientras pasaban los días, los samuráis seguían atacando y cada vez se acercaban más al castillo de la reina, no paraban de lanzar flechas y gritos de guerra con los que pretendían hacer rendir a la reina y su ejército; pero lo

Pedrito Botero 2021

que ellos no sabían era que Aiko estaba acompañada por el dios de la sabiduría y los espíritus de sus padres la estaban protegiendo de cada flecha que lanzaban, porque estas se iban en los destellos de luz que salían como escudos de protección de cada rincón del castillo; fue en ese momento cuando Aiko comprendió que aquellos destellos de luz y sonidos familiares de su nombre eran sus padres que siempre estuvieron allí para protegerla y guiarla por el camino de la sabiduría.

Fue así como después de muchos días grises, la reina Aiko, sin lanzar ni una sola flecha, ni lastimar a sus rivales y con unas palabras sabias, logró que cada uno de los samuráis se rindieran frente a ella y la reconocieran como su gran y única reina que logró unir a todos los pueblos formando el gran imperio de Hiroshima, en donde quedaron prohibidas las armaduras, las flechas y las guerras.

17.° Concurso de cuento infantil

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Finalista 9

Las aventuras de

Juan Tercero Emiliano Jaramillo Ardila 8 años

Instituto Jorge Robledo Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Un día, cuando el sol brillaba en todo su esplendor, y después de tres largos años de búsqueda, ¡por fin la encontró!, esta se hallaba en un viejo templo.

Para tenerla debía enfrentarse a tres largos retos: El primer reto, era domar a una bestia salvaje llamada Jabalí, pero no cualquier jabalí sino uno de las montañas Terror. El jabalí tenía dientes de sable, piel fuerte y dura como la piedra y ojos con pupilas de fuego.

El segundo reto era destruir al malvado troll llamado Llacuna, este tenía un mazo más fuerte que el acero y dientes salidos y mugrosos con caries.

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17.° Concurso de cuento infantil

H

abía una vez un caballero de galante armadura llamado Juan Tercero; era alto, fuerte, inteligente y muy amable. Él buscaba una planta que daba fuerza infinita para ganar todas sus batallas y enfrentar a sus rivales con valentía. En un día muy lluvioso salió a encontrar la planta, pasó por desiertos, por las orillas del mar y por los bosques más oscuros del mundo acompañado de su caballo, su amigo fiel llamado Sombra, que era negro, siempre resistente, capaz de llegar hasta el fin por su querido dueño.

El tercer y último reto consistía en coger la planta correcta.

En el primer reto, Juan Tercero sacó su espada, le cortó los dientes al jabalí y lo amarró con su látigo y así superó el primer reto.

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El segundo reto le costó más porque el troll le lanzó su mazo, pero cuando todo parecía perdido su caballo llegó y Juan Tercero saltó sobre él. Juan tiró su espada hacia un lado para que el troll se sintiera despistado y aprovechando este descuido le amarró los pies y el troll cayó al suelo.

En el último reto tenía que coger la planta correcta, pero cuando la iba a elegir se dio cuenta de que su corcel estaba herido como resultado de la maniobra que realizó para salvarlo. Juan buscó rápidamente la planta correcta y después de varios minutos de observación detallada, la encontró.

Como la planta daba fuerza y sanación, Juan se la dio a su corcel, así su caballo comenzó a iluminarse y se curó.

Como Juan gastó la planta, los dioses del templo vieron el poder de su amistad y le dieron como obsequio otra planta sagrada y este orgulloso se fue del templo y siguió sus heroicas aventuras con su corcel.

Finalista 10

Paseo a la

ROMERA

Ruby Esmeralda Rodríguez Jaimes 10 años

Institución Educativa Primitivo Leal Sabaneta, Antioquia

E

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sta noche no he podido dormir pensando en ir a la Romera, dicen que es un lugar muy hermoso donde se puede respirar con total tranquilidad. Voy a ir con mi mamá y unas amigas de ella que son personas mayores, y no digo que viejas; se ofenderían mucho si les dijera así ya que siempre las escucho decir: “vieja la cédula”. Las amigas de mi mamá con las que fui son: la señora Olga, ella era muy delgada, se ve que le gusta hacer mucho ejercicio y es bastante alegre; la señora Socorro, tiene el cabello rojo y es un poco malgeniada, fue con nosotros para no quedarse en su casa; la señora Marina, es una persona que por todo se está riendo, mi mamá dice que ella se ríe por cualquier cosa, nunca se ve triste y a todo le ve el lado bueno, y finalmente yo, que iba con mi mascota que es una perrita. Sonó la alarma y mi mamá me despertó para que me alistara, ya habían acordado subir por la Doctora de Sabaneta; a nosotros se nos hacía fácil ya que vivimos en ese barrio. Mi mamá me dijo que llevara una sudadera, gorra, botas y repelente para los mosquitos, también que alistara la coca, llevara agua, bocadillos y unos bananos para compartir con sus amigas. Llegamos al punto de encuentro, todavía no llegaba la señora Olga que andaba retrasada porque ella vive más lejos, en cambio las otras amigas sí, pues viven más central. Al fin llegó la señora Olga, saludamos y mi mamá dijo: “Vamos antes de que el sol empiece a calentar”. Salimos muy entusiasmadas porque iríamos a ese parque ecológico que hasta el momento no había tenido la oportunidad de conocer, sin saber que al principio iba a haber unas pendientes muy fuertes para las señoras, pero que a mí me parecían fáciles de correr con mi perra, aunque mi mamá gritaba que tuviera cuidado porque me podía caer. Por el camino pudimos observar dos colegios

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17.° Concurso de cuento infantil

grandes y campestres, una de las señoras dijo que eran hermosos y que le iba a decir al hijo si quería estudiar en alguno de esos colegios ya que son muy buenos, y aunque a mi mamá le gustaron mucho, sabía que era muy costosa la mensualidad. Seguíamos caminando y observé que había mucha gente: jóvenes, adultos, familias hablando y muchas personas haciendo ejercicio en bici.

También, observé muchas casas coloniales alrededor, llenas de plantas con hermosas flores donde se posaban mariposas multicolores y mi perrita trataba de atraparlas, pero yo la jalaba para que no pudiera comerse a ninguna de ellas. Llegamos a la loma del asfixiadora donde la señora Marina nos dijo que nos tomáramos una foto para enviársela a su hija y que le creyera que sí estábamos yendo hacia la Romera. Claro está que la señora Socorro estaba ahogada, casi no podía respirar porque no estaba acostumbrada a caminar por lomas sino más bien en plano. Otra señora y yo nos adelantamos mucho y mi mamá nos decía que debíamos seguir al paso de doña Socorro y no dejarla sola, que si veníamos en grupo teníamos que ser solidarias con ella, entonces decidimos ayudarla con el morral y seguir caminando más lento. Pasamos por una caballeriza (así se le llama al lugar donde hay caballos), nos quedamos un rato a mirar por una rejilla del portón a un hermoso caballo que parecía haciendo música con sus patas. Cada vez que bajaban las personas y les preguntábamos cuánto faltaba nos decían que estábamos cerca y la señora Socorro decía que eso nos dijeron hace unos minutos. Llegamos a un gran portón pintado de blanco donde decía: “Bienvenidos a la Romera”. La señora Olga dijo que no estaba tan lejos, pero la sorpresa fue que aún estábamos a mitad del camino. Se podía oír el ruido del agua cayendo entre las piedras, los pajaritos cantando y el viento suave que hacía mover las hojas de los árboles; mi mamá dijo que eso no lo cambiaba ni por el tesoro más grande del mundo, que era

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muy rico respirar todo lo que nos ofrecía la naturaleza.

Allí descansamos, tomamos agua y tomamos chocolate que nos trajo doña Socorro, mientras contábamos historias sobre el bosque. Doña Marina nos tomaba fotos sin que nos diéramos cuenta y se reía sola, hasta que vimos cómo nos veíamos de ridículas en las fotos con la lengua afuera y los ojos torcidos; después, fuimos a abrazar un enorme árbol y nos tomamos muchas fotos saltando y videos bailando, nos reímos mucho y fue una experiencia increíble. Por fin llegamos al parque ecológico y había un letrero grande en la entrada (y por todo el camino) que pedía cuidar el agua, la fauna y la flora del lugar. Cuando logramos descansar ya era mediodía y teníamos tanta hambre que decidimos almorzar de una vez. Mi perrita estaba feliz corriendo por esa zona verde y le ladraba a un hermoso perrito que se encontraba allí. Después de haber descansado, la señora Socorro no podía creer que había caminado tanto, entonces, Marina les dijo que se tomaran fotos en ese mirador para mandárselas a sus hijos, hasta se pusieron a saltar para que yo les tomara las fotos en el aire. Se declararon desde ese día “Las poderosas“ y mandaron las fotos a Facebook y a sus amigos; parecían niñas. Les cuento esta historia para que vayan a visitar ese hermoso parque ecológico que tiene el municipio de Sabaneta.

Finalista 11

Cora Luisa María González Velásquez 10 años

Colegio Marymount Medellín, Antioquia

A

lguna vez Mut y Ra tuvieron una hija llamada Cora que fue exiliada, pero ¿por qué?

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Según la mitología egipcia después de que una persona moría la momificaban; supuestamente antes de llegar al cielo pasabas doce puertas y tenías que lograr pasarlas sin que tu cuerpo se descompusiera. Pero bueno, a eso no va nuestra historia; si pasabas esas puertas tu corazón era medido en una balanza gigante para saber si habías tenido una buena vida, y si era demasiado pesado el corazón era devorado y te quedabas en la tierra de los muertos para siempre.

Cuando la diosa Cora cumplió veinte años, era hora de que le anunciaran su tarea, ella esperaba algo grande, estaba muy emocionada. Verán, cada dios egipcio tiene una función muy importante en la vida de los egipcios, por ejemplo, Ra trae el sol.

—¿Cora? —Ra la llamó—. Te nombro devoradora de corazones.

—¿Qué? ¿Por qué yo?

—Pues la bestia que se los comía ha muerto, y además es un puesto muy importante —le dijo su padre.

—Pero... ¿por qué ...algo así? no me das otro puesto como proveedora de agua o algo así.

—Cora, nono hay nada más y ese puesto ya lo ocupa Anukis tu prima, y ella no te puede dar su puesto. Lo siento, Cora, no tengo nada más.

