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Los legendarios sorbetes artesanales; sabor y tradición en cada barquillo

Cada domingo, Salvador camina junto a su carretón de sorbetes por casi 2 km; esto con el propósito de complacer el paladar de sus clientes

El delicioso sabor de los sorbetes artesanales se encuentra ubicados a un costado del parque Cuscatlán, San Salvador. Foto: David Barahona

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Por: David Barahona- 07 de junio de 2023

Mientras los pájaros cantan, el vendedor de pan francés aparece en las colonias, y los planes en las familias empiezan a surgir; existen personas que deben ganarse la vida trabajando. El despertarse temprano no es una opción, sino una obligación para poder llevar el sustento a su familia

El Salvador, país donde el domingo se ha adoptado como día familiar, o el día ideal para descansar Caso contrario para don Domingo Salvador, un vendedor de 65 años, que mantiene la tradición de la venta de sorbetes artesanales, los fines de semana debe despertarse temprano para ir a traer el delicioso producto que le tiene preparado su jefe

“Chamba”, como es conocido en la zona, asiste cada domingo en las cercanías del Parque Cuscatlán, para ofrecer un paladar helado y delicioso al público visitante 9:30 a m es la hora exacta en la cual don Salvador llega con su carretón a ofrecer su producto, y se mantiene hasta las 17:00 p.m.

“Ya tengo casi 30 años de vender sorbete”, declaró Domingo Salvador; agregando que hace un par de años él se encargaba de elaborar su propio producto y venderlo; pero por los costos altos, decidió ya no seguir, “La gente quiere sorbete artesanal por el mismo precio de antes”, agregó irónicamente, comentando que antes el sorbete costaba $0 25 y $0 35 centavos

Los días domingo, después de visitar el Parque Cuscatlán, nada mejor que refrescarse con un sorbete artesanal; asegura Domingo Salvador.

Foto: David Barahona

“En estos días ha sido complicada la venta”, expresó Domingo Salvador, refiriéndose a las constantes lluvias que se han vivido Cada día la venta promedio que genera son de $50 00, es una meta que se propone cumplir, para que así el pago sea mayor; respecto al pago, el dueño le otorga por cada $1 00 dólar vendido el 30% ($1.00 = $0.30 centavos).

El costo de sus sorbetes es de $0.50 (barquillo normal), y $0.75 centavos (barquillo artesanal). “El de coco y tamarindo son los sabores que más vendo”, declaró don chamba con mucha seguridad. Asimismo, afirmó que los sábados su jefe le indica que el carretón lo ubique cerca de otro punto estratégico, por lo que ese día se encuentra en las cercanías del Hospital Nacional Rosales.

Por otra parte, D Salvador, declaró que sus ingresos económicos dependen de trabajar vendiendo sorbetes, por lo que se rebusca en dar una buena atención a sus clientes, para que regresen “A mis 65 años ya nadie confía en darme un trabajo”, con tristeza, declaró don Domingo, expresando que su compañera de vida lo motiva a nunca rendirse; “Hijos lastimosamente no tengo, Dios no quiso darme el privilegio de ser padre”, con nostalgia comentó sentirse alegre cuando ve a niños llegar a comprar sorbetes. Actualmente, vive con su compañera de vida, quien lo apoya trabajando en cuidar a una niña de 1 año, por el cual recibe un pago semanal de $25 00

En el pasado don Domingo ejercía la profesión de “jornalero”, se dedicó por más de 25 años a las labores de construcción.

En su experiencia en vender a un costado del Parque Cuscatlán, Salvador declaró que la seguridad dentro del recinto de diversión está garantizada, agentes de La Policía Nacional Civil (PNC) y Cuerpos de Agentes Municipales (CAM), monitorean constantemente el lugar

Cada domingo don Salvador prepara barquillos y servilletas para atender a sus clientes. Foto: David Barahona

“Ya es difícil encontrar esta clase de sorbetes”, con satisfacción, afirmó Domingo, agregando que es triste ver que, poco a poco el legado de los sorbetes artesanales va desapareciendo

“ U N D Í A , Y O L E P R E G U N T É

A U N M U C H A C H O , Q U E , S I

N O E N C O N T R A B A T R A B A J O ,

S I S E A N I M A B A H A C E R

S O R B E T E , Y M E R E S P O N D I Ó

Q U E N O ” , C O N M O C I O N A D O

A S E G U R Ó Q U E , A S Í C O M O

V A L A S I T U A C I Ó N , P R O N T O

S E R Á M Á S D I F Í C I L

E N C O N T R A R L O S

Asimismo, Chamba afirmó sentirse dichoso de haber pertenecido a la generación que creció degustando los sorbetes artesanales, y recordó que antes la demanda era mayor. “A mis 65 años seguiré vendiendo sorbetes, hasta donde Dios me preste vida, acá me encontrarán siempre”, con carácter y muchas energías por salir adelante, aseguró estar preparado para atender a todo el público que lo visite

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