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GRIFEROS DE TRADICIÓN

Si de grifos y artículos de plomería se trata, existe una familia en Bogotá que es referente. Conozca su historia.

Todo comienza hace cerca de 30 años. Víctor Fernández, más conocido como El Comandante, junto a su esposa, inauguró en un local de Chapinero un almacén dedicado a vender artículos de grifería y plomería. Este costeño, fue pionero del comercio en el sector. Y más que eso, un visionario. Hoy la zona es paso obligado para quienes quieran encontrar cualquier solución de grifos y repuestos hidráulicos.

Con el tiempo, el “Comandante” fue ganando reputación en la zona. Su negocio creció y el legado de años de especialización ferretera se lo fue trasladando a sus hijos y demás familiares, quienes hoy tienen varios locales, todos especializados, en este tradicional "fogón" de la Avenida Caracas, en Bogotá.

Linda Fernández, una de sus hijas, comenta que su padre es inquieto. Inquieto en el buen sentido de la palabra. Cuenta, que él se caracteriza por buscar nuevos mercados y desarrollar otras líneas de negocio. Lo hace permanentemente. Pero lo que más le admira es su ingenio. Resulta que “El Comandante”, además tener uno de los inventarios especializados más completos de la ciudad, también fabrica productos a la medida de las exigencias de sus clientes. Con plena convicción, Linda afirma que “en ningún lado hay cosas, ni rarezas, como las que vende mi papá”.

Ella, que desde niña estuvo involucrada en el negocio, hoy es dueña de su propio almacén: Principal de Ferreterías. Aunque manifiesta que no se las sabe todas, podríamos asegurar que

Sector Destacado

casi. Lo cierto es que, de la mano de su maestro "El Comandante", Linda ha podido conocer todo el ´teje maneje´ del negocio.

Ezn su concepto, una de las claves para permanecer a flote es trabajar de la mano con los proveedores. Una estrategia que le ha permitido, además de garantizar la calidad de los productos, mantener buenos acuerdos de precios.

Siguiendo los pasos de su papá, Linda también diversifica su negocio entre cliente final, constructoras, ingenieros, y administraciones de edificios. Cada cual, eso sí, con su propia estrategia de venta.

Sabe que “independientemente de los numerosos cambios de estilo y colecciones que se presentan cada año, lo que el cliente siempre va a buscar, es la garantía directa”, apunta. Asímismo, enfatiza en la importancia de hacer todo lo posible para que el cliente esté satisfecho. “No basta con venderle un producto, sino que es necesario hacerle seguimiento para garantizar que el producto le esté funcionando”.

“Poner al cliente por encima de todo”, es la lección más valiosa que aprendió de su padre, “El Comandante”. Ese legado, seguramente, es el que le permitirá a Linda y a sus familiares, continuar navegando por buena mar.

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