—Pero eso es injusto, todos tienen funciones muy importantes y yo tengo la más aburrida… —dijo Cora.

Esa tarde Ra llevó a Cora a su espacio de trabajo, la llevó a una cueva iluminada con una balanza gigante, y una puerta alta. Cuando llegó la primera, era un alma buena, lo mismo que las veinte siguientes. Pasaron los días y Cora se dio cuenta de lo aburrido que era ese trabajo, no había llegado ni un alma pesada. Cora pasó un mes sin ver almas pesadas hasta que llegóun chico llamado Raví (que significa sol en hindi, y aunque estuvieran en Egipto ese era su nombre). Cora dejó pasar a Raví, sin antes implementar su táctica. Después de un tiempo, Ra se dio cuenta de que cada vez menos personas se quedaban en el mundo de los muertos, entonces decidió que iba a preguntarle a Cora cómo le estaba yendo, así que entró en la cueva.

En ese momento, Cora estaba hablando con un hombre llamado Dakarai, que significa feliz; el caso es que Dakarai robaba y contrabandeaba el comercio, entonces Cora le estaba dando su lección. Ra entró y vio a Cora dejando

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17.° Concurso de cuento infantil

Desconsolada, Cora volvió a su habitación, no se imaginaba a sí misma devorando corazones de inocentes humanos… no, no podía, y ella tenía un plan. Ella iba a dejar pasar a todo humano al cielo sin importar las consecuencias, todo humano se lo merecía y para eso están los dioses: para ayudar a los humanos. Antes de ir a su trabajo fue con Maat (su otra prima), la diosa de la filosofía, a ver si su plan podía ser perfeccionado. Al llegar a la habitación de Maat, Cora tocó la puerta siete veces, que era el código entre Cora y Maat. Maat abrió la puerta y le dio la bienvenida y escuchó atentamente el plan de Cora, y Maat dijo que les podría dar una lección a los humanos, que ella los perdonaba, pero con una condición: que en el cielo no hicieran nada parecido.

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—¡Cora! Ya está decidido y ya te lo he dicho: no tengo más trabajos, empiezas en la tarde, buena suerte —sentenció Ra.

pasar a un alma de color oscuro y cuando Cora lo vio Ra empezó a enojarse y le gritó: —¡Cora! ¿Qué estabas haciendo? ¡Ya sabes que está terminantemente prohibido dejar pasar a almas pesadas! Irás a la caverna del juicio ¡AHORA! —Pero papá… —dijo Cora.

—Ya está decidido: iremos ahora mismo —dijo Ra. Ra llevó a Cora a una caverna amplia llena de mesones y sillas, y el tribunal consistía en esto: el juez siempre era Ra, gracias a que era el dios Alpha, la abogada era una de las primas de Cora, Maat (seguro que la recuerdan por haber ayudado a Cora con su plan), la taquígrafa era Mut, la madre de Cora, y en este caso la acusada era Cora. El único testigo era Ra. Después de haber reunido al tribunal y al público empezó el juicio. Ra fue el primero en hablar: 58

—Hoy estamos reunidos para presenciar el juicio de Cora.

Cora, se te acusa de haber roto los siete pilares fundamentales de nuestra sociedad en este caso el número tres: no dejarás pasar a almas pesadas. ¿Cómo te declaras, Cora?

—Totalmente inocente —respondió ella—; dejar pasar a almas pesadas es algo que todos deberíamos de hacer en ese trabajo.

Se oían murmullos en la multitudmultitud: “No será buena heredera” dijo alguien. “Concuerdo”, respondió otra persona, -concuerdo, respondió otra persona. Después Maat defendió a Cora: —Yo considero a mi prima totalmente inocente, les daré dos razones para creerme: uno, la mayoría de almas pesadas que vienen robaban o hacían lo que hacían para sostenerse a ellos o a su familia, no todos en este país tienen buena posición económica, es de sus únicas opciones, piensen. ¿Qué harían ustedes?

—Dos, ¿cómo se sentirían si se les encargara el trabajo de devorar corazones de humanos?, sean empáticos supuestamente estamos aquí para hacerles la vida mejor. ¿No sentirían culpa, decepción, tristeza, etc.? Y, además, ¿no merecen una segunda oportunidad?

Ra de vuelta a su rol de juez dijo: —¿Niegas haber hecho eso, Cora?

—No, no lo niego, pero al menos he hecho lo correcto, al hablar las almas recapacitabanrecapacitaban —dijo Cora.

—Bueno, Cora, esto me duele, pero he decidido que tu condena será el exilio; vivirás, morirás y pasarás el resto de tu vida en el mundo de los humanos.

Los sollozos de Mut (la madre de Cora) se oían suavemente en el fondo, pero Cora dijo estas últimas palabras: “Está bien si me exilian, pero yo nunca olvidaré a ninguno de ustedes, ni lo que pasamos juntos, y me voy con mi conciencia limpia”.

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17.° Concurso de cuento infantil

—Yo hoy les vengo a hablar de un grave incidente que acaba de cometer mi . Pues bien, hoy empecé a hacer cuentas y note que cada vez menos almas iban al mundo de los muertos, entonces fui a preguntarle a Cora cómo le estaba yendo, y la encontré hablando con un alma de color oscuro y luego la traje aquí porque la dejó pasar.

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Los murmullos seguían, pero Ra seguía con su mirada imponente, y luego habló Ra (que era el testigo, además del juez). Se paró ante el público y dijo:

Finalista 12

Sin título

Nicole Correa Urán 9 años

Institución Educativa Maestro Pedro Nel Gómez Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Siempre les preguntaba lo mismo a sus padres, y sus papitos siempre le evadían el tema, hasta que llegó una noche donde Mily no aguantaba más y lloró y lloró por la noche, se puso opaca, sus padres no soportaron verla así, así que decidieron hablar con ella y contarle lo que sucedía.

Mira Mily, lo que pasa es que eres una hermosa estrella y eres la que les da luz a las lindas noches, tienes tu propio brillo y eso te hace la estrella más hermosa del mundo.

Mily secó sus lágrimas y entendió que todo no era tan malo, que ella era luz para muchas personas, animalitos y para el resto del cielo. Y a partir de ahí prometió nunca volver a llorar y siempre agradecer por lo que Dios le brindaba, que es dar luz a la vida, y así vivió feliz por siempre.

Pedrito Botero 2021

Mily siempre se preguntaba por qué sólo podía disfrutar en las noches de la naturaleza, de los ríos, de los cuentos que le leían sus padres, y ¿por qué no podía disfrutar de esto a la luz del día?

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17.° Concurso de cuento infantil

L

legaba la noche y era algo maravilloso para Mily ya que era algo que amaba con todo su corazón, le gustaba que sus padres le leyeran cuentos, que le hicieran pasabocas, para así disfrutar de sus noches.

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Categoría

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lluvia sin gracia Yannick Rueda Morales 13 años

Colegio Corporativo Lizardy Montoya Caldas, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

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Oh, pobre

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17.° Concurso de cuento infantil

Ganador

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a lluvia, ese evento natural tan maravilloso, el acto de tristeza más legítimo de todos, en el cual el mismísimo cielo rompe en llanto sobre la tierra y le da vida a todo lo que toca. Pero, ¿qué es lo que ocasiona la lluvia?

Quizás es cierto que las nubes se vuelven pesadas por tanta agua y la dejan caer en forma de gotas, pero esta es una verdad a medias; sí, las nubes se vuelven pesadas y el agua cae, así es como lo percibimos nosotros, pero en realidad hay algo, o más bien alguien responsable de la lluvia, y además, también es el responsable de la tristeza que sentimos siempre que algo nos aflige. Ese responsable, ese culpable que aunque nos haga derramar lágrimas en nuestra almohada en medio de la noche, en realidad no es capaz de hacerle daño ni a una mosca. Ese responsable no es ni más ni menos que Pécal, una joven hermosamente triste, de larga, colorida, pero apagada cabellera, en su cabeza posa una corona azul como el cielo, adornada con estrellas doradas; de solo mirar a Pécal podrías sentir que todo lo malo se posa en tu conciencia para recordarte una y otra vez que el mundo es horrible, por algo es la culpable de la tristeza. Por suerte para Pécal, ella no les inyecta miedo e incertidumbre a los corazones de las personas al igual que hace su padre, nada más y nada menos que la mismísima Muerte, Mortis para los amigos.

Oh, pobre de Pécal, tan triste y solitaria siempre, lo único que puede hacer en su encierro, al estilo de Rapunzel de los hermanos Grimm, es ver cuadros viejos, pintar el mismo paisaje nublado del limbo casi todos los días, llorar por el bien de la humanidad y en sí por el de todos los seres vivos, calmar y hablar de vez en cuando con las almas desorientadas, tristes y confundidas, ver las flores marchi-

Pécal se sentó a su lado muy nerviosa. Reuniendo lo poco o casi nada que tenía de valor comenzó a hablar: —Oh padre, sé que hoy es tu primer día descanso en siglos, quiero que sepas de antemano que mis intenciones no son estresarte, ni mucho menos, pero en serio necesito sacarme este peso de encima y satisfacer el incontrolable deseo que vive dentro de mí y me devora lentamente día a día —dijo Pécal con un tono triste y melodramático, como si estuviera en una obra de teatro y ella fuera la viuda afligida.

Mortis solo miró a su hija, por desgracia era lo único que podía hacer, puesto que un esqueleto no puede tener expresiones faciales.

Pedrito Botero 2021

Pécal estaba decidida a salir de allí, pero era una niña correcta y un poco, digamos, cobarde, y no se atrevía a desobedecer a su padre, pero nada la detenía de ser insistente, molesta, e incluso, usar “la fuerza” para salir de ese castillo. Pécal encontró a su padre sentado en uno de los sillones del salón bebiendo una copa de vino; hoy era su día de descanso, sus asistentes se encargarían del inventario y envío de almas a sus respectivas zonas y dueños.

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17.° Concurso de cuento infantil

tas marchitarse más y más por el resto de la eternidad y beber avena, de vez en cuando, leer algún libro triste, pero no hacía falta, ella lloraba incluso leyendo El principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Pero algo que nadie sabía era que de vez en cuando Pécal se escondía cerca de la puerta del menos aquí, y por unos instantes veía conforme las almas pasaban los lugares más hermosos y los más horribles que podían existir; ella quería conocer esos lugares, quería sentir su aire y tocar todo lo que hubiera ahí, sentir el calor, el frío, la suavidad de los animales o, aunque sea al menos, la mordida de una serpiente; no le importaba qué fuera, ella quería sentir todo lo que hubiera allí afuera, incluso sentir la felicidad, el enojo o, siquiera, una pizca de amor por algo o alguien.

