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¡NO ME PUEDO IMAGINAR UNA VIDA SIN HACER EJERCICIO!

Releo la frase y hasta parece de alguien que ha perdido la cordura ante esta oleada de moda que le llaman estar “fit”, llevar una vida saludable… Wellness. Para bien o para mal desde que tenía la gran edad de 9 años mis papás hablaron seriamente conmigo y me dijeron “no puedes no hacer nada de ejercicio, así que decide que quieres hacer” esto venía de un padre que le dedicaba varias horas al día al fisicoculturismo y a una madre que fue seleccionada nacional de vóleibol, así que con toda la madurez que conlleva los 9 años, comencé en atletismo, voleibol, basquetbol (ya esta última decididamente y con más seriedad desde la secundaria hasta la universidad) para pasar por los aeróbics, pesas, pilates, yoga, spinning, ciclismo de ruta, atletismo y finalmente duatlón.

Agotador de solo leerlo, siempre había tenido horarios muy “cómodos” para poder realizar estas actividades, pero...

¿Qué pasa cuando tienes un horario de 8:00 am y que con un golpe de mucha suerte puedes cerrar a las 19:00 horas?

Y es que todo el tiempo estás técnica y literalmente agotado, o al menos eso dice el reloj inteligente que hoy a las 15:26 de la tarde marca que solo me queda el 21% de energía para terminar el día. ¡Veintiún porciento! Y me faltan las juntas de la tarde, hacer el reporte semanal y lavar los trastes llegando a casa, hacer comida para el día siguiente y terminar de ver el capítulo de House of Dragon que no terminé de ver ayer, mientras plancho la ropa para el día siguiente.

Imposible, simple y sencillamente imposible; el ejercicio no cabe en esta agotada y apretada agenda. Los días que uno está motivado es muy sencillo, encuentras el huequito, sales a correr a las 5 am, pones llegando a tu casa una app de ejercicios y los haces, te subes a la bici fija; ¿pero los días que no? Disciplina para cuando no haya motivación, híjole qué difícil la disciplina, ojalá todos la tengan yo la verdad, no tanto como quisiera en este tema.

Últimamente, he encontrado secretitos que me ayudan a mantenerme activa casi sin sentirlo.

Paso número uno, me regalaron un perro, la canijilla es un remolino y la única forma de que mi casa siga en pie para cuando regrese es llevarla a correr la fabulosa cantidad de 2km a las 5:30am, 2km puede sonar mucho, pero en verdad no lo es, son simplemente 15-16 minutos a paso muy cómodo.

Paso número dos me desplazo en bicicleta a la oficina, esto no es muy común en muchos lugares de México, en especial en Monterrrey, pero una vez que encuentras una ruta donde puedas transitar sin sentir que la muerte te respira en la nuca, es algo muy agradable, porque siempre haces el mismo tiempo, el tráfico no existe y llegas muy relajado y de buenas a la oficina. Con estas dos modificaciones logro incorporar 1:15 de ejercicio al día sin sentirlo, ahorro gasolina y veo como la fierecilla de mi hogar se pone muy feliz de saber que va a pasear.

Los fines de semana, ya la cosa se pone un poquito más seria, trato de salir a estar en contacto con la naturaleza, cuando estaba en MTY a Chipinque, en CDMX al ocotal, cuando estaba en Mazatlán al malecón. Es increíble todo lo que puede hacer tu cuerpo por ti, y a todos los lugares que te puede llevar con solo empezar a activarlo. Lo bonito de correr-trotar-caminar es que puedes ver el paisaje, darte una enterada que pasa en el mundo real, ese al que casi no nos asomamos a ver, ¡cuantos amaneceres y de formas tan distintas! Hay cierta paz en estos sitios que te permiten despejar tu mente, te ayudan a solucionar problemas.

Hoy en día este tiempo de andar en bici en una carretera, correr en la naturaleza e incluso en la ciudad, no lo considero un tiempo de ejercicio, es un tiempo que es para mí, e indudablemente cada vez que regreso de estas excursiones, incluso los días que no tengo tantos ánimos, siempre me digo a mi misma “que bueno que decidí si hacerlo!” Así que date una oportunidad, hazle algunas modificaciones al día-día te darás cuenta de que extrañamente haciendo más actividad física no estás más cansado sino con más energía para hacer las cosas.