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Manos Unidas con los `intocables´

Anthoni Rajan, carmelita en Santutxu

El rostro y la voz de la campaña de Manos Unidas de este año es Anthoni Rajan. Nacido en la India, pertenece desde hace 3 años, a la comunidad de Carmelitas descalzos de Santutxu (Bilbao). Ha desempeñado su servicio en la India y en Malawi. En su país de origen, ha tenido la oportunidad de conocer, de primera mano, la labor que realizan los religiosos de la orden a la que pertenece en la promoción y desarrollo de los dalits. Unos 200 millones de ciudadanos, condenados al nivel más bajo de una sociedad en la que la jerarquía de castas sigue siendo una realidad dramática. Gracias a los proyectos de Manos Unidas, los Carmelitas de la provincia de Tamil Nadu, han podido llevar a cabo varias iniciativas y, “en cierta medida, el rostro de estos lugares ha cambiado”.

¿Cuál ha sido tu recorrido vital?

Aunque en la India los cristianos somos una minoría, el 2% de la población, yo nací en el seno de una familia creyente. Mis padres son agricultores. De los siete hermanos que somos, yo fui el único que pudo ir a la escuela. En la India, hay siete provincias de los Carmelitas. Una de ellas está en mi tierra, Tamil Nadu. Me formé para el sacerdocio con ellos y realicé el master de Teología en Pune. Me ordené el año 2011. Tras unos años en la India, me destinaron a Malawi. Actualmente llevo 3 años viviendo en la comunidad de Santutxu. Acompaño en la pastoral y estoy realizando un doctorado en la Facultad de Vitoria.

¿En qué consiste el sistema de castas en tu tierra?

Aunque la India es conocida por su pluralidad -las lenguas, las culturas, varias etnicidades, etc.- la estructura de la sociedad es una y única realidad que es destructiva para la promoción de la vida humana, y que no la encontramos en otros países. Se trata del sistema de castas: la estratificación de la gente desde su nacimiento. Es una desigualdad graduada y que relega a una parte de la población a ser impía (unholy), impura, inferior. Del mismo modo, otras personas son santas, puras y superiores.

“Bilboko Santutxuko karmeldarren parrokia bizibizi dago. Mezak egunero ospatzen dira, baina horrez ganera, talde ugari dabil ingurumarietan: katekesikoak, katekumenoak… Kapilautzak be badaroaguz…”

Anthoni Rajan

En esta jerarquía desigual y graduada, la comunidad más excluida es la de los dalits. Son víctimas de exclusión socio cultural y económica. No poseen tie rras. Son analfabetos. Son jornaleros. Incluso los niños van a trabajar sin ir a la escuela.

Por otro lado, son oprimidos por los miembros de las castas superiores en las zonas residenciales, abusados de muchas maneras: económica y física mente (trabajo) e incluso abuso sexual. Como resultado, han perdido su digni dad e identidad humana y su autoima gen.

¿Cómo acompañáis los Carmelitas a los dalits?

Los Carmelitas de la provincia de Tamil Nadu tienen una opción preferencial por los dalits. Aunque todas las parro quias tienen población dalit, se acompaña en exclusiva a los dalits en 7 de las 10 parroquias que atendemos. Los Carmelitas trabajamos por su empoderamiento y emancipación de la pobreza. Unos de los objetivos es promover la dignidad y la vida humana mediante varias iniciativas. Los destinatarios preferenciales de los proyectos son los niños, los jóvenes y las mujeres.

Dalits en Narasinganur, Conocimientos de impresión y computación para las Dalit-mujeres en Valangaiman y escuela (colegio) primaria en Valan Nagar.

¿Se notan los frutos de esta labor?

¿Cuáles son los proyectos concretos que se llevan a cabo con Manos Unidas?

El Centro de Formación Profesional en

El analfabetismo y el trabajo infantil han disminuido drásticamente. Hemos visto a la primera generación que va a la universidad para estudiar. Las zonas de vivienda han cambiado. Tienen mejores casas con servicios sanitarios. Como ganan dinero, disponen de mejores alimentos. Los programas de tido en agentes de su propia liberación integral. El rostro de estos lugares, en cierta medida, ha cambiado.

Es nuestra experiencia innegable que, en estos lugares, por iniciativa de Manos Unidas, los dalits han descubierto su dignidad humana, su respeto de sí mismos y su propia imagen. Estamos siendo testigos de la autoestima y la confianza con la que los jóvenes y las mujeres afrontan su vida. Es cierto que Manos Unidas ha sembrado semillas de esperanza en cada individuo de estos lugares •

FECHAS SEÑALADAS

7 de febrero Día de Ayuno Voluntario

9 de febrero Colecta en las parroquias de Bizkaia

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