Todos hemos sufrido alguna vez, cada uno con unos personajes y nudos diferentes, siempre tratando de buscar esa libertad personal, esa conexión con nuestro ser interior y conformidad con nuestro entorno, pero no siempre hemos encontrado los resultados que esperábamos e incluso merecíamos. Somos muy jóvenes, y pese a tener el apoyo de nuestros mayores, no siempre logran entendernos. La vida que conocemos está en constante movimiento y nos pone a prueba diariamente, por eso es muy importante aprender a enfrentarnos a ella y ser conscientes de que todavía nos tenemos a nosotros mismos, aunque nos quebremos en mil pedazos.
Que me perdone la vida las veces que no la entendí es un libro lleno de reivindicaciones personales, luchas internas, descubrimientos y crecimiento personal, donde el autor crea una confianza íntima con el lector a través de su propia reflexión y experiencia.
