entrevistaalkarrizketa
Paulino Ordax, tras una carrera siempre en descenso hacia los último
"Me lleva la ternura hacia la gente,
comunicaciónalkarrenbarri nº171
El 10 de octubre, Paulino Ordax, sacerdote diocesano, marchó hacia Ecuador "por seis, nueve o yo que sé por cuántos años". Uno, perplejo, se pregunta: "¿A sus 56 años? ¿Qué pinta allí a estas alturas? ¿Estará cuerdo? ¿Busca una aventura de adolescente, o en su decisión hay algo que a los que caminamos a ras de tierra se nos escapa?". Quisimos saberlo. Nos pusimos en contacto con él antes de su partida. Tras una larga conversación en su austero despacho del Hospital de Basurto, su último destino pastoral, llegamos a entender por qué ha roto con todo y se ha trasladado al país andino "a vivir lo más parecido a la forma de vivir de la gente de la zona en la que voy a trabajar". Su decisión no es fruto de un arrebato a la búsqueda del protagonismo que, a ciertas edades, puede faltar en la vida de una cura. Es la última gota de un helado que, desde los mismos inicios de su vida de sacerdote, ha venido derritiéndose a favor de los más débiles. Detectamos algo más, tras su porte de asceta, contemplativo o aventurero. Hay personajes insulsos cuya mirada nada dice; los oyes hablar y nada te invita a escucharles; son la plasmación del vacío y la vulgaridad de nuestra sociedad. Paulino Ordax, en cambio transmite, a todo instante, palabras que cautivan, palabras que, pronunciadas con sencillez y sin ninguna presuntuosidad, nos dejan entrever la hondura de una vida.
Te vas atus 56 años. Sí, voy a sustituir a un sacerdote alavés que vuelve. En cuanto las circunstancias me lo han permitido. Me lo llevo planteando y pidiendo desde hace tiempo, aunque la verdad es que más en serio desde hace dos años. Siempre he pensado que cuando alguien se marchaba de misionero los que más sufren en la despedida son los padres y yo no quería causarles ese dolor a los míos. Ahora que han muerto puedo hacerlo. Los ecuatorianos se vienen por aquí y tú, extrañamente, te vas para allá ¿Opción por los más pobres? No me gusta nada esa frase. Déjalo en "por ternura", "por cariño", aunque suene pedante. ¿Qué va a hace un cura como tú en Ecuador? No sé lo que haré allí, pero lo primero que espero es aprender a comprender y querer a la gente del lugar al que 14
vaya. Y, aunque es difícil abandonar ciertos hábitos relacionados con la comodidad, voy a procurar vivir lo más parecido a la forma de vivir de la gente de la zona en la que tenga que trabajar. No sé lo que voy a hacer allí pero creo que será fácil mantener y crear grupos en los que se recuerde que el Señor siempre nos acompaña, y que lo único que tenemos que hacer es no olvidarlo. Algunos te habrán dicho que marcharse en estos tiempos, en que hay escasez de curas en la Diócesis, supone un poco "cara" por tu parte. La verdad es que me cuesta responder a las personas que me preguntan cómo te vas ahora con las necesidades que hay por aquí, pero lo cierto es que, después de rezar bastante, he sentido que soy más necesario como misionero. Por otra parte, no podemos olvidar que, hasta la fecha, las necesidades de nuestro territorio de misión son también las nuestras. Y allí también hay necesidades, aunnoviembre2009