—Dime, mi pequeña, qué necesitas.

Pécal se quedó en silencio unos segundos, aún estaba procesando las palabras de su padre debido a los nervios.

—Oh, padre, quería pedirte algo muy importante para mí, es algo que he querido desde hace mucho tiempo y te estaría eternamente agradecida si me dieras el gusto de tenerlo.

Mortis se preguntaba qué sería lo que con tanto fervor deseaba Pécal.

—Ve al grano, Pécal, no tengo toda la eternidad para escucharte, solo tengo un día.

Pécal, como la niña obediente que era, fue al grano.

—Déjame ir a la tierra, al menos unos días.

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Aunque Mortis por obvias razones no lo demostrara, tenía una cara de confusión y desagrado que incluso Pécal la notó.

—Creí haberte dicho literalmente millones de veces que no, no irás a la tierra, jamás.

Pécal ya se esperaba esa respuesta, así que preparó una estrategia que probablemente haría que su padre “cambiara de opinión” casi al instante.

—Está bien, padre, supongo que me quedaré enclaustrada en este lugar por el resto de la eternidad, pero no te preocupes, no tengo ningún problema con permanecer enjaulada como un loro que solo llora en vez de cantar —dijo Pécal con la intención de hacer sentir, aunque fuera un poquito mal, a ese viejo y empolvado esqueleto que tenía de padre; por desgracia no lo logró.

Pécal se levantó y se dirigió a la repisa de vinos, tomó uno que le habían dado unos hombres la semana pasada, se veía un poco raro, incluso Pécal dudó en abrirles la puerta

—Lo siento muchísimo, padre, pero no me diste otra opción, te pido por favor perdones mi desobediencia y mi egoísmo, en caso de que tu rabia no te lo permita, lo entenderé. Te prometo intentar no tardarme mucho; que tengas dulces sueños, padree —dijo Pécal al oído de Mortis.

El veneno durmió a Mortis tal y como Pécal lo había planeado; si no fuera por la ingeniosa idea que le dio la peinilla, quizás aún estaría encerrada en su habitación preguntándose cómo convencer a su padre de que la dejara ir a la tierra.

Pécal corrió lo más rápido que pudo hasta llegar a la puerta del menos aquí.

—Dios, por favor, perdóname por lo que estoy a punto de hacer.

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Pécal se sentó otra vez al lado de su padre y le sirvió vino en su copa vacía; él no preguntó cuál era ese vino, solo se dedicó a beberlo, sabía que su hija estaba dolida y no quería hacerla sentir aun peor inconscientemente de alguna manera que ni él mismo podría entender. A Mortis le gustó mucho el vino, nunca había probado otro igual, pero al terminar la copa se sentía muy cansado, sentía que los párpados que no tenía le pesaban cada vez más y más hasta que dejó caer la copa en el suelo y se desmayó.

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17.° Concurso de cuento infantil

del castillo; uno era viejo e iba montado en un cocodrilo, el otro era más joven, tenía una muy linda corona e iba montando un dromedario. El viejo le dio la botella de vino a Pécal y le dijo que era para su padre; el joven le dio un brillante peine de plata adornado con piedrecillas amarillas y le dijo que era para ella, luego de eso se despidieron y se fueron. Para Pécal eso fue algo muy extraño ya que los únicos que vagaban fuera del castillo eran almas desorientadas y bestias horribles que una que otra vez se escapaban a causar caos en la tierra, pero no vio motivo para preocuparse por eso y cerró las puertas del castillo.

Pécal cruzó la puerta del menos aquí; ya no había vuelta atrás, lo único que le quedaba era seguir adelante, dolida por lo que le acababa de hacer a su padre, pero aún con un sueño y el deseo de cumplirlo.

Pécal había cruzado la puerta con los ojos cerrados, no se había dado cuenta de que ya estaba afuera; Pécal había salido descalza, podía sentir el cosquilleo y a la vez la suavidad del pasto en sus pies, el dulce viento, el cantar de los pajaritos, el crujir de las hojas de los árboles y el tenue canto de un desconocido. Pécal abrió los ojos y vio un bosque envuelto en el atardecer; Pécal, tímida pero deseosa de conocer lo que para ella era desconocido, siguió la dulce voz que ella sentía que, indirectamente, la estaba llamando.

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Pécal caminó y caminó hasta que al fin encontró el origen de aquel melifluo y el preludio del desastre. Aquel que cantaba tan dulcemente era un joven apuesto, tenía los ojos cerrados, vestía una bata larga marrón, sus pies estaban descalzos y estaba sentado en una roca, la escena parecía sacada de un cuento infantil. Pécal solo se sentó en el suelo, mirándolo, sin desviar ni por un momento su atención. La noche ya estaba llegando y el joven dejó de cantar, abrió los ojos y se dio cuenta de que tenía público; Pécal, por primera vez en su vida, sintió lo que, según ella, era felicidad, pero quizás solo le estaban temblando las entrañas.

—Tu voz es hermosa, al oírte sentí como si los mismísimos ángeles hubieran bajado del cielo para deleitarme con su voz.

—Oh, muchas gracias, me alegra que a alguien le guste mi cantar; normalmente los únicos que se deleitan con él son el viento y los árboles, no hay muchos animales en las cercanías, solo insectos, por lo tanto no hay muchos seres que estén dispuestos a escucharme. Dígame, ¿qué la trae por aquí? Normalmente las personas no entran a

este bosque, dicen que está maldito, aunque por lo que he visto no hay nada raro en él.

Pécal tenía una cara aún más triste que la que normalmente tenía; el joven notó esto y la miró con preocupación y lástima, pero luego comenzó a sonreír, se levantó de la roca en la que estaba sentado y comenzó a bailar al ritmo de su flauta dulce. Pécal lo miro un poco confundida, nunca había bailado antes y no sabía cómo se hacía, aunque el joven tampoco lo hacía muy bien que digamos.

—Levántese, baile conmigo, calme su mente y aleje toda la inmundicia que atormenta su conciencia, deje que la luna, las estrellas, el viento y los árboles sean testigos de su belleza y su gracia al bailar.

A Pécal la conmovieron esas palabras, su corazón comenzó a latir muy rápido, ella lo vio como algo normal; Pécal se levantó y bailó con el joven; para sorpresa de ella los pasos le salían naturalmente; aunque no hubiera practicado antes, parecía como si hubiera estado bailando desde siempre. Bailaron por mucho tiempo, no sabían qué hora era, la luz de la luna y las estrellas los iluminaban como si del mismísimo sol se tratase. El joven se sentó, estaba cansado, era resistente pero no tanto como Pécal.

—He pasado la mejor noche de toda mi vida a su lado, espero que su mente se haya despejado y su conciencia se haya hecho menos pesadapesada —dijo el joven, fatigado.

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17.° Concurso de cuento infantil

—Me he perdido, no recuerdo el camino de regreso a mi hogar, pero tampoco es que tenga muchas ganas de volver; si vuelvo estaré en graves problemas y puede que no tenga la oportunidad de salir nunca más.

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Pécal sabía que la mente humana no se tomaba muy bien aquello que no podía comprender, por ejemplo: la muerte, así que decidió no revelar su origen ni su razón de estar en ese lugar.

—Efectivamente, me he despejado completamente de todo lo que me agobiaba. Dime, ¿cómo lo haces, cómo es posible que con solo bailar una pueda olvidarse de todo?

—Bailando uno puede olvidarse incluso de su propio nombre o de quiénes son sus padres; cuando se está bailando uno sin querer se concentra solo en el momento, todo lo demás no importa, el baile es una de las mejores formas de despejarse y olvidarse de todo aunque sea por unos segundos.

Pécal estaba encantada con ese muchacho, se sentía tan feliz a su lado; ella no lo sabía, lo que ella había sentido por ese muchacho en esas horas que pasaron juntos, eso era amor, pero ese amor sería efímero.

El muchacho le preguntó a Pécal:

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—Ahora que me doy cuenta, no me ha dicho usted su nombre.

Pécal se sentía muy apenada, esa debió de haber sido de las primeras cosas por hacer al comenzar a hablar con el muchacho.

—Mi nombre es Pécal, es el mayor de los placeres conocerte dijo Pécal con una sonrisa de oreja a oreja. —Y dime, ¿cuál es tu nombre?

El joven tenía una cara de sorpresa, pero luego comenzó a reírse en silencio y comenzó a subir el tono de su risa cada vez más y más. A Pécal le parecía un comportamiento extraño; de lo poco que ella sabía sobre la comunicación, normalmente si le preguntas a alguien por su nombre este te responderá diciendo su nombre, no con una bullosa risa. El joven paró de reír y habló: —Oh, joven Pécal, supongo que es verdad que no sabes nada sobre este bosque, está bien, te diré mi nombre. Mi nombre es…

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17.° Concurso de cuento infantil

Los días pasaban y no paraba de llover en ese bosque. En poco tiempo el bosque se inundó y la estatua de Pécal yacía bajo el agua en un hermoso y mágico paisaje acuático creado a base del triste y doloroso amor que ella sufrió.

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Pécal no pudo escuchar su nombre, ya se había convertido en piedra y el joven se había esfumado en el aire; el sin nombre es un malvado, pero bueno, qué se le va a hacer, es como si alguien no pudiera contradecir una maldición.

De la estatua de Pécal brotaban lágrimas, estaba muy afligida por la pérdida y el engaño de aquella persona que amó; aunque solo fueron unas horas, ella pudo sentir lo que era la felicidad, pudo enamorarse, y por ese amor se quedó el resto de la eternidad convertida en piedra.

Finalista 1

El dragón

y el topo

Salomé Forero Echeverry 11 años

Institución Educativa Miraflores Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

H

Un día, salió a recoger las fresas de su jardín, ya que se le habían acabado las que tenía en su casa pero cuando llegó, se dio cuenta de que sus fresas no estaban bien, estaban todas mordidas, otras tiradas por ahí y otras ni siquiera se encontraban allí, pues alguien se las había comido… Dragón triste y enojado gritó:

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abía una vez un Dragón muy grande, fuerte y cariñoso que le encantaba comer fresas, además era su alimento preferido y aún más con chocolate derretido encima.

