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Viaje de estudios
CONVIVIMOS FUERA DEL COLEGIO
VIAJE DE ESTUDIOS
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El viaje de estudios fue una experiencia fantástica en la que disfruté muchísimo. En todo momento estuvimos rodeados por un entorno natural precioso, realizamos actividades muy divertidas, y a demás el servicio fue maravilloso. Estábamos todos muy nerviosos en la parada de autobús, ¡nos íbamos de viaje de estudios!, eran las siete de la mañana, llegaron todos, nos despedimos de los padres y nos montamos, rumbo a Cazorla. Paramos a mitad de camino en un bar de Guadix para desayunar y continuamos el viaje.
Llegamos a media mañana a la Torre del Vinagre y algunos niños compramos regalos para nuestros familiares y para nosotros. Pasado un rato, el autobús nos llevó al campo a hacer un ruta, ¡que paisaje tan bonito!, llego la hora de comer, nos paramos en un claro y cada uno se comió lo que se había llevado, la ruta duro ocho kilómetros, acabamos exhaustos. Después fuimos al camping, nos lo enseñaron y nos dieron una hora para instalarnos en las cabañas, eran muy bonitas. Yo iba en la cabaña con Rosalía, Beatriz, Claudia, Carmen, Lidia y Laura. Pasó la hora y fuimos al lugar donde habíamos quedado con los monitores, el bar del camping. Allí nos dividieron en grupos para hacer las actividades: piragüismo, bicicleta y tiro con arco. El grupo en el que yo estaba se formaba por: Claudia, Beatriz, Rosalía, Laura, Lidia, Carmen, Sergio, Gabriel, Rubén, Naiim, Juan Carlos, Javier y Samuel. Esa tarde nos tocó bicicleta, hicimos la ruta de Félix Rodríguez de la Fuente, subimos al mirador de Mirabueno y vimos el río Guadalquivir, era precioso, la ruta duró diez kilómetros. Al acabar nos fuimos al camping y nos dieron media hora para ducharnos, pues habíamos quedado en el bar del camping para cenar. Después de cenar, nos dijeron que dentro de un rato tendríamos que volver a ir al bar para realizar las actividades nocturnas. Pasó el rato y fuimos otra vez, hicimos carreras de sacos, juegos de puntería… Y llegaron las doce de la noche, los monitores nos dijeron que nos fuésemos a nuestras respectivas cabañas sin hacer ruido para no molestar a las personas que estaban en el camping además de nosotros, también nos dijeron que si teníamos suerte veríamos jabalíes alrededor de nuestras cabañas y si nos levantáramos pronto al día siguiente veríamos ardillas. Nada mas llegar a las cabañas vimos dos jabalíes y un jabato, me acerqué lentamente para no asustarlos y les di un paqueta de galletas entero, ¡querían mas! Yo me fui a mi cabaña con mis compañeras y estuvimos viendo la televisión un rato con el volumen bajo para no molestar.
Al día siguiente, no se como, después de acostarnos tan tarde la noche anterior, nos despertamos a las seis y media de la mañana y salimos a buscar ardillas, entonces vimos a todos los niños agrupados mirando la copa de un árbol. ¡Había dos ardillas! ¡Qué bonitas!
ía. Nos explicaron cómo utilizar la pala y nos montamos en los Kayaks, yo iba con Rosalía, hacía muchísimo calor, así que en el río nos tiramos unas cuantas veces de la canoa, hicimos juegos muy divertidos y, por desgracia, acabamos. Rafa nos dejó un ratito para bañarnos en el río, el agua estaba buenísima. Mas En el autobús tarde nos duchamos y fuimos a comer. Después nos dieron dos horas y media para dormir la siesta, pero solo Claudia y yo nos quedamos en la cabaña con las luces apagadas viendo la televisión, no estábamos dormidas, pero al menos, descansamos. “Fue una experiencia fantástica en la que Algunas de mis compañeras. disfruté muchísimo. En todo momento estuvimos rodeados por un entorno natural precioso”. Por la tarde nos tocó tiro con arco, niños contra niñas, fue muy divertido. Íbamos empate, los niños tenían que elegir a uno de ellos para tirar y las chicas teníamos que eligir a alguna de nosotras para el desempate. Los chicos eligieron a Rubén y las chicas, me eligieron a mí, Rubén dio en el azul, veinte puntos, y yo le di… ¡al centro! ¡Cincuenta puntos! Las chicas ganamos. Como habíamos hecho una apuesta, y los chicos perdieron, tuvieron que hacer un poema para la seño Lourdes y declararle su “amor” en la Juegos durante la velada. cena. A la seño le encantó. Cuando acabamos de cenar, nos fuimos a las cabaLlegó la hora de ir al bar a desayu- ñas a ponernos ropa de abrigo, pues nar. Después, nos dejaron quince íbamos a hacer una ruta nocturna. minutos para jugar y a continuación, Fuimos a un helipuerto, e hicimos volvimos con las actividades, nos varias actividades allí, como hacia tocó piragüismo, lo que más me atra- luna llena no hacía falta utilizar las


linternas, ¡qué noche más bonita! Llegamos al camping a las doce de la noche, los monitores nos dijeron que preparásemos las maletas para al día siguiente tenerlas listas. Las de mi cabaña teníamos mucho sueño y decidimos prepararlas al día siguiente, así que pusimos cinco despertadores a las seis, para tener mucho tiempo de sobra.
A la mañana siguiente se levantó Beatriz la primera y miró la hora, ¡eran las nueve y veinte! ¡Y habíamos quedado a las nueve y media para desayunar! Tuvimos que preparar las maletas y vestirnos rapidísimo para llegar a tiempo, pero lo conseguimos. Desayunamos, y después, hicimos un ejercicio de orientación, nos agrupamos por cabañas, nos enseñaron a utilizar la brújula y comenzamos. Jesús, el monitor, nos daba una medición y teníamos que encontrar la baliza correspondiente a esa medición y pinchar la pinza que tenía colgada cada baliza, cada pinza tenía unos pinchos diferentes, y los monitores los tenían apuntados en un papel, nosotras llevá-
bamos el nuestro e íbamos pinchando. Al principio, tuvimos muchos problemas, porque se equivocaron al apuntar los pinchos de una baliza y pensaban que lo teníamos mal, pero después se resolvió y seguimos jugando, después de cada acierto, teníamos que realizar una prueba, aunque íbamos con retraso, llegamos a la última prueba y estaban todo atrancados, era un problema de matemáticas, nos lo plantearon, y después de mucho rato creí haberlo resuelto, se lo dije a mis compañeras para ver si estaba en lo cierto y se lo comunicamos al monitor, ¡era correcto! ¡Habíamos ganado!
Mas tarde, yo fui a la tienda del camping a comprar unos regalitos a mi familia y nos montamos en el autobús para volver a Almería. En la mitad del viaje paramos a merendar en un bar de
Granada y a las ocho de la tarde llegamos. ¡Fue genial!
Gracias a las maestras (Gloria, Lourdes y María) y al maestro (Paco) que han hecho este viaje

Durante la actividad de bicicleta



