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Gizakia, la apuesta por el futuro de cada persona
El 7 de abril la fundación Gizakia recibe en la Biblioteca Crai de la Universidad de Deusto, uno de los premios Arizmendiarrieta Sariak Bizkaia, en la categoría de entidades sin ánimo de lucro. La fundación Gizakia, promovida por la diócesis de Bilbao, es referente en adicciones en Bizkaia desde hace más de 35 años y actualmente ofrece más de 16 programas de trabajo en sus diversas áreas a través de profesionales cualificados y especializados y una red de voluntariado. Ignacio Palacio, director general de Gizakia, acoge el premio con alegría e ilusión renovada, especialmente en un momento en el que la fundación está atravesando “algunas dificultades económicas”.
¿A cuántas personas habéis atendido en 2024?
El año pasado hemos atendido a un total de 5.150 personas. Nuestra especialidad es la atención directa. En este sentido, ha habido un aumento significativo en programas de acompañamiento a personas con adicciones. El programa ERDU, de atención a la salud mental y las adicciones, con una perspectiva comunitaria de proximidad, ha sufrido un incremento motivado por la llegada de personas migrantes en situación de calle.
¿Estas personas migrantes llegan ya con adicciones?
Algunos sí. Otros, sin embargo, comienzan con los consumos aquí. Están en situaciones de exclusión total y entran en esa espiral pensando que, de alguna manera, las sustancias les hará más soportable su vida. Sin embargo, lejos de mejorar, su situación vital empeora. En este momento, en el que los servicios sociales de base están saturados, muchas de estas personas nos llegan directamente a la puerta. En este momento, estamos sosteniéndolas durante más tiempo del que, inicialmente, estaba previsto. Es importante que estas personas estén estabilizadas hasta que puedan vincularse con los servicios sociales. Un 92% de las personas que atendemos a través de este programa son de origen extranjero.
¿Cuál es el perfil actual de las personas con adicciones que atiende Gizakia?
El perfil no ha variado demasiado durante los últimos años. Un 80% de las personas que atendemos en nuestro programa de adicciones son locales. Son personas que, cuando llegan, están ya en una situación de consumos importantes que les están generando problemas tanto a nivel familiar como laboral. En su mayor parte son consumos que tienen que ver con la co- pulsión del núcleo familiar. Respecto a la edad, las personas que acuden a la sala de consumo de Bailén, son las de más edad, por encima de los 48 años. En el resto de dispositivos las franjas de edad son similares: las menores de 25 años, de 25-30 años o de 30-40. de resultados académicos o los conflictos que se generan por este tipo de dependencias. Intentamos, que, en la medida de lo posible, sea la propia familia quien realice la intervención con el apoyo de algunas dinámicas y herramientas que les ofrecemos.
¿Estáis tratando adicciones a los móviles o a los videojuegos?
En nuestro programa dirigido a adolescentes, este tema está pegando fuerte.

En los espacios de ocio se habla del consumo de la cocaína rosa. ¿Os llegan casos?
La gente que llega a nuestros tratamientos, es normalmente, la que ha dado un paso más que el consumo de ocio. Son personas que la adicción les ha generado una situación de vulnerabilidad y exclusión social. Muchas personas que consumen este tipo de sustancias para el ocio mantienen su vida en orden y, por lo tanto, no acuden a nosotros. Sin embargo, es evidente que, algunas de estas personas, va a acabar generando un problema de adicción severo.
¿Qué podemos decir del consumo del alcohol tan normalizado en la sociedad?
Totalmente. Es más barato que otras sustancias y es muy difícil dejarlo también. En este sentido, también hemos tenido un aumento progresivo de casos. Históricamente se abordaba esta adicción en grupos, digamos, de autoayuda. Actualmente se ha visto la necesidad de un tratamiento profesionalizado, individualizado o en grupo, pero de mayor intensidad.
¿Qué importancia tiene la formación para vuestros equipos?
Aunque son equipos con muchos años de experiencia y multidisciplinares, en la Fundación disponemos de un programa de formación continua en la que los profesionales realizan sesiones de reciclaje o encuentros con otras entidades.
¿Cómo medís los casos de éxito?
En todos los servicios, en todos los programas, tenemos indicadores de avance. Nuestros procesos suelen ser más o menos largos de un año o más. Antes, medíamos el éxito en base a las altas terapéuticas y nos daba un porcentaje de un 60%. Actualmente, hemos desarrollado una herramienta de indicadores de avance junto a la Universidad de Deusto. Gracias a ella podemos medir mejoras parciales de las personas. Ya es un gran avance que la gente quiera ponerse en tratamiento porque no todas las personas dan este paso de gigante en su vida.
Y, ¿el futuro?
Un poco complicado, ya que las adicciones lejos de desaparecer están aumentando. La sociedad ha normalizado el consumo de algunas sustancias como el cannabis y el mapa internacional también está favoreciendo esta percepción.El consumo no genera siempre problemas de adicción, pero es evidente que, a mayor grado de consumo a nivel social, mayor volumen de personas que pueden generar una adicción que puede derivar en una patología mental. Luego pueden llegar las dinámicas de exclusión y finalmente, esas personas pueden acabar necesitando nuestros servicios. Por lo tanto, por desgracia, el futuro no es muy alentador. En este momento nosotros tenemos a personas en lista de espera de tres o cuatro meses en el tema de adolescentes y en adicciones, de unos dos meses. La red está saturada y no puede dar respuesta a todas las necesidades que van llegando. Ante este panorama es muy importante el tema de la sensibilización •
Testimonios
“Gizakia me ha ofrecido un espacio de abstinencia, tanto en tiempo, como en cuidados. Ahora mismo empiezo a ser yo, y me gusta lo que veo, lo que siento, lo que recibo”. A., hombre, 51 años
“Estaba buscando una formación. Gizakia fue la única que me tomó en cuenta, ya que me había preinscrito en otros cursos de limpieza, pero ninguno me dejó participar. Siento que los años no son obstáculo para cumplir nuestras metas”.
M. V.C. , mujer, 48 años
“Mi encuentro con Fundación Gizakia, ha sido una nueva oportunidad de comienzo, tengo 48 años y me he visto obligada a empezar de nuevo por el virus de la violencia de género, como muchas otras veces a lo largo de varios años.
Solo agradecimiento para este proyecto que nos hace visibles y nos hace sentir valiosas”.
D.V.R, Mujer, 48 años
“Nos habéis prestado una gran ayuda para poder reconducir la situación que hemos tenido con nuestra hija.
Nos hemos sentido acompañados en todo momento y eso ha hecho el proceso mucho más fácil”.


La V Jornada Diocesana por el Trabajo Digno nos vuelve a situar como comunidad en la necesidad de ahondar en el sentido humano y cristiano del trabajo. En un contexto donde como dice el Papa Francisco: la palabra «trabajo» evoca hoy, por desgracia, a menudo su ausencia, y ello representa una grave herida a la dignidad de tantas personas. Heridas con nombre de: desempleo, precariedad, siniestralidad… a las que no queremos ser indiferentes y estamos llamados a sanar.
Soñemos el sueño de Dios. Seamos signos tangibles de esperanza para los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo.
Kanpainaren lagungarriak: www.bizkeliza.org