¡¿Quién se comió todas mis fresas?!

—¿Quién anda ahí?

Con una voz temblorosa, el Topo le respondió: —Soy Topo, un huésped de este paraíso.

Y Dragón preguntó: —¿Qué haces aquí?

El Topo contestó muy feliz: —Bueno, es que me encontré este paraíso de fresas, y me di un buen festín…

Dragón se quedó sorprendido por la cantidad tan grande que se había comido… se quedó boquiabierto… entonces Topo miró bien la situación y se dio cuenta de que las

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17.° Concurso de cuento infantil

Entonces un Topo muy bonito salió de un pequeño hoyo, que había detrás del jardín de las fresas y Dragón dijo:

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fresas eran del Dragón tan grande que estaba frente a él, pasó saliva, pensando que era su fin, pero en lugar de eso Dragón respiró profundo y le dijo a Topo: —¿Vienes solo?

Y Topo le contestó: Sí… desafortunadamente… pues no tengo muchos amigos y mi familia está de viaje en otro jardín —respondió Topo con las lágrimas en sus pequeños ojos.

Dragón suspiró y le dijo: Te puedes quedar conmigo, mientras que llega tu familia… ¿Te parece?

Topo se había sentido mucho mejor y le respondió que sí, agradecido por la gentileza de este gran Dragón.

¡Aaaaah! Pero no lo iba dejar quedarse sin hacer nada.

Entonces, Dragón le dijo: —Te podrás quedar con una condición, vas a tener que arreglarme el jardín y ayudarme a volver a plantar todas las fresas que me dañaste… ¿te parece?

Unos días después, la familia de topo había llegado de su viaje a casa, y precisamente era la hora de la despedida de Dragón y Topo, donde se dieron un fuerte abrazo, pero aún más fuerte el de Dragón, claro.

Se despidieron con nostalgia pero todos quedaron felices, porque Topo ya tenía un amigo, y Dragón porque su jardín ya estaba recuperado y con fresas que tanto le gustaban.

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17.° Concurso de cuento infantil

Al día siguiente empezaron a arreglar el jardín, y todo quedó igual como lo tenía Dragón.

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—Sí, me parece justo, gran Dragón.

Finalista 2

José y el

Jarrón

Dilan Abdyel Murillo Mosquera 11 años

Institución Educativa Miraflores Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

É

rase una vez un niño llamado José. Él vivía en Norcasia junto a sus padres, su abuela y su gato.

A la abuela de José le gustaban mucho los jarrones, tanto que tenía una colección de 35 hermosas unidades desde hacía 13 años y a diario los limpiaba porque le encantaba verlos brillar.

Una tarde cualquiera, José le preguntó: —Abuelita, ¿cómo has hecho para coleccionar tantos jarrones?

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Los papás de José trabajaban en una fábrica de chocolate artesanal por lo que siempre estaban por fuera de casa, mientras la abuela se quedaba cuidando de él.

Días después, José decidió salir a jugar y salió tan temprano que no avisó en casa.

Ese mismo día, pero por la tarde, la abuela de José se preparaba para limpiar sus jarrones como de costumbre...

—¡Oh, por Dios! —exclamó al entrar al salón y ver su jarrón favorito roto en el piso.

Lloró por horas llena de mucha tristeza, pues ese jarrón era muy especial para ella, le recordaba el primer lugar que visitó en compañía de su esposo.

Pronto llegaron los padres de José.

17.° Concurso de cuento infantil

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—Compré uno por cada ciudad que visité mientras recorría el mundo, este con color dorado es mi favorito. Respondió la abuela.

—Mira lo que le ha hecho José a mi jarrón —le dijo la abuela a la mamá del niño.

—No lo puedo creer... Esto es algo imperdonable, ese jovencito está en graves problemas —resaltó la mamá.

Cuando José llegó a la casa pudo notar que todos estaban enojados con él; sorprendido al no entender por qué, preguntó: —¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

—Cómo te atreves, rompes el jarrón de tu abuela, ¿y llegas como si nada? ¡estás castigado! —dijoijo el papá.

El niño empezó explicar que todo era un malentendido, quiso contar qué había hecho en el transcurso de ese día, pero no le permitieron hablar, lo enviaron a su habitación.

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José, muy confundido, pero también enojado, decidió que buscaría la manera de averiguar qué había pasado, fue así como planeó vigilar los jarrones.

Al día siguiente, desde que despertó, José estuvo observando los jarrones. Pasaron un par de horas y todo transcurrió con normalidad.

Cinco horas más tarde aún no encontraba información que lo ayudara a resolver su duda.

Justo cuando José decidió darse por vencido, vio cómo su gato se acercaba sigilosamente hasta el mueble en donde estaban los jarrones; la mascota estaba buscando la manera de coger lana, la cual la abuela de José había guardado en uno de los jarrones.

El esfuerzo del gato era tanto que se movía con fuerza, casi causando que uno de los jarrones cayera.

—Abuela, ¡ven a ver!, el gato va a tumbar otro jarrón.

—¡Gato necio!, fuiste tú quien rompió mi jarrón favorito.

Fue así como la abuela de José supo que él no había sido quien dañó su jarrón; explicó el malentendido a los padres del niño, quienes levantaron el castigo.

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Abrazó a su nieto, lo besó en la frente y le pidió disculpas por haberlo acusado.

17.° Concurso de cuento infantil

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Finalista 3

La coartada

perfecta José Miguel Zuluaga Aristizábal 12 años

Colegio Campestre Aire Libre El Santuario, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

“Buenos días, quisiera pedirle el favor de ayudarme haciéndome un encargo, yo sé su nombre y sé que vive en condiciones míseras, pero con este encargo podría ganar bastante dinero o el suficiente para vivir cómodo bastante tiempo, si acepta escriba a esta dirección aceptando y después diríjase allí lo más rápido posible.

Para más información sobre el encargo: calle 13 N.° 16 Birmingham. Buenas tardes.

Pd: el encargo va a ser de agilidad e inteligencia en su mayoría, sé que posee ambas cualidades.

Sir Winston”.

Después de leer la carta me quedé pensativo preguntándome cuál sería el encargo, pero después de releer la palabra agilidad pensé que podría ser un científico haciendo experimentos; lo de la buena cantidad de dinero fue un enigma para mí, pero se esfumó el pensamiento porque recordé que debía enviar otra carta confirmando mi presencia en el encargo. Le dije que me dirigiría a la dirección de la carta a las 3:30 para reconocer así las pautas del encargo. A las 3:10 salí hacia Birmingham. Al llegar a la dirección vi una casa de dos pisos con finas persianas y bien cuidada, después de tocar el timbre me abrieron inmediatamente y me condujeron al segundo piso. En ese

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17.° Concurso de cuento infantil

Eran entre las 10 y las 11 cuando recibí una carta, yo la tomé curioso ya que nadie me escribía casi, ya que yo vivía muy mal en una casa de madera; después de tomar la carta entré al comedor y leí. La carta decía así:

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Todo comenzó cuando...

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momento observé que la casa estaba bien amoblada y con bastantes cuadros. Cuando llegué arriba encontré a un hombre que tenía entre unos 40 y 50 años, estaba leyendo un libro y fumando pipa. Yo me quedé quieto hasta que advirtió mi presencia. Al principio me observó con una mirada penetrante, después me invito a sentarme y a fumar pipa. Yo acepté. Al comienzo me quedé silencio, después de cinco minutos me aventuré y le pregunté cuál era el encargo o trabajo y él me dijo que lo que me iba a decir era clasificado y no se lo podía decir a nadie. Yo acepté y juré. En ese momento me sentí muy curioso y lo que a continuación me dijo me dejó muy sorprendido porque íbamos a robar el corazón de fuego, que es uno de los rubíes más grande del mundo, pero más sorprendió la palabra robar. En ese momento todo pareció un tonto sueño, un universo utópico, pero no lo era, después de recuperarme él me explicó que en dos días pasaría un tren ultravigilado con el corazón de fuego y que pararía un día en Londres, por lo que debíamos hacer todo rápido e inteligentemente.

Después de comer donde Winston hablamos de lo que íbamos a hacer y de cómo íbamos a entrar al tren, entonces me explicó que solo dejaban 10 guardias cuidando el tren en el exterior y otros 10 en el interior, pero él dijo que tenía un amigo infiltrado que los ayudaría a entrar distrayendo a los guardias del exterior para nosotros entrar de forma imperceptible. Después decidimos una salida “invisible” para escapar después de forzar la caja fuerte, porque los guardias seguramente estarían alertados de que habíamos entrado, y me dijo que íbamos a escapar a un refugio en el bosque que estaba bien escondido y con las suficientes provisiones para aguardar tres o cuatro días mientras buscaban a los ladrones sin éxito.

Yo estaba nervioso, en 24 horas iba a robar un joya de gran valor y a estar escondido durante casi una semana,

Cuando cruzamos el portón, el amigo infiltrado de Sir Winston tumbó al piso a mi “anfitrión” y lo controló; yo, sorprendido sin saber qué hacer, me quedé quieto, y él me dijo que me pasara a su parte que ya tenía un plan mejor, pero yo reaccioné y lo tumbé y le pegué un puño en la cara, este no se paró por la dureza del golpe y por la sorpresa, yo até al infiltrado y lo amordacé, después liberé a Winston y le dije lo que paso, este me agradeció y seguimos, volvimos a mirar el mapa, vimos que donde

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17.° Concurso de cuento infantil

dormí repasando el plan en mi cabeza. Al despertar, mi anfitrión, si cabe la palabra, me dio dinero para desayunar y almorzar, yo lo hice y estuve caminando por las calles, divagando en mis pensamientos sobre qué pasaría en esa noche clave sin saber que sería clave en mi vida. A las 7:30 de la noche volví a la casa de mi anfitrión, nos preparamos con todo lo necesario para el robo. A las 8 salimos al tren, allí nos esperaba un hombre chiquito que nos dijo que estaba en marcha todo, este era el infiltrado, caminamos un momento y llegamos al tren; nosotros nos escondimos donde no nos veían y el infiltrado empezó a hacerle preguntas a un soldado de modo que dejó la entrada descubierta y nosotros entramos, nos escondimos en un compartimiento donde había un mapa del tren y vimos que no incluía dónde estaba el corazón de fuego, entonces nos arriesgamos y fuimos a la habitación del capitán, donde había un mapa completo del tren con pasadizos y, lo más importante, se veía la habitación donde estaba el corazón de fuego; era una habitación que estaba en la clase baja (en ese tren no había personas en la clase baja), era una táctica ingeniosa ya que nadie creería que tal tesoro estuviera en ese lugar. Después de eso escuchamos pasos que se dirigían hacia nosotros, en ese momento me embargó el miedo, creí que nos atraparían, pero me alivié cuando entró el capitán y lo amordazamos, entonces nos dirigimos hacia la clase baja (esa era la parte vigilada).

Inicia párrafo:

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estábamos debería estar la sala, pero no estaba, entonces buscamos por todo el lugar y casi nos damos por vencidos hasta que yo vi un bulto disimulado entre el forraje de la pared; miré bien y desgarré esa parte y al ver era una chapa pero bien disimulada. Yo me quedé riendo un rato por lo básica que había sido la trampa, después de abrir la puerta vimos que la caja fuerte era de hierro macizo; tras intentos fallidos de forzar la cerradura optamos por la dinamita, pero antes de eso abrimos la puerta del techo, explotamos dinamita cuatro veces y abrimos la caja fuerte, cogimos el corazón de fuego y subimos al techo y al cerrar vimos a dos soldados entrando y alcanzaron a ver que habíamos entrado y subieron y protagonizamos “la batalla final”. Los soldados subieron y nos apuntaron con el arma, entonces yo empecé a distraer a los guardias y en ese momento Sir Winston le arrojó el arma a uno y cuando el otro iba a disparar yo le cogí el arma y la desvíe, entonces tuvimos una lucha cuerpo a cuerpo en la que demostramos clara superioridad y salimos victoriosos, después saltamos del tren en el bosque, entramos al refugio y Sir Winston que tenía una radio sintonizando las noticias ya que en ese momento tuvieron que haber dado alarma del robo y ya nos estarían buscando sin éxito, para tener la coartada a favor. Sir Winston había dejado a los criados el día libre, nos quedamos seis días en el refugio y después volvimos a la casa de Sir Winston, el me dio más de cien mil libras esterlinas, nos despedimos de forma amistosa y así acaba esta historia.

Finalista 4

Un capítulo

de mi vida Biviana Andrea Soto Moná 12 años

Colegio Santa Teresita del Niño Jesús Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

H

ola, mi nombre es Aurora Ayala Báe, tengo 26 años, vivo en Madrid, España. En esta ocasión les contaré mi historia…

De pequeña no tuve una infancia pronunciada sin juguetes, ni ropa de lujo, solo estudiaba y pasaba de casa de mi padre a la de mi madre hasta los 10 años cuando mi madre obtuvo mi custodia completa. Mi madre dejaba que lo visitara si yo quería, pero de a pocos mi padre se alejó y no quiso saber más de mí ni de mi madre. Fue algo aceptable en algunos términos, pero a pesar de todo tengo buenos modales gracias a mi madre que me crio debidamente, siendo noble sin prejuicios…

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Después de eso me dediqué a mis estudios, era buena en eso, sacaba buenas notas, todo era perfecto hasta que llegó ese día, junio 22 del año 2011; mi madre tenía revisión de exámenes médicos, quise faltar a clase para acompañarla, no hace falta decir que no eran buenas noticias, el doctor me pidió que me quedara afuera del consultorio unos minutos, fueron los 10 minutos más largos de mi vida, al abrir la puerta del consultorio mi madre salió sollozando, no me quiso decir nada, en todo el camino no dijo una sola palabra y eso me preocupaba mucho más.

Unas semanas después no quise preguntarle a ella qué le sucedía, así que falté a clase, sin dar ninguna explicación ni excusa y fui con su doctor asignado, no sabía qué me esperaba en un largo recorrido por las calles de Madrid, todo se me vino a la mente y no eran los mejores pensamientos; solo divagaba en mi propio mundo de pensamientos negativos. Una calle antes del hospital paré y me sequé las lágrimas que cayeron en todo el camino…

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17.° Concurso de cuento infantil

Entré y pregunté por el doctor y me dijeron que no podía entrar, tenía que tener cita previa, la chica vio mi cara y solo me dijo que esperara unos minutos y vería qué podía hacer para ayudarme, asentí con la cabeza y le agradecí.

Después de un rato el doctor me pidió que entrara, ya en el consultorio le pedí con angustia que me dijera qué tenía mi madre, él sacó una carpeta amarilla de una gaveta, al parecer ya sabía que iría a preguntarle sobre mi madre, este me pasó la carpeta pero antes de abrirla me dijo: “Antes que todo quiero saber que tú estarás bien, esto no será fácil para ninguna de las dos, quiero que sepas que estaré aquí para las dos y haré lo posible para ayudar a tu madre”. Las lágrimas fueron inevitables, en ese momentos abrí la carpeta y eran enormes cantidades de exámenes de hace meses, en el último papel decía algo sobre un cáncer conocido como “blastomapleuropulmonar”. En ese momento no resistí y caí en llanto inevitable; el doctor me quiso calmar pero era tanta la energía de aflicción que quiso dejarme sola por unos minutos. En ese momento solo quería llorar pero también estar con mi madre y no dejarla ir; luego de unos 15 minutos el doctor quiso explicarme que todo esto podía ser controlado si empezábamos rápidamente con el tratamiento, pero este sería costoso; “gran error al no pedir más exámenes con especialistas más eficaces”, solo le dije que me diera unas semanas, conseguiría el dinero, accedió y me dijo que lo tomara con calma, que el cáncer era frágil aún y todavía había mucho tiempo… Felizmente tenía un trabajo de medio tiempo en la tarde en una tienda de ropa, tomé todo lo que pude y se lo di a mi madre y siempre me preguntaba para qué era y simplemente no le contestaba solo le decía que se lo quedara y guardara que ya sabría para qué recaudé lo suficiente para poder iniciar el tratamiento y ese día le dije a mi madre lo del dinero, me abrazó y me agradeció por todo, pero fue demasiado tarde…

Al abrazarme cayó al piso, me asusté, pero mantuve la calma y pedí una ambulancia, ya ahí en la sala médica me dijeron que su cáncer era demasiado avanzado para proceder con tratamiento.

Solo que quería estar con mi mamá, mi única familia. A mi madre la internarían y podría empezar con un tratamiento como una opción para mejorar su estado. Yo pedí permiso en el colegio pero lo negaron ya que no creyeron nada de lo que dije solo me trataron de mentirosa y me acusaron de fraude por los papeles del hospital, comprobantes y demás. Esa tarde retiré mis papeles del colegio y me despedí de mis profesores, ya que era poco posible que volviera a entrar a este, de ahí me dirigí a mi trabajo y pedí un puesto de tiempo completo pero no lo había, así que decidí buscar uno de tiempo completo o de medio tiempo en el día y en la noche, ¡por fin!

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Algo de suerte me dieron los empleos. En la mañana trabajaba en una cafetería local y en la noche como niñera.

Cabe recalcar que me demoré para encontrarlos, casi dos semanas sin parar hasta encontrarlos, trabajé y trabajé sin parar por meses y mi madre me dijo que tenía una cuenta apartada de casi 6 millones de euros para mi universidad que me inscribiera en la de mi preferencia… Ella no sabía que salí del instituto. Le dije “claro, mamá, buscaré cuando salga de mi trabajo”, su felicidad era todo para mí, en ese momento… Ese dinero lo transferí al hospital para continuar con el tratamiento.

Pasaron meses y cumplí los 18, al fin podría conseguir un trabajo más estable. Mi mejor amigo me ayudaba a estudiar los fines de semana y a distraerme y bueno, escucharme por horas seguidas, fue un gran apoyo. En ese momento ya habían pasado varios días después de mi cumpleaños y bueno era más o menos unos nueve días, iba de camino al hospital a visitar a mi madre, ya que en las terapias deci-

dió quedarse en el hospital, ya unas salas antes de la de mi madre vi que sacaban cosas y me apresuré.

Mi vida estaba cambiando repentinamente y quería tener apoyo y a la única persona que tenía era a mi mejor amigo, Isaac Márquez.

Lo llamé y no tardó 5 minutos en estar en mi casa, en el momento solo lo abracé y las lágrimas aparecieron. Minutos después la melancolía estaba en el ambiente con té servido en la mesa, Isaac solo me escuchaba, quiso ayudarme ya que mi situación era algo vulnerable. Se mudó a mi casa y estuvo conmigo la mayor parte del tiempo.

Una semana después de viajes al hospital sin respuesta alguna de mi madre, me llegó un correo con lo que era un llamado para deducir un tema algo fuerte. Para ese momento ya no tenía más lágrimas y melancolía que esparcir en mí. Ese día era la citación; Isaac fue conmigo y de camino me dijo inmensidad de veces que todo estaría bien, que nada nos separaría y que iba a estar a mi lado siempre. Al llegar al hospital colapsé en pánico y desesperación como si los problemas de las personas se juntaran para hacer este camino más doloroso. Me levanté y entré en desespe-

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17.° Concurso de cuento infantil

No sabía nada de ella, habían pasado horas y simplemente mi lamentable momento y situación no me ayudaban a decrecer mi angustia, solo quería tener un momento de paz, quería volver a ser pequeña y ver despreocupada a mi madre, saber que no iba a pasar nada malo y tener la certeza de que no la iba a perder tan pronto… La aflicción abundaba en mi alma y ser. Quería tener en mis brazos a mi madre y decirle que la amo inmensamente.

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Le pregunté a una de las enfermeras de confianza: “qué pasa, a dónde llevan sus aparatos”. Ella solo bajó la cabeza y dijo: “A tu madre la llevaron a cuidados especiales, está muy grave no sabemos qué tiene, hace unas horas estaba perfecta”.

ración, fui directo con el doctor, este me dijo que mi madre había fallecido hacía dos días porque sus pulmones no resistieron. El funesto momento fue un puñetazo en mi vida, la última gota para que se desbordara mi vida por un acantilado de desesperación, miedo y frustración.

Me dejaron nuevamente sola con Isaac y me dijo que decidiera lo mejor para darle una agraciada despedida, entonces le dije sollozando: “Mi madre siempre quiso visitar y conocer París”. Él sabía a qué me refería y pedí la cremación. Rumbo a un viaje de memorables momentos junto a mi madre su vida y su paz, claro y mi mejor acompañante de vida…

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Decidí, dos semanas después, llevar a Isaac ya que mi madre lo adoraba y no me haría mal más compañía. Nos fuimos a París y viví todo aquello que ella quiso vivir, me puse el vestido de flores que siempre me quiso ver puesto, y en mi última noche en París le dije en la montaña más alta al alma a mi madre: “Mira donde estas, mira el vestido, me queda precioso… gracias mamá por estar a mi lado, aconsejarme, quererme y luchar por mí, aun no entiendo mucho por qué te fuiste de mi lado, dejándome un gran vacío en mi corazón y muchas gracias por darme tu compañía, mamá… gracias”.

A los días siguientes fui a su río preferido para esparcir sus cenizas, un recuerdo memorable… Un año después decidí vivir oficialmente con mi mejor amigo y estar con él, ayudarle. Agradeciéndole todo lo que ha hecho por mí y por estar en todo lado conmigo, solo decirle y demostrarle que es todo para mí. Mi vida ha mejorado: tengo un trabajo estable, con muchos ahorros para permanecer en su hogar, mi hogar; quiero tener paz en mi nuevo capítulo de vida, y cumplir todas nuestras metas, con mi mejor amigo y con los recuerdos de mi madre…

mí hoy

Samuel Osorno Henao 11 años

Institución Educativa República de Uruguay Medellín, Antioquia

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Cuida de

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 5

E

n un pueblo muy cercano al río Magdalena, habitaba Manuela, una niña de 8 años junto con su padre, Julián, y su madre, Ester. Eran una familia muy humilde que trataba de subsistir a diario con lo poco que les daban por su trabajo. La pequeña Manuela, a su corta edad, pensaba en su futuro y deseaba ser una excelente abogada cuando fuera grande; pero ¿por qué una niña de 8 años sabía qué era ser una abogada? Su tía Verónica le explicaba todas estas cosas; ella, por su profesión, vivía muy bien y feliz, y por esto la pequeña sobrina se motivó y siempre le hacía preguntas para aprender cada vez más.

Ella pensaba en darles una mejor vida a sus padres.

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Un día, como de costumbre, salió Manuela de su guardería y se devolvió sola para su casa, ya que era tarde y su padre no logró llegar a tiempo a recogerla después del trabajo. Eran alrededor de las 6:00 p. m., ya empezaba a oscurecer y las calles estaban solas; le faltaban tres cuadras largas para llegar, cuando de repente se acercó un joven, que le preguntó por qué iba sola y si quería compañía.

La pequeña en su inocencia le dijo que sí porque se sentía sola. El joven le habló todo el camino preguntándole cosas de su familia; ella, muy inocente, respondió a todo lo que entendía. Faltando ya una cuadra para llegar, el joven le tapó los ojos a Manuela y la cargó; ella daba gritos, pero nadie la socorrió. Llegaron a un lugar muy oscuro y ella, reconociendo al joven, le preguntó: “¿Dónde estoy? ¿Y mis padres?”; él solo respondió: “Estarás bien…”.

Al pasar un rato la pequeña escuchó al joven hablar. Él dijo: “Mándeme esa cantidad de dinero y le entregaré a la niña, si no, no hay trato”. Ella se sorprendió porque ya sabía que era un secuestro, y lo que había aprendido en

Es importante no descuidar a niños, niñas y adolescentes.

Actualmente en los países ha aumentado la cantidad de desapariciones, para ventas de órganos y procesos atroces causados por la maldad del ser humano.

Pedrito Botero 2021

Cosas como estas pasan a diario por el descuido de los padres. Ellos, en el afán de subsistir, trabajaron más de lo debido por una persona para sacar a su hija adelante, pero se olvidaron de estar más pendientes de ella. Era una suma muy grande la que aquel joven secuestrador les pedía; gracias al cielo que unos vecinos supieron identificar con quién iba la niña y dieron esa información a las autoridades. Manuela perdonó a sus padres y les dijo que eran los mejores, sabiendo que debían estar muy unidos como familia para salir adelante y no dejar que la maldad primara en su hogar.

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17.° Concurso de cuento infantil

la escuela era que debía mantener la calma porque sería rescatada en cualquier momento y volvería sana a casa.

Después de un momento, volvió el joven y se acercó a darle algo de comer; ella se quedó totalmente dormida, pero la despertó más tarde un ruido escandaloso. Había llegado la policía de aquel pueblo a rescatarla junto con sus padres, que van por ella. El joven, muy asustado por lo que hizo, se puso las manos en la cabeza, como lo indicaron los agentes de la policía y le pusieron esposas. Los padres de la pequeña Manuela se alegraron al ver a su niña sana y salva; la llevaron a la casa después de mostrar evidencias de la llamada del secuestro. Llegaron a su hogar y se perdonaron con su hija por no estar pendientes.

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Finalista 6

Mi crecimiento

Alejandro José Sánchez Chirinos 13 años

Institución Educativa Pablo Neruda Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

D

Hay que mencionar, además, que la vid es una enredadera flexible que produce uvas, cuyo origen es el Medio Oriente y se ha distribuido por todo el mundo, adaptándose a una gran diversidad de ambientes; es uno de los cultivos más difundidos en el mundo. Existen grandes campos de esta vegetación que llegan a seducir las miradas de muchos, sobre todos las de aquellos abstraídos por el vino, que tienen una gran pasión por esa bebida.

Teniendo en cuenta lo anterior, ahora puedo decir que los inmigrantes son considerados los mejores, porque son personas de gran valor personal para afrontar un futuro incierto, como la vid, pues se adaptan a cualquier momento, tiempo y circunstancia... Ser fuerte y, aun así, nunca olvidarse de florecer.

El caso es que ese desarrollo de la vid tiene una analogía con mi crecimiento en la ciudad. Recuerdo todos los pormenores que mi madre tuvo para inscribirnos en un colegio y pienso en lo duro que mi padre trabaja para el sustento. Asimismo, vi emerger los brotes de las estacas,

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17.° Concurso de cuento infantil

Un buen día, contemplo, en una tarde lluviosa del mes de mayo y bajo el ritmo de un alegre vallenato que se escucha a lo lejos, en esta gran ciudad, el agua caer sobre la vid que mi padre plantó en una maceta, en la plancha de mi casa y aprecio ese cambio sustancioso, de aquella estaca que hizo ese viaje con nosotros, viaje que nunca quise hacer, pero que paso a paso cada vez entiendo.

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espués de dos años de mi viaje, llegué al Valle de Aburrá en plena cordillera andina. Me sentí venezolano, colombiano, americano. Había encontrado entre sus verdes montañas esperanza para mi camino.

cómo eso brotes se fueron desarrollando y aferrándose con los zarcillos al tutor de apoyo hasta llegar a la pérgola... Pero todo este crecimiento pasó por una serie de cuidado, manejo integral y fertilización, cuidado contra plagas, conducción y podas de formación de la planta de vid.

Cosa parecida sucede conmigo, me ha tocado padecer y luchar, para conseguir logros importantes como: estar matriculado para otro año, seguimos juntos como familia luchando por nuestros sueños y proyectos. De modo que me pareció que la vida me hacía una advertencia y me enseñaba una lección: la fraternidad que no conocemos y la belleza que florece en la oscuridad.

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Pero un fatídico día todo eso cambio. Nos fuimos con unos conocidos a una finca a pasar un buen fin de año y le pusimos un envase con agua a la vid, para su riego mientras estábamos ausentes. Cuando llegamos descubrimos algo malo: la vid se había secado. Yo desalentado lloré, pues estaba muy apegado a ella. Después de ese día empecé a regarla, cuidarla, es decir estar más pendiente de la planta; algunos meses después, la vid brotó y continuó creciendo... Y algo que no les conté anteriormente es que antes de que se secara la vid no había dado uvas y ahora sí lo ha hecho. Para mí eso significa que no importa qué tanto caigamos, qué tanto nos desconsolemos; lo importante es que nos levantemos.

A pesar de lo ocurrido, mi padre decidió podar la vid y algo maravilloso sucedió, como comenté anteriormente; fue como un elixir que alivió mi ansiosa inquietud por ver verde, de nuevo, a la vid.

A veces las palabras son insuficientes para expresar estas pequeñeces de la cotidianidad, pero siempre elegí con ímpetu el camino de la voluntad positiva, fuerza motriz poderosa que siempre mantuve sobre la integridad de la planta... Como la luz de un faro que, aunque cambie de

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Las uvas están en envero, a punto de madurar después de haber pasado por todos estos procesos y cambios. Ya se ven las bayas esperando ese punto de madurez para su cosecha y es así como yo voy: dar raíces y dar buenos frutos para esta ciudad que me acogió en su seno, raíces que me anclan a esta sociedad que crece y el fruto con la semilla que produce la esencia elemental de estas generaciones fecundas.

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17.° Concurso de cuento infantil

intensidad, siempre está encendida. Bien, increíblemente ocurrió la fascinante metamorfosis de la naturaleza, y es que, en una pequeña yema, crecen estructuras que se van formando progresivamente, brotes, sarmientos, hojas, zarcillos y, lo más increíble, las flores, no solo por sus características y sensaciones, sino porque es la estructura mediante la cual se perpetúan las especies, debido a que tienen los órganos de reproducción y luego el fruto como órgano procedente de la flor. Todo esto me hace intuir que los cambios, transformaciones y procesos de la vid tienen cada uno un significado simbólico que define la relación de mi crecimiento con la madre tierra (la naturaleza), ya que constituye la base de nuestra creación.

Finalista 7

Nuestra aventura

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por la ciudad Juan Pablo Pareja Saldarriaga 12 años

Gimnasio Internacional de Medellín La Estrella, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Iniciamos el recorrido desde el sur del Valle de Aburrá, mi ciudad. Mi querida Medellín está en un valle enmarcado por montañas y un río que atraviesa la ciudad. En el recorrido en metro, mi mascota y yo estamos felices, porque vamos a vivir una nueva y hermosa aventura en la ciudad. ¿Con qué nos iremos a encontrar? En nuestro paso encontramos casas grandes, casas pequeñas, edificios altos y personas que trabajan sin descansar.

Llegamos a la estación Parque Berrío. Toby camina mirando todo con gran asombro y felicidad; caminamos por las grandes avenidas de la ciudad, Toby mira, olfatea todo lo que encuentra a su paso, con paso firme y seguro avanzamos entre bibliotecas, teatros y parques y llegamos a uno muy especial, donde hay grandes y gordas esculturas: allí las personas vienen y van, saludando con cordialidad. Toby hace un pare y me dice con un suave acento: “Observa qué bello todo está”. Las personas se aglomeran en pequeños grupos y el parque se llena de cultura y arte, allí bailan, pintan, cuentan historias tan ocurrentes que nos hacen sonreír, y los niños vienen y van cantando notas de amistad.

Pedrito Botero 2021

Amanece, el silbido de las aves y el olor a pino fresco nos indica que comienza un nuevo día para vivir; hoy es un día muy especial, es el día de ir a recorrer mi ciudad con Toby, mi mascota; sí, Toby es mi fiel amigo, de talla mediana, cabello rizado y más blanco que el algodón, mirada cómplice y un corazón más tierno y amoroso del que te puedas imaginar, es aventurero y soñador, tiene una cualidad muy especial y para algunos algo extraña: Toby puede hablar.

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17.° Concurso de cuento infantil

¡

Hey tú!, ¡sí tú!, soy Juan Pa, ven leamos un bello cuento, que hoy quiero compartir. Presta atención y activa tu imaginación que la historia comienza así:

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Después de un rato le pregunto a mi amigo Toby: “¿Qué tal te pareció el espectáculo?”, pero ¿qué pasa?... ¡No responde! Se ha extraviado mi mascota. Desesperado empiezo a gritar: “¡TOBY, TOBY! ¿Toby, dónde estás?”, pero nadie me responde y empiezo a llorar y entre lágrima y lágrima, a lo lejos puedo divisar a mi pequeño amigo mirando algo, pero no sé qué será, corro entre la gente, y al llegar Toby da un salto y se lanza entre mis brazos y me empieza a explicar: “Juan Pa, sentí mucho temor de ver semejantes figuras tan grandes y gordas, pero al acercarme y analizar supe que eran las famosas esculturas gordas de Botero, hechas en bronce. Imagínate que el señor Fernando Botero es un famoso pintor y escultor antioqueño que hace figuras voluminosas para resaltar la forma natural del cuerpo humano y crear campos de color. Por eso sus figuras son gorditas y bien llenitas, es su sello personal, no solo en Medellín si no que en otros países estas esculturas están representando nuestro arte con orgullo paisa”.

En este famoso parque llamado la Plaza de las Esculturas o Plaza de Botero nos sentamos con tranquilidad, y un anciano nos sonríe y nos dice con sabiduría: “Luchen por su ideal, por alcanzar siempre la felicidad y ayuden a los demás con humildad, bondad y caridad”.

¡Oh, Dios, qué bella es nuestra ciudad” ¡Y creo que cada quien en su lugar encontrará algo semejante al final!

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17.° Concurso de cuento infantil

Todo esto nos gusta a Toby y a mí, nos sentimos muy orgullosos y felices de nuestra ciudad, porque en ella hay temple, gente buena que sabe vivir y valora a su comunidad.

Pedrito Botero 2021

En Medellín encuentras lo que necesites para tu bienestar, comodidad, educación, aire puro para respirar, recreación, arte y cultura, lugares bellos para soñar y mil cosas más.

Finalista 8

Achú no

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apeto Sara García Márquez 11 años

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Pedrito Botero 2021 103

17.° Concurso de cuento infantil

E

ra la persona que hacía los mandados del barrio. Pues si necesitabas quién te llevara el televisor, Achú sabía dónde ir, pues esta persona, a pesar de que nunca estudió, sabía dónde conseguir desde un alfiler hasta el tornillo más raro. Achú tenía una vida muy particular porque ¡Achú no hablaba!, pero la gente que lo conocía sabía cómo él se comunicaba y cómo comunicarse con él. ¡Achú, dos libras de carne!, ¡Achú, trae el mercado!, ¡Achú, Achú, Achú! Achú estaba disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana; Achú era feliz arreglando los jardines, se maravillaba con las flores, pero, Achú se ponía triste cuando alguien le dañaba las flores y, aún más, cuando alguien se burlaba de él, porque Achú no tenía ropa nueva, él vivía de lo que las personas le regalaran. Un día Achú soñó que volaba y ese día se la pasó abriendo los brazos y mostrándole a la gente como él volaba. Eran las cinco de la tarde cuando el señor carpintero le dijo: “¡Achú!, esta puerta es para la señora María, llévala que yo llevo lo demás”. Achú, como siempre, agarró la puerta y la puso en su espalda, y se dispuso a llevarla. Pues en el camino seguía pensando en ese sueño y, de repente, sintió una ráfaga de viento que quiso levantarlo con puerta y todo, y pensó: “Puedo volar”. Achú, sin soltar la puerta, empezó a correr simulando ser como los aviones, pero no tuvo en cuenta que la señora María vivía diez cuadras cuesta abajo, y faltando tres cuadras para llegar se escuchó un fuerte estruendo; la gente del barrio, asustada, fue a ver qué había pasado… Todos gritaban: “¡Achú se mató!”,

“¡Achú se mató!”. Pues Achú se encontraba extendido en el piso, boca abajo, con la ropa harapienta y ensangrentada, pero no soltaba la puerta y en su estado inconsciente Achú soñaba de nuevo que estaba volando. El señor cerrajero, encontrándose ante tal evento, le decía: “Achú, suelta la puerta, yo la habría llevado”, y la señora María le gritaba: “¡Achú, no te mueras!”. De repente Achú abrió sus ojos y empezó a escuchar cómo la gente le decía: “¡Achú! ¡Achú! ¡Achú!”. Y Achú, tomando bastante aire y exaltado, gritó: “Achú nooo apeto”.

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Co M

El animal

Felipe González Torres 12 años

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Pedrito Botero 2021 105

17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 9

E

n cierta ocasión, en la selva Pangea, departían los animales, leones, jirafas, cigüeñas, delfines, moscas y hasta el perezoso que entre sus bostezos hablaba sin tartamudear; discutían sobre quién era el animal más débil, y así desfilaban uno a uno defendiendo sus destrezas.

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La jirafa caminaba orgullosa exhibiendo sus manchas y pequeñas orejas, lanzando zancadas como si en un desfile de modas estuviera; erguida y pestañeando les dijo: “A mi medida quién se ha medido”. En silencio acertaron que, sin duda, en ella debilidad no han visto. El puercoespín, como galán intrépido, a pasos cortos sus púas exponía, alegando que, como su traje, en tan grande selva nadie tenía, y ante la mirada de todos, daba uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco pasitos, riéndose del susto que miraba reflejado en cada uno de aquellos ojitos.

—¡Abran paso! —gritó el pavo, su cola como abanico abría, y cual paleta de colores a todos alumbraba, espalda recta, pico al frente y pecho esponjado, boquiabiertos los dejaba, ostentando de realeza a todos preguntaba: —¿Quién es rey, si no el que roba toda mirada?

—¡Un momento! —rugió el león, enfurecido. —¿Así que de realeza tú, pavo, te jactas? Miren mi melena y díganme si no les habla —caminó con paso firme, seguro de ser el rey de la selva, y nadie lo dudaba.

—¡Es el líder, es el líder! —trataban todos de acertar con la cabeza.

De repente apareció uno que no alzaba la mirada, y ante la vista de todos, cabizbajo y tranquilo avanzaba, mas su tranquilidad les incomodaba, y así, risas en la selva se escuchaban, llegado al punto medio se paró, y callados todos, este les habló: —He visto y escuchado cómo entre ustedes mismos, de sus destrezas han alardeado, mas yo, bajito, tímido y callado, que hasta del más trompudo me han tildado, no me jacto de saberlo todo; sin embargo, en mis costillas el peso he cargado, mis oreja grandes y puntudas siempre al norte están apuntando y en mis idas y venidas en esta selva algo claro me ha quedado, el débil no soy, aunque burro me hayan llamado.

Los animales, sorprendidos, aplaudieron las palabras que el burro sabio dijo; el saltamontes, el chimpancé y hasta el tigre querían abrazarlo, mas el burro fuerte rebuznó: “Iujou iujou iujou”… tanto que al pavo y al león, estirpe de la realeza sentó.

—¡Amigos todos! —dijo el burro—, observé el desfile y todo lo que dijeron, buscando al débil, buscan al más viejo, mas no saben que por sus bellezas los están destruyendo, no

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17.° Concurso de cuento infantil

—Tanto drama y tanto grito es lo que escucho desde cada rincón escondido, alarmados que si son fuertes, débiles, altos o el más chiquito —dijo la mosca, callando a todos con su nítido zumbido. —Mírenme a mí, pequeña, y al rey de la selva saqué con un silbido; sin duda se ve que el más fuerte viene siendo el más chiquito. —Revoloteaba dichosa la mosca, y todos sentían, casi, casi, fastidio.

Pedrito Botero 2021

Sin embargo, bzzz, bzzz, bzzz, zumbaba la mosca entre sus orejas. No aguantando el león el ruido salió del camino, y abriéndose paso empezó así la mosca su recorrido.

somos débiles, solo somos de otro reino. “Animal” lo llaman, o es así como yo lo entiendo, mas les digo, amigos míos, el animal débil sí habita bajo este cielo.

—¡Cuál es, cuál es! —gritaban las guacharacas, micos y camellos.

—Uno que con nosotros ha hecho zapatos, correas, chaquetas, bolsos y sombreros —una respuesta que dejó a todos en la selva como témpanos de hielo—. Mas os digo —prosiguió el burro—, que cuando lo sepan quedarán mudos y perplejos, pues este por buscar la belleza, a la belleza le ha puesto un velo. Este animal tan débil es que a todos nosotros nos puede domar; sin embargo, con todo lo que hace, a sí mismo no se ha podido controlar. Animal de conducta irracional, que ni a su propio hogar sabe cuidar.

Lo llaman “hombre”, animal débil porque entre nosotros no sabe habitar…

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Y así pasan los años y este cuento parece no tener final.

Co M

del bosque

Sara Bueno Hincapié 12 años

Colegio Jesús María Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

Pedrito Botero 2021

El ogro

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 10

É

rase una vez un bosque encantado con bellos lagos, maravillosos árboles y hermosa flora y fauna.

Allí eran muy unidos y felices, se trataban como una gran familia, pero no todos eran aceptados. En una caverna oscura, vivía un solitario ogro que, por sus diferencias, lamentablemente no era muy querido en esa parte del bosque, pero tenía un corazón muy grande y una admirable humildad. Él seguía viviendo en su caverna ya que tenía la esperanza de que algún día fuera aceptado.

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En un día como cualquier otro ocurrió algo inesperado. En aquel bosque se corría de voz a voz que las flores de una parte del lugar se empezaron a marchitar, era algo muy extraño. Al ogro le importaba mucho el bienestar de la naturaleza, así que quiso ir a ver lo que estaba pasando; al llegar al lugar vio que muchas flores y plantas estaban negras y en el suelo había un polvo muy raro. Todos los animales que allí vivían se reunieron para hablar de lo sucedido y el ogro tuvo la idea de ir a ver qué harían al respecto, pero al acercarse todos lo miraban con cara de desagrado y uno de aquellos animales le dijo: “A ti no te debe interesar lo que le ocurre a este bosque, porque eres la causa de que esto suceda, así que vete”. El ogro muy triste se dirigió a su caverna.

Poco tiempo después el ogro quiso ir a investigar qué fue lo que originó el problema, y empezó a ver muy de cerca el lugar de los hechos y notó que el polvo había dejado un rastro por un camino, así que decidió seguirlo. Después de muchas horas encontró una guarida muy peculiar y tomó

Todos los habitantes del lugar quedaron muy impresionados por las acciones del ogro y al reconocer al hada se impresionaron aún más, pero el ogro les dirigió la palabra y les dijo: “No tienen derecho a criticar a las personas que tienen diferentes características a ustedes, porque no hay razón para juzgar la apariencia sino el corazón. Ella hizo esto porque estaba muy dolida de su pasado y yo no he hecho nada pero aun así me juzgan y me critican sin conocerme bien”. Todos los presentes en el lugar quedaron completamente callados al escuchar semejantes palabras.

Tiempo después uno de los animales respondió: “¡Wow! No sabíamos que los estábamos hiriendo así. Tus palabras

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El hada estaba un poco conmovida con las palabras de aquella criatura, pero todavía sentía rencor por su pasado y sin pensarlo salió rápidamente de la cueva y el ogro fue tras ella. Esa gran persecución cansó demasiado al ogro. Al llegar al bosque el hada sacó todo ese resentimiento y marchitó todo a su paso, pero el ogro se armó de valor y fue a detener al hada en nombre del bosque.

En un momento el ogro tomó al hada de las manos y la conmovió aún más con sus bellas palabras y la convenció de que si paraba podrían ser grandes amigos y dejar atrás esa soledad.

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17.° Concurso de cuento infantil

la valentía para entrar; estaba en un camino muy oscuro y llegó a un pequeño hogar parecido al suyo y, de un momento a otro, detrás de él había un hada muy diferente a las demás que había visto, y ella le preguntó: “¿Quién eres y qué haces aquí?”. Él le respondió que era un ogro y quería saber quién estaba ocasionando todos los problemas en el bosque, a lo que ella le respondió: “En ese bosque lo único que hacían era despreciarme porque no soy igual a las otras y solo les estoy dando lo que merecen”. Y el ogro contestó: “Pero no tienes que hacer esto; a mí también, cada día de mi vida, me recuerdan lo diferente que soy a ellos, pero eso no es malo, nos hace únicos”.

se escucharon muy sinceras, en serio discúlpanos”. El hada y el ogro estaban muy felices porque al fin eran aceptados en ese hermoso lugar.

Semanas después esas dos hermosas criaturas se volvieron los mejores amigos y ya todo el bosque era muy unido y feliz, afrontando todos los problemas que se les presentaban, y tenían una gran regla: respetar todas las diferencias y querer a las personas tal y como son.

Y al fin la valiosa espera del ogro valió la pena.

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Co M

de María

Natasha Manuela Monnier Granda 11 años

Colegio Soleira Medellín, Antioquia

Colegio Ferrini Bilingüe Medellín

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Las flores

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 11

L

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as flores de mi abuelita son las más hermosas del mundo y esconden un increíble secreto: las flores de la abuelita María nunca se marchitan. Mi abuela vive con mis hermanas y yo, porque a mis papás se los llevaron unos hombres que tenían botas llenas de barro, se entraron a la casa y pusieron todo patas pa’rriba, luego salieron apuntándoles con un arma y les dijeron: “Guerrilleros, hijos de puta” y se los llevaron. Lo último que escuché de mi mamá fue: “Qué ojos tan hermosos los que tiene, mija.

Qué ojos tan hermosos los que tiene, espantados por el dolor y el miedo que han visto. Váyase, mija, y no permita que esos ojos se adornen con lágrimas o se aterren con el llanto de este pueblo afligido. Váyase y ría, que la vida es bella, y nunca olvide los nombres de los niños. Rece por sus almas y no permita que esos ojos se cierren para no volver a abrirse”.

Yo no sé qué quiso decir con lo de los niños, pero sé que desde eso no he vuelto a ver a mi mamá ni a mi papá, debe ser que se fueron al mercado, pero ya hace cuatro meses que no vuelven.

Mi abuelita María siempre riega sus flores y les canta unas canciones preciosas. Pueden ser tiempos de sequía o de frías y fuertes tempestades, pero las flores de mi abuelita María nunca se marchitan. Todos los días viene una pareja de enamorados para sentarse debajo del guayacán rosado y disfrutar de la belleza de las rosas, correr por los trigales y jugar en las montañas llenas de orquídeas blancas y moradas. La abuelita María mira por una pequeña ventana instalada en su cuarto, a ella le encanta ver a los niños jugar, a la gente pasar, hablar con las vecinas que al parecer son amigas desde hace mucho tiempo ya.

Ayer pasó algo que ni siquiera el cura puede explicarse.

Las flores de mi abuelita María se marchitaron. Todo el pueblo parecía más triste, había un silencio que advertía la tormenta. De un momento a otro empecé a escuchar gritos de mi hermana, decía una y otra vez: “Jesús, ¡misericordia!”.

Pronto llegó toda la gente del pueblo hasta la puerta de nuestra casa y cuando entraron todos empezaron a llorar y a pedir al Señor que dejara el alma de María sobre la tierra. Se escuchaban los gritos de mis hermanas llorando y pidiéndole a María que no se fuera, entonces pregunté: “¿Por qué todos están llorando? ¿Qué es la misericordia? ¿Irse a dónde? ¿Al mercado con mis papás?”.

Todos me miraron y abrieron paso para que yo entrara a nuestra pequeña y humilde choza, y allí la vi, recostada sobre su viejo colchón; su rostro no tenía ninguna señal de arrepentimiento, al revés, parecía que estuviera soñando con un mundo donde nosotras podamos reunirnos algún

Pedrito Botero 2021

Yo tengo seis años, y mi abuelita María dice que yo soy la chispa de la casa y que no sabe qué haría si no nos tuviera a nosotras, y… yo no sé qué haríamos sin ella.

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17.° Concurso de cuento infantil

Mi hermana mayor se mantiene en su habitación, esa es la relación con mi hermana. Voy a diario a su cuarto para hablar con ella sin dirigirle ni una sola palabra; dejamos que nuestras miradas fluyan en el ambiente y lo digan todo, luego por fin se decide y me dirige la palabra. Adoro a mi hermana por su forma de ser, ella aprendió que el silencio es el inicio de la orquesta. En cambio, mi otra hermana es la que nunca entra ni a su propia habitación, se mantiene en la plaza con sus amigas. La abuelita María dice que ella es una muchacha que disfruta de su belleza y su hermosa juventud, ella habla muchísimo conmigo, juega, corre, salta, definitivamente es la mejor hermana del mundo, la hermana que todo el mundo quiere.

día, no entendía cuál era el alboroto, es más, si seguían gritando así iban a despertar a mi abuelita y me pegaría una pela.

Luego fuimos a una misa y la metieron en una caja llena de flores.

Hoy por la mañana mi abuelita no estaba en su habitación, mis hermanas lloraban abrazadas, y no sé qué está pasando, nadie quiere explicármelo. Salí, pero la abuelita María no estaba en los trigales, entonces fui yo la que hice la comida ese día, pero la abuelita María no vino a comer, luego volví a salir para regar las flores, y me detuve a mirar nuestro inmenso jardín y no pude contener las lágrimas de emoción: las flores de la abuelita María ¡volvieron a florecer!

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con el sol

Mariana Monsalve Moreno 11 años

Institución Educativa El Playón Medellín, Antioquia

Pedrito Botero 2021

Jugando

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17.° Concurso de cuento infantil

Finalista 12

H

abía una vez un bosque en el que todos los animales jugaban felices y contentos. Tanto que el sol que los veía quiso jugar con ellos; estos lo dejaron jugar, pero cuando el sol bajó del cielo y se acercó al bosque, ninguno podía resistir el calor y todos huyeron a esconderse.

El sol se volvió a subir junto a las nubes, pero estaba tan triste que ya no quería salir a iluminar nada y sin el sol, todos y todo se fueron apagando; el precioso bosque y sus animales también.

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Los animales, conociendo la causa que entristecía al sol, se reunieron para pensar la forma de alegrarlo, hasta que alguien propuso jugar con él de noche. Todos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para descansar más durante el día y poder jugar por las noches, pero tenían tantas ganas de alegrar a su amigo el sol que nadie opuso resistencia, y lograron que la luz y la alegría volvieran al bosque y al resto del mundo.

Instituciónes Colegio Cooperativo San Antonio de Prado (Medellín) Institución Educativa Maestro Pedro Nel Gómez (Medellín) Institución Educativa Santa Juana de Lestonnac (Medellín) Colegio Jesús María (Medellín) Instituto Jorge Robledo (Medellín) Institución Educativa Primitivo Leal (Sabaneta) Colegio Marymount (Medellín) Gimnasio Internacional de Medellín (Itagüí) Colegio Ferrini Bilingüe (Medellín) Colegio Corporativo Lizardy Montoya (La Estrella) Colegio Soleira (La Estrella) Institución Educativa El Playón (Medellín) Colegio La Presentación (La Estrella)

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17.° Concurso de cuento infantil

Institución Educativa Miraflores (Medellín)

Pedrito Botero 2021

Colegio Parroquial San Buenaventura (Bello